Tras ser capturados durante la última incursión del caos, ahora no sois más que meros esclavos, pero el destino (o los dioses del caos) son piadosos (o unos terribles hijos de puta). Tenéis la oportunidad de ganaros la libertad en un brutal torneo, pero el coste de ganar será el alma y formar parte de los ejércitos del caos o como cultistas para propagar la fe de los dioses oscuros allá donde te manden...pero antes hay que sobrevivir y ¡ MUTAR !.
Aquí el caos os dará la ventaja de la experiencia para el personaje.