Partida Rol por web

Fortuna, Fama, Poder. Todo lo tuvo el hombre más poderoso del mundo: El Rey de los Piratas, Gol D. Roger. Sus últimas palabras fueron: ¿Mi tesoro? Ya os lo podeis quedar. ¡Id a buscarlo! ¡Allí dejé todo lo que conseguí!

Así empezó la gran Era de los Piratas, ahora es vuestro turno, de saber si sereis vosotros quien encontreis el ONE PIECE

Isla Margaritta era un buen centro turístico en el West Blue, con mediana presencia de la Marina era una zona poco conflictiva. Los piratas solían portarse bien cuando pasaban por ella y no había habido jamás un caso de saqueo ni violencia pirata, más allá de las travesuras de taberna que cualquier cuerpo de la propia marina podría también cometer. Ciudad Pepperoni, Aggio y Passeri eran las tres ciudades portuarias de la gran isla. Todas compuestas por bellas casas planas en terreno ascendente, de carreteras asfaltadas y puertos muy concurridos.

Y es en ciudad Pepperoni, en una gran calle pavimentada llamada el Paseo al mar, llena de domicilios, tabernas, posadas y un par de almacenes, es donde comienza todo

La taberna del Hombre Mojado estaba casi en primera línea de puerto, haciendo esquina con uno de los últimos muelles y aunque no permitía hospedaje muchos solían dormir en el propio comedor. Casualmente estaba atestado, los diecisiete hombres de los piratas del ocaso dormían por las mesas removiendose perezosamente en el cansancio de la fiesta del día anterior. Esa mañana aún no había salido el sol y frente a la puerta de la taberna ya esperaba una mujer alta y delgada, morena, que mostraba casi todo su cuerpo que a ratos mostraba la piel de gallina por el frío tempranero. "En la puerta del Hombre Mojado a la salida del sol" había indicado en algunas otras tabernas de la zona para reclutar, allí estaba Lucy, esperando que empezara su gran aventura

Un hombre estirado se levanta desde el poyete de un portal cercano tan pronto como Lucy es la primera en salir de la taberna, es un hombre alto, unos dedos más alto que Lucy y muy delgado, algo mayor tal vez, viste de negro con una fina corbata blanca y lleva unas botas bien limpias - ¿Eres tú quien busca tripulación?

Mira bien la taberna - Pensé que estabas con los piratas del ocaso, y ellos no parece que vayan a partir hoy...

Diamond le mira bien de arriba a abajo, ni mucho menos parece el típico pirata... ni siquiera parece marinero... más bien parece un pirado salido de cualquier lado - ¿Y tú eres.... ?

El nombre no importa, ¿verdad?, podría darte cualquier nombre, pero eso no figuraba en el anuncio. Querrías saber más, qué puede ofrecer al barco... por ejemplo. Pero en cualquier momento los piratas del ocaso podrían despertarse, y entonces tendríais un buen problema

El día anterior había sido un tanto extraño. Fui a ayudar a un anciano al cual un niño bien había ordenado quitarlo del medio porque "por su culpa se había caído" cuando no fue así, y acabé perseguido por un buen número de soldados de la marina tras ser reconocido. Si no fuera por aquella chica, Lucy, no habría logrado despistarlos.

No he dejado de pensar en su propuesta, eso cuando mi mente no divagaba con aquel beso. Me ofreció unirme a su tripulación pirata. En otra situación habría rechazado rotundamente, pero... no sólo ella también pretendía ayudar al anciano, sino que además me salvó de una situación difícil (imposible olvidar aquello, sobre todo con ese beso que me dejó en shock). Algo me dice que con ella podría hacer del mundo un lugar más justo. Por eso al final he decidido unirme a su tripulación.

El problema es que me he perdido por los callejones. Incluso he podido ver a la marabunta de soldados de la marina buscándome por un cruce en alguna ocasión. Harto de buscar el embarcadero me meto en la taberna, desorientado. Qué casualidad, allí estaba Lucy, hablando con un hombre alto, estirado y de aspecto sospechoso. Me acerco a ellos dos, decidido.

- Vaya suerte el... eeeeh... encontrarte por aquí. Me había perdido por la ciudad y no encontraba el... ehm... embarcadero - le comento a Lucy, un poco sonrojado por culpa de mi mala orientación y, en gran medida, con el recuerdo del beso aún reciente. Recupero la compostura y me dirijo hacia aquel misterioso tipo - Pido disculpas por la interrupción.

La verdad es que aquel tipo me da mala espina... si bien todo pirata me lo daría teniendo en cuenta mi pasado.

Los primeros rayos de sol aparecieron en el cielo despejado de aquella mañana indicaron a Lucy que el momento había llegado. Se encontraba aún dentro de la taberna, con una sonrisa de lado a lado de la cara debido a lo bien que habían salido sus planes. Como ella calculaba , tenía mínimo un par de horas para arreglarlo todo y hacerse con su preciada tripulación.

Lucy se había recorrido la ciudad voceando y colocando letreros diciendo que se buscaba tripulación. Esperaba que al menos unos pocos intrépidos se acercarán al aviso. No era necesario llenar el barco en un principio, solo necesitaba a las suficientes personas para que el barco pudiera ser tripulado.

Salí a la puerta de la taberna en busca de los primeros interesados. El sitio no había sido la mejor idea del mundo, ya que tenía la taberna a sus espaldas llenas de piratas dormidos que podían arruinarlo todo, pero ya estaba hecho y había que tirar hacia delante. Poco a poco empezaron a llegar los primeros, entre ellos Drake, al cual le dedico una juguetona sonrisa, con más preguntas hacia mi que yo hacia ellos, aunque por suerte tenía todas las respuestas que necesitaban. Aunque están debían de esperar un poco:

Esperemos a que lleguen todos los interesados y resolveré vuestras dudas. Seguidme hasta un lugar un poco mas apartado para hablar con mas tranquilidad.

Les dije que me siguieran y nos dirigimos a un callejón cercano, ya que no quería que con el barullo llamáramos la atención. Esperé un buen rato saliendo a buscar cada vez que llegaba un nuevo candidato, y los dirigía hacia el callejón con las mismas palabras. Cuando lo creí oportuno, ya fuera por el tiempo que había pasado o por que creyera que nadie mas acudiría a la llamada, empecé a hablar:

Muy buenos días a todos. Me alegro que halláis acudido a la llamada. Mi nombre es Diamond D. Lucy, y soy la persona que está buscando tripulación. En primer lugar decir que no estoy vinculada para nada con esos desalmados piratas del ocaso, aquellos que me hayan podido ver en algún momento entre ellos que sepan que tenía mis motivos, puesto que quería conseguir algo de ellos.

Hago una pequeña pausa, en la que ondeo una a una las miradas de los presentes para intentar intuir sus pensamientos. Tras ello sigo hablando.

Muchos estaréis pensando que soy muy joven como para dirigir una tripulación, otros que soy una mujer y no estoy capacitada para ello, otros que no estoy preparada para tal tarea... Decir que llevo mucho tiempo preparándome para esta aventura y nada me va a detener. Bien , sigamos, quiero que quede algo muy claro desde el principio. No estoy buscando una banda de sanguinarios y borrachos piratas para dedicarnos a saquear y arrasar todo lo que nos encontremos por delante. Quien venga con esa idea ya puede ir yéndose. Mi idea no es solo encontrar una tripulación, quiero que aquellas personas que me acompañen en la aventura se terminen convirtiendo en mi familia, que seamos verdaderos "nakamas", y que recorramos el mundo con la única idea de superarnos y alcanzar nuestros sueños.

La incertidumbre empieza a atacar a muchos de los presentes, aunque a otros mis palabras empiezan a motivarles.

Por ello busco para mi tripulación a lo mejor de lo mejor, que no es otra cosa que personas con una determinación en la vida, un sueño que alcanzar. Personas justas, que no vayan avasallando a los demás porque sí. Personas motivadas y comprometidas con la causa que tengamos en cada momento, que no se echen para atrás a la mínima adversidad. Personas divertidas cuando tengan que serlo y trabajadoras cuando deban. Personas que quieran formar parte de la familia que vengo reclamando. Personas que ansíen salir a la mar en busca de aventuras. Todo esto y más es lo que busco en las personas que espero que seáis vosotros, y que a partir de ya mismo pueda llamar desde mi corazón "Nakamas"!!!!

Tras otra breve pausa y prosigo:

Solo decir una cosa más antes de que cada cual se marche o se interese por lo que estoy proponiendo. No parco con objetivo inicial básico. Parto con un sueño, una gran meta final, que espero alcanzar poco a poco con otros objetivos menores siguiendo el camino que marquemos entre todos. Se que mis palabras os pueden hacer gracias, pero me apuesto lo que queráis a que estas mismas palabras la primera vez que las proclamo a los cuatro vientos cierto hombre provocaron muchísimas carcajadas, y al final se alzó con su objetivo de manera mundialmente conocida. Mi meta no es otra... Miro hacia el suelo en primer lugar y luego levanto la cabeza, con una deslumbrante sonrisa...

¡¡¡¡Qué ser el próximo rey de los piratas!!!!

Había llegado el día de antes a Isla Margarita, y había visto un cartel donde se buscaba lo que parecía ser una tripulación, eso era lo que yo iba buscando, necesitaba alguien que pudiese ayudarme a viajar por el mundo, y mi misión sería posible si encontraba a la persona que buscaba dicho objetivo. Fui bastante temprano al lugar donde era la reunión, pero aun así pareció que no era el primero, aun así no me preocupe demasiado por ello. Llevaba mi katana cubierta con una funda, y en esta llevaba el zurrón atado para llevarlo cómodamente, mientras llevaba esta apoyada en mi hombro, y mi puñal enfundado en el cinturón.

Cuando la mujer que me encontré me llevo al lugar se puso a hablar con todos los hombres que había reunido, la chica decía unas cosas descabelladas, cualquiera que la escuchase pensaría que estaba loca, pero yo no pude evitar sonreír, algo raro en mí, ya que era un joven bastante serio hasta que cogía confianza con la gente por lo menos. Cuando acabo su discurso acabo diciendo algo que yo ya había imaginado, esa joven quería ser la próxima reina de los piratas, algo que no debía ser demasiado fácil.

- Yo estoy dispuesto a ayudarte a conseguirlo, eso es exactamente lo que estaba buscando, alguien que quisiera viajar por todo el mundo y me llevase con él, asique si quieres que yo te ayude será perfecto.

Mire a la chica seriamente esperando ver que decía, tenía curiosidad por si entraríamos cualquiera a la tripulación, aunque igual nos ponía alguna misión para demostrar quién era útil para su tripulación.

Cuando Juuker llegó fué directo a la puerta de la taberna para entrar. Lucy reconoció enseguida al pirata. Era grande, era fuerte, y iba cubierto de tatuajes, desconfió de ella y solo se acercó al callejón cuando vió a James, Drake y al hombre siniestro. Al parecer, le tranquilizaba más un grupo de gente sospechosa que una sola mujer llamándole a un callejón.

Escuchó las palabras de Lucy, y en sus ojos se adivinaba una sonrisa de aprobación. - ¡ Más te vale que te conviertas en la próxima reina de los piratas ! - Gritó sin miedo, creando la alerta en Lucy que ya podía calcular que ya debían estar todos sobrios, aunque aún podía quedar una hora que continuaran durmiendo - Porque no pienso navegar con menos, me llamo Juuker - La mano del gigantón hacía desaparecer la mano de Lucy y parte del antebrazo, pero el saludo fué firme, decidido y a la vez suave.

El discurso de Lucy me hizo esbozar una sonrisa de oreja a oreja. No quería a gente despiadada, sino a una tripulación competente y fiel, y eso me gusta pues jamás podría unirme a una banda de bárbaros sedientos de sangre y riquezas a costa de indefensos ciudadanos.

Me llamó mucho la atención cuando se refería a la consecución de los sueños, y me hizo pensar... me enrolé en la marina hace muchos años por perseguir mi sueño, el de hacer el mundo un lugar más justo. Pero eso es imposible habiendo en la Marina gente como Manfred, sin medio alguno de remediarlo.

Es posible... que en la tripulación de Lucy sea posible que mi sueño... no, el sueño de mi familia sea más factible. Si antes tenía decidido unirme a su banda, tras aquel discurso ya no tenía duda alguna: si debía unirme a una tripulación pirata alguna vez, solo sería bajo el mando de Lucy.

Me acerco a ella hasta quedarme a un metro de ella, mirándola con seriedad.

- Puede ser que te deba una gorda, pero aún sin eso puedes contar con mi completa lealtad... capitana - asevero esbozando una sonrisa. Hacía más de dos años que no sonreía así. Fue antes de que empezase aquel tormento...

Veo que otros se han animado también a unirse a la tripulación, y parecen fuertes... pero ignoro si serán de fiar. Tendré que vigilarlos por si tramasen algo turbio... o si tramaran atentar contra la capitana

Tras sus palabras, Lucy escuchó los comentarios de cada uno de ellos. Perecía que podía contar con aquella gente, estaban convencidos de salir a la mar, y por ello estaba muy contenta, puesto que en verdad pensaba que serían incluso menos los que acudieran a su llamada y aun menos con lo que pudiera contar. Volvió a coger el mando de la conversación y fue contestando a todos:

Me alegra un montón poder contar con vosotros. Creeréis que somos pocos, pero mejor poca gente buena que mucha mala, ¿no? jajajaj, de hecho creí que acudiría menos gente a mi llamada. En fin, pues si os parece bien contestarme a un par de cosillas y estáis dentro de la tripulación. No voy a hacer ninguna prueba ni nada, ya que con unos rápidos actos y unas simples palabras no se puede medir verdaderamente el valor de cada cual, eso se verá con el paso de los días y las acciones, así que por ello mismo, bienvenidos!!!

Bien, pues vosotros sabéis mi nombres, así que os toca presentaros del todo. Decidme el vuestro, o en su defecto como queréis que se os llame ya que alguna forma para distinguir y avisar ha cada uno tiene que haber, digo mirando a "El que busca", que es lo que mejor se os da hacer, una breve descripción vuestra y de vuestras habilidades, para así poder repartir mejor los roles de la tripulación, y por último cual es vuestro sueño final, el que queréis alcanzar partiendo inicialmente conmigo.

Por mi parte decir que soy muy buena tabernera, jajaja, así que os puedo preparar cualquier cosa y sé un montón sobre licores y mezclas, mis puños son de acero, digo poniendo una pose en plan Bruce Lee, no se me da mal manejar estos cacharros, digo señalando a la pistola de mi cintura, y se me da muy bien tratar con la gente. Mi nombre y mi sueño ya lo sabéis.

Mirando a Drake le respondo:

Pues si te vas a unir a mi de todas formas, pues me guardo el favor, lalalalala, le guiño un ojo y esbozo una gran sonrisa...

...

Una vez que todos han hablado, los dirijo hacia el barco, aunque los hago esperar un poco cerca de el:

Esperar aquí un momento, enseguida podréis subir. El barco está totalmente preparado para partir, así que en breves podremos estar en la mar... y me dirijo hacia el barco y subo en el..

En cuanto Lucy sabe que todos aceptamos unirnos a su tripulación, nos pide que nos presentemos y digamos qué sabemos hacer, así que empiezo yo mismo.

- Mi nombre es Drake Soulsword, y soy un experto espadachín con amplia experiencia como navegante. No se deje engañar por mi juventud, mi capitana, he viajado mucho por los mares... con barcos pesqueros.

Procuro evitar mencionar mi pasado como oficial de la marina para evitar suspicacias de los demás miembros, de los cuales por el momento no me fío de ninguno. En todo caso quiero hablar del asunto con la capitana a solas, cuando hayamos zarpado... eso si nadie o ningún cartel me delata.

Pues si te vas a unir a mi de todas formas, pues me guardo el favor, lalalalala, le guiño un ojo y esbozo una gran sonrisa...

Ante el comentario de la capitana esbozo una sonrisa audaz.

- Mi capitana, mientras no implique saquear ciudadanos ni cometer atrocidad alguna, puedo hacer cualquier cosa que me pida.

Escuche a la capitana, era lógico que quisiera quienes somos y a cuales son nuestras habilidades, aunque tristemente yo no sabía de ninguna en concreto.

- Mi nombre es James, la verdad es que mi estilo de lucha es desarmado, aunque se defenderme con armas si es necesario. – Hice una breve pausa como meditando. – Mis habilidades para un barco no sé qué decirte la verdad, soy fuerte, y  tengo buena vista, pero por lo demás nada más, no he navegado en exceso, aun soy algo novato.

Cuando la capitana pidió que esperásemos me detuve y espere a que volviese para indicarnos si podíamos movernos al barco.

Pero no todo había acabado ahí. Una última figura se acercó corriendo al grupo de piratas justo cuando estaban delante del barco en el muelle. Y no era un cuerpo cualquiera, era una figura totalmente estilizada de mujer, sin duda. Corría moviendo las caderas y sólo cuando estuvo más cerca pudieron verla completamente. Una llamativa mujer con un traje peculiar y que dejaba poco a la imaginación en cuanto a su profesión. Parecía seria y algo misteriosa, pero en cuanto su boca se abrió su cara cambió totalmente.

¡Ey! ¿Sois los que buscáis tripulación?. Dijo con una voz melodiosa y simpática, cogiendo aire jadeando. Perdón por el retraso. Dijo con voz algo aniñada añadiéndole una risa peculiar. Me llamo Joy. Dijo de nuevo en ese tono aniñado.

Bajais al muelle, Lucy se adelanta, subiendo por la pasarela, apoyado en la batayola justo al entrar está Hoover, con su espada recta apoyada sobre sus piernas cruzadas. El mejor espadachín de los piratas del ocaso, un hombre mayor y despiadado que solo mostraba clemencia con jóvenes espadachines y niños. Había tenido alguna reyerta con sus compañeros para defender a un buen espadachín de la marina caído, y esto se recordaba y comentaba entre la tripulación con cierta animosidad

Apenas ha salido el sol, y se levanta un par de dedos por encima de la línea del mar, aunque asciende a gran velocidad. Lucy espeta a Hoover - El capitán está super enfadado contigo porque no apareces por la taberna, como os dijo que hicierais hoy. Rápido, ves hacia allí, yo me quedo vigilando aquí...

Hoover era confiado, y sonrió a la muchacha. Antes de ponerse en pie - Bueeno bueno, no hay tanta prisa, no creo que zarpemos hasta mañana y los muchachos querrán gastarse su paga antes de meterse en el estómago del barco otra temporada. -Recogió un pañuelo y se lo anudó sobre su cabeza canosa. En el puerto apenas había movimiento, la banda de piratas ladrones aguardaba a la entrada del muelle podrían pasar camuflados con un grupo cercano de mozos de almacén que comentaban perezosos la jornada que les aguardaba de no ser por....  Al pasar junto a ellos Hoover se detuvo, parecía que mirara hacia adelante aunque de reojo se había quedado mirando a Drake y James, que portaban espadas.

Hoover se llevó la mano a la suya propia - ¿Qué haceis aquí? ¡Lucy! ¡Ve a avisar al capitán!

Lucy se percató de la situación casi que antes de que sucediera, sería por todo lo que se jugaba en esos instantes, así que de momento se dirigió hacia la escena, haciendo el gesto con un dedo y la boca a sus nuevos nakamas de que permanecieran en silencio y les guiñó un ojo después (esto a espaldas de Hoover para que no se coscara). Entonces entró en acción:

¡¡Hooves!! ¡¡Que amable por tu parte de pararte a saludar a mi primo James!! Le digo apareciendo justo a su lado y dándole una caricia en la cara de agradecimiento. ¿Te acuerdas de él? Te estuve hablando sobre nuestra infancia juntos en mi pueblo, Little Garfing, la otra noche cuando nos bebíamos aquel licor... Me separo de él y me dirijo hacia James, al cual le doy un besito en la mejilla... Primito, este es Hooves, un buen amigo mio. El es compañero del resto de los que has visto en la taberna. Me separo de James y me sitúo en mitad de todos, para seguir hablando dirigiéndome principalmente a Hooves.

Pues resulta que mi querido primo ha llegado a puerto esta mañana y se ha enterado que estaba por aquí y ha ido a buscarme a la taberna. Estos son sus compañeros de barco, están todos bajo las ordenes del capitán Tlovs, que se ha hecho a la mar hace poco... hago una pequeña pausa en la que muestro una gran sonrisa... Pues el jefe me ha dejado pasar el día con ellos, se nota que estaba muy contento conmigo por lo de anoche, jijijiji, aunque me ha pedido a cambio que te viniera a buscar y que me quedará vigilando el barco hasta que volvieras o enviara a otro... Y por eso estaban aquí, esperandome... me acerco a Hooves y le susurro al odio, aunque lo hago suficientemente fuerte para que me puedan escuchar los demás "El jefe me ha dicho que como uno de estos mequetrefes pisara su barco les arrancaba la cabeza, por eso se han quedado aquí" tras lo que me separo de él.

Vuelvo al centro de la escena y empiezo a girar con los brazos abiertos mirando hacia el suelo en modo risueña y feliz: ¡Que día mas maravilloso! ¡¡Es muy posible que mañana empiece a formar parte de los grandiosos piratas del Ocaso y encima mi querido primo viene a visitarme!!! Paro un poco de mi baile y me dirijo finalmente a Hooves... Por favor, no te demores en partir hacia la taberna, que quiero disfrutar de este soñado día...

¿Tú una pirata del ocaso? Pfff - La mirada de Hoover parece atravesar al capitán desde su posición - El capitán está ciego. Bueno, más vale que estos gusanos no se acerquen a la Fugaz - dijo refiriéndose al barco que tenía detrás, no parecía nada convencido de marchar... pero aún así partió con prestreza y paso ligero aunque sin necesidad de mirar atrás, resultaba raro, no dejarían el barco a alguien como Lucy por muy fulana del capitán que fuera - Despertaré a un par de besugos para poder dormir yo, si no estos perros no se mueven de la taberna.

La Fugaz era una goleta de dos mástiles de veinticuatro metros de eslora y ocho de manga, con un solo camarote frente al pequeñísimo almacén de popa. Bajo cubierta, las vigas parecían colocadas con más finalidad de aguantar las veinticuatro hamacas colgantes, que realmente para sostener la estructura.

El almacén está prácticamente lleno con las provisiones, y sobre cubierta están los aparejos y cuerdas algo sucios pero en sus posiciones.... seguramente haya sido Hoover quien los colocara.

En cuanto Hoover desaparece de la vista, les hago a todos un gesto para que me sigan corriendo... Llegamos de esta forma al barco...

Rápido, levantar amarras y esas cosas, jajaja, ya tenemos barco y tenemos que salir de aquí inmediatamente, como comprenderéis... Drake, te declaro navegante del barco, al menos por ahora, que es del único que se que ha estado en la mar, por lo que me ha dicho..

Subo al puente de mando y señalo con el dedo indice al horizonte:

Weeeeeeeeeeeeeeeeeee, ¡¡Empieza nuestra aventura!! ¡¡¡Rindete a mis pies Mundo!!! ¡¡Zarpamos ya tripulación, a la mar!!

En cuanto aquel tipo se larga, Lucy nos hace embarcar rápido. Parece que les vamos a birlar el barco. Astuta, y encima vamos a dejar sin barco a una banda de piratas despiadados, lo que hace un poco de justicia al mundo... un poco retorcido desde mi punto de vista, pero me sirve.

La capitana me declara el navegante debido a mi experiencia.

- ¡Sí, mi capitana! - asiento con la cabeza y no tardo en dirigirme hacia el timón.

Puedo escuchar como ésta lanza al viento sus intenciones. Me parece tremendamente entusiasta. En cuanto consigamos salir del puerto, me gustaría hablar con ella en privado de un tema delicado: mi pasado en la marina

Me quede mirando a Hoover mientras la que iba a ser la capitana hablaba, parecía que me quería hacer pasar por su primo, algo que no me importa demasiado, aunque esperaba que ese hombre indagase demasiado, al fin y al cabo esa mujer y yo no nos conocemos de nada. Mientras la chica soltaba un discurso largo y tendido sobre cosas que no sabía si eran ciertas o no dije nada, simplemente hice una pequeña inclinación de cabeza para saludar al hombre con el que hablaba la capitana.

Después de su discurso el hombre se creyó lo que decía la joven, parecía que había dicho una historia con sentido. Mientras se iba me le quede mirando, hasta que nos empezaron a meter prisa para coger el barco, parecía que íbamos a empezar bien nuestra trayectoria, empezábamos robando a unos piratas que sin duda nos superarían en número.

Espero que no nos den caza pronto, y sin nos dan caza pronto que no sean demasiado habilidosos... aunque no es momento de pensar en eso, por fin empieza mi aventura, hermanito… pronto te superare.

Mientras pensaba en mis cosas y hacíamos todo lo que teníamos que hacer para llevarnos el barco no pude evitar sonreí, parecía que por fin empezaba nuestro viaje.

Vamos a ello... - El tipo estirado ni mira a Lucy dirigiéndose a la proa del barco para recoger el ancla, parece que le cuesta un poco por sí mismo, pero va alzándola poco a poco ayudándose. Algo peculiar de este tipo es que no lleva ningún equipaje, y que la gabardina que lleva apenas abulta nada tampoco que pueda hacer sospechar qué lleva en ella.- ... ladrones a piratas... más nos vale estar bien lejos de aquí...

El grandullón empieza a recoger amarras cuando el barco ni siquiera se ha movido un centímetro y con una brazada de amarras, cuerdas y maromas, y va hasta Lucy - ¿Donde las llevo capitana? - De cerca cuesta mirarle a los ojos, pues el tatuaje de dos tiburones asoman por su pecho y sus brazos totalmente cubiertos hacen de su cuerpo un curioso entretenimiento.

Lucy se encoge de hombros, y Juuker empieza a amontonar las cuerdas a los lados de la cubierta, donde no puedan estorbar para caminar. El tipo estirado aún sigue con el ancla, pero empieza a murmurar improperios en contra del torpe grandullón