En el año 2012, la economía mundial cayó en picado. Se desató a nivel mundial una ola de violencia y crímenes sin precedentes en la historia. Para controlar a los criminales, empresas privadas se hacen con el control de las penitenciarías de los Estados Unidos. Con fines de lucro, en la penitenciaria de Terminal Island se desarrolla un torneo conocido como la "Carrera de la Muerte", una carrera de autos blindados y modificados con armas defensivas y ofensivas. Se celebra durante 3 días cada año, y en el torneo participan los presos de dicha penitenciaría. El premio: el ganador de 5 torneos, obtiene su libertad y le son borrados todos sus antecedentes.