Qué tal si nos sentamos tu y yo, nos miramos a los ojos, y tú disfrutas viendo mi retorcido aspecto lleno de pústulas sobre una piel arrugada. Sí, como la corteza de un viejo roble devorada por gusanos. Qué tal si sonrío y te muestro mis dientes mohosos y afilados por entre los que mi fétida lengua serpentea en carne viva.
¿Cómo? ¿Piensas que soy un demente? Si solo has visto mi aspecto ¿cómo puedes saber eso?
Total partidas: 0