Partida Rol por web

2. La ciudad de las cadenas

4. En la boca del lobo

Cargando editor
28/07/2015, 15:13
Director

La oscuridad de la noche amparaba a las 8 figuras que corrían por el puerto. Solo sus siluetas se dibujaban a ratos entre los reflejos del agua. Tras ellos varios guardias les perseguían, algunos de ellos lanzaron sus lanzas pero ninguno llego a acertar.

-¡Vamos, subid!¡Rápido!-escucharon la voz grave de Osvif cuando se acercaron a su langskip. Allí estaba, preparado y listo, con las velas recogidas para que nadie pudiese reconocerlo y con los marinos en sus puestos junto a los remos. Varias flechas pasaron por encima de la cabeza del grupo y se clavaron en sus perseguidores que rápidamente aminoraron el paso para protegerse. No hubiera servido de mucho pero les hizo ganar tiempo, el suficiente para entrar en tropel en el barco y que éste zarpara.

Cargando editor
28/07/2015, 15:17
Osvif

-¡Vamos, remad con fuerza!-bramó el capitán que sostenía el timón en su mano. Pronto apagaron las dos antorchas que habían encendido y el barco empezó a alejarse lentamente del puerto. Allí varios hombres gritaban y algunos incluso lanzaron sus armas tratando de alcanzarlos pero no sirvió de nada. Antes de que pudieran impedirlo el barco danés se había alejado lo suficiente en el amparo de la noche.

-¡Por Odhin que cuando empecé a oir el ruido en la ciudad sabía que se trataba de vosotros!-exclamó Osvif con una sonrisa- me alegro que esteis de vuelta. ¿Encontrasteis a los principes?

Cargando editor
28/07/2015, 18:43
Jorunn Hrolfdöttir

La rabia fue creciendo en mi interior con cada paso a la carrera por los muelles de la maldita Ciudad de las Cadenas, huyendo de los guardias como vulgares delincuentes. Pero sabía que mi deber era sacar a todos, sanos y salvos, de esta ciudad, para poder seguir buscando a los Principes desde fuera de la propia ciudad. A eso nos agarrábamos, a una aldea cercana a Hirsk, en la que poder hablar con otro rufián de corte peligroso pero que, quizá, era el unico, con el Rey Pirata, que podía indicarnos el paradero de los Principes cautivos.

La voz de Osvif sonó como música tocada por el mejor Skalda para mis oidos, y siguiendo el brillo de sus antorchas, y protegidos por la lluvia de flechas que lanzaron desde el barco a nuestros seguidores, conseguimos subir al barco sanos y salvos.

Mientras el snekjar se mueve con soltura, amparado por la oscuridad, me agarro a la balaustrada de popa, mirando hacia atrás, hacia nuestro fracaso, mientras recupero el resuello tras la ajetreada carrera... - No te puedes permitir esto, Jorunn, me digo, tratando de quitar de mi cabeza esa sensacion de fracaso: - Aun estamos libres, y podemos seguir buscando a los Principes desde esa aldea, me digo para convencerme a mi misma, antes de tratar de hacerlo con el resto. Cuando escucho al afeitado capitán preguntar por los Principes, cierro, los ojos, respiro hondo, y elimino de mi cualquier sensación de derrota. Entonces, y solo entonces, me giro, y le digo:

- Aun queda un camino por recorrer, mi buen capitán!! Hasta ahora, solo habladurías y engaños hemos recibido, y uno de ellos es el que nos ha hecho volver precipitadamente al barco: el rastro de los Principes nos dirige ahora hacia una Comunidad de la costa, al Sur de Hirsk, donde habremos de vernoslas con un pez gordo de la Ciudad de los Piratas, un tal Hrapp... El tipo que nos dio la información dijo que tenia una flota de barcos, así que supongo que no será muy dificil de localizar.

Tras eso, me despojo de las capa de pieles, y dejo de que la brisa refresque mi cara y mi cuerpo, como si pudiera eliminar mi frustración.

Cargando editor
30/07/2015, 18:52
Hild Thorbjornsdöttir

Como siempre, el buen Osvif estaba preparado para sacar al grupo de allí a toda velocidad. Parecía que el capitán tenía un don especial para detectar el peligro y estar preparado para actuar.

Gracias a su rápida actuación, ninguna de las lanzas del grupo perseguidor consiguió alcanzarles y, preparados como estaban los marineros, el barco pronto comenzó salir del puerto llevándolos lejos de aquella isla que se había vuelto tan peligrosa.

Frustrada, decepcionada y con el corazón agitado, así como su respiración, por culpa de la carrera, se acodó al lado de Jorunn contemplando la isla perdiéndose en medio de la oscuridad.

Es nuestra última oportunidad. Si no conseguimos sacar nada en claro del tal Hrapp no sé qué más podremos hacer. Lo malo es que en la isla ya estarán sobre aviso y, en caso de que tengamos que volver, se nos hará mucho más difícil pasear por sus asquerosas callejas sin que nos reconozcan.

Hild se sentía cansada, pero antes de poder recuperarse con un sueño que esperaba fuera reparador, quería consultar a los dioses sobre lo que les podía esperar más adelante. Pero, mientras el resto no se retirara, ella tampoco lo haría.

Cargando editor
04/08/2015, 02:03
Sigurd Ivarsson

-Gracias Osvif.

El ulfhednar dijo esas palabras, aún agitado por la carrera, cuando se encontraron a salvo lejos de sus perseguidores. La oportuna actuación de Osvif les había salvado el cuello. A Sigurd le encantaría ver una valkiria bien puesta, pero tampoco tenía prisa por ello. Aún había mujeres mortales muy apetecibles, y esa oportunidad sin duda se la debía al capitán del barco.

-No creo que nadie esperara que fuera fácil encontrar a los príncipes, y sinceramente estoy bien seguro que encontrarlos lo haremos. Rescatarlos... recemos porque no haga falta la guerra para ello, ya que es lo que queremos evitar.

El ulfhednar se dirigió a las dos mujeres que se mostraban bastante frustradas, el ulfhednar también lo estaba pero si lo pensaba bien, el creer que podían llegar ahí y rescatar a los príncipes había sido sólo una muestra de su ingenuidad... nada más.

-Deberíamos descansar, luego ya pensaremos qué hacer con Hrapp.

Cargando editor
05/08/2015, 00:10
Klemet

Habían conseguido escapar por poco, lo peor es que la frustración y el desanimo se habían instalado en el grupo, poco mas podían hacer en esta asquerosa isla salvo alejarse de ella, después de todo el estrés de la noche y de la carrera para llegar al barco el cansancio empezaba a hacer mella en ellos, busco un sitio del barco donde poder apoyar mi espalda y relajarme un poco, bueno, desde luego no hemos cumplido nuestro objetivo, pero aun nos queda una oportunidad de salir airosos de todo esto, no demos mas vueltas a lo ocurrido y recuperemos fuerzas para lo que nos podamos encontrar en la aldea del tal Hrapp...

Cargando editor
08/08/2015, 18:27
Yngwe Gilsursson

Burlados y huyendo, la salida de la isla no se hizo con gran ánimo, pero todavía les quedaba una oportunidad, así era. Osvif les salvó el pellejo e Yngwe se lo agradeció con un buen golpe de reconocimiento en su espalda acompañado de una gran sonrisa. Pero cuando fue a abrir la boca se sintió abrumado por el destino incierto que les esperaba, los esfuerzos baldíos y lo más importante, la suerte que estarían corriendo los príncipes.

Se sentó en un rincón, escuchando al grupo y entonando entre dientes, un murmullo apenas una melodía llena de melancolía. Las aguas frías resplandecían bajo la luna ante ellos. Pronto llegarían ante el tal Hrapp, eso deseaba. Eso, y descansar.

Cargando editor
09/08/2015, 13:02
Osvif

-Tenemos suerte que sea de noche, no creo que salgan a buscarnos. Bordearé la costa y os avisaré en cuanto avistemos la aldea de la que hablais. Descansad si quereis hasta entonces-dijo el hombre sin enterarse mucho de lo que hablaban sus compañeros pero no parecía importarle en absoluto. 

Cargando editor
09/08/2015, 17:17
Jorunn Hrolfdöttir

Con una mirada mezcla agotamiento y gratitud, respondo al tatuado marino: - Muchas gracias, Osvif. Sin duda alguna, creo que será lo mejor. Despiertanos si hay problemas..., acabo, ya buscando una zona en la que tumbarme y tratar de descansar, con el cuerpo, una vez eliminada la adrenalina, pesado como el martillo de Thorr.

- Tratad de descansar un poco, digo al resto, apenas en un susurro, acabando con: la luz del nuevo día espero que nos traiga vientos propicios...

Tras eso, echando un último vistazo al cielo, negro como boca de lobo, aún de madrugada, me tumbo en posición fetal, agarrándome las rodillas, tapándome con mi capa de pieles, rogando a los Dioses que, en efecto, el nuevo día nos trajese las esperanzas que a mi me faltaban...

Cargando editor
10/08/2015, 11:04
Hild Thorbjornsdöttir

Una vez a salvo en el barco, la tensión acumulado fue poco a poco desapereciendo pero, a pesar del cansancio, la völva seguía intranquila y perdida en un mar de dudas y temores. Se despidió del resto de sus compañeros y buscó un lugar apartado del resto para intentar mitigar la fatiga, no tanto física como mental que sentía.

Se acordó de su madre, preguntándose qué hubiera hecho ella en momentos tan difíciles como los que estaban viviendo, seguro que ella hubiera encontrado una solución, un camino más fiable para seguir. Pero Hild no era su madre, aún le faltaba mucha experiencia... demasiada, y el agobio por saber que sus amigos necesitarían de sus consejos en esos momentos impidieron que fuera capaz de conciliar el sueño, un sueño reparador que necesitaba como el agua dulce en una dura travesía por mar.

Se incorporó de nuevo y sacó los huesos. Necesitaba consejo, necesitaba alguna guía que los encauzara por el buen camino. De rodillas en la cubierta, elevó una plegaria a los dioses buscando su aprobación antes de lanzar los huesos que golpearon con un sonido sordo la madera. Frunció el ceño mientras interpretaba los designios marcados por los dioses. Sólo esperaba no equivocarse.
 

Cargando editor
10/08/2015, 11:22
Hild Thorbjornsdöttir
Sólo para el director
- Tiradas (1)

Notas de juego

7+7+6 = 20

Cargando editor
13/08/2015, 10:02
Director

Los huesos hicieron un ruido extraño al caer sobre la cubierta húmeda del langskip. Quizás... quizás alejándose iban en la dirección correcta. Muchas cabañas, ¡no!, una cabaña. Detrás, detrás una bestia oscura, con colmillos. ¿Una amenaza? Peligro, sin duda. Pero también esperanza. Aun no se había perdido todo.

Cargando editor
14/08/2015, 02:08
Hild Thorbjornsdöttir

Recogió los huesos y los guardó con cuidado pensando en lo que los dioses le habían mostrado. El futuro seguía incierto y los peligros no desaparecían, pero había un resquicio para la esperanza y, viendo que todos se dirigían a descansar, consideró que ella debería hacer lo mismo. De nada serviría sacar alguna conclusión con el cansancio golpeando su cuerpo y el sueño cerrándole los ojos.

Haciéndose un ovillo, se quedó dormida con la intención de que, al día siguiente cuando todos estuvieran más descansados, sería el momento adecuado para mantener una conversación sobre lo que les esperaba más adelante.

Cargando editor
14/08/2015, 17:41
Thorgrim Olavsson

Acurrucado contra el casco del barco, resguardado de la fría humedad de la noche por unas mantas, el berserk repasaba todo lo que habían hecho mal desde su llegada a la ciudad de las cadenas y por lo que habían acabado obligados a correr por sus vidas entre las sucias callejuelas de la apestosa ciudad cual vulgares rateros.

El espíritu que habitaba en su cuerpo le había pedido que se girara a presentar batalla, había luchado por el control de su cuerpo durante toda la huída, pero en lugar de dejar que la furia le invadiera, Thorgrim se había visto obligado a luchar contra sus instintos, a demostrarle al espíritu quién era el más fuerte. Por eso ahora, en la seguridad relativa del mar, una vez el peligro había pasado, el berserk estaba más callado y hosco que de costumbre.

Desde su posición vio a la völva retirarse a obrar su arte y deseó que aquello que el destino les tuviera reservado fuera mejor y les reportara más honor que de lo que lo había hecho su visita a la ciudad de las cadenas.

Cargando editor
17/08/2015, 00:37
Director

Amaneció trayendo un frío helado mientras el viento ayudaba a los hombres que podían hacer breves pausas en la cadencia de los remos. Todos allí, acurrucados en sus capas de pieles, observaban las playas de guijarros que ascendían levemente pero que nos les servían como referencia ya que no conocían la zona. El sol llegó a lo mas alto para cuando vieron una pequeña aldea enclavada en una cala poco profunda. Tres barcos habían sido amarrados a un único pontón. Uno de los barcos parecía estar allí o bien por error o por fortuna ya que parecía encontrarse en muy mal estado.

Cargando editor
17/08/2015, 00:43
Juren

-Esta debe ser la aldea de la que hablaron. Será mejor que desenbarquemos en la orilla y saltemos los hombres para arrasar este sitio y sacar a la princesa de aquí-dijo el juto levantándose en la proa.

Cargando editor
18/08/2015, 16:55
Jorunn Hrolfdöttir

La noche transcurrió como suele en el mar: movida e implacable, pero el cansancio acumulado hizo que durmiese más de lo que pensaba, aunque el dolor en la espalda y cuello, y sobre todo, el frío mordiente que se coló en mis huesos, me recordó que, por supuesto, no me encontraba en mi habitación, allá en nuestra aldea... El cielo plomizo, cargado de nubes bajas, no ayudaba, precisamente, a mejorar mi humor. Y así estaba, taciturna, mordisqueando una tira de bacalao en salazón, ayudada por un pellejo de cerveza aguada, cuando escucho, desde cerca de la popa, a los hombres de Osvif, algo sobre un avistamiento que puede coincidir con la aldea que buscamos.

Lentamente, estirando mi espalda, me levanto, y tratando de compensar el movimiento de la nave, me acerco a la proa. En efecto, en una pequeña cala, se pueden ver 3 naves, una de las cuales puede dar gracias a los Dioses de seguir a flote. Me invade un cansancio que no me puedo permitir, mientras tirito una vez más, ante la tremenda tarea que nos espera por delante, y más aún por lo estéril de nuestro esfuerzo por llevarla a delante hasta ahora. Cierro los ojos con fuerza, tratando de luchar contra la desdicha que amenaza con atenazar mi corazón, cuando de repente Luren, el juto, suelta otra de sus fanfarronadas sin cerebro. Esta vez tengo que agradecerle su insulsa intervención, porque hace que me invada el calor de la ira, exiliando, por fin, el frío que me atenazaba:

- Y crees que así liberarias a tu princesa, descerebrado??!!, le grito, sin saber siquiera donde la mantienen presa, junto a nuestro príncipe??!! Si no tienes nada inteligente que aportar, cierra la puta boca, y espera órdenes!!, acabo gritándole, roja de ira, tirando los restos del bacalao por la borda, y dándome media vuelta, volviendo, a grandes trancos a la popa, donde espero poder calmarme, aspirando, profundamente, el frío aire del mar:

- Se que es un imbécil redomado, pero mi respuesta ha sido desproporcionada. Debo calmarme para pensar con claridad. Algo me dice que este día será crucial, y hemos de estar serenos para tratar con el tal Hrapp..., me voy repitiendo, mentalmente, los ojos cerrados...

Cargando editor
20/08/2015, 11:47
Juren

-¡Mujer, cuida tus palabras. Yo no soy una de tus hilanderas y no acepto ordenes de ti! Estoy aquí para rescatar a la princesa y haré-dijo el hombre levantandose airado pero en seguida su compañero se interpuso.

Cargando editor
20/08/2015, 11:49
Ligurd

-Calma compañero, déjala. Actuaremos cuando sea necesario-dijo calmado el segundo juto- y a ti princesa-se giró hacia Jorunn- te recuerdo que estamos aquí para ayudar pero no estamos a vuestras ordenes, tenednos en más estíma y cuidad los insultos que proferís. Debemos cooperar-finalizó sin dar pie a una nueva discusión.

Cargando editor
20/08/2015, 18:01
Jorunn Hrolfdöttir

Sin girarme ante las palabras del juto de sangre caliente, cierro los ojos, respirando profundamente. Entonces, su compañero pone la cordura que a aquel le falta: - Tienes razón, juto, pero tú compañero me ha cogido en un mal día..., pienso, con la mirada perdida en el horizonte, desde la popa del barco, buscando en el mar implacable la calma que necesito antes de girarme...