Partida Rol por web

A la hora concertada suena el receptor de holovideo. Un texto te anuncia que se trata de una conferencia extrasistema, algo que no todo el mundo puede permitirse. En cuanto aceptas la llamada una bonita cara se muestra ante ti.

Le deseo buen día señor Manhor. Soy la secretaria personal del señor Trent. Rufus Trent. El señor Trent desea cruzar unas palabras con usted directamente, le paso.

Sin darte tiempo a contestar desaparece la imagen de la muchacha para mostrar a alguien mucho más . . . viejo y decrépito. Alguien que parece necesitar asistencia médica constante y que despierta viejos recuerdos de tu niñez. Sabes que es un familiar lejano y nada más.

Hola Crede. Sé que no me recuerdas pero eso no importa.

El anciano habla de forma pausada, lenta y trabajosa. La campana aislante que cubre su cabeza seguramente está conectada a un aparato de respiración asistida porque sus palabras llegan con un ruido mecánico de fondo.

Importa lo que he de decirte. No culpes a Traswood de tus propios actos. Hay muchos Traswood en la galaxia pero cada uno es responsable de sí mismo, de sus palabras y de sus acciones.

De nuevo el hombre hace una pausa deliberada y puede que también necesaria. Parece saber mucho de ti.

Tengo una propuesta para ti. Mejor dicho, tengo que proponerte un trabajo. Ehen te lo explicará luego. Sólo debes saber que te estaré observando en todo momento. Yo seré una conciencia mucho más dura de lo que tu padre sería nunca.

Ha hablado con énfasis y eso parece agotarle. Tose débilmente.

Cof, cof. Escucha con atención. Te ofrezco libertad. Libertad y responsabilidad. Si aceptas di que sí, Ehen te explicará el resto.

Puedes ver como tras estas palabras el anciano se inclina levemente hacia adelante, esperando tu respuesta. Puede que necesite respiración asistida pero incluso a través de la campana aislante puedes ver el intenso brillo de sus ojos.

 A pesar de su juventud Crede podía presumir de que pocas cosas le pillaran de improviso, pero sin duda esta le había dejado totalmente descolocado. Aquel tipo le resultaba familiar, pero ¿quien era?, parecía saber mucho sobre él, incluido aquel desagradable incidente con Traswood, que aquel tipo hiciera que volvieran a aflorarle aquellos recuerdos sin duda no fue algo agradable para el joven, que apretó los puños con rabia.
Tampoco le gustó esa referencia a su padre, aun no estaba seguro de si su padre era un estúpido por servir al imperio, o en realidad era él el estúpido que había estropeado todo.
Finalmente Crede se quitó el nudo de la garganta y se dispuso a contestar a aquel destartalado hombre con toda la firmeza que pudo.

Hablas de libertad y responsabilidad, de un trabajo. Dices conocerme bien, ¿pero crees que voy a aceptar un trabajo sin saber quien eres, ni que tramas, simplemente porque conoces mis errores?
La última vez que me metí en algo que desconocía ya sabes como acabó.

Terminó de decir el joven bastante alterado, no solía descontrolarse, pero aquel tema podía con él.

Rufus vuelve a recostarse con una media sonrisa en el rostro.

Parece que algo has aprendido joven. Está bien, dejaré que Ehen te lo explique con más detalle, luego podrás darme tu respuesta.

Mueve su mano sobre los mandos que rebosan el brazo de su silla repulsora y cambia la comunicación.

La joven y guapa Ehen se gira inmediatamente hacia la pantalla componiendo una perfecta sonrisa.

Señor Manhor, yo le explicaré en qué consiste el trabajo que le ofrece el señor Trent. Para no aburrirle con datos de empresa ni hacerle perder el tiempo le diré que estamos diversificando las inversiones de la familia y una de las líneas de negocio que queremos explorar es la del transporte de mercancías.

Últimamente hay en la galaxia y sobre todo más allá de los mundos de colonización una escasez de mercantes privados que puede suponer un filón para quién esté listo a explotar ese nicho comercial. Esto es información común pero no para el ciudadano de a pie, sino para quienes se dedican a los negocios y buscan en qué invertir sus beneficios.

Corellia sigue produciendo gran cantidad de naves mercantes pero ha bajado mucho sus ventas últimamente en favor de las subsidiarias y asociadas de Sienar, la gran concesionaria imperial. Tienen un stockaje que deben liquidar aunque sea a bajo precio antes de lanzar nuevos modelos más competitivos. La oportunidad debe ser explotada ahora.

Espero no haberle aturdido con esta pequeña explicación pero era una introducción necesaria para explicar cuál es el trabajo que el señor Trent le propone.

Vamos a fletar un carguero con la intención de cubrir rutas hacia los mundos del sector exterior o incluso abrir algunas nuevas si surge la oportunidad. Si el negocio es viable y rentable tras esta nave pionera llegarán otras. Pero nos falta algo indispensable. Necesitamos un patrón. Alguien de confianza que pueda hacerse responsable de la nave. Entienda que no es un piloto ni un capitán lo que nos falta, eso hay en gran cantidad. Sea quien sea el capitán no tendremos suficientes referencias para saber que no desaparecerá con la nave.

Ahí es donde entra usted como patrón. Viajará en esa nave y velará por la buena marcha del negocio, comerciará, comprará y venderá. Tendrá libertad para elegir sus rutas y sólo deberá rendir cuentas económicas. Tenemos un perfil psicológico de varios candidatos entre la familia y usted cumple con creces las necesidades y expectativas marcadas. Si se lo pregunta le diré que el lazo familiar aunque sea tenue es uno de esos requisitos. Mejora las probabilidades de que el negocio tenga éxito.

Usted señor Manhor se convertirá en patrón del mercante, el señor Trent a través de su grupo de empresas será el armador. Usted deberá viajar a Corellia, seleccionar la mejor opción entre las naves disponibles ateniéndose a criterios de economía, velocidad, carga y seguridad. Deberá seleccionar "in situ" una tripulación y deberá tomar decisiones en cuanto al negocio se refiera.

No importa su formación si eso le provoca dudas. Los acuerdos propuestos serán supervisados por mi antes de firmarlos para asegurar su rentabilidad. Usted deberá encontrar esos intercambios rentables, nosotros los confirmaremos. Necesitamos a alguien al mando para no perder la nave. Le ofrecemos un trabajo bien remunerado, conocer la galaxia y alejarse por un tiempo del núcleo del Imperio.

Personalmente creo que es una buena oferta. Si me la hicieran a mi aceptaría sin dudarlo un instante.

¿Alguna pregunta señor Manhor?

Aquello podía ser lo que había estado buscando, miró al suelo mientras se pasaba la mano por la cara, pensativo, demasiada información, entonces volvió a mirar a la chica en el holovideo, era bastante mona, sin duda una visión bastante más agradable que aquel viejo decrepito.

Sin duda es una muy buena oferta, quizás demasiado buena. Y por lo que se estás ofertas no llegan a no ser que se busque algo a cambio.

Seguía un poco reticente pero la verdad es que no veía demasiadas posibilidades de que lo estuvieran engañando, y si era un trabajo honesto, sin duda era el tipo de trabajo que había estado buscando.

La muchacha deja escapar una rápida y agradable sonrisa al escuchar la reticencia de Crede. Parece que su pregunta o pega estaba prevista porque responde inmediatamente.

Señor Manhor, comprenda que es una buena oferta pero no un regalo. El señor Trent no suele dejar casi nada al azar así que ha negociado una participación del 30% por parte de su familia a su nombre. Eso le convierte en accionista, armador y patrón de la nave. Todo lo que haga irá en su propio interés, cualquier beneficio que consiga revertirá en su cuenta en ese porcentaje.

Con los créditos que gane podrá devolver el préstamo familiar o contratar personal extra. El consorcio armador cubrirá una tripulación de 3 o 4 miembros, lo habitual en ese tipo de nave. Si quiere llevar a alguien más, y puede que lo necesite según dónde pretenda ir, deberá contratarlo con su pecunio.

Por supuesto usted no percibirá nada más que la parte de beneficios que le corresponda. Por eso contamos en que se esforzará por mantener la nave a salvo y querrá hacer buenos negocios. La cantidad que pueda ganar depende en gran medida de usted mismo pero puedo asegurarle que unos pocos años pueden ser muy, muy rentables. De modo casi imperceptible ves como guiña un ojo con complicidad. Insisto en que es una oportunidad que yo aprovecharía sin dudarlo.

Tras su perorata se queda mirándote, con la sonrisa perfecta. No parece forzada ni demasiado ensayada pero es evidente que es una sonrisa "de trabajo".

¿Tiene alguna pregunta más?

Por un segundo Crede deja de pensar en el trabajo al ver la sonrisa de la chica, pero enseguida vuelve al presente. Podrían  tener segundas intenciones, pero si las tienen desde luego no lo parece. Rápidamente analiza toda la información de la que dispone, para ser francos de momento parece un buen trabajo que no va en contra de ninguna de sus creencias, es más, en todo caso parece el trabajo idóneo para él.
Tras meditarlo unos segundo se da cuenta de que no tiene nada que perder, si finalmente descubriera algo que no le gustara ya actuaría en consecuencia.

Muy bien, acepto el trabajo, puede contar conmigo, señorita...

Piensa unos segundos y recuerda que aquel hombre mencionó el nombre de su ayudante.

¿Ehen?

La sonrisa de la muchacha cambia por unos momentos convirtiéndose en otra distinta, sincera, alegre y cautivadora. Pero es fugaz pues de pronto compone un gesto serio mientras gira la cabeza hacia un lado, mirando fuera de cuadro. Por unos momentos asiente y dice algo que no llega a entenderse. Luego te presta de nuevo atención.

Muy bien señor Manhor, el señor Trent ha escuchado su aceptación. Ahora se encuentra algo cansado, ya hablará de nuevo con usted más adelante. Mañana recibirá un paquete y en él habrá entre otras cosas un billete a Corellia. Le aconsejo que prepare el equipaje y se despida de su familia.

Nos mantendremos en contacto con usted a partir del momento en que reciba el paquete. Si desea preparar algo para el viaje hágalo hoy preferiblemente. Vamos a intentar que el billete sea para algún transporte lo más inmediato posible.

Que pase un buen día señor Manhor.

La muchacha ha hablado rápido pero sin atropellarse, alto y claro. No te ha dado tiempo a intervenir o preguntar nada antes de cortar la comunicación.

En cuanto había aceptado el ritmo de la conversación había cambiado notablemente, pero Crede no le dio demasiada importancia, ya estaba pensando en como se despediría de su madre y su hermana. No tendría que decirle nada a su padre, pues apenas lo veía, siempre estaba trabajando. "Una familia no se hace un buen nombre vagueando." Le había repetido varias veces su padre.

Crede apagó el holovideo, la chica no le había dado tiempo ni de despedirse, ¿que contendría aquel paquete?, daba igual, mañana lo descubriría, lo importante ahora era prepararse para el viaje y despedirse.
El equipaje fue fácil, pues apenas preparó algo de ropa, ya conseguiría lo que necesitara en Corellia, tampoco creía que fuese a tener problemas para llegar allí. La despedida si fue algo más complicado.

Su madre fue la primera en recibir la noticia, a pesar de su edad, unos 50 años, se notaba que en su juventud había sido una joven muy hermosa, de echo aun conservaba bellos rasgos. Ella, de nombre Fanea, no se tomo para nada mal, la marcha del joven, es más, la aceptó incluso con alegría, Crede había pasado días muy malos encerrado en si mismo, por fin volvía a encontrar un trabajo, esperaba que esta vez le fuera mejor.

Por otro lado, su hermana Adara no se tomó nada bien su marcha, apenas tenía 13 años, y le encantaba pasar tiempo con su hermano, ya tenía bastante con que su padre no estuviese, como para que ahora también se le marchase su adorable hermano. Finalmente acepto la marcha de Crede a regañadientes después de que este le prometiera que a su vuelta le traería un buen regalo.

Así pues, Crede estaba listo para lo que le deparase el futuro.

Al día siguiente un mensajero te hace entrega personalmente de un pequeño paquete que contiene unas pocas cosas:

• Billete para un transporte con destino a Coronet, la capital de Corellia. Sales dentro de 20 horas. Viajas en segunda.
• 300 créditos con una nota que dice: para gastos corrientes.
• Un pequeño libro sobre comercio. Nociones mercantiles.
• Un comunicador con otra nota más extensa:

  Cita:

  Este comunicador conectado a cualquier sistema de larga distancia actuará como encriptador. Contiene algunos códigos útiles que le revelaremos más adelante. No lo pierda.

19 horas más tarde te encuentras en el astropuerto, a punto de embarcar en el Infinity, una nave de pasajeros que te llevará a destino cuando suena tu nuevo comunicador. Puedes ver que se trata de Ehen en la minipantalla

La espera se hizo interminable, Crede tenía ganas de emprender esta nueva etapa de su vida y eso no hizo más que empeorar su impaciencia.
En su familia había sido instruido en todo lo relacionado con la burocracia, no obstante dedicó gran parte de su tiempo a leer el pequeño libro que le habían enviado, nunca se sabe que se puede aprender, además era una buena forma de matar el tiempo.

Con tiempo de sobra Crede se dirigió al astropuerto, de echo tenía más de una hora para que su nave saliera. Entonces empezó a sonar su nuevo comunicador, era nuevamente aquella chica, Ehen.

¿Que pasa? ¿ya me echabas de menos? Dijo con una sonrisa confiada.

El rostro afable de la muchacha sonríe en la pantalla cuando se establece la comunicación y Crede habla.

Buen día señor Manhor. Espero que ya se encuentre en el astropuerto, su vuelo está próximo a partir. Estoy enviándole mientras hablamos los datos de la reserva en el hotel "Mar de hierba" dónde se alojará cuando llegue a Coronet. También recibirá los datos de la persona que debe visitar cuando esté allá en Corellia.

Estaremos sin contacto durante su breve viaje pero a partir de ahora podrá llamarme cuando lo considere oportuno. Solo necesitará un sistema de comunicación con acceso a la red galáctica. Mi código está en el comunicador.

Parece ansiosa por que la llames cuando lo dice.

Le deseo un buen viaje señor Manhor, a su llegada a destino dispondrá de dos días libres por si decide hacer un poco de turismo antes de acudir a la cita con nuestro contacto. La cita está ya establecida. Disfrute de esos dos días de vacaciones.

Si no tiene preguntas hablaremos antes de que acuda a su cita en Corellia. Espero su llamada.

Realmente parece interesada en hablar contigo.

Crede se da cuenta enseguida de que estos tipos tienen todo más que preparado, lo que hace que se plantee las dimensiones de la organización.

Menudo chollo de trabajo, empiezo con vacaciones en Coronet, sin duda saben como cuidar a sus empleados.

El joven sonríe mientras piensa que podría hacer allí, podría aprovechar el tiempo en buscar algo de equipo.

No te preocupes, te llamaré, pero ¿estos chismes no funcionan abordo de las naves?

¡Oh, sí! Sí que funcionan por supuesto. Si intenta hacer una llamada intergaláctica desde la nave el sistema de comunicación comprobará su crédito y si es suficiente aceptará comunicarle pero es tan caro que puede absorber sus recursos en apenas dos minutos.

Tras decir esto Ehen sonríe enigmáticamente. Su rostro parece más relajado que ayer.

A partir de ahora tendremos que hablar a menudo, ¿le parece bien si pasamos del trato en tercera persona a otro más cercano en primera, señor Manhor?

Durante su estancia en Corellia le recomiendo que aproveche para visitar Kor Vella o alguna de las montañas aldea. Por lo que tengo entendido es un mundo completamente distinto a Coruscant, quizá un simple paseo por sus enormes praderas o bosques le resulte edificante.

Por supuesto también tiene visitas guiadas a alguno de los astilleros espaciales y los habituales entretenimientos en forma de casinos, casas de masaje . . .

Pese a que lo ha dicho en el mismo tono neutro que el resto llegas a darte cuenta como al pronunciar las últimas palabras enarca una ceja en un gesto entre interrogador y reprobatorio.

Justo en ese momento, antes que puedas responder suena por los altavoces un llamamiento a embarcar en tu vuelo. También puedes ver en los omnipresentes tableros anunciadores cómo se reclama a los pasajeros del "Infinity" que se personen en la puerta de embarque inmediatamente.

Crede prestaba atención a las palabras de Ehen, la chica era muy agradable, sin duda se daba cuenta de que formaba parte de su trabajo, pero no todo el mundo le hubiera respondido a todas sus dudas con una sonrisa.
Le estaba hablando de los placeres de carácter más ambiguo o ilícito cuando pudo escuchar claramente como llamaban a los pasajeros de la nave para que se presentaran en la puerta de embarque.

Apresurado Crede volvió a mirar a la chica en su comunicador e interrumpió su conservación.

No me gusta malgastar mis créditos en el casino, y me gusta pensar que puego ganarme un masaje sin pagar. Dijo guiñándole el ojo. Bueno, tengo que dirigirme a la nave. Cuando llegue te llamaré.

Hizo una pequeña pausa como si y volvió a dirigirse al comunicador como si hubiera olvidado algo.

Por cierto, puedes llamarme Crede.

Dicho esto Crede se apresuró a dirigirse a la puerta de embarque.

El vuelo transcurre sin novedad. Es una ruta muy transitada y segura. En todo el astropuerto de Coruscant podías ver los carteles de reclutamiento imperial, tanto para la armada como para la milicia y las legiones. Había cientos de policías, soldados y oficiales pululando por todas partes, sin contar los que estarían de paisano. Cuando llegas a Corellia una de las cosas que cambian es que no ves ni una sóla referencia al imperio. El astropuerto es orbital y unas lanzaderas llevan a destino a los pasajeros tras un somero trámite aduanero.

En realidad sólo para algunos es somero, ves como otros son apartados de las filas y llevados aparte, fuera de la vista. Pero tu identificación como ciudadano de Coruscant apenas atrae la atención de los agentes aduaneros.

Una vez en la superficie la lanzadera os deposita en grupos en los distintos hoteles contratados. El "Mar de hierba" es un rústico y peculiar lugar, apartado de la ciudad de Coronet y con enormes extensiones de terreno herboso alrededor con vistas a un lejano bosque. Algo que para un habitante de Coruscant es como mínimo exótico.

Tu reserva está hecha y tu habitación tiene vistas a las inmensas y verdes praderas corellianas. La habitación es normal pero la calidad del aire y las vistas suponen un plus inesperado.