Partida Rol por web

A Sangre y Fuego (Conan RPG)

Shadizar, la ciudad del Pecado.

Cargando editor
29/08/2011, 02:36
Director

Bienvenidos a Shadizar – Ciudad de Maldad, Ciudad de Pecado.

Esperemos que hayan entrado de su propia y libre voluntad y no como alguien esclavizado,

ya sea por una persona o por un vicio.

Cargando editor
31/08/2011, 20:25
Director

La plaza estaba abarrotada. Mujeres que lavaban sus trapos en las fuentes mientras algunos niños jugaban y corrían desnudos al sol. En las tabernas los borrachos iban cogiendo la melopea del medio día y los comerciantes anunciaban a voces sus mercancías mientras las prostitutas llamaban a gritos a los hombres tratando de captar clientes entre los recién llegados a la ciudad.

Mientras tanto, un hombre gordo caminaba sin llamar la atención de nadie hasta una esquina donde un ciego pedía limosna sentado en el suelo. Tras unas pocas palabras, y dejar unas monedas en su regazo, el hombre se marchó en dirección contraria.

Pasados unos minutos, tu imitas su proceso, dejando unas pocas monedas más en su mano.

-Dice que estés en el Dragón Rojo a media noche. Le dije que irías vestida de anciana.

Es muy difícil confiar en alguien en esta ciudad, así que para las contrataciones, sueles recurrir al hombre ciego que pide limosna en la plaza. El a cambio solo te pide unas pocas monedas, y nunca podrá revelar tu verdadera apariencia.

Hace pocos días que escapaste de tu último encargo y ya te ha llegado uno nuevo. La muerte del Rey Oshrik es lo mejor que te podía venir para el negocio, y de paso limpias un poco la ciudad de escoria, como esos duques y nobles obstinados que se aprovechan de los demás, sacando tajada.

El ciego asegura que se trata de un sacerdote de Annu, que quiere eliminar al Barón Brián de Nertola. El resto deberás preguntárselo tu misma.

Notas de juego

Como vas a disfrazarte mucho, y eso marcará como se desarrolla tu pj, te recomiendo que te busques una buena colección de fotos para usar de avatar cuando vayas disfrazada, así como que edites tu nombre cuando te hagas pasar por otra persona, así engañarás a los pjs despistados.

Cuando hagas un post te pondré con los demás.

Cargando editor
01/09/2011, 00:18
Director

-Qué fácil resulta esto fuera de Arenjun, ¿Verdad amigo? Dijo entre risas tu compañero de latrocinios mientras se llevaba su merecida jarra de vino a los labios. Si es que tanta competencia os estaba dejando secos!

 El último botín no había sido gran cosa. Una bolsa llena de plata de la que ya habíais gastado la mitad en vino, la comida de un rey y más mujeres de las que sabéis contar.

 Una suerte que a aquel guardia de caravanas también le gustase el vino. No tuvisteis mas que darle unas copas de mas al enjuto kóthico y se le soltó la lengua. Además, los polvos que le puso tu amigo Petruso en su bebida fueron suficiente para hacerle dormir toda su guardia. No tuvisteis mas dificultad que entrar, deshaceros de unas tontas cerraduras y cadenas y llevaros la plata.

Durante la juerga con Petruso, recordasteis los tiempos en Arenjun, el gremio, los sobornos... El caos de Shádithar tras la muerte del rey Oshrik lo hizo todo mucho mas fácil en la capital. La guardia de la ciudad está demasaido ocupada en sus asuntos como para preocuparse por los demás.

Ibas a ir a por la siguiente ronda de perdiz con miel y cerveza frita... ¿O era al revés? ¡Qué mas da! ibas suficiente borracho como para no preocuparte por eso, borracho de alcohol y de triunfo por tu trabajo bien hecho, un tipo te paró los pasos junto a la barra.

-Eres Tulio? El de Arenjun? he oído que das buenos golpes... El tipo no parecía nada del otro mundo. Un tipo regordete, posiblemente de Ophir por su forma de hablar.

Le sondaste la mirada, pero debías ir demasiado borracho, pues el intercambio de miradas no duró mucho.

Si te interesa una saca tres veces mas grande de lo que has ganado hoy, ven a verme hoy al Dragón Rojo a media noche.

Dicho eso se largó sin prestarle mas atención a nadie.

Unos minutos después volvías a estar junto a Petruso, que tenía las manos perdidas bajo la falda de una moza de taberna, y la cabeza entre sus tetas.

Algo pareció denotar tu extrañeza, seguramente el olor de la cerveza frita, por que preguntó:

-Qué quería ese tipo? No se irá a chivar a la guardia?

Cargando editor
01/09/2011, 00:21
Director

El suave vaivén  mecía tranquilamente tu cuerpo mientras tu mente viajaba lejos, muy lejos, a vete saber que páramo recóndito de tu memoria o tal vez una fría estrella del espacio exterior. Por suerte, la montura conocía mejor el camino que el jinete, y tu camello de batalla te guiaba por los callejones de Shádizar mientras tu dabas rienda suelta a tus alucinaciones y delirios. Lástima que el camello no contara con tu altura sobre su grupa a la hora de elegir camino.

Según decía el hyrkano, aquel brebaje se sacaba de un raro cactus de la estepa, pero ni por una bolsa llena de plata te habría confesado el secreto de su elaboración. Una lástima que se lo llevara a su tumba de arena. Pero mejor él que tu.

Empezaste el viaje entusiasmado, el hyrkano parecía de fiar, y te invitó a beber varias rondas en shádizar. Te contó que planeaba una orgía ritual en el montículo rocoso al este de la ciudad, y ante la promesa de drogas, mujeres desnudas y conocimientos arcanos, no pudiste resistirte a ir con él. Cuando llegasteis todo iba sobre ruedas, tal como te lo imaginabas. Canciones y danza al rededor de una hoguera, al refugio del viento nocturno por las rocas del desierto, alcohol y drogas de las que ni conocías el nombre, pero poco a poco todo se volvió turbio. No sabrías decir por que.

Tal vez las drogas lo exageraran todo, o puede que los tergiversaste completamente, pero alguien sacó el acero y se derramó sangre, a lo que no te quedaste indiferente. Lo más cómodo de pensar es que querían sacrificarte a algún demonio y te defendiste, pero ¿Quién sabe? ¿A quién le importa? nadie de los que hubiera allí podrá contarlo.

Tu camello se detuvo y desmontaste, abriste la puerta y te encontraste con que tu casa estaba algo cambiada. Estaba llena de gente y había música, pero no recuerdas haber montado ninguna fiesta. Lentamente fuiste relacionando las cosas. Tu camello te había llevado al Dragón Rojo, una de las tabernas menos sucias de Shadizar, y ya que estabas allí, decidiste echar un trago.

Al llegar a la barra y tratar de pagar te diste cuenta que no tenías ni una moneda encima, pero el que esperaba en la barra te sacó del apuro.

-Yo le pago esta ronda, Maldith. La cerveza aclaró un poco tu mente, lo justo para poder mirar a quien te hablaba.

-Bebe, bebe tranquilo, después de un combate lo mejor es un buen trago y una mujer. El tipo que te pagó debió ver la sangre que se secaba lentamente en tus ropas y la espada. -Una espada muy grande para un hombre tan pequeño, supongo que debes de ser muy hábil con ella. Tal vez podrías hacer algún trabajito para este amigo con él.

Notas de juego

Eres libre de hacer lo que quieras e improvisar lo que necesites.

Cargando editor
01/09/2011, 17:22
Moraine Streissdyn

Shadizar, ciudad de muerte, ciudad de pecado. Allí encontrarás lo que desees, tanto para el cuerpo como para el alma... siempre que puedas pagarlo. Aquí todo tiene un precio.

Sin prisa, como cada día, recorro el centro en busca de mi siguiente trabajo. Hace poco he terminado un encargo y si bien el dinero no es mi prioridad, la muerte del rey, que bien podría haber sido obra mía* pero no lo es, me ha traído en un mes, más trabajo del que he tenido en el resto del año completo. Asquerosos nobles, infames reales, sangres azules... que yacen azules por la eternidad, gracias a mi mano.

No soy una justiciera, no. Pero no está de más hacer limpieza de vez en cuando, sobre todo cuando te pagan por hacer algo de lo que disfrutas desde pequeña.

Me acerco al ciego y dejo lo convenido. Un informante bien pago es un informante contento. Un informante contento es menos propenso a venderte al mejor postor, aunque nunca olvido donde estamos. En Shadizar todo se puede comprar... así que no hay que dar nada por sentado.

Escucho sus indicaciones y rozo apenas el hombro del hombre para comunicarle que he comprendido. No hablo en su presencia. Su ceguera me asegura que no me podrá describir. Mi mutismo me asegura que no podrá reconocerme si por casualidad oye mi voz. Ninguna precaución es mucha, cuando sabes que el éxito de tu negocio pasa por ser invisible.

Me alejo calle abajo, en sentido contrario al tío que unos momentos antes ha estado con el ciego. Es probable que él sea mi potencial cliente, aunque también es probable que tan solo sea el mensajero. Los nobles se ensucian las manos cuando se trata de sexo o poder... cuando hay que matar, encargan que alguien más limpie su mierda. Lo sé y no me molesta ser quien ocupa esa tarea. La muerte es mi negocio y soy la mejor en Zamora. Lo sé.

Así que de anciana... ¿por qué habrá elegido ese aspecto mi "fiel" representante? Bah, da igual... tanto podría haber sido un mozo de cuadra o una exótica bailarina. A fin de cuentas, ellos ven lo que yo quiero que vean y nada más. 

Tras dar unos cuantos rodeos, llego hasta mi refugio. La casa de mi padrastro sigue siendo mi residencia principal, pero cuando tengo un encargo entre manos, suelo acudir allí, para despistar a cualquiera que pudiera seguirme... si es que sabe que debe seguirme. Allí afilaré nuevamente mis armas y prepararé mi disfraz. Tengo medio día por delante aún, pero cuanto más tiempo le dedique a cambiar mi apariencia, el resultado será mejor.

Notas de juego

Oki doki, avisame si ya tengo que cambiar cuando esté en escena con los otros ;)

*XDDDD es gracioso porque sí lo fue... pero con otro pj XDDDDD

No he seguido más en el post porque no sé si ya saltamos a la media noche o si interactuaré antes un poco con el resto ^^

Cargando editor
01/09/2011, 21:05
Vonotar el Traidor

-Habla... -susurra el Aquilonio con palabras ausentes, que no enmascaran una mirada inquietante- te... te escucharé atentamente... si... adelante...

Vonotar, el jinete drogadicto, desvia la mirada en derredor para observar al resto de concurrentes de la taberna, para ojear a cualquiera que esté demostrando interés en él o en su conversación. Con una mano todavía agarra la jarra de cerveza, ya vacía, pero la otra, oculta en los pliegues de la ropa con un aspecto casual, agarra sin ser vista la empuñadura del puñal Malayo.

- Tiradas (1)

Motivo: Intimidacion

Tirada: 1d20

Resultado: 4(+8)=12

Notas de juego

Tiro intimidar sobre el señor, basicamente Vonotar pretende intimidarle con su apariencia de asesino tranquilo.

Cargando editor
01/09/2011, 22:08
Director
- Tiradas (1)

Motivo: resisitir intimidar

Tirada: 1d20

Resultado: 11(+7)=18

Notas de juego

contestaré cuando haya puesto el primer turno a todos.

Cargando editor
02/09/2011, 15:03
Tulio

Un escalofrio recorrió a Tulio cuando fue identificado aunque si hubiesen querido acabar con él o hacerle prisionero ya lo habrían hecho pues en este tugurio del tres al cuarto nadie haría muchas preguntas tras una reyerta salvo tal vez el posadero. Sin embargo la promesa de una bolsa tres veces más grande abrió la codicia que aún le quedaba y la borrachera empezo a menguar.

Ese tipo me ha reconocido por mi nombre y mi lugar de nacimiento pero de haberme querido algún mal ya habría atacado en lugar de citarme a media noche en otro sitio con la promesa de una bolsa tres veces más grande - dijo tulio haciendo a un lado su bebida y tomando un poco de perdiz frita.

Cargando editor
20/10/2011, 15:50
Vonotar el Traidor
- Tiradas (1)

Motivo: Sigilo

Tirada: 1d20

Resultado: 2(+11)=13

Notas de juego

Tiro tambien esconderse, o sigilo, o lo que sea, para que no se note que Vonotar agarra la empuñadura del puñal bajo la ropa.

Aunque dadas las reglas de D&D, no se si eso sirve de algo a la hora de atacar o defenderse. Supongo que cuenta como que Vonotar está prevenido, o algo así.

...

Se nota que Vonotar está más fumado de la cuenta xD

Cargando editor
21/10/2011, 12:38
Director

Aquellas calles retorcidas y llenas de inmundicia le recordaban a Hundra mucho mas de lo que quería. Amigos y enemigos, vivos o muertos, seguían dentro de los pensamientos de la bárbara mientras recorría los callejones de Shádithar.

No importa cuantas veces los visitara, uno nunca acababa de conocerlos todos, siempre hay algún callejón lleno de desperdicios en el que alguien podía acabar perdiéndose y aparece a la mañana siguiente, muerto sobre el lodo nauseabundo, con una segunda boca roja en el cuello y sin monedas, zapatos, o cualquier cosa que alguien quisiera robar. Hay que andar con mil ojos en Shádithar.

Finalmente, Hundra encontró una lavandería, donde algunas mujeres envueltas en telas de colores hacían la colada como cada semana. Un pinchazo de recuerdos la obligó a mirar a otro lado, pero ahora ya se había orientado.

Unos pasos mas abajo, en la cale, encontró aquella casa pequeña y algo destartalada, elevada sobre unos postes para protegerla de las ratas y otras alimañas y con el distintivo cartel de madera que colgaba de la pared.

-Medico y Cirujano

 Solo Plata.

La mayoría de la gente de la ciudad no sabía leer, pero el dibujo de un hueso roto y un frasco de líquido verde dejaba claro al resto de que se trataba en aquel lugar.

La puerta de la casa parecía reparada recientemente, como si alguien la hubiera arrancado de su lugar y la hubieran vuelto a montar torpemente. De la chimenéa de la cocina salía algo de humo, así que Eban debía estar en casa.

Cargando editor
21/10/2011, 14:29
Hundra

Hundra camino por las calles intentando mantener la cabeza alejada de recuerdos, cosa imposible mas cuando los sucesos seguian todavia recientes. La lavanderia la ayudo a orientarse pero tambien resulto ser una piedra en el zapato de su conciencia. Debia reponerse a aquello que la torturaba sin razon.

- ¡Solo era un hombre, malditasea, reacciona, deja de comportarte como una estupida adolescente!.- Se reprendio a si misma mientras encaminaba sus pasos a la casa del doctor. Por el rabillo del ojo busco el sitio exacto donde su recuerdo se volvia tan dulce como amargo hasta perder el sitio de vista.

Llego a la casa del doctor, observo que su chimenea estaba encendida y se alegro por ello. Significaba que no tendria que volver en otro momento ni pasar de nuevo por el mismo sitio.

Su puño choco contra la nueva puerta un par de veces e intento que su tono de voz sonara alegre cuando aviso de su presencia exclamando:

- ¡Eh, matasanos! ¡Adivina quien volvio a darte lo tuyo!

Cargando editor
21/10/2011, 22:19
Eban

Me encontraba en casa, como cualquier día por la mañana en Shadizar. Los sucesos que habían provocado la caída del templo de Derketo y la muerte del rey anterior eran historia pasada. No había vuelto a saber nada de aquella extraña compañía que había acudido a mí en busca de cuidados para la ambiciosa zíngara y me alegraba por ello.

No me habían pagado por mis servicios, no había reclamado nada. Demasiado agradecido estaba con haber salido con vida de allí. No era un guerrero yo. Mi labor consistía en sanar cuerpos, no en cercenarlos.

Ese día la actividad era poca. Tan solo un par de suturas y una pócima para interrumpir un embarazo. Nada fuera de lo común en aquella ciudad. Hasta que la puerta resonó y una voz familiar llegó a través de ella.

Mi corazón se aceleró. Otra vez esa mujer. Con una mezcla de deseo y rechazo me levanté de mi cojín y me dirigí a la puerta. Sabía que vendrían problemas. Sabía que no iba a resistirme a ellos.

-Hundra. La última persona que esperaba ver en Shadizar. ¿Qué vientos te traen a mi puerta? Pasa, pasa, conversemos dentro, lejos de miradas indiscretas.

Cargando editor
21/10/2011, 22:43
Hundra

Sonrio al ver a Eban y entro dandole una palmada en el hombro. Espero a que cierre la puerta para hablar, asegurandome de que estamos solos.

- Te dije que volveria para pagarte lo que te debo y no suelo hacer promesas a la ligera.- Dijo sacando una bolsita de tela y dejandosela en la mano.- Creo que con esto queda satisfecha la deuda.

Los ojos de hundra trataron de evitar los rincones en los que habia estado, no obstante los recuerdos la asaltaban constatemente.- No te inquietes, no pienso quedarme mucho. Estoy pensando partir a algun lado, necesito una buena batalla que me despeje la mente de.... de todo esto. Por cierto ¿Como has estado?.- pregunto finalmente, sin atreverse a preguntar lo que realmente le interesaba saber.

Cargando editor
22/10/2011, 02:46
Eban

Recibí la bolsa de manos de la guerrera bárbara sin creérmelo. No esperaba que cumpliera su promesa, ya que no esperaba que volviera a poner los pies en esta ciudad. Pero la vida suele sorprenderte cuando menos lo esperas, y el dinero no me venía nada mal. -Deuda saldada, aunque a decir verdad no me lo esperaba ni iba a reclamarlo tampoco.- Me hice a un lado y la dejé entrar.

-Siéntate. Al menos deja que te invite a tomar té. O algo más fuerte. Tal vez prefieras un buen trago de licor- fui a mi pequeña despensa y tomé dos vasos sin esperar respuesta. Estaba seguro de que Hundra elegiría la bebida.

-Por aquí ha estado todo lo tranquilo que puede estar un reino que ha pasado por cinco reyes en un mes. Pero esto es Zamoria, así que ya sabes, nada del otro mundo. Pude volver al negocio sin llamar la atención. No hay pistas que me señalen a mí o a ti como los artífices de la muerte del antiguo rey, así que si te mueves con prudencia por aquí no llamarías demasiado la atención- la miré apreciativamente notando que su cabello volvía a ser oscuro.

-Que bien te sienta tu pelo natural- puse la copa delante de ella y la llené hasta arriba. -¿Qué puedo hacer hoy por ti?

Cargando editor
22/10/2011, 14:31
Hundra

Hundra acepto la invitacion de tomar asiento, con igual de agrado que la bebida.- Cualquier cosa que pueda servir de desinfectante me vale.- comento mientras el medico buscaba los vasos y escucho las explicaciones Eban sobre los sucesos recientes. Ya estaba al corriente de lo rapido que rodaban las cabezas en el trono pero no pudo evitar sonreir al oirlo.

- Pense que el borracho con corona sobreviviria al veneno.-comento encogiendose de hombros.- Se hizo lo que se pudo por salvarlo, que le vamos a hacer. ¿Sabes? Se me ocurrio la idea que ir a palacio y reclamar la corona para mi.- dijo con seriedad.- No me mires asi, se que no duraria mucho viva pero moriria siendo una maldita reina...

Ella rio relajando el tono, habia pensado seriamente en esa posibilidad pero contra mas lo meditaba mas descabellada le parecia.- Es broma Eban, solo una broma... Supongo que es todo lo contrario a lo que me aconsejas pero ya sabes como soy, la sensated no esta en mi sangre.

Al oir el alago sobre su pelo lo toco instintivamente y sonrio. A ella tambien le gustaba mas asi, le daba mayor seguridad en si misma recuperar su aspecto normal. La pregunta del medico le dio pie a hablar.

- Eres un buen matasanos, haces pociones y potinges para muchas cosas... me preguntaba si seria posible que conocieras de algo que hiciera a una persona desenamorarse. Igual que un filtro de amor pero a la inversa.

 

Cargando editor
22/10/2011, 15:53
Eban

Al escuchar que Hundra consideraba la posibilidad de hacerse reina no pude menos que mirarla desconfiadamente. Nunca sabría cuando esta mujer hablaba en serio y cuando sólamente estaba bromeando. Era una bárbara, y a pesar de haber visto unas cuantas en mi vida ya que a Shadizar llegaba toda clase de gente, no había conocido una tan poco predecible como ella.

Su tono era relajado, pero no me fiaba de él, No dudaba de que si se le ponía entre ceja y ceja ceñirse esa corona, no dudaría en entrar en el palacio dando estocadas a todo lo que se moviera hasta apoyar su culo en el trono. Mejor ver si podía darle lo que quería pronto, o terminaría otra vez corriendo por salvar mi vida.

Me senté frente a ella con mi copa y apuré un poco el trago mientras la veía conversar. Era hermosa sin duda, pero muy peligrosa. Cualquier deseo que pudiera inspirarme quedaba totalmente descartado.

-Eso no está a mi alcance guerrera. Eso es propiedad de brujos y hechiceras. Además, dudo que los sentimientos puedan borrarse de un plumazo. Pero siempre tendrás una buena excusa para ahogarte en alcohol y follarte a quien se te antoje- le dije riendo. Sabía que no iba a ofenderla por tratarla así, no era una mujer estrecha. -Sin embargo, si quieres puedo darte una poción para dormirlo y secuestrarlo. ¿O tal vez quieras hacer que no se le pare con otras? ahí sí que puedo ayudar- con una carcajada apuré lo que quedaba de la copa. Aunque me olía problemas con ella aquí, tenía que reconocer que esa mujer era fascinante y que a su lado, uno no podría aburrise jamás.

Cargando editor
22/10/2011, 16:20
Hundra

Ya me esperaba la respuesta de Eban pero no pude evitar torcer el gesto cuando menciono a los brujos y magos. Preferia no tener que relacionarme con poderes paranormales, bastante se me complicaba la vida sin su interferencia. Por otro lado Eban tenia la misma opinion de mi que tenian todos los hombres, no carente de razon pero doliente en el fondo.

- Sois curiosos los hombres, si uno de vosotros se acuesta con muchas mujeres es todo un macho pero pobre de la mujer que intente tener la mitad de libertad.-Murmuro Hundra, sin variar el tono de reflexion de sus palabras. Dio un trago a su bebida y dejo que quemara la amargura de los recuerdos antes de continuar.- ¿Acaso es mas decente la que consiente en satisfacer cada noche a un mismo hombre por el mero hecho de sellar un pacto en un altar?.-pregunto arqueando la ceja.-No me hagas demasiado caso, no tengo un dia. Digamos que me enferme de amor por alguien que solo vio en mi lo que todos pensais que soy.-digo con una sonrisa triste.-Ahora el esta lejos y lo unico que quiero es volver a mi vida, porque aunque no lo creas, ninguna de las dos opciones que me das funciona esta vez y si no tienes para mi remedio solo me queda poner distancia, buscar una buena batalla de esas que hacen cantar a los bardos...Yo que se Eban... Estoy mas jodida ahora que la primera vez que entre por tu puerta.-confeso antes de apurar el resto de su copa.

 

 

Cargando editor
22/10/2011, 20:08
Eban

No me esperaba esa respuesta. Una mujer tan sólida, tan segura de si misma que me mostraba una grieta en su alma. Me sorprendió.

-Oh, no te confundas Hundra. Vivo desde hace bastante tiempo ya en Shadizar como para haber dejado los prejuicios de lado. Lo que hagan hombres y mujeres para satisfacer sus caprichos o necesidades me tiene sin cuidado. No te juzgo por yacer con quien te plazca hoy y descartarlo mañana, o embotar tu cabeza bebiendo hasta no recordar que pasó la noche anterior. Esta es la ciudad del pecado y aquí todos somos pecadores- le llené la copa otra vez y le apreté amistosamente el brazo. -Lo único que no debemos olvidar es que debemos estar dispuestos a pagar el precio. En cuanto al bárbaro ese...- una de las ventajas de ser médico es que aprendes a leer a la gente. Estaba seguro que quien hacía suspirar a la guerrera que tenía en frente como si fuera una virgen esperando a su primer amante era el tal Moghcorb.

-...Debiste clavarle tu espada en el medio del pecho cuando tuviste oportunidad. Ahora al menos tendrías una excusa para llorarlo. Pero deja de lado ese semblante mujer. Tu hoja encontrará donde desfogarse en este lugar. Solo hay que estar atentos a la oportunidad. Vamos, bebe otro poco y luego iremos en busca de alguien que pueda contratar tus servicios. Hoy es un día extrañamente calmo, dada la actividad que he tenido este último tiempo a causa de las luchas por el poder.

Cargando editor
22/10/2011, 21:19
Hundra

Era un hombre inteligente o al menos lo bastante astuto para atar cabos.- ¿Me imaginas casada y con un par de crios colgando de las tetas?.- pregunte animando el gesto.-No, claro que no... que se largara fue lo mejor para los dos, lo unico que me molesta es no poder olvidarlo. Me creia inmune a esta maldita enfermedad que extropea el juicio y la vida me a hecho probarla de lleno, quien sea el responsable es lo de menos, con cualquiera habria pasado lo mismo. Tengo la vida que he escogido y despues de todo no me veo capaz de guardar fidelidad ni una maldita semana.-comento recuperando su mascara de dureza mientras se preguntaba internamente si habria sido capaz de cambiar por Moghcorb*

Hundra acepto la segunda copa un poco mas animada.- Te agredezco la ayuda aunque no me apetece quedarme demasiado por aqui, los recuerdos no ayudan demasiado y realmente necesito curarme de esto, que para mi no es diferente a cualquier otra enfermedad.

Bebio con algo mas de calma y miro a su alrededor.-Lo que me extraña es que tu no tengas una esposa o crios correteando por el lugar.-comento cambiando de tema

Notas de juego

*Nombre editado, que lo habías puesto nal ;)

Cargando editor
23/10/2011, 15:05
Eban

El amor, una enfermedad que se cura con el matrimonio. Realmente la guerrera no habría durado demasiado tiempo junto al bárbaro. Se veía a la legua que no estaba hecha para ataduras, ni siquiera aquellas invisibles que provocan los sentimientos. ¿Y yo qué? Su pregunta me dejó pensando unos minutos.

Durante mucho tiempo mi carrera era lo único que me había importado. Había venido a esta ciudad en busca de mejorar mis dotes como cirujano y lograr un cierto renombre. Todo ello ya lo tenía en mayor o menor grado. Sin embargo no me había planteado cómo seguiría mi futuro a partir de ahora. Tal vez era tiempo de cambios, tal vez yo sí debía someterme al famoso círculo de la vida. Nah, aún soy joven para tener que aguantar gritos de críos, dormir mal por las noches y tener que huir de casa a la taberna más próxima para lograr mantener el amor por la que fuera mi mujer.

-Uhmmmm, tal vez ya debería tener esos críos como dices y una mujer que caliente mi lecho todas las noches. Sin embargo por ahora me siento mejor solo. Aún no me surje la necesidad de pasar mis días acompañado. Todavía tengo bastante por hacer por mi carrera y no quiero que algo como una familia me reste tiempo y energías que puedo dedicarle a ella. O tal vez sea que simplemente aún no me he enamorado hasta los huesos.

Terminé mi trago y la miré pensativo. -Hundra si deseas quedarte, hay algunas opciones para ti en esta ciudad. Aún podemos ir a ver al Duque Igor Monteblanco, el mismo que ME* contrató la vez anterior para buscar veneno y me metió en todo aquel lío. No sé cuanto confías en él, pero no dudes que con todo este revuelo de la sucesión, necesita más que nunca armas. Él es uno de los que desean ceñirse la corona de Oshric, aunque es lo suficientemente astuto como para no haberlo intentado aún.

Si no, he oído que en el Dragón Rojo corre el dinero y el alcohol por igual. Muchos tratos se cierran en ese lugar y la mayoría de los mercenarios sueles hacer una parada en el lugar para ver las nuevas y escuchar ofertas de trabajo. Creo que allí es donde conociste a Perla*, me equivoco? Si de todas maneras deseas partir... al menos puedo ofrecerte llenar tu copa una vez más.

Notas de juego

MASTER: *He editado alguna cosita para ajustarla a la historia anterior ;)