Partida Rol por web

En el interior de aquella cueva había, lo que parecía ser un gato de color blanco, jugando con una palanca. Pero lo que más sorprendía no era eso, sino que había un gran ordenador con decenas de luces encendidas, un mapa de la isla, sensores y pantallas mostrando información difícil de descifrar y una gran cantidad de botones, palancas y pulsadores. En particular había un botón rojo que ponía "Shutdown", por lo que quizás este parecía ser importante, aunque, en un primer lugar, no sabían qué era lo que se apagaría.

Aquella Maid decidió adentrarse en el interior de lo que parecía ser un bunker. Por fortuna para ella la puerta se encontraba abierta por lo que le sería bastante sencillo de lograr, tan solo tenía que continuar andando para ver lo que esta escondía, algo que la Maid iba a hacer sí o sí... y sea lo que fuera que hubiera al otro lado iba a ser un misterio que iba a descubrir en breve...

Cuando aquel gato vio llegar a la Maid VIII bufó con fiereza, al parecer no le gustaba la presencia de la Maid VIII, quizás fuera porque al ser medio serpiente eran enemigos naturales, como los gatos y los perros, o los gatos y los ratones, o los gatos y los pájaros, o los gatos y otros gatos... malditos gatos han arruinado la gatucidad...

Sea como fuere, si la Maid VIII quería acercarse algo más parecía que iba a tener algún tipo de confrontación con el feroz minino que era bastantes veces más pequeño que ella... ¡Lo que implicaba que iba a ser difícil de golpear!.

  ¿ J'ug ? - exclamaba molesta mientras miraba al pequeño minino, pues por su intervención no solo me obligaba a cambiar totalmente un pensamiento dentro de mi cabeza con respecto a como la decantación del agua dentro de la cueva pudo formar una puerta con manivela, si no que además por su tamaño y ternura natural me iba a ser imposible cocinarle para otras Nueve personas mas - ni para ussssarte de canapé podra sssser.

   Tras ello miraría por encima el sitio, era claro que contaba con demasiadas cosas que no podía dejar pasar por alto, pero... hasta donde recordaba solo era una sirvienta tan capaz de proteger a una princesa y que mi serpentina naturaleza era mi mejor baza para todo, pero nada de eso me era compatible con computadores.

    Eso si, al notar la existencia de ese mapa, primero rompería la parte quemada de la antorcha fuera de la cueva para poder usarla después y luego con el remo que aun cargaba intentaría mover con cuidado al pequeño animal para dejarme explorar el sitio sin llegarnos a tocar ... quizás no tenga intenciones de hacerle daño ni de matarle, pero ni loca dejo que me dañe mi terso rostro...

Por desgracia para la Maid VIII esta no pudo usar el remo para apartar el gato, el gato saltó encima del remo y correteó por este hasta llegar a sus brazos en donde saltó y arañó el rostro de la Maid, dejándole una más que evidente marca en la cara que iba a tardar en cicatrizar... bastante teniendo en cuenta que la Maid era sintética.

Este era la zona del gato y, al parecer no iba a irse sin luchar.

   Kyyyyyaghhhhh -  exclamaba no por dolor, si no mas por sorpresa al sentir como aquel animalito hendía sus garritas en mi rostro, mas cuando al tocar la zona esperando encontrar sangre, no hallaba de eso... mas bien, el tacto del corte se sentía raro... como si fuera algo mas.... [*****]

  C-co-como ssssea - retomando la compostura tras ese breve colapso mental - Ssss-ssssi assssi quieressss jugar, disssspuesta estoy de sssser tu rival - soltando el remo a la vez que tomaba una pose mas predadora.

 SssssssS

Por desgracia para la Maid VIII esta no pudo hacer uso de esa "pose preparadora" contra el gato, el gato saltó encima de la Maid, dejándole aún más que evidentes marcas en la cara que iban a tardar aún más en cicatrizar... bastante teniendo en cuenta que la Maid era sintética.

Esta era la zona del gato y, al parecer no iba a irse sin luchar... y estaba ganando la guerra.

   C-cuando te pille, tu....yo... y quien ssssea que ssssea tu dueño, v-vamos a tener una ssssseria charla... - musitaría frustrada al comprobar como una nueva herida era provocada por aquel pequeño animalito, por lo mismo sin mucho mas rodeo saltaría a cazarle 

Por desgracia para la Maid VIII esta no pudo hacer uso del "saltar y cazarle" contra el gato, pues fue el propio gato el que saltó encima de la Maid, dejándole aún más que evidentes marcas en la cara que iban a tardar aún más en cicatrizar... bastante teniendo en cuenta que la Maid era sintética.

Esta era la zona del gato y, al parecer no iba a irse sin luchar... y estaba ganando la guerra... por mucho...

[ Sonidos Indescriptibles.MP4] - dejaba escapar de mi cuerpo ante el siguiente corte del pequeño bicho, que seguía sin dolerme como tal, pero la sensación que me dejaba era algo que mi conciencia no estaba del todo asimilando, quizás por lo mismo, hice lo que toda Ama de casa superada por plagas de bicho hace en estos momentos...

  Llamar a fumigadores...

Se puede escuchar desde la lejanía, probablemente desde el inicio de la cueva la voz de la Maid III.

¡¿VIII?! ¿Aun estáis ahi? No veo nada, no caí en traer una luz. 

¡Yukidama! ¿Estas ahí? pequeño, ven aquí chico.

   Sssssss.... - siseaba con ligero tono de cansancio al escuchar aquella voz, tal que no era necesario tener demasiada percepción para captar la decepción en mi sonido particular -  ¡¡ dadme un ssssegundo !! - para con mi cola pillar la antorcha (trozo grande) y  acercarla a las brazas que alguna vez estuvieran unida a ella (trozo pequeño, pero caliente),  a lo cual comenzaría a soplar hasta que el fuego comenzara a lentamente propagarse por el vegetativo material.

   Ahora.... ¿ Puedessss ver ?!! - exclamaba mientras agitaba lentamente la antorcha para ver si la muchacha podía ver la luz y si no... poco a poco me iría acercando, eso si... dejando el remo en el suelo a modo de que si por accidente la puerta se comenzara a cerrar, el trozo de madera detuviera su avanzar por unos segundos.

Se puede escuchar desde la lejanía, probablemente desde el inicio de la cueva la voz de la Maid III.

No, aún no veo nada.

  Tras escuchar a la otra señorita, no puedo evitar dejar escapar un suspiro de molestia, aunque... la verdad no entendía el por que, quizás fuera algo mas interiorizado en mi psiquis de lo que esperaría, o simplemente me tranquilizara en cierta medida, fuese como fuera no le iba a abandonar, y es  que avanzando hacia la oscuridad volvería hacia la entrada mientras iba repitiendo.

 "¿ Y ahora, me vez ?"

 "¿ Y ahora, me vez ?"

 "¿ Y ahora, me vez ?"

 "¿ Y ahora, me vez ?"

 "¿ Y ahora, me vez ?"

 "¿ Y ahora, me vez ?"

  Hasta que me respondiera con una afirmación, agitaría entonces mi antorcha en el sitio y esperaría a que llegara hasta mi lado.