Partida Rol por web

Esta es una de las tabernas más salvajes de Kordava y de Zíngara entera, con la entrada a pocas calles del puerto. Aquí es fácil ver piratas, ladrones y contrabandistas, ver como apuñalan a alguien por la espalda (si no te ha tocado a ti esta vez).

Un lugar donde encontrar alcohol, sangre y problemas a partes iguales.

Domingo, este es Tomás, mi escudero. Supongo que no te molestará que nos acompañe. El tambien es zingario, y tiene mucho que aprender

-Por supuesto que no, siempre y cuando sepas mantener las manos lejos de los bolsillos ajenos. Medio bromea medio advierte al pequeño, dedicándole una sonrisa al joven. "Ojalá yo hubiera sido un escudero de pequeño." Piensa.

Tras un corto paseo por el muelle, el grupillo se adentra en la primera taberna, lo suficientemente concurrida para que les dejaran hablar en paz.

Domingo dirigió al grupo a una mesa discreta, pero no muy lejos de la puerta. Con un gesto con la mano, le indicó al tabernero que le mandara a alguien para apuntar las bebidas.

Una vez aposentado el trasero del pirata, el zíngaro empieza a hablar.
-Bueno Valenso, ya habéis visto que he llegado intacto y con el barco de una pieza. Dice orgulloso Domingo. -Sin duda este último mes en alta mar ha sido bastante provechoso para mi tripulación y generoso a lo que mis bolsillos concierne. Todo por cortesía de nuestros estúpidos y sucios colegas barachanos. Acaba la frase con rintintín en la palabra colegas. -He limpiado un poco las aguas de escoria, hecho que aliviará y con un poco de suerte avivará el comercio marítimo de Kordava y las provincias costeras.

-Decidme, que diversión me he perdido aquí, en Kordava, mientras estaba en alta mar? Pregunta con picardía Domingo.

- Poca cosa. Trabajo burocrático fundamentalmente. Tranquilizar a las masas, detener los saqueos y tratar de convencer a los nobles para evitar una guerra civil. Aunque esto último solo ha tenido un exito relativo, y es probable que una nueva guerra sea inevitable - dice con fastidio el noble, tras sentarse en una mesa con la espalda pegada a la pared

Lo cierto es que nos hemos aburrido bastante, al menos yo. Nuestro Valenso no ha tenido tiempo ni de eso. comenta tranquilamente mientras se sienta a la mesa, Lo malo es que sus esfuerzos no está claro que puedan evitar la guerra. Y por lo que cuentan el ejército de Conan es arrasador...se reclina un poco hacia atrás y toma aire profundamente, pensando en que consecuencias traería que finalmente hubiera guerra,en fin, ya veremos, de momento espero que el esfuerzo de Valenso no sea en vano.termina su intervención dirigiéndole una tierna mirada al joven noble.

Una nueva guerra civil y un ejercito invasor. Los rumores que había oído Domingo parecían ser ciertos.

-Si las casas nobles de Zingara empiezan a revolotearse, entonces será muy fácil para Conan llegar hasta aquí e intentar ocupar el reino. Debemos convencer a las diferentes ciudades que defendernos de la amenaza externa es más importante que discutirnos por quien la tiene más grande.

-Por lo que decís, parece ser que el resto de nobles de Zingara no os tienen en muy buen aprecio. Si os interesa, puedo proponeros un trato. Domingo se reincorpora, esta vez va a hacer negocios y la cosa es seria.

-En mi tripulación cuento con un oficial que es hijo de un noble de Shar, ciudad que, según he oído, tiene intenciones de pelear por el mandato de Zingara. Mi propuesta es que, para apaciguar las ganas del mandatario de la ciudad, enviéis a mi navío en vuestro nombre de forma colaborativa. Una vez allí, tanto el oficial como yo intentaríamos convencer al duque* de que colaborar contigo sería lo más provechoso.

-A cambio, pido poca cosa. Al menos, poca cosa para un noble como tú, Valenso. Para un filibustero como yo, que justo ahora estoy empezando a acumular riqueza, el mantenimiento del Lobo Feroz se me puede llegar a hacer demasiado caro. Este mes he tenido suerte de no sufrir demasiadas bajas/destrozos, pero yo, ni mi bolsillo, puedo garantizar que siga de esta forma. Tarde o temprano las cosas se torcerán y puede que yo no disponga de medios para hacer los arreglos. Solamente pido a cambio que el Lobo Feroz disponga siempre de materiales para navegar.

oh no, ya empezamos con los negocios otra vez,¿es que no podemos pasar una noche riendo y bebiendo?.Y yo que creía que Domingo iba a animar el ambiente....pensó la joven al escuchar la última intervención del marino,se hechó hacia atrás en la silla y espetó a la camarera que les trajera vino de la comarca.no se vosotros, pero yo tengo sed...

-Por los demonios de estigia, donde se ha metido la camarera. Esta ronda invito yo. Siguiendo la mirada de Ydhir, Domingo también llama la atención de la camarera. -Podría hacer el favor de traer la jarra más grande que tenga llena de RON? Y para mis amigos lo que pidan. Dice con alegría. El beber siempre anima.

Que no falte vino de la región, dice Ydhir sonriendo acompañando a Domingo, siempre estaba bien hechar un trago, y más siendo gratis...

Pasado un rato alguien baja las escaleras y se asoma a la barra con algo de sorpresa. El tipo os suena, es un hombre grande, bastante grueso, con una espesa barba con bigote negro. Tiene un parche en el ojo y unos puños mas grandes que la cabeza de muchos hombres adultos.

-JA! así que el Lobo Feroz ha vuelto, eh? Te llevaste a casi todos mis clientes, casi ya no quedaba trabajo, así que ya no estoy muy atento a quien viene... Al menos ahora volverá a haber gente durante un tiempo...

Los que no habíais estado en la taberna anteriormente recordabais al Tabernero del día de la revuelta, y de como partió la espina dorsal de un soldado de un puñetazo, a pesar de su armadura.

-LILU!! Grita con voz profunda y rasgada. Sácales lo que han pedido al señor y al capitán.

Unos segundos después, una muchachita kushita de unos siete años salió de un cuartillo sacudiéndose algo de polvo.

La chica cargó un barrilete de RON y unas jarras de madera tallada asta la mesa.

Poco después, el Tabernero se acercó cojeando lentamente, con una botella de vino mientras la descorchaba.

Es una buena cosecha, la última seguramente de este año, por la guerra y eso... dice con normalidad el Tabernero, como si estuviese acostumbrado a la escasez mientras sirve una copa para Valenso y otra para Ydhir

Y para el pequeñajo? Dijo el tabernero poniendo una mano sobre el hombro del joven escudero de Valenso. -Media jarra de cerveza será suficiente... Concluyó el mismo.

Pese haber mas gente en la taberna, teníais bastante intimidad para hablar cuanto quisierais.

Valenso escucha con atención la propuesta de Domingo, pero no responde de inmediato. De hecho está mas taciturno de lo normal, como si no le agradase en demasía la idea, aunque es probable que sea la idea de una guerra inevitable lo que menos le gusta. Finalmente, y ya cuando la niña kushita y el posadero les servían bebida (el noble empezó con un buen trago a su ron, como si con él quisiera quitarse las malas ideas) se permitió una sonrisa franca

- Pardiez, que no me agrada actuar como si la guerra fuera inevitable. Fue precisamente el hartazgo de tanta sangre zingaria llenando las calles lo que me hizo tratar de ayudaros contra ese estúpido de infame memoria - desde que lo habíais matado Valenso había omitido referirse al anterior dirigente de Zingaria por otros epitetos que esos, u otros similares. Luego dio un largo suspiro

- Si, Martin, mejor que el joven Tomás empiece a acostumbrarse al alcohol con algo suave. Teneis que contarme lo que se cuenta por aquí; tal vez una tarde, con tranquilidad, ¿os parece? - dicho esto mira a Domingo y asiente-

No me parece mal vuestra propuesta...  con algunas modificaciones, ya sabeis, tengo una reputación de astuto noble manipulador que mantener. Os prestaré mi asistencia para los daños que pueda sufrir vuestra embarcación, pero únicamente para aquellos que no podais pagar con el botín que hayais obtenido.

Del mismo modo os ofrezco también seguridad, y una patente como la que anteriormente tenían los filibusteros, por la que en nombre del reino podeis dedicaros a vuestros quehaceres, sin temer la ley, y como marineros especiales de Zingaria. Tal como era, y como siempre debió ser. Por supuesto eso implica que no ataqueis a barcos zingarios... salvo que sean rebeldes. Estaría también dispuesto a "ayudaros" a buscar tripulación en algunas circunstancias, y a mirar a la misma con buenos ojos.

Pero... el 10% de vuestras presas debe ir al reino, como siempre ha sido. Aun puedo añadiros una cosa para favorecer el entendimiento. No tengo pensado que haya una sola embarcación filibustera, y mi idea es que el Lobo Feroz sea en el futuro la nave insignia de la flota filibustera.

Tras el largo parlamento Valenso bebe un nuevo trago de ron, acabando con su copa y respirando pesadamente-

- Ambos hemos sangrado juntos, Domingo. Y ambos queremos lo mejor para esta tierra - dijo recordando, con solo esa frase, todo lo ocurrido y los combates que ambos habían sufrido juntos- Por supuesto no teneis que responder ahora. Y yo solo puedo ofreceros esto provisionalmente... sin perjuicio que si estais de acuerdo es muy probable que mi oferta sea ratificada por quien tiene que hacerlo

El pirata escucha atentamente la contra oferta del noble, entre tragos de RON. En general le parecía bastante bien, sin embargo detecto un par de puntos conflictivos en lo que proponía Valenso.

-Muy bien sabéis que lo que más me preocupa, como vos, es el bienestar de Zingara. Responde con camaradería Domingo ante las palabras de su compatriota.

-Por muy bien que me parezca vuestra oferta, no me creo capaz de convencer a la tripulación para que renuncien a sus botines para reparar el navío, aunque ello los deje sin navegar durante mucho tiempo. Explica su primer punto de conflicto. Muchos de los hombres que se hacen a la mar son borrachos y pobres que arriesgan nada para obtener algo. La mayoría no son tan razonables y coherentes como nosotros, por lo que son capaces de vender a sus propias madres con tal de tener algo que gastarse en bebida y mujeres.

-Ahora mismo ya destino parte del botín obtenido en un fondo de mantenimiento, pero lo que hay ahorrado en esa parte apenas cubre para reparaciones menores. Es por ese motivo por el cual estoy pidiendo este trato.

-Por otra parte, destinar un 10% del botín al reino me parece una mala idea. Yo no tengo ningún tipo de problema en hacer donaciones al reino, pero obligar a pagar este "peaje" tiraría para atrás a bastantes capitanes que podrían unirse a nuestra causa. Además, el negocio del mar no es lo suficientemente regular como para exigir tal precio. Finaliza Domingo. Toma otro largo trago, se acaba la jarra y la vuelve a rellenar.

Tomás dio un pequeño sorbo a la cerveza, primero con ilusión y después con desengaño por el sabor amargo.

-Y a esto es a lo que se llama negociación pacífica, verdad?

Valenso se mete al colete otro trago de ron y luego mira a Domingo

- Si lo que pidiera a cambio fuera fácil, entonces no tendría que pedíroslo - tercia con una sonrisa- Domingo, sois el capitán del primer barco filibustero, y por ahora único, de esta nueva época. Y sin nosotros dos no existirían ya los filibusteros en Zingaria - dice con claridad, mirando a su amigo.

- Antes ciertamente las cosas eran distintas. Y os honra el intentar obtener todos los beneficios que os he ofrecido sin ninguna de las contrapartidas. Sin embargo.... necesitamos que las cosas sean distintas a partir de ahora. Como bien decís, ya manteneis una partida para reparaciones del barco, con lo que no es de extrañar que la misma sea de donde salgan los fondos para repararlo, si es que es preciso. Y cuando la misma no alcance, se os apoyará para tal fin. Es algo razonable, y que por lo demás es mucho mejor que lo que tenía cualquier barco filibustero antes, puesto que antes cuando el barco sufría, a nadie le importaba. Y nadie apoyaba las reparaciones.

Confío por tanto en que podreis solventar ese problema sin demasiado reparo, ya que es una mejora respecto a los tiempos anteriores.

En cuanto al diez por ciento, ambos sabemos que es un precio menor que el que cobraría un armador. Cierto, antes no se pagaba. Pero antes había muchos barcos filibusteros, cada uno siguiendo el rumbo de su locura, y sin protección alguna de la nación. Todos sabemos a donde nos ha llevado eso. Ahora este es el primer barco, y es el momento de hacer las cosas mejor. El momento de volver a vertebrar Zingaria, y de terminar este nefasto tiempo de constantes guerras civiles. Y para eso tengo que contar con que vuelvan los filibusteros, con su libertad, con su independencia... pero como un elemento de Zingaria y no externo a la nación

Tras sus palabras mira a Tomás y se ríe con ganas

- Mas bien conversación informal entre amigos. En lo que se llama negociación pacífica habría que estar mucho mas atento a posibles venenos y puñaladas por la espalda, Tomas. Y no te preocupes por el sabor de la cerveza, luego con los años mejora

Ydhir había permanecido callada bebiendo tranquilamente, pero ante el último comentario de Valenso no le quedó más remedio que reir abiertamente,No le hagas caso niño, el sabor no mejora, pero la costumbre lo acaba haciendo soportable, e incluso agradable.comenta dando un buen trago a su vaso de vino.

-Veo tus puntos. Al final Domingo cede. -Se lo comentaré a los oficiales, pero no prometo nada. La próxima vez que vengamos a puerto tendrás tu respuesta definitiva. Concluye el pirata.

Domingo se vuelve a llenar la jarra, pues para cuando se dio cuenta ya la había vuelto a vaciar. "Cuantas jarras llevo ya? 2,3? Que más da, hasta que se acabe el barril de RON... mmm RON."

-Cambiando de tema, y con una sonrisa divertida en la cara, medio del alcohol, medio de él mismo, vosotros estáis juntos o no, al final?

Ydhir, que en ese momento estaba dando un profundo trago a su bebida apenas pudo evitar que se le saliera el líquido por la boca e incluso por la nariz ante la pregunta de Domingo,miro a Valenso de reojo mientras se secaba con el dorso del brazo.
Era evidente que Domingo había tocado un tema clave, durante el último mes la norteña había empezado a sentir algo por Valenso, aunque siempre intentaba evitar enfrentarse a dichos sentimientos, poco a poco había descubierto que el joven Valenso era un hombre dulce y comprensivo, por no hablar de su forma física.Para ser noble Valenso estaba muy bien formado, permanecía en forma y era guapo.
La joven no pudo evitar ruborizarse ante el tema e intentó esquivarlo sirviéndose de nuevo y dando un gran trago, tal vez el alcohol la ayudase a pasar este momento.

Valenso mira a Domingo y a Ydhir. No dice nada, solo mueve la cabeza, negando, divertido.

- Nada, Domingo. Menos mal que quedan las esclavas, que si no.... - dice medio bromeando, para luego ponerse mas serio- En todo caso me alegra que los tres estemos aqui, y que sigamos vivos. Hubo algun momento en que, reconozco, tuve mis dudas  

-Y que lo digas! Ríe y asiente el pirata -Aunque yo nunca admitiría eso... susurra esta vez al mismo tiempo que os guiña el ojo, o al menos lo intenta. El alcohol empieza a pasarle factura. Los mofletes (más bien lo poco que tiene de ellos) ha ido cogiendo un ligero tonillo rojizo a medida que ingería jarra tras jarra.

-Uf que caldeado está el ambiente esta noche. Dice mientras se afloja el cuello de la camisa. -No tendrás por casualidad a una de esas muchachas pendonas por aquí cerca, hermano, creo que un apaño me iría bien esta noche. -Sin ganas de ofender. añade esta vez para Ydhir.

No me ofendes Domingo,podéis divertíos como más os plazca.comenta mientras hecha una mirada de soslayo a Valenso,Yo tengo bastante con esto...comenta alzando su copa de vino y vaciándola de un trago.Además, ninguna de esas fulanas vuestras puede compararse conmigo, eso seguro.Sentencia riendose, y poniendo los pies sobre la mesa afirma tranquila, Amigos, no encontraréis unas piernas como estas en estas tabernas.
Se empezaba a hacer evidente que la norteña había bebido en exceso,se retiró el pelo de la espalda para aliviar por un momento el calor que tenía,manipulándolo de forma suave y dejándolo caer sobre su torso, pequeñas gotas de sudor se deslizaban por su cuello y una pícara y achispada sonrisilla se mostraba permanente en su rostro.
Domingo, menos mal que ya has llegado, solo los dioses saben cuanta falta nos hacía una noche como esta.

Valenso se rie con franqueza ante las palabras de Domingo y de Ydhir, vaciando de un trago su nueva copa, y mandando al diablo sus múltiples preocupaciones.

- Domingo, ¿como piensas ahora en eso cuando tienes una pelirroja enseñandote las piernas justo en la mesa en la que estás bebiendo? - dice riendose- ¿Donde esta tu educación? - pregunta mientras mira descaradamente el cuerpo de Ydhir con evidente deseo... y buen humor