Partida Rol por web

      Con una cara de enfado como hacía mucho que no habíais visto, Daga entra en el transporte y al pasar junto a Narya le lanza una fugaz y dura mirada. Con movimientos secos y airados se coloca y sella el arnés de seguridad. Después dirige sus ojos hacia arriba y reclina la cabeza en el asiento. No ha hecho ni un solo amago de limpiarse la sangre que la cubre, que le salpica incluso la cara. 

      Ni una palabra, ni un gesto hacia el resto de compañeros. Solo su mirada clavada en el techo enrejado del transporte.

El vehículo se aleja a toda velocidad mientras los disparos rebotan contra la carrocería del mismo. Con la puerta abierta aun, sus disparos quedan mitigados a meros fogonazos y lanzas laser. Toda la escena se va perdiendo en la oscuridad y la lejanía de este mundo pasado por agua. Esa es otra, ya que calado hasta los huesos, mi último disparo se vio anulado antes de realizarse. Bueno, más munición en el morral, una pena de escoria... Pienso antes de cerrar la portezuela de la nave con un rápido movimiento y un CLONCK.

Ahí estaba, nuestro objetivo, con sus lustradas botas y su baba salpicando su rechoncho cuerpo. Más pronto que tarde ese tipo tendría que rendir cuentas a los poderes superiores, y eso no iba a ser agradable. Solo me lamentaba de no haber tenido la oportunidad de darle un repaso a golpes antes de perderle de vista...

Cabron estúpido... Ya verás la que te espera... ¿Me oyes? Le digo cogiéndole del mentón. Si... Sé que me oyes, muy en el fondo, pero lo haces... Ya vas a ver ya... Nosotros solo somos los mensajeros, pero deberías estar rezando a tus impíos dioses y preguntándoles POR QUE no te han concedido una muerte rápida en nuestras manos... Empieza a temblar, pues lo que te queda de vida probablemente la pases entre unos cuters de energía y unas tenazas para fundición...

Luego, soltándole, dejo que su cabeza cuelgue inerte de nuevo y me acomodo en mi asiento, abrochándome las cinchas de seguridad de mi plaza. ¿Todos bien? ¿Algún herido? ¿Estamos en condiciones? Algo había que aun no había tenido en cuenta... Piloto, ¿Algún daño en la nave? ¿Estamos operativos al 100x100?

Suspirando de alivio a la vista de todos sus compañeros a salvo en el vehículo, Malek avanza al frente de la nave para hacer compañía a Jillian y dando unas palmadas en la espalda de Eisen que son rapidamente alejadas por una malsana mirada del sacerdote. Sentándose en el asiento del copiloto, guarda una de sus armas y le quita el cargador a la otra, recargando los proyectiles que faltaban uno por uno mientras conversa con la piloto.

-Bueno preciosa, creo que mencionaste antes de que fuéramos a la misión algo sobre ir a cenar los dos solos a algún lado...-dice Malek, intentando sacarle una sonrisa (y tal vez algo mas) a Jillian, mientras sus compañeros se mueven por la parte trasera del vehículo y la piloto se ríe a otro de sus intentos por camelarsela.

La piloto ríe, sus manos enlazadas en los terminales de la aeronave. Oye bonito, con gusto iré a cenar... si me llevas a algún lugar que no sea un agujero de mierda, como la vez anterior! Rie con claridad mientras ajusta la velocidad de ascenso y se elevan fuera de las espiras centrales de la colmena.

- Todo perfecto... solo parece que llevo cargamento peligroso, Victor, contesta en el comunicador. 

 Marcus empujó con el pie su macuto a una esquina de la nave y se sentó junto a este, rebuscó entre sus bolsillos en busca del arrugado paquete de LHO, lo encontró y tras darle un par de golpes suaves contra su pierna salió uno de los últimos del paquete, se lo llevó a los labios mientras buscaba el encendedor con la mano libre y la del paquete se la tendió a Daga.-¿Quieres uno?....Perfeto.- Dijo cuando encontró el encendedor y consiguió prender el cigarro-!Oye malek tenemos que volver a jugar a las cartas....esta vez ganaré yo¡, y deja a la pelirroja en paz, no quiero que ns estrellemos por que se deslumbre con tus encantos.- la sonrisa de Marcus afloró a sus rostro mientras entre sus labios se escapaba el humo del cigarro.

     Daga ni siquiera miró a Marcus a pesar de su ofrecimiento. Parecía muy enfadada. Llevaban cerca de 5 minutos en el transporte, y su postura no había cambiado un ápice. Estaba bastante claro que en estos momentos no quería que la molestaran.

Después de sedar al prisionero
Victor esta sedado, en un par de horas no se despierta

Recoge y vuelve a meter todo en el botiquín cuando se acuerda de Malek, el cual como no intentando ligar con la servidor, "alguien le debería decir que igual no tiene órganos femeninos".

-Malek ven aquí, o ese corte en la cara te dejara cicatriz -sonríe un poco -luego no se nos acercan las chicas, ya basta con que seas muy feo como para que además tengas una cicatriz -ahora ríe en abundancia

Cuando Malek se acerca le desinfecta la herida y le pone unos puntos de sutura adhesivos.

-Daga que tal el paseo por el balcón -Jhon sabía perfectamente que no estaba muy animada, pero le gustaba meter el dedo en la llaga, para ridiculizar la escena y que esta restara hierro al asunto.

Ante el comentario de Jhon esbozo una sonrisa. ¿Sedado de verdad? ¿No siente nada entonces? ¿Ni recordará? La sonrisa toma un tono siniestro en el habitáculo de transporte de la nave, iluminado por las luces básicas. Entonces permíteme... Digo con claro rencor en la voz hacia el sujeto. Vuelvo a acercarme, agarrándome bien a las sujeciones del techo y alegrándome haber cerrado la puerta. Una vez junto al sujeto le agarro del mentón y miro en el interior de sus fauces. Veamos... Tan rico algo tiene que tener... Fijo que si... Comento para mi mientras mi mano derecha baja al bolsillo de combate del pantalón y saca los alicates de taller. Dime que tienes algo bonito precioso. Era algo personal, el equipo no sabía nada sobre los trofeos de combate que me gustaba cobrarme, y quizás, un diente de oro quedase perfecto como elemento añadido a mis placas de identificación. Tampoco dejo pasar la oportunidad de cachearle y mirar su cartera, por si hay  "algun documento" relevante.

Después de dejar a Jhon curar su herida, el granuja se levanta y se mueve al lado de Victor.

-¿Sabes algo Victor? Es la mejor idea que he oído en todo el día. Espero que no te importe si tomo ejemplo- dice Malek mientras se agacha a para quitarle las botas al hereje inconsciente- ¿No decías que querías que te llevase a algún sitio bonito Jillian? Pues parece que estas de suerte.- comenta sonriente mientras mira a las botas calculando cuanto pagaran por ellas.

No, para nada compañero, sírvete, seguramente este acabe en la hoguera y su equipo siga similar camino. Sería una blasfemia contra el buen dios emperador que pone en nuestro camino tales objetos utilizables en diversos momentos del futuro, si los despreciamos dejándolos pasar y olvidando que acabaran en la incineradora... Comento mientras reviso tanto la cartera como su mandíbula, con ayuda de la linterna de combate de la guardia. Si esas botas te son útiles, adelante, yo me basto con mi equipo de la guardia. Lleva conmigo más de lo que recuerdo, y ya no sé donde la compré... esta memoria mía... Comento dando unos toquecitos en mi sien con la mano de los alicates, intentando hacer una broma referente al cierre mental.

Parecía que a mi compañera no le había gustado nada que la ayudasemos a escapar, pero yo lo veia algo absolutamente necesario, y no iba a dejarle a su suerte. Vi silenciosamente como entraba y se sentaba callada en su sitio, no quería que la molestasen así que yo tampoco quise comentarle nada, para no ofenderla.

Me senté en uno de los asientos, me até los cinturones y esperé tranquilamente mientras miraba a mis compañeros y atendía a sus conversaciónes.

La nave se alejaba, el hereje estaba
sedado, todos estábamos enteros – Todo ha salido bien – pensó
el Sacerdote.
Se fijo en Narya y en el gesto de cara torcida que
mostraba, vio la sangre que le salpicaba la cara, busco un trapo y se
lo acerco con gesto amable – Lo único que importa es que este
muerto, no en quien le dio muerte – volviendo la mirada vi a dos
miembros del equipo como se preparaban para saquear al prisionero.

- Esas ropas deberían de ser quemadas,
están manchadas por la corrupción – se sentó a un lado de la
nave, se abrocho el cinturón - hasta un pequeño diente puede ser
peligroso si el Caos reside en él. - le advirtió a sus compañeros.

-Miralo de esta forma Eisen, que preferiría el Emperador como ofrecimiento, las cenizas de estas botas, o la sangre que derramare con la munición que obtendré al venderlas?-respondió Malek al sacerdote-.

Jhon los miro e hizo un gesto en silencio diciendo no.
-No lleva nada, ya mire yo antes por si llevaba mas armas o algo por el estilo y no encontré nada.
La imagen no le era muy agradable, dos amigos saqueando como perros a un hereje-Por muy hereje que sea, sigue siendo un humano y me es desagradable ver como lo saqueáis, os acercáis más al otro lado de la línea y en nuestro trabajo jugamos mucho con eso, así que no os pongáis a si nivel

¿El otro lado? Le pregunto cómo expresando mi desacuerdo ante la idea de lo que él pudiera conocer del otro lado de forma directa, en un trabajo donde la linea entre lo moral y el servicio queda severamente desdibujada en aras de un proposito superior. Del otro lado es de donde vienen los susurros tenebrosos... Esto... No es ni por asomo el otro lado. Miro con asco al paquete que tenemos atado a la silla. Si por mi fuera abría esa escotilla y lo lanzaba fuera de una patada sobre el mar, como he visto hacer en otras partes del mundo. Siento que no te guste compañero, pero quiero mi trofeo. Este es otro grano que quitamos del imperio, lleno de pus y de infección, y me gusta llevar la cuenta. Es nuestra contribución, nuestro servicio. Digo calmadamente mientras recuerdo otros casos terribles que bien hubieran merecido una medalla, dicho sea de paso una medalla que no deseaba, pero de los que conseguí un recuerdo para no olvidar lo que cada caso significó y pudo haber significado.

Pero bueno, no te preocupes Jhon, esto me servirá para no olvidar donde está la línea, y porque estamos aquí. Pienso un momento en dichas palabras y con tristeza añado. Y quizás, de algún modo me ayude a recordar de donde vengo, y quien soy, o mejor dicho, quien fui... Una sombre recorre mi rostro, iluminado tan solo por las fugaces luces de las farolas y los focos de los edificios que cruzamos a toda velocidad en el vehiculo. Trono, son ya tres años...

     Ante el comentario del clérigo, Daga comenzó pareció volver parcialmente en si. Comenzó a limpiarse la cara con parsimonia, con el pañuelo que le había pasado Eisen. En silencio. Lo único que importa es que este muerto, no en quien le dio muerte. En el templo la habrían azotado por tan solo sugerir algo así. Allí no se toleraba nada por debajo de la perfección.  ¿Que si importa? ¡Trono Dorado! ¡Por supuesto que importa! Por supuesto Narya no tenia la culpa de nada, solo había sido el objeto de su frustración. Nadie debería tener que pedir perdón por hacer su trabajo con eficiencia. Simplemente lo había hecho mejor que ella... más rápido, mas eficiente.

     Su mente divagaba y poco a poco comenzó a pasarse el pañuelo por la cara con mas fuerza a la vez que su expresión cambiaba. Se sentía sucia, imperfecta, ineficaz... He tenido tiempo mas que de sobra para destrozar al mutante, y sin embargo alguien lo ha tenido que hacer por mi. No puedo permitir que este tipo de cosas se repitan. Como penitencia por mi fracaso, esta semana entrenaré el doble del tiempo habitual... aunque enferme por el agotamiento. 

El Emperador lo que espera de ti es que seas un hombre integro, no un vulgar ladron que con tal de conseguir más munición lo haga dispensando prendas hereticas por todo el Imperio.  

Ante el comentario del medico prefirió ignorarlo, que no olvidar, pues enzarzase en dos discusiones a la vez, no era una buena idea, pero un Hereje había abandonado su condición de humano.

-Di lo que quieras de mi, pero no te importa tanto cuando lo que voy dispensando son cerebros hereticos- dijo Malek todavía contento con su nueva adquisición- pero el hecho es que los proyectiles para Bolter son caros, y nuestros enemigos numerosos. Como dijo un hombre sabio una vez: "tantos herejes, y tan pocas balas".

¿Dispensas o cosechas? Lo que siembres, cosecharas. Si no erradicas la corrupción allí donde este, sea en un hombre - señalo al cautivo - o en unas botas - señalo la nueva adquisición de Malek - lo que haces, es ayudar a crecer ese mar de enemigos.

Malek examinó las botas. Fino cuero, natural y no artificial, al parecer, lo cual era un lujo increible. Era una lástima que estuvieran arruinadas por el agua ligeramente ácida de la lluvia y la sangre. Seguramente sin embargo podría sacarle una docena de tronos.

Victor le abrió la boca. Por supuesto no tenía ningún metal precioso; solo algunos dientes artificiales de plástico quirúrgico.