Partida Rol por web

Donde emprendereis la búsqueda de una misteriosa valija con documentos nazis de alto valor histórico.

Londres, 7 de septiembre de 2010

Os encontrais frente a un impresionante edificio en el mismo centro de Londres. Al parecer, un tal James Ward se ha puesto en contacto con Alison para hablar de un trabajo urgente; Y Alison, como no, ha congregado a todo el grupo para la ocasión.

Aunque en la entrada no se hace mención a ningún James Ward, una vez llegais al piso indicado, una pequeña placa reza: "Oficina de importaciones y exportaciones". Tras esperar unos minutos en un pequeño recibidor, el señor Ward os recibe en su lujoso despacho.

James Eard es el típico abogado de mediana edad, con traje, algo arrogante y de aspecto en general, muy profesional. Una vez habeis tomado asiento frente a él y tras las presentaciones formales de rigor,  os explica el motivo de haberos llamado sin mas preambulos.

"Vereis. Tenemos un cliente, del cual no puedo facilitar su nombre, está obsesionado con las antigüedades y los objetos históricos en general y está muy interesado en recuperarla última valija con documentos que salió de Stalingrado antes de la derrota alemana de 1943. Dicha valija nunca llegó a su destino, Berlín, aunque se la situa en algún lugar de Alemania. Por lo visto, como objeto histórico su valor es incalculable. Vuestro trabajo será el de localizar dicha valija, encontrarla y traermela aqui. Por lo que he oído de vosotros, no creo que os suponga un reto demasiado difícil."

entrelazo los dedos haciendome el interesante mientras miro fijamente al señor Ward.

"¿por qué alguien iba a querer unos papeluchos sobre un conflicto del que ya se ha hablado más que suficiente?...¿ por dinero? !imposible!. Si tiene un abogado tan lujoso y puede contratarnos el dinero debe ser la última de sus preocupaciones...

Posiblemente, el cliente de este tipo tan estirado sea un hombre ya entrado en años, quizás esos documentos tengan que ver con su pasado o el de su familia. Quizás sea un ex-nazi y en esos documentos dicen algo que no quiere que se sepa, o podría ser un pobre judío con sed de venganza. O ¿por qué no? quizás esos documentos den alguna pista sobre los tesoros escondidos de los nazis. algunos piensan que esos tesoros no existen, pero los que dicen eso son los mismos palurdos que creen que Hitler se pegó un tiro..." pienso y medito profundamente para concluir diciendo:

-Señor Ward, afirma usted que fue la "última" valija que salió, por lo tanto otras salieron antes. ¿Podría facilitarnos algun tipo de informacion acerca del contenido de esos documentos? también podría darnos el recorrido que siguió el medio de trasporte, probablemente un tren, en el que iba la valija de camino a Berlín.
Si son datos demasiado complicados de conseguir para alguien como usted... simplemente obséquienos con lo que tenga.

acto seguido me cruzo de brazos y aguardo una respuesta con rostro de orgulloso

Observo al abogado con una mirada intimidatoria y mientras, pienso que podría ser un buen negocio, realmente bueno.

Muy bien James, pero antes de comprometernos me gusataría que aclarase algunos aspectos: ¿cuál es la probabilidad de que demos con la valija? como comprenderá tendremos que valorar si el esfuerzo y el tiempo merecerán la pena.

Ha dicho que el cliente está muy interesado... Eso significa que estará dispuesto a invertir una buena suma en la pieza, si es así, podremos sacar un buen partido.

Con un ligero movimiento de cabeza retiro un mechón de pelo que cae sobre mi frente. Sopesando la propuesta, observo al abogado mostrando mi mejor sonrisa.

-Como bien dice Norman..¿ Que beneficio obtendríamos nosotros? Supongamos que aceptamos el encargo, en ese caso necesitaremos dinero para ponernos en marcha, doy por hecho que tendremos que trasladarnos a Alemania si allí fue donde se perdió el rastro de la valija. En cuanto a las pistas..., creo que Phillip ha dicho lo que todos pensamos, necesitamos mas datos en caso de haberlos. Seria importante también  conocer la fecha exacta en la que esa valija salio de la Union Sovietica con destino a Berlin –haciendo una pausa desvío mi mirada hacia Lucius y Gabriel que todavía no han dicho nada-  No se que opináis vosotros, pero somos un buen equipo, podemos  recuperar esa valija este donde este.  

Se que para esta misión Lucius es vital, es el único del grupo que habla alemán y será de gran ayuda. En cuanto él y Gabriel den el visto bueno aceptare el encargo porque estoy segura de que seremos recompensados generosamente. Si el abogado nos proporciona la ruta que siguió la valija, la fecha en que partió de Stalingrado y el nombre de alguna persona relacionada con ella, no será complicado encontrarla.

Gabriel esuchó atentamente la propuesta del señor Ward, y los posteriores interrogantes de sus ya mas que conocidos compañeros y con un gesto casi de rutina se rascó su desaliñada barba de 3 días y se acarició pensativo su brilante cabeza. Con  movimientos casi estudiados, sacó de su chaqueta un zippo bastante ajado por el uso y se puso a jugar con el mismo. Miró a Philip, ese crío ansioso por llamar la atención, bastante presuntuoso y un maldito friki de la tecnología, pero había que reconocer que el chaval se había ganado su puesto a pulso. Su forma de ser, como siempre, directo al grano, sin rodeos, como si todo fuera una jodida competición, sin duda al chaval le faltaba el equilibrio que da la experiencia.

Tras él, la mirada de Gabriel se posa sobre el hermano de Philip, y no puede evitar una sonrisa al escuchar las palabras de éste, sin duda alguna, si algo marcaba el camino de Norman era el dinero, el resto eran detalles sin importancia, por la cantidad adecuada, Norman era capaz de sacarte el higado y hacértelo tragar.

Siguió recorriendo recorriendo con la mirada a sus com y se detuvo en Alison, quizas era el equilibrio que hacía que tan variopinto grupo estuviera cohesionado y funcionaran como una máquina bien engrasada. Había algo en Alison que fascinaba al ex sacerdote, y por eso estaba a su lado.

Y luego estaba ese histerico e hipocondríaco de Lucius, Gabriel lo veía como la gota cómica del grupo, siempre sacando pegas a todo, aunque su extraordinario intelecto ya les había sacado de mas de un apuro.

Tras observar a tan dispar grupo, fijó su mirada en el abogado, y repasó mentalmente la propuesta. Sin poder evitarlo, cada vez que se hablaba de nazis, por la mente de Gabriel siempre aparecía la pasión de Hitler sobre lo sobrenatural y quizas ésta era una posibilidad de encontrar algo más que una simple valija.

- Señor Ward, de momento poco mas que añadir ante las preguntas que le han formulado, sin lugar a dudas no es una empresa facil, y necesitaremos toda la información que nos pueda brindar. -

Dicho esto, Gabriel se recuesta un poco sobre su asiento, esperando a que o bien Lucius añada algo, o el abogado responda a las preguntas.

Habia terminado mi discurso, solo quedaba un espectador somnoliento que se estaba levantando del asiento... y se iba... - Mis estudios de historia no aportan nada nuevo... - pense.

Entonces, recibi una llamada de telefono a mi movil de una voz que conocia, de Alison... Tras pensarlo acudi el dia que me convoco al lugar de encuentro. La arquitectura del edificio frente al que me encontraba era uno de los mas destacados de la capital británica.

Subo las escaleras al piso indicado ya que el ascensor estaba colapsado, y veo la placa: "Oficina de importaciones y exportaciones". Observo a los que estan esperando ahi ya, los conocia a todos, soy el ultimo en llegar, tras unos minutos en un pequeño recibidor, el señor Ward nos recibe en su lujoso despacho.

Observo a James Ward, tomo asiento frente a él junto al anterior al entrar, Gabriel, y entonces, James se presenta, es un abogado y nos explica el motivo por el que estamos aqui.

Le escucho atentamente y pienso - antiguedades... documentos... recuperar la última valija que salió de Stalingrado antes de la derrota alemana de 1943... - me quedo pensando en todo lo que nos va contando y me coloco bien mis gafas.

Entonces, comienza el mas joven e impetuoso del grupo... - ufff... no ha cambiado este chaval... - observo al abogado cuando mira a Phillip y con un gesto de mi dedo me coloco las gafas en el tabique de la nariz observando con gesto asustadizo arqueando las cejas.

Su pregunta sobre los documentos me dio en que pensar, entonces, el hermano mayor hizo otra pregunta que yo ya sabia sobre la probabilidad de encontrar la valija, todo dependera de nuestra pericia, sabiduria, y suerte... tambien. Evidentemente, el despacho es lujoso asi que puede que no escatime en gastos su cliente, es una pregunta facil.

Tras el, habla mi estimada alumna Alison y me quedo pensando en lo que dice - ...tendremos que trasladarnos a Alemania...??? - aaa...chisss!!! - estornudo y saco un pañuelo sonandome la nariz ruidosamente - pmmookkkkkrrrrr - la sola idea de realizar un viaje me produce alergia.

Pe... pe... pero si Alemania es muy grande ya ha dicho el abogado que no se sabe el destino exacto... - cuando me mira Alison y dice que podemos hacerlo, vuelvo a cavilar - bueno, este viaje esta lleno de peligros... no se... no se...

Finalmente, se decide, al ver que todos han hablado ya, a hablar y se pone de pie - Bien, me... me parece que algun problema se... se... se... seguro que tendremos - mira a los demas con hipocondria - la ultima vez, en la ultima mision... casi morimos de sed en el desierto..., nos deguellan unos terroristas... y nos aplasta una manada de elefantes... pero por lo demas... no tuvimos ningun otro problema... - digo con mi clasico sentido cinico de humor y hago una sonrisa comica quitandome el sombrero y agitandolo en el aire, carraspeo y cuando recupero el aliento, y sigo, miro al abogado cambiandome los libros de historia de brazo - Señor Ward, yo por mi parte acepto, por el dinero no me preocupo porque no hay mas que ver donde estamos y quien es usted - señala con las manos a su alrededor - conozco su trabajo... y sabemos que no escatimara en gastos su cliente, eso responde a la pregunta de Norman, aunque no sepamos quien es nuestro... cliente. - prosigo tras mirar a mis contertulios - pe... pe... pero bueno... no adelentemos acontecimientos... hay que investigar alguna pista importante que acabo de descubrir... como es la que se refiere a las valijas anteriores a la ultima... Phillip ha estado muy cerca, no se sabe cuales son los documentos pero si conocemos los trayectos anteriores podremos tener una pista de que para que sociedad, empresa o persona iba dirigida... si sabemos el trayecto de las anteriores quiza podamos saber algo mas sobre la ultima puesto que eran valijas con trayectos rutinarios, y de ahi podremos partir para seguir investigando... - luego, se sienta y guarda silencio.

James Ward os mira a cada uno de vosotros con un interés casi cómico, como si hubiese esperado cada una de vuestras preguntas de antemano. Tomando aire, se acomoda en su sillón y responde.

-Voy a intentar resolver algunas de vuestras dudas, aunque no creo que arrojen mucha luz más a vuestro cometido. Para empezar, la identidad de mi cliente y sus propósitos para con la vajilla son del todo prescindibles para vosotros. En cuanto a la valija, todo lo que sabemos es que fué la última en salir de Stalingrado y que iba dirigida a Berlín, probablemente al Estado Mayor del III Reich o incluso, al mismo Hitler. Su contenido, se supone que serán documentos, aunque no podemos descartar nada. Desconocemos el medio de transporte utilizado para su traslado o el lugar donde se pueda hallar ahora; De hecho, si tuvieramos más información, vuestros servicios no serían necesarios.

Dicho esto, Ward abre un cajón bajo su mesa y saca un sobre.

-En este sobre hay 20.000 (veinte mil) Euros como adelanto por vuestro trabajo. Cuando me traigais la valija os entregaré 80.000 (ochenta mil) más como pago completo. Este precio no es negociable. Además, contiene una tarjeta de crédito a nombre de este bufete; Podeis disponer de ella para todos aquellos gastos justificables, como billetes de avión y tren, otros desplazamientos, alojamiento y comida. Además, teneis una tarjeta con el teléfono de esta oficina y el mio privado. En un principio no existe límite de tiempo para vuestro trabajo, aunque el bufete se reserva el derecho de cancelar el acuerdo si no hay progresos en la investigación.

James Ward da por concluida la cita. Sin más información que daros, entrega el sobre a Alison y os invita a marcharos, no sin antes desearos suerte.

Tras escuchar las palabras del Sr. Ward recojo el sobre con dinero y la tarjeta de crédito que nos ha ofrecido. Junto con esto guardo los números de teléfono que nos ha facilitado.

Pensativa me muerdo el labio inferior.

“No es mucho para empezar. Apenas tenemos datos sobre la valija, unicamente sabemos cual fue su punto de partida y cual su destino. Nada sobre su contenido, nada sobre la fecha en que viajó, nada a cerca de la ruta que siguió o debió haber seguido,  nada de nada, excepto que probablemente contenía alguna antigüedad o algún objeto histórico de mucho valor.”

Después de despedirme de Ward, soy la primera en salir del despacho del abogado, ya en el vestíbulo, espero al resto del grupo con una mueca de resignación en el rostro.

-Chicos, es obvio que no tenemos mucho para empezar, pero confío en nuestra capacidad y todo es ponerse manos a la obra. Si esto sale bien podemos ganar mucho dinero y es una oportunidad que no estoy dispuesta a desaprovechar.

La necesidad de reunir fondos para seguir con las investigaciones de mi abuelo y demostrar que no estaba loco, es el motivo por el cual pienso poner todo mi empeño en esta búsqueda. Tal y como dijo el abogado yo también me deseo suerte, sin duda la necesitaremos.  

Una vez en la calle, los miro con decisión apartando un mechón de rizos que cae sobre mi frente.

-Bien, es hora de trabajar. Necesitamos recopilar todas las pistas que podamos antes de salir de Londres. Cuanta mas información reunamos mejor. Mi primer paso será ir al Museo Británico, tal vez allí haya alguien que haya oído hablar de la valija y pueda decirme algo sobre ella, un experto en antigüedades quizás, o alguien interesado en objetos históricos, debe haber alguien que conozca la existencia de esta valija. Si lo hay, lo encontrare. Si no hay nada que objetar, nos reuniremos mañana por la mañana en el bar de Norman. Espero que alguno de nosotros consiga dar con algo interesante con lo que empezar. Suerte a todos.

Me despido del abogado James Ward, me anoto en mi movil los números de teléfono que nos ha facilitado, salgo meditabundo detras de la hermosa Alison, colocandome el anticuado gorro en la cabeza de nuevo con timidez disimulando que la observo fascinado y miro a los demas fuera ya del despacho cuando van saliendo, luego, escucho a Alison ya en la calle, tras lo que yo digo... -

...pues yo me dirigire a la gran biblioteca de Londres... nos... nos vemos ma.. mañana... en el bar. - Yo no creo en la suerte... sino en la ciencia...

Salgo decidido del despacho. Mientras asumo las palabras del abogado, pienso cómo podemos comenzar la empresa lo más eficázmente posible:

Muy bien compañeros, organicémonos. Hemos de compilar y averiguar cuantos más datos mejor. Yo realizaré algunas llamadas a antiguos clientes y conocidos. Hay algunos que son verdaderamente fanáticos del coleccionismo. El otro día me contaba uno que estaba rescatando las balas que disparó el arma de fuego más querida de Stalin. Decía que tenía contactos que buscaban hasta en los mismos cadáveres. En fin...

Por cierto Alison...a ver lo que hacemos con lo que Nos adelantó el señor Ward...ejem- Afirmo en un tono cómico, pero dejándolo bien claro.

Gabriel aguardó en su sitio para salir en último lugar del buffete, echando un último vistazo tanto al abogado como al despacho, y marcharse de allí sin dejar de jugar con su apreciado zippo.

Una vez en la calle, sus compañeros rápidamente hicieron planes para salir cada uno por su lado para tratar de indagar más acerca de las valijas. Sin duda alguna aquella valija debía ser sin duda realmente valiosa, dado los medios que el cliente del Sr. Ward estaba poniendo a disposición del grupo, suponiendo que hubiera un cliente y no fuera el propio Ward el interesado, tendría que intentar averigüar algo mas y quizás alguno de sus contactos en la ciudad podría a ayudarle, a eso como a encontrar algún rastro de esas valijas.

Con un gesto rápido saco un paquere de Marlboro de su chaqueta, y con un chasquar de sus dedos encendió su mechero, y dos caladas después contestó a sus compañeros.

- Bueno, parece que ya estamos en marcha de nuevo, yo por mi parte haré unas cuantas llamadas a ver que puedo averiguar, sin duda esa valija es de mucho valor para nuestro "cliente", es más seguro que esta no es la primera vez que intentan localizarlas, nos podría interesar saber si alguien mas anda detras de ellas.-

Con una última calada, y saboreando cada bocanada del cigarro se queda mirando a sus tres compañeros, esperando alguna otra observación.

Me levanto de mi asiento al terminar de anotar los escasos datos proporcionados por el señor Ward en mi Movil táctil de ultima generación al que solo le falta un rallador de queso para tenerlo todo en esta vida.

tras eso me quedo de pie mirando al abogado unos segundos y le digo

- No se preocupe por nada señor Ward, encontraremos lo que su cliente busca. Al fin y al cabo la verdad siempre sale a la luz ¿no es cierto? ya sea para bueno o para malo...

Aguardo unos segundos más mirandole, pensando en que esto que se avecina tiene que ser grande para finalmente despedirme y salir de la sala dejando a Gabriel solo con el abogado.

Al salir escucho atentamente a mis compañeros y no puedo evitar reirme interiormente "¿El museo y la biblioteca? buena suerte..."

-Eso de ir al museo y a la biblioteca está muy bien, quizás encontreis algo que sea verdad -digo irónicamente- yo prefiero buscar en internet, la información cabalga libre sin nadie que la manipule. Además tengo unos colegas en la red que seguro que pueden ayudarme. Aunque de todas formas buscad buscad, puede que me equivoque "lo dudo"-pienso-

Ah por cierto, ¿sabeis si Alemania llegó a invadir alguna vez Stalingrado? porque si no la invadío¿Por qué demonios los rusos iban a enviar nada a Berlín? pensadlo.

En cualquier caso recordad esta frase "La verdad está ahí fuera" -hago una pausa mostrando mi rostro sonriente-

Hasta mañana caballeros -miro a Alison- Señorita... buena suerte a todos. -comienzo a marcharme poniendo los auriculares del ipod tranquilamente.

Sin pensarlo más, te diriges al Museo Británico. Por experiencia, sabes que cierra a las cinco y media, por lo que esperas encontrar algo concluyente en poco tiempo.

Una vez allí te diriges a la exposición sobre la II guerra mundial, donde hay una buena cantidad de objetos referentes al conflicto. Tras una rapida búsqueda, encuentras una de las valijas que utilizaban los nazis para comunicarse con Berín, su base. Se trata de una maleta reforzada e impermeabilizada que el museo muestra semiabierta y con un buen número de documentos escritos en alemán en su interior. Según informa el cartel explicativo, esas valijas eran transportadas generalmente en avión para conseguir la mayor celeridad a la hora de transportar informes y ordenes.

Desgraciadamente, no logras encontrar ninguna información que arroje mas luz sobre lo que vosotros buscais.

La gran Biblioteca de Londres sería un lugar enorme y fuente de conocimientos infinitos para cualquier visitante ocasional; Pero para tí, que te conoces cada pasillo y cada estante al milímetro, es un lugar que se queda pequeño. Donde para muchos hay un "exceso de libros innecesarios", tu ves ausencias literarias imperdonables; Y en esas estanerías donde los demás no se molestan ni en estirar el cuello para comprobar qué hay, tu subes trepando con la esperanza de hallar lo que buscas.

Nadie podría determinar la shora sque has pasado buscando desesperado por el museo, pero lo cierto es que desde que están todos los archivos informatizados, tu espalda y piés lo agradecen.

Al entrar, saludas con un gesto a la bibliotecaria, quien te conoce desde que eras un crio que se escondía aquí huyendo de los matones del colegio, y te sientas frente a uno de los ordenadores. Uno que sabes por experiencia que es ligeramente más veloz que los demás.

Tras unas horas investigando, y entre una cantidad ingente de información común e irrelevante, descubres un dato curioso: Resulta que justo antes de la rendición del general nazi Von Paulus, uno de sus hombres de confianza, condecorado en varias ocasiones por su fidelidad y dedicación al régimen, desapareció sin dejar rastro. Fué considerado un desertor y se le cree muerto debido al asedio de la ciudad en esos dias. Su nombre era Alexander Koenig.

Desgraciadamente, no existe más información sobre éste en la biblioteca ni sobre la valija que buscais.

Como si nada hubiera pasado, estás sentado frente a tu portátil con la luz ténue del trastero del bar de tu hermano. Es la primera vez que buscas información sobre el conflicto de la II guerra mundial y como esperabas, la información es abundante. Tras un rato eliminando paja, encuentras la siguiente información que os puede resultar útil:

Al parecer Stalingrado fué un capricho del mismo Hitler. Para conseguir tal propósito, se enviaron un millar de aviones y una cantidad de tropas exagerada para tal propósito. A pesar de que parecía una batalla perdida, los rusos dieron la orden de luchar hasta el final sin retroceder ni un paso. Cualquier desertor sería fusilado en el intento de abandonar la ciudad. Tras una serie de bombardeos que redujeron Stalingrado a ruinas, el ejército alemán penetró en ella y comenzaron una serie de escaramuzas entre las ruinas que se prolongaron durante meses. las bajas en ambos bandos eran considerables, pero los rusos tenían una tenacidad nunca vista antes por los nazis quienes finalmente quedaron atrapados en la misma ciudad que habían tratado de conquistar. Incomunicado el campamento en el que se hallaba el general Von Paulus, las tropas que quedaban en el exterior se dispersaron y finalmente éste se rindió.

En cuanto a las valijas con documentos, se sabe que éstas eran transportadas en aviones en vuelo directo hasta berlín. No se menciona nada de una última valija perdida, aunque si realmente no llegó a su destino es porque no viajó en avión debido a la incomunicación del general.

Cuando llegas a tu casa (un pequeño apartamento planta baja en un barrio de edificios nonde nunca llega la luz del Sol), buscas con tranquilidad en tu agenda a quien te pueda servir como fuente de información. Entre tus contactos hay antiguos sacerdotes, altos cargos de la política y muchos otros nombres que deben ser llamados con seudónimo para no levantar sospechas. Nadie sabe mejor que tu cuán largos son los brazos de la iglesia.

No escatimas en tiempo ni dinero para realizar cuantas llamadas crees necesarias y cuando terminas, al cabo de algunas horas, además de un poco de dolor de cabeza, consigues algunos retazos de información, que cuidadosamente apunta sen un papel.

Para empezar, concluyes en que nadie sabe nada acerca de esa valija. Por lo visto, los documentos nazis son algo muy buscado y realmente si existiera tal valija estaría valorada en una importantísima suma monetaria. Pero mientras que la información sobre la valija "invisible" te desalienta, otros datos hacen que un escalofrío recorra tu espalda. Resulta que entre círculos ocultistas derivados del que se decía, rodeaba a Hitler, existe una organización conocida como "Hermandad del cráneo de hierro", quienes buscan objetos relacionados con el régimen nazi, especialmente aquellos con connotaciones sobrenaturales. Por lo que has oído, no se trata de filántropos millonarios si no de una organización bastante peligrosa que lidera desde chavales cabezas-rapadas que patrullan las calles a miembros del ejército.

Todavía con el bar cerrado, entras y pasas la verja de nuevo. Mientras tu hermano se dirige a la trastienda a conectarse a internet, tu coges tu agenda de teléfonos y te dispones a hacer algunas llamadas. Hay gente que te deben favores y sabes que te los van a devolver.

La sprimera sllamada sson infructuosas. nadie sabe nada de esa valija y reaccionan algunos con sorpresa y otros con incredulidad. Pero luego pareces encontrar una pista. Por lo visto, uno de tus clientes contactó con un coleccionista alemán que estuvo a punto de hacerse con un lote de objetos relacionados con el régimen de Hitler que finalmente se le escapó de las manos; Aunque no puede asegurar qué objetos componían el lote, si sabe el nombre del vendedor: Un hombre mayor llamado Wilhem Koenig.

Cualquier otro intento de hallar información es infructuoso.

A la mañana siguiente, siguiendo lo acordado os reunís en el bar de Norman. Éste cierra la verja cuando ya estais todos para evitar visitas matutinas y os meteis en la trastienda. Allí, entre botellas y cajas se esconde una puerta que lleva a una segunda trastienda repleta de cajitas, objetos envueltos en plastico y etiquetados. Figuras egipcias, planos amarillentos y libros enmohecidos apenas dejan espacio para la pequeña mesa en la que os sentais.

El ruido de la lluvia apenas se oye desde aquí.

No habeis tenido mucho tiempo de investigar, pero albergais la esperanza de que entre todos, podais planear vuestro siguiente movimiento.

pero esa hermandad, tambien sé a ciencia cierta que anda buscando las valijas, o solo sospecho que esa hermandad puede ir tras las vlaikas y podemos encontrarnos con ellos?