Partida Rol por web

La alarma sonaba un día más, con la pequeña diferencia de que hoy David se despertaría sabiendo que en unas horas tendría su entrevista de trabajo... Aunque quitando eso, aquello era un día como otro cualquiera. Fuera como fuera aquella entrevista, no cambiaría demasiado su vida, pues aún teniendo un salario suculento, tenía mucho apego a aquella casa tan grande que recibió como herencia, además de ser la casa en la que se crió.

Era una casa bastante grande, con dos pisos y sótano. En el piso superior se encontraba la habitación en la que ahora dormía David, un baño y una habitación de invitados. En la planta baja se encontraban la cocina, dos baños, un comedor, una sala de estar y un recibidor. Por último el sótano lo usaba de trastero... Aunque aún habían algunos trastos que había dejado su padre.

El día empezaba y era el momento de decidir que hacer a continuación.

Maldita alarma. - digo al alzar la mano y darle con los dedos al dichoso botón que me permite no tener que escucharla más. Lo bueno es que pese a mi gran deseo de seguir durmiendo, aquí estoy con ganas de comenzar este día que trae una sorpresa interesante. 

Oh sí, la entrevista de trabajo que tanto he esperado y claramente vengo practicando mis diálogos, para mostrarme natural, convincente y muy agradable. Es mi idea, esto de mirarme al espejo y sentir que puedo ser esa persona que están buscando. Puedo pecar de vanidoso, pero ahora mismo ese subidon de autoestima me viene de perlas. 

Una vez salgo de la cama, me doy una de esas duchas que duran los suyo y cierro mis ojos para que el agua del grifo caiga sobre mi cara. Ya sumido en una entera relajación espontánea, salgo de la misma, escojo mi mejor traje y allí estoy en esa enorme casa desayunando. La verdad es que tengo cierto valor sentimental con ella, y eso me lleva a una pequeña escena con mi ex, solía gustarle tanto como a mí este lugar. ¿Cómo estará Ekaterina? Me pregunto, así como quien dice, en plan añoranza. 

Quizás debería enviarle un mensaje, pero las cosas no han terminado bien. Estoy arrepentido, fue una noche de vicio y yo queriendo libertad. Que tío complicado soy. Ya al terminar mi café, miro el reloj y considero que es mejor ir saliendo. Odio llegar retrasado o muy justo, así que emprendo la marcha hacia el lugar donde me van a entrevistar. 

Pero justo antes de salir por la puerta, David ve como tiran esta abajo. Un par de tipos encapuchados y con unas bonitas metralletas entran al lugar, gritando algo que el pobre David no entendía, seguramente porque estaban hablando en otro idioma.

Por suerte para David, desde la cocina, antes de llegar al pasillo que llegaba al recibidor, los pudo ver sin que ellos le vieran a él, lo cual le daba un pequeño margen de actuación. Aunque no uno muy grande.

Todo está genial, tranquilo como es de esperar o como yo espero en verdad. Solo que al avanzar por la sala, me encuentro con que entran a mi casa unos tipos armados y una actitud muy clara de no querer compartir café por la mañana.

- Qué díantres... - digo al agacharme por instinto. 

No recuerdo deber nada a nadie, así que me mantengo escondido detrás de la encimera. Idiota sería ir hacia la habitación y encerrarme en el armario o estar debajo de la puerta. Quiero ver qué hacen y pues, tendré que rendirme o salir corriendo por la ventana y lanzarme al vacío. ¿Hasta donde llega mi coraje?

David se esconde detrás de la encimera, esperando que aquellos tipos no lo encontraran, entonces es cuando dos disparos se oyen desde la puerta principal, además de el caer contra el suelo de dos cosas bastante pesadas, seguramente dos cuerpos. Lo que más llama la atención a David es lo que se oye desde la puerta ahora. - ¿¡DAVID!? ¡Ven conmigo si quieres vivir!

Parecía que alguien le llamaba desde la puerta, pero bien podía ser una trampa... Ojalá supiera el pobre David que demonios estaba pasando, pues el pobre parecía estar muy perdido, confuso y asustado allí en su escondite.

- Oh mierda. ¡¿Qué díantres sucede aquí?! - digo para mis adentros mientras escucho que dos caen y una voz me habla. Joder que tío acojonado soy, la verdad es que no sirvo para una puta mierda. A ver qué hago ahora. 

Y tras pensarlo, decido incorporarme y pensar que si alguno me debe agujerear el pecho, pues estoy entregado. No comprendo porque ahora mismo me siento como el tío de Misión Imposible, aunque claro yo tengo menos habilidades que una tortuga alcoholizada. 

- ¿Que sucede aquí? - pregunto al avanzar, buscando ver los rostros y los tipos en el suelo. 

Sumiso como nunca en mi vida, accedo y los acompaño, eso sí, que se preparen paras las preguntas. 

En el suelo de la entrada se encontraban los dos rusos encapuchados, con un buen agujero en la cabeza. Detrás de ellos, justo en la entrada, se encontraba Vincent Banes, el famosísimo traductor, al cual David no solo admiraba, si no que había acudido a algunas de sus conferencias y seguido su trabajo bien de cerca... ¿Pero que demonios hacía él en su casa salvándole de dos rusos?

¡David! No hay tiempo para explicaciones ¡sube a mi coche, vamonos de aquí! - gritaba mientras señalaba su coche, un bonito ferrari que no debía ser para nada barato.

La sorpresa inunda en mi rostro cuando encuentro a alguien que admiro. Pero que cojo... - digo un tanto sorprendido, con unas ganas inmensas de estrechar su mano y compartir algunas palabras sobre su profesión, un trabajo que sin dudas sigo muy de cerca. 

Aunque curiosamente ahora se ha convertido en mi héroe. Que gay suena esto. - pienso ante aquel comentario que surgió en mi mente. - Vaya, que sorpresa. - digo sin poder evitarlo al mirar como esos tipos están tendidos en el suelo con un tiro en la cabeza. Daba para un thriller de investigación esto. 

- Lo sigo. - respondo seguro, aunque no capto que hace un hombre de su altura en medio de todo esto. Cada cosa turbia se descubre por la mañana con tan solo medio café encima. Lo que si claro, ver ese auto hace que la mandíbula se baje, no todos los días se puede disfrutar de ello, así que subo sin más. Seguimos con las situaciones surrealistas. Seguro es un sueño. 

David no duda ni un solo segundo en subir al coche y Banes, sin pensarselo mucho, arranca y sale disparado a toda velocidad, seguramente superando algún que otro límite de velocidad. Miró con una sonrisa a David. - No me lo creo, por fin has recordado todo sin que tenga que contártelo. ¡Estaba harto de simplemente tener que contarte todo una y otra vez!

Sin reducir lo más mínimo la velocidad, preguntó a David. - ¿Has recordado algo útil? Estuvimos juntos casi todo el tiempo la última vez, pero no sé, a lo mejor descubriste algo sin que me diera cuenta. - se mordió el labio, puso la mirada al frente. - Ah si ¿y dónde vamos ahora? - David seguramente se sintiera confuso ante aquella situación, pero después de todo, había subido al coche sin pedir ningún tipo de explicación ¡lo que dio a entender a Banes que David estaba al tanto de todo!

Un tanto extrañado por aquel comentario, siente que está perdido como pulpo en un garage y es que claro, he pecado de confiado, quizás porque la alternativa de salir corriendo como pollo sin cabeza no estaba entre las ideas a coger acorde a esta situación. 

- Ehm, creo que deberás aclararme todo. - digo sincero. - Te conozco por tu profesión, soy un ferviente admirador de tu trabajo, pero no tengo idea del motivo por el cual me has salvado y lo que querían esos dos al ingresar a mi piso. 

Confieso, con total descaro es que a ver, no capto una y me siento demasiado idiota. Ya he pecado de cobarde, confiado y ahora ignorante. Vamos sumando adjetivos a mi personalidad, seguro que un nuevo David sale de todo esto. Maldita sea... - me quejo entre pensamientos. 

- Vamos al último lugar donde en "teoría" hemos estado juntos. No recuerdo nada, pero quizás con una ubicación espacial, lo capto. - confieso y sugiero, sigo perdido mal. 

Banes pegó un frenazo y aparcó rápidamente en el primer callejón que encontró. - ¿¡OTRA VEZ MÁS!? Siempre David, siempre te lo estoy explicando todo. ¡A ver si algún día lo recuerdas, que se está haciendo pesadito ya! - suspiró y apoyó su cabeza contra el volante. - En fin, calma Banes, calma.

Levantó la cabeza del volante, miró a David. - Baja el parasol de tu asiento y mírate fijamente al espejo, después te pondré al día. Eso sí, no te pienso llevar al último lugar donde nos vimos la otra vez, al menos sin que sepas todo, después de todo, acabamos muertos.

¿Otra vez? Pues vale, que no tengo puta idea de esto. - digo en pensamientos mientras lo miro a los ojos y me encojo de hombros. Que le voy a hacer, yo tenía una mañana bastante pasable, hasta había pensado en mi ex. No sé, quizás sigo en un sueño y estoy como en Inception, modo consciente. Flipo. 

- Pues, no tengo idea. Te tocará repetir y odiarme después tío, que no sé. - respondo sincero. 

Después me pide que baje el parasol así me miro en el espejo, es que este careto lo tengo más que conocido. Aún así le hago caso y cumplo con lo prometido, hago contacto visual conmigo. 

- ¿Muerto? ¡No me jodas! - digo al no creer aquello. - ¿Y de qué morí? Esto es un sueño. Dime qué estoy soñando y no puedo salir, me siento Leonardo Di Caprio. - comento mientras busco en el bolsillo algún totem, tanto surrealismo, quizás se da. - Dame un susto, anda. Algo, así despierto o dime todo de una maldita vez sin vueltas. Que quiero entender como dos tíos se meten en mi casa armados. 

Tras mirarse en el espejo, David se queda embobado mirándose a sí mismo. Siente que aquella persona que hay al otro lado del espejo, no es su reflejo, si no otra persona, otro David. Entonces ese otro David empieza a hablarle y le dice varias cosas...

Al mirarme por el espejo descubro algo diferente, soy y no soy yo. ¿Pero que díantres? - me pregunto mientras intento encontrarme en aquel reflejo, que lejano, difuso, ni se remonta al que soy ahora. ¿Cómo puede ser? 

Lo loco de todo esto, es que parecido al Espejo de Oesed en Harry Potter, este David que tengo delante mío comienza a hablarme y no entiendo demasiado lo que dice. Vamos que no puedo enlazarlo con mi vida, con los eventos que hasta ahora he tenido. Y yo con lo tranquilo que era, parece que tengo un alter ego osado. 

 Entre algunas cosas que no tienen sentido, dice que uno es mi amigo, habla de un libro y que no me separe de Vicent. Claramente no lo haré, si es quien entiende todo esto mejor que yo. 

- ¿De qué libro hablamos? - pregunto y sigo. - Mi alter ego de desnudaba en la guardería, que golpe bajo y perturbador. Ahora que mi otro yo me habla, algo intento captar. Venga Vicent, cuéntame esto. 

¿Te desnudaste en una guardería? No te tenía por un jodido pervertido, David. - a pesar de la tensión de la situación, no pudo evitar reír un poco. - Está bien, te haré un resumen rápido, así que atiende atentamente.

Hoy tenías entrevista en una empresa. Esa empresa, en la que trabajo yo, te iba a dar un libro que nadie es capaz de traducir. Al traducir la portada del libro, gracias a mí, puedes revivir el día en el que tradujiste el libro por primera vez. Por alguna razón, Malcom te robó el libro. No solo con robarte el libro en una primera vida, en la siguiente te asesinó y conoció a la bruja de la empresa ¡y por si fueran pocas las veces que te engañó Malcom, a la tercera te asesinó y con tu sangre y la ayuda de la bruja logró traducir un capítulo del libro! - se mordió el dedo pulgar y miró a David. - ¿Eres un poco tonto? ¿O masoca? En fin, da igual, la cosa es que ahora Malcom es el dueño de la empresa, gracias a la ayuda del libro. Por otra parte la bruja no parece ayudarle más, porque si no ya estaríamos muertos, pero bueno, somos los únicos que pueden detenerle.

Malcom, pronto le vino a la cabeza dicho nombre a David. Su mejor amigo desde que entró en la universidad y quien le facilitó el conseguir esta entrevista. Siempre había sido todo un bonachón, que cuidaba del pobre David y le escuchaba en sus momentos más frágiles ¿de verdad sería capaz de todo esto? David también recordó a Sally, una exnovia ciertamente posesiva, la cual andaba últimamente con un chico u otro u otro u otro... Con muchos chicos vaya, siempre cambiando. ¿Por qué recordó a Sally? Pues porque cuando estaba en la universidad siempre salían los tres, Malcom, Sally y el propio David. Y siempre que discutían por los celos de Sally o las drogas que esta tomaba, Malcom siempre estaba ahí para escuchar.

Banes chasqueó los dedos, para atraer la atención de David. - Bueno ¿y dónde vamos ahora? En la empresa está Malcom, pero estará lleno de seguridad.

- Espera. - digo al intentar organizar toda la información de repente. - Uno de mis alter ego lo hizo, quizás le iba andar en pelotas por las guarderías, te aseguro que si pudiera pillarlo lo hago desaparecer. - aclaro y me encojo de hombros. - Venga, como un cuentito para chicos con retraso mental, así capto. 

Y allí comienza el relato, mi cara es de un WTF igual al del meme que es conocido en internet. Si estoy así, porque esto puede ser un maldito guión para una película de Misión Imposible y yo soy el prota inútil, obvio. El carisma de Tom Cruise lo tengo, si es una maldita planta. Aún así, retomando los hechos, recuerdo que mi alter ego dijo que Malcom es un ladrón, pero... ¡Es mi amigo! 

Vaya, las cosas se dan vueltas y yo debo atar cabos. Sigo la línea de hechos, hablamos de una Bruja que estaba con este tío que conozco de la uni. Ahora dueño de la Empresa donde en teoría iba a hacer la entrevista, pero espera... Todo se ha dado vuelta y yo debo encauzar la amalgama de eventos sin morir, sin quedar como un puto inútil en comparación a mis alter ego. Venga David, sé un héroe de tu propia historia. - me incentivo, es ridículo, pero sirve como discurso motivacional entre tanta paja mental. 

- Ponle idiota, si. Tengo mis momentos, soy un encanto en el fondo. - respondo con sarcasmo. - A ver, Malcom es mi nemesis pero intentaré hacerle creer que soy el mismo idiota que jode, mata o lo deja en la ruina. A ver si puedo hacer algo diferente, no sé. - digo al rascar mi cabeza, pensativo. - Vamos a la Empresa, mi alter ego me dijo que el libro está escondido en la biblioteca. Pero ir directo es de novatos, vamos a la entrevista y a ver qué me encuentro. - comento. 

Pienso en mi ex, que buena estaba la desgraciada pero que zorrona era. Yonki y puta, pero en la cama la hostia. De ahí que seguía detrás de su culo y con unos cuernos igual al Patronus de James Potter. Soy un caso perdido y un reincidente, si tengo todas. A centrarme, a ver. 

- ¿Apariencia de la bruja? Dime cómo es... O si tienes una foto, muestra. Así la reconozco y no caigo por quinta o sexta vez. También... ¿Tienes fotos del libro? Hay telefonía móvil, una foto debe haber o yo he sacado. Voy a chequear. 

Reviso el móvil. 

¿Entrevista? David, espabila. Malcom te ha enviado dos rusos a acabar contigo ¿de verdad crees que va a querer hacer ningún tipo de entrevista? - suspiró y miró con cierto enfado a David. - Tómatelo enserio tío. 

¿Espera en la biblioteca? - murmuró, se echó la mano al mentón. - Sí, puede ser, puede ser... De hecho se rumorea que el director de la empresa, bueno, Malcom no, el antiguo, tenía una habitación secreta allí ¡pero si es secreta será imposible encontrarla!

¿Entonces a la empresa? Está bien, vamos allá. - arrancó de nuevo el ferrari y aparcó a un par de calles de dicha empresa. Una vez le escoltó hasta esta, en la entrada del gran edificio, de unas doce plantas, habían dos guardias con muy malas pintas. - ¿Y ahora que hacemos?

- Ya... Estoy organizando esto. Que mi realidad era ir a la maldita entrevista y me encuentro con dos tíos que me quieren matar. - aclaro para que comprenda. - En eso estoy. 

Soy un lío en persona, pero estoy encauzado o al menos eso creo. La cuestión es que hay que tomar decisiones y debo encontrar el libro este. Y entender mejor la situación, eso sí que me vendría de perlas. 

- Puff... Ya. Igual hay un asunto, esto de ingresar a la cueva del enemigo. A ver qué no podré ir en plan: hola, vengo a hacer una recorrida cuando me envió dos tíos... Así que estoy pensando. ¿Tenemos más ayuda o estamos solos los dos en esto?- pregunto para organizar, que me da un poco de temor. No quiero morir. 

​​​​​​Al final salimos en el Ferrari y estamos allí, esos dos gorilas nos miran y creo que no es conveniente meterse. No así de una. 

- Puta mierda... Yo espionaje cero. Podemos intentar decir que venimos a una entrevista de trabajo. ¿Cuela o es muy cutre? 

Banes levantó las manos y los hombros y miró divertido a David. - Siempre puedes intentarlo, a ver que pasa. - rió y se apoyó de brazos cruzados en su coche, esperando a ver que decidía su compañero.

- Venga lo intento, pero tú... Oye, no sueltas una. - digo al encoger mis hombros. 

Ya decidido camino hacia donde se encuentran los guardias, los miro con cierto halo que no refleja temor y una sonrisa en mis labios. 

- Buenos días, tengo una entrevista de trabajo. -afirmo en un tono seguro. - Estoy llegando un poquito retrasado. Permiso. 

Y tras decir aquello, avanzo hacia la entrada intentando aquello. Podría decirse que soy un mal actor, pero bueno tengo que ver la forma de acceder a un lugar así. Encima es la cueva de mi enemigo y quien en teoría me ayuda, no me da tantos datos como quisiera.