Positivo para Javi por la interpretación del prior Gonzalo de Castilla, un monje que adoptó a sus dos compañeros que andaban algo descarriado en ciertas lides y los hizo hombres de provecho, en la partida de Aquelarre "Del amor verdugo".

Con ellos como brazo armado y de investigación, llegó hasta Yepes, entendió el problema y llegó al final del mismo. Su interrogatorio propio de un inquisidor unido a su épica confrontación contra la bestia irracional en plena dehesa y en la noche fue simplemente un espectácular: cruz en mano, oración y el poder de Dios entre sus dedos. Magistral.

Jugador inteligente, responsable y muy creativo. Da gusto jugar con gente así.

Nos seguimos viendo y hasta la próxima :)

Qué decir de Gonzalo que no se haya dicho, pero en cuanto a Javi, me ha encantado su narrativa y su talento para el rol. Excelente. Para uno que acaba de empezar en Comunidad Umbría, da gusto hacerlo con compañeros así. Un positivo te llevas como una casa, hermano, y espero volver a jugar contigo de nuevo en otra ocasión.

Partida: Del amor verdugo                                        Sistema: Aquelarre

Personaje Interpretado: Gonzalo de Castilla

Estreno el marcador de carisma de este jugador comprometido y con el que me lo he pasado realmente bien. Un positivo es lo que toca tras la interpretación tan disfrutable de Gonzalo; un prior venido de Toledo que por si su tarea no fuese suficiente, tuvo que cargar con dos mendrugos de hacha en mano.

Inolvidable el interrogatorio de suaves palabras a Miguel, donde se portó como buen miembro de la iglesia en pleno medievo y dio más miedo que el demonio. Aquella confrontación fue el punto más álgido de la épica en nuestra hazaña rural.

Espero que compartamos juego de nuevo.

Pues es una pena tener que cascarle un negativo a Javi, pero su abandono sin previo aviso de la partida "Los Secretos de Atlas" no me deja otra opción. La partida había sufrido un pequeño parón tras la semana santa y puente de Mayo, con lo que puedo entender que los jugadores se despisten con el ritmo. Sin embargo, di tiempo de sobra y varios avisos para que Javi se reincorporase (o confirmase que no quería seguir). Al no recibir ninguna respuesta, me he visto obligado a expulsarle, con el consiguiente perjuicio para la partida.

Una pena, porque le había dado vida a un PJ que estaba condenado.