Partida Rol por web

2. La ciudad de las cadenas

1. Un frío recibimiento

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12/08/2014, 17:59
Director

Habían pasado tres días cuando uno de los hombres de Osvif divisó Hirsk. Por suerte la travesía en barco había transcurrido sin incidentes y su viaje no se había demorado lo más mínimo. Hirsk, la Ciudad de las cadenas, estaba construida sobre un pico rocoso, al fondo de una bahía estrecha y salpicada de arrecifes. Al estar adosada a una montaña baja y arbolada, solo era accesible por tierra a través de un pequeño sendero. Frente al mar, fortines y torres de vigilancia cuidaban el acceso a la ensenada. La Ciudad de la Cadenas debía su nombre al intercambio de esclavos que allí se producía pero también a una inmensa cadena que, en caso de ataque, podía bloquear en pocos minutos el acceso marítimo. Se decía que aquella cadena fue forjada por gigantes y, debido al tamaño de cada eslabón, posiblemente fuera cierto.

Los pontones de madera estaban ocupados por una veintena de barcos de los cuales la mitad pertenecían a comerciantes aunque había otro que llamó la atención de los tripulantes. Un barco que enarbolaba un banderín rojo y la vela bordada con la cadena de los piratas.

Lo cuernos de los centinelas resonaron cuando se aproximó el snekjar de Osvif. Al menos una decena de guerreros dispersos se dirigieron al muelle para recibirlos. No esperaron a que el barco hubiera terminado de atracar para preguntarles los motivos de su llegada.

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12/08/2014, 18:11
Guardia de Hirsk

El hombre habló con voz profunda y algo ronca, lo suficientemente alto como para que lo escuchasen desde el barco.

-¿Quienes sois y que os trae a Hirsk?-preguntó conciso.

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12/08/2014, 19:14
Yngwe Gilsursson

Yngwe miró hacia atrás, su barco era demasiado pequeño para ser comerciantes, más de todos era sabido que en la ciudad de las cadenas podía encontrarse de todo - ¿Qué pasa? - Dijo Yngwe a modo de saludo alzando los hombros y moviéndolos de forma pavoneante, en esos días había oído algo de la jerga de los piratas - Venimos a buscar, a comprar y a gastarnos la plata. ¡Heh! - El tipo miró de nuevo al grupo, todos iban fuertemente armados - Sí claro amigo - Dando una palmada a la enorme espada larga que asomaba en el cinto de Yngwe- no es esta la ciudad más segura de las islas ¿verdad? Pero tranquilo, procuraremos no causar mucho jaleo si no nos estorban

- Tiradas (1)

Notas de juego

Tienes razón, se usa comunicación, no carisma. Sorry.

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13/08/2014, 00:55
Guardia de Hirsk

La respuesta no parecía ser del agrado del guardia, aunque tampoco había en ella motivos para decirles que se marcharan.

-¿Y que es lo que un scalda podría querer comprar en Hirsk? No vendemos ni flautas ni liras...

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13/08/2014, 01:11
Yngwe Gilsursson

Eh eh eh, que lo que yo venga a comprar ya es cosa mía - Yngwe no estaba dispuesto a dar cuentas a un guardia portuario, era un vikingo del clan Kjari, y le daba igual abrirse paso con palabras que a golpe de lira. Pero el tipo ya había terminado de preguntar acerca de las intenciones del grupo, y ahora solo buscaba los detalles con tal si les interesaba a ellos inmiscuirse o no.
 

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13/08/2014, 18:48
Jorunn Hrolfdöttir

Durante aquellos días el viento era vivo, favorable, y por fortuna el viaje había sido tranquilo. Durante el viaje me había adueñado de una vieja capa marrón con capucha para protegerme de la brisa; un viento frío soplaba desde el agua y podía sentirse incluso en el mismo corazón de los huesos.

El sol ahora calentaba mi cuerpo y en ese momento caía sobre el pelo de Hild, dándole el color del alambre de cobre. Tras haber pasado las bocas de varios fiordos, que brillaban verde oscuro y pronfundo, Osvif divisó la ciudad de las cadenas. Pronto llegaríamos... Me erguí, me coloqué la capucha cubriendo mi rostro y esperé que atracaramos. Hice lo mismo con la Lanza de los Cuervos que con mi rostro; la cubrí con un viejo harapo. No convenía llamar demasiado la atención.

La madera de la ambarcación crujía al ritmo del oleaje... Sonreí al escuchar a Yngwe. Para bien o para mal el scalda se me había adelantado, ¡pero por Odhin si hablaba como un verdadero Kjari!. Agarré un cabo y lo lancé directo a los pies del guardia:

─¡¿Qué diablos ibamos a hacer en la ciudad de las cadenas?! Dejaros aquí nuestra plata y llevarnos unos cuantos esclavos, ¡pero antes llenaremos estas panzas!. ─miré de reojo a Thorgim. Aquello le alegraría.

─Decidnos, ¿dónde podemos encontrar el mejor hidromiel de Hirsk?.

 

- Tiradas (3)

Notas de juego

Intelecto+Tradiciones (10+2+1+4=17): Para ver que sé sobre Hirsk y por tanto cual es la mejor manera de actuar con los "porteros". Supongo los UE son por lo general 14 ¿no?.

Comunicación+Elocuencia (7+2+4=13). Espero que habiendo superado la anterior tirada, baje el UE de esta ;).

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13/08/2014, 19:21
Guardia de Hirsk

El guardia se quedó mirándola unos segundos y después sonrió. o algo parecido.

-Hay un lugar por ahí-dijo señalando hacia una de las calles que se adentraba en la ciudad- donde os darán un lugar donde dormir. Está cerca de la plaza donde se suelen hacer todos los trueques. Sobretodo no busquéis problemas-dijo como advertencia antes de marcharse, el resto de hombres se dispersó a su vez. Uno de los hombres de Osvif bajó de un salto y amarró el barco.

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13/08/2014, 20:03
Thorgrim Olavsson

Cuando avistaron el puerto lo primero que hizo el guerrero dio gracias a los dioses por haber tenido un viaje tranquilo y sin sobresaltos que implicasen compañeros lanzados por la borda.

Escuchó atento la conversación entre el guardia y sus compañeros y deseo que las palabras de Jorunn fuesen ciertas y lo primero que hicieran fuese ir a comer algo, la comida de a bordo no era precisamente la que más le gustaba al hombretón.

Son los problemas los que suelen buscarnos.- Dijo con apenas un susurro audible.

En cuanto uno de los marineros bajó del barco Thorgrim saltó con el para ayudarle, y una vez terminadas las tareas propuso- ¿Vamos a buscar alojamiento y comida?

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13/08/2014, 23:25
Jorunn Hrolfdöttir

─Iremos Thorgim Olavsson, ¡y llenaremos panza y barriga hasta rebentar! ─respondo al Berserk al tiempo que le doy un fuerte manotazo en el hombro ─no te quepa duda de eso.

Merecido descanso nos espera después de la travesía, aunque la verdadera finalidad de aquello es mantener, al menos de momento, una apariencia de normalidad. Quién sabe cuantos ojos indiscretos se esconden en los sucios callejones de Hirsk.

─Donde el hidromiel fluye las lenguas se sueltan. Quizá escuchemos algo interesante mientras reponemos fuerzas. ─digo a la compaña mientras andamos en dirección a la plaza de los trueques.

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13/08/2014, 23:43
Juren

-¡Ja! ¡Así se habla Thorgimm!-dijo uno de los jutos alegre ante la expectativa de beber algo.

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14/08/2014, 00:10
Klemet

Tras varios días sorteando las holas por fin llegábamos a nuestro destino, en el horizonte se vislumbraba la Ciudad de las Cadenas, una ciudad peligrosa donde seguramente las leyes brillaran por su ausencia, iba a ser una dura prueba para todos nosotros, se notaba la tensión que había entre Sigurd y Jorunn, aunque no cabía ninguna duda que llegado el momento la defendería con su propia vida, con Hild todo seria mas sencillo, la amistad que les unía acabaría difuminando las palabras dichas antaño.

Mientras encaramos el puerto con paso firme recojo mis pocas pertenencias, y escucho como tanto Jorunn como Yngwe mantienen una pequeña discusión con algún guardia con afán de protagonismo, me acerco a Jorunn antes de bajar a tierra, por fin hemos llegado, veremos que nos depara el destino, hacéis bien en esconder esa lanza, mantengamonos alerta..., de un salto bajo a ayudar a Thorgim a amarrar el barco, parece que empezamos bien, comida y bebida que mas se puede pedir...

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14/08/2014, 01:51
Hild Thorbjornsdöttir

Por fin habían llegado a una de las ciudades con mejores defensas de las que había oído hablar, y de los hombres más rudos y pendencieros, pues no en vano era punto de reunión de esclavistas con lo que ello conllevaba.

El viaje había sido tranquilo, sin mayores problemas, y Hild contaba con no encontrarlos ahora que habían llegado a destino. Por lo menos el primer escollo estaba salvado, pues los guardias que había en el muelle no parecían tener demasiada paciencia, pero las palabras de Jorunn, y no tanto de Yngwe, parecieron calmar a lo que debían ser los vigilantes del puerto.

La idea de poder dormir en un camastro afianzado en la tierra y poder comer algo que no fueran salazones, reconfortó a la völva y, asintiendo con la cabeza, tuvo que darle la razón a Jorunn.

- Tienes razón, no hay nada mejor para hacer hablar a un hombre que darle de beber.

O ponerle una mujer en su cama con la cual queden embobados. Pero ese pensamiento prefirió no decirlo en voz alta.

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14/08/2014, 02:03
Director

-Mis hombres y yo nos quedaremos en el barco para asegurarnos de que no desaparece o acaba en llamas. Estaremos listos para partir si ocurre algún imprevisto-dijo el capitán del barco- Por Thorr tened cuidado-se despidió así del grupo que empezaba a alejarse por el muelle acompañado por los dos Jutos.

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14/08/2014, 02:05
Director

Las callejas sucias, en pendiente y entrecortadas por empalizadas dificultaban el tránsito. Las chozas  y los recintos de esclavos que veían en la franja de tierra cercana al puerto podían albergar hasta dos mil individuos. Aquel era un lugar infame, una guarida de piratas, exiliados y mercenarios campaban a sus anchas. No tardaron en llegar a una pequeña plaza, o mejor dicho, un espacio algo mas amplio entre las callejas donde habían montado varios puestos los comerciantes del lugar. Ahí mismo, ante aquel lugar había una casa donde se alojaban los viajeros. El lugar era una casa grande con un salón alargado y seis habitaciones distribuidas a los lados. Cada habitación podía albergar hasta diez personas, más si se apretaban y no tardaron mas que unos minutos en conseguir una habitación para todos ellos. 

Notas de juego

Quitaos 2 piezas de plata cada uno por la noche(los jutos se pagan lo suyo claro). Os cobro una noche pero os iré cobrando a medida que pasen los días :D

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14/08/2014, 10:53
Jorunn Hrolfdöttir

Aquel soldado del embarcadero probablemente nos había recomendado el peor tugurio de Hirsk. Allí se reunía toda la ralea de la ciudad de las cadenas: Criminales, delincuentes, esclavistas, mancebos, ladrones, vagos, embaucadores, bandidos y asaltantes... Bastaba con ver aquellos rostros desaliñados, carentes de escrúpulos y de torvas miradas para saberlo...

Lo peor de lo peor.

Me siento en una de esas mesitas hechas una verdadera mierda y con taburete de madera de malísima calidad medio "cojos" que se mueven en todas direcciones. El estado del mobiliaro sumado al efecto etílico de los allí presentes me hace imaginar como todas las noches alguno de esos borrachos desgraciados se despeña encontrándose su cara contra el suelo...

Hay una muchacha: regordeta y desdentada, anchas caderas de haber tenido hijos, gruesos pechos y una cara horrenda medio picada por los granos de alguna enfermedad contagiosa ya pasada. Probablemente se encarga de servir las mesas y de limpiar la sangre cuando el ambiente se caldéa, los vómitos y restos de hidromiel del suelo con cubos de agua o echando serrín, así que el suelo de aquel antro es una pasta repugnante hedionda que se pega a las suelas de las botas de todos los que la frecuentan.

 

Alzo el cuerno rebosante ─¡Skål hermanos! ─al menos el hidromiel si merece el precio que vamos a pagar por alojarnos en semejante pocilga.

 

- Tiradas (1)

Notas de juego

Comunicación+Negociar (5+8+2=15): A ver si nos hacen un descuento... todo sea por intentarlo...

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18/08/2014, 01:08
Klemet

Después de dejar bien amarrado nuestro corcel de la olas me encamino con el resto del grupo hacia el interior de la ciudad, ciudad por llamarla de alguna forma, mas bien era un antro de delincuentes y maleantes sin escrúpulos ávidos de riquezas...nuestro lugar de descanso no es que cambiara mucho la idea que me había formado del lugar, aunque como bien decía Jorunn por lo menos el hidromiel nos refrescaría las gargantas, alzo mi jarra, Skald, dejo que el embriagador liquido caiga por mi garganta mientras un cerco de espuma se queda alrededor de mi boca, la cual es limpiada con el dorso de la manga mientras con unos ojos entrecerrados escruto el lugar.

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18/08/2014, 23:34
Hild Thorbjornsdöttir

Nada bueno podía salir de una ciudad como aquella. Caminara entre aquella gentuza sólo conseguía que Hild mirara a todas partes con cierto nerviosismo, aquellos hombres con los que se encontraban parecían estar dispuestos a empuñar sus armas al primer movimiento que pudieran tomar como provocación. A medida que avanzaban notaba con más insistencia las miradas que le lanzaban, quizás su pelo rojo fuera como un faro para las obscenidades y las malas palabras, así que prefirió ponerse la capucha de su capa para, de esa forma, disimular un poco más.

No mejoró la impresión que la völva había tenido de la ciudad al llegar al lugar donde se alojarían. Allí más parecía una pocilga donde se encerrara a una piara de cerdos que un lugar adecuado para recibir viajeros. Frunció la nariz ante el hedor que desprendía el sitio e intentó caminar hasta la mesa sin fijarse en la cantidad de porquería que se encontraba en el suelo. Apoyó su stafr en la pared antes de sentarse a esperar que les atendieran, mirando a todas partes por si encontraba a algún grupo que pudiera estar lo suficientemente borracho como para soltar la lengua con facilidad.

Levantó, al igual que el resto de sus compañeros, el sucio vaso que le habían puesto delante mientras brindaban.

- Skål.

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19/08/2014, 11:05
Juren

- ¡Skål!

Dijo el Juto en voz alta aunque ni siquiera sabía por que brindaban.

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19/08/2014, 11:06
Ligurd

Skål-Dijo el otro juto a la par que su compañero.

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20/08/2014, 23:41
Thorgrim Olavsson

Definitivamente aquella ciudad no estaría entre los lugares preferidos de Thorgim, el olor a rancia humanidad se pegaba al paladar igual que una garrapata se agarraba a la piel de un perro y la gente que la poblaba no era mejor que el hedor que se respiraba.

Cuando por fin encontraron algo parecido a un lugar donde pasar la noche su impresión del lugar tampoco mejoró lo más mínimo.

El berserk se sentó en la mesa junto a sus compañeros  y dijo - ¡Skål!- levantando su cuerno y vaciando su contenido de un solo trago.