Galería Umbriana

Umbrionada 2014: Motosierras en Llamas F.P.S.L.

32. Dentro de un cuarto de baño tapándote la nariz. +1 punto con máscara antigás.

32. Dentro de un cuarto de baño tapándote la nariz. +1 punto con máscara antigás.

Subida por carnifex

 1. 

Nº 32. “Dentro de un cuarto de baño tapándote la nariz. +1 punto con máscara antigás.” Por Diluvi y Cromvar.

Hay gente con la que sencillamente no se bromea. Entre ellos están Don Vito Corleone, Martin McFly, The Punisher, Benjamin Linus, Jack el destripador, Aníbal Lecter, Gozer, la cueva con cabeza de tigre de Aladdín, Chuck Norris y, finalmente, está el más chungo de todos ellos: Cromvar.

Pero veámoslo desde el principio. Hará… dejadme contar, que no tengo plumas suficientes en mis alas para contar… unos… quince años (caray, que poquitas plumas me quedan) que juego con el mismo grupo de rol todos los Lunes. ¿Por qué los Lunes nadie preguntará? Pues porque alguien dijo que era la única forma de empezar con algo de buen humor la semana.

Empezamos a jugar en un almacén lleno de polvo y mal iluminado que tenía la madre de Cromvar. Entre cajas de ropa, maderas en desuso, adornos navideños, libros y apuntes de cursos pasados, mesas medio carcomidas, sillas playeras (de playa no de PlayStation), máscaras de gas, percheros, baúles, gramolas, esqueletos de monos, cromos de béisbol, manuscritos del s.XV, pianos desafinados, sarcófagos egipcios, el cadáver en naftalina de Elvis Prestley y el Santo Grial, nos armamos las primeras fichas de Ars Magica (juego que descubrí en esa ocasión y que nos ocupó todas las partidas de los siguientes dos años y medio). Por aquel entonces nuestro actual grupo de nueve u ocho miembros (que no necesariamente personas), se consolidaba tan solo con la mitad Red Goblin, Jvdas, Cromvar y un servidor. Todos, ya por entonces, veteranos del rol, y curtidos en mil batallas del libro rojo del Señor de los Anillos (MERP, Edición con portada de Angus McBride) o Rolemaster en su defecto.

Luego, nuestro peregrinaje (“peregrinaje” es una forma suave de decir “donde dejarnos caer muertos cada vez que nos echaban de un sitio”) nos llevó a la casa medio en ruinas del pueblo no-western, pero de una calle, donde veraneaba con mis padres, a la casa de los padres de Red, a la casa de los padres de Jvdas, a casa de mis padres, al piso de Red y pareja, al piso de Jvdas y Leia en Igualada, al piso de Jvdas y Leia en Vilanova, al piso de Edulin (sí este usuario también existió en Umbría), al piso de Cromvar, al piso de Red (Again... & again... & again…&… que paciencia tiene su mujer…), a la Diluvicueva, y, finalmente, como las cosas tienden a terminar donde empezaron: a casa de Cromvar, de nuevo, aunque no en aquel almacén donde confraternizábamos con el Rey del rock.

Bueno, vamos el quid de la cuestión.  El hecho es que hacía tiempo (tampoco tanto, un par de siglos quizás) que le debía un dineral a Cromvar, y yo, más urraca que cuervo, no me acordaba nunca de devolvérselo. Como dije, hay gente con la que no se bromea. No se bromea con el banco de Hierro de Braavos igual que no se bromea con Cromvar.

Un lunes, de los que tranquilamente jugábamos en su casa, decidió que la mancha pasaba de castaño oscuro y tomó cartas en el asunto. Primero nos (yo y mis múltiples y desquiciadas personalidades) atiborró de unas deliciosas galletas caseras rellenas de laxante (debería haber advertido algo raro en el hecho de que fuesen exclusivamente para mí y que no dejase comerlas al resto del grupo, y eso que la búhita se quejaba por no dejarla picotear lechucear. Egocéntrico que es uno, pensé que este detalle lo había tenido con deferencia a mis gráciles maneras cuerviles pero desgraciadamente él tenía un maquiavélico plan que se hizo evidente cuando me reclamó la naturaleza. Ni de parto, ni explorador, fui raudo al servicio, donde me encerró vilmente y gaseó con gas BZ.

Confuso, paralizado, en alucianciones y con sesesesesecuelas que duran al día de hoy, así fue como Cromvar pudo recuperar su m@l&!7# €uro.

Nº 32. “Dentro de un cuarto de baño tapándote la nariz. +1 punto con máscara antigás.” Por Carnifex.

La imagen se explican con una simple frase.

Burritos en mal estado.

Nada más que añadir, su Señoría.

07/10/2014, 17:04

Esperad...aquí huele a gas...un delicioso gas...buenas noches gas...

Kagu
 
18/11/2014, 22:12