Partida Rol por web

Oroku se prepara, ojo avizot.

Quizá sea el momento de desenvainar la mortal katana, pero si puede seguir limpiando la tumba a flechazos, pues adelante.

Zhay observó cómo Thom terminaba por congelar a dos de ellos. Luego Oroku acribilló a un tercero

- ¡Bien hecho, chicos! - dijo la clérigo. Solo quedaba uno y la rubia decidió no gastar favores milanistas pudiendo enfrentarse a él, en clara ventaja. Por ello aferró su maza y avanzó hacia el chucho, tratando de aporrearlo.

Si lograban acabar con él ya solo les quedaría ver que secretos ocultaba el sarcófago de mitad de la sala.

El mago observa a sus compañeros terminando el trabajo, sabe que hacer un movimiento en falso podría perjudicar la maniobra, en estos momentos lo más sensato es no estorbar.

¿Les dejo el resto o me divierto solo? dice el mago a sus compañeros en tono un tanto burlón.

Aunque parece muy seguro y lleno de templanza, la verdad es que el último hechizo ciertamente le costó algo de energía, y cuenta con que sus compañeros terminen el trabajo para poder recuperar algo de fuerza.

Entrecerré los ojos ante el terrible frio desatado por la magia de Tömathör, pero antes incluso de que la vaharada de aire gélido pasase, ya estaba de nuevo en posición, dispuesto a dar muerte a alguno de los dos canes que, aunque heridos, aun quedaban en pie. Por el rabillo del ojo vi como Oroku se preparaba para descerrojar su arco contra uno de ellos, así que, hombro con hombro con Zhay, me dispuse a acabar con el otro. Fintando hacia la derecha, evité con un movimiento en arco con la espada, la boca del can no muerto, y lancé un golpe ascendente hacia su cuello. Antes incluso de confirmar si el golpe había sido contundente, había repetido de nuevo, esta vez hacia el abdomen putrefacto de la bestia.

Como todos los 4 mastines han caido, la habitacion ,vuelve a su estado natural de silencio sepulcral, no en vano es una camara mortuoria, aunque no una cualquiera por sus canes guardianes y demas protecciones de la tumba.

Ahora se encontraban mas tranquilos, despues del combate, y podian observar calmadamente, el opulento sarcofago quedandose maravillados, cual heroe mitico medieval exploradora de tumbas y restos arqueologicos famosa en este campo, la india "Ana Jones" y sus tesoros por fin encontrados de sus "Templos malditos" que lucia orgullosa en todo el reino

Tan pronto como se mueve la tapa. El sarcófago interior está hecho de oro puro. Esto requiere una prueba de Fuerza (CD 30) para eliminar del sarcófago externo, y es imposible abrir el sarcófago interno sin hacerlo. Ya que las juntas internas si no, no son inalcanzables por los PJ

Oroku mira el sacrófago. Y nota las miradas del grupo sobre él. Al fin y al cabo es el más fuerte, y "La mula de carga" oficial

"Esto... No. Que no puedo" declara.

"No, no es que no quiera. Es que NO PUEDO. A ver, que esto pesa demasiado para mi! ¡Si fuese un poco más pequeña... vale. Pero conozco mis límites. Y esto pesa MUCHISIMO!"

A todas luces, salvo que usemos palancas, cuerdas y poleas, esto no va a abrirse

"Quizá si resquebrajamos el ataud desde un lado..." sugiere, acercando el pico y el martillo al costado

En una nueva muestra de poder, dimos cuenta de los otros dos canes momificados, sin duda guardianes de lo que hubiese enterrado en aquel sarcófago: — Espero que el condenado Konshu...— pensé, envainando la espada, mientras chequeaba para ver que todos estábamos bien.

— Oroku, mira a ver que puedes hacer para evitar que esa puerta se cierre y nos deje dentro: Ya nos ha pasado mas de una vez, y deberíamos aprender de nuestros errores, pese a que la presa esté cerca... — dije, señalando a la de entrada. Sabía que el ninja era capaz de bloquear o hacer saltar mecanismos, y seguro que algo se le ocurriría.

— Bueno, Oroku, no desesperes. La losa parece en verdad pesada, pero no te preocupes que nos haremos con ella... — dije, cuando el tiefling parecía perder la fe en lograr mover la cubierta de piedra que guardaba el sarcófago en si. Además, lancé un simple conjuro de Deteccion de Emanaciones Mágicas, mientras evaluaba el sarcófago con desconfianza — Pero, a no ser que Tömathör nos sorprenda, para conseguir lo que necesitamos necesitaremos esperar a mañana. Os cuento: — dije, a modo de explicacion, mientras colocaba ambos brazos a la espalda, andando de un lado a otro de la estancia — Lanzando a todos un conjuro para aumentar temporalmente la fuerza, y otro de grasa sobre la superficie sobre la que descansa la enorme losa, a buen seguro que lograremos moverla. Pero, como digo, tendrá que ser mañana...

Thömatör observa a sus compañeros, escuchando las opciones dadas.

Coincido con Valanthir, por ahora puede que lo más sensato sea esperar hasta mañana, y tratar de descansar.

Tras decir su opinión el mago continua en su silencio, esperando una resolución por parte de sus compañeros.

"Okay, y mientras tanto, revisaré la puerta" dice el ninja, asegurandose de que no tiene trampas, ni mecánicas ni mágicas., desactivando cualquier mecanismo, runa o embrujo, y clavando un Kunai en el suelo, frente a la puerta abierta a modo de "Sujeta-Puertas".

"Creo que con esto bastará"
"Jeje... Me estaba acordando ahora de la última momia que vimos..."

Una vez despacharan a los perros momificados, el grupo se dedicó a observar el sarcófago. Una enorme losa de piedra la cubría y resultaba evidente que hacía falta una fuerza descomunal para moverla. Ni tan siquiera Oroku, con múltiples bendiciones que potenciaran su fuerza, sería capaz de mover aquella cosa. Ni aunque todos participaran.

La clérigo sacó su esterilla y la extendió en un rincón de la cámara mortuoria, se puso de rodillas sobre ella y comenzó a orar a Milani, contándole sus problemas. Necesitaba una inspiración divina y Milani respondió.

En su mente comenzaron a aparecer recuerdos sobre su instrucción sacerdotal, en su más tierna juventud, y recordó las enseñanzas de que, en momentos difíciles, los dioses solían acudir a sus más devotos seguidores, tomando momentáneamente su cuerpo y mostrando todo su poder.

- Por favor, Milani, dame tu fuerza - comenzó a orar. Aquel rezo iba a durar.

Como líder de un culto a la muerte, Amun Khonshu siempre pensó que sería capaz de engañar a la muerte, con el plan adecuado. En su mayor parte, él está bien encaminado hacia este objetivo. Sin embargo, el procedimiento para esto no es del todo completo. El corazón de Amun Khonshu  todavía está restaurando el alma del hombre vil a su cuerpo muerto hace mucho tiempo. Suficiente del espíritu del malvado líder ha sido restaurado ya.

Cuando los heroes abren el sarcofago el poder se transfiere de la gema para que pueda despertarse y defenderse.  Amun Khonshu despierta para destruir a los tontos que han interrumpido su recuperación, cuando el sarcófago interno es removido de su entorno

-Porfin alguien me libera de mi cautiverio, quiero saber el nombre de mis siervos (vosotros) para poder conocer a mis siervos, antes de agradecerselo matandoles

(ASUMO que lo que hemos hecho es coger un Block and Tackle de las herramientas que tenemos: +5 a Fuerza para levantar cosas) Un juego de palancas, el hechizo Guidance (+1) Y todos empujando hasta arriba. Con eso se llegaría)

Oroku está sudando como un buey del esfuerzo colosal ¡Parecía que sus músculos fuesen a estallar! La espalda se resiente y las piernas se arquean.

Pero resiste.
Se esfuerza.
Empuja...

Y finalmente, la tapa del ataud empieza a desplazarse, dejando salir el aire estancado de miles de años de putrefacción.
Y entre el brillo del ataud, dorado a la luz de las antorchas, ahi está.

Amun Khonshu.
Un hombre cruel, que no debe de permitersele vivir de nuevo

"Llamame Heraldo, pues la Muerte y el mismo Osiris me mandan a recaudar tu alma"

Al parecer, mi propuesta de descansar antes de intentar mover la colosal losa que cubría el sarcófago, fue bien recibida por mis compañeros, así que me dispuse a montar guardia en primer lugar, mientras mis compañeros descansaban, y Zhay lanzaba sus plegarias a Milani:

— Sin duda, la Diosa acabará por cansarse de tanta petición. Me faltarían manos para contar las veces que la clérigo nos ha sacado las castañas del fuego en los últimos tiempos... — pensaba, con una media sonrisa recordando los multiples momentos.

Cuando me llegó el momento de descansar, y di el relevo a mis compañeros con la guardia, dejé la espada cerca, en previsión a un posible ataque nocturno, pero nada lo alteró. Con las fuerzas renovadas, y mi caudal mágico a pleno rendimiento, di el ok a mis compañeros, y nos dispusimos a mover la pesada piedra. El brillo dorado que se desprendió del revestimiento de oro que tenia por dentro dejó, a las claras, que nuestro condenado enemigo estaba allí, y en su pecho, el rubí conocido como el Corazón de Amon Khonshu, la reliquia que nuestro empleador requería para tratar de curar a su amigo.

— Prepotencia, siempre prepotencia... — esa era una máxima contra todos los que creían burlar a la muerte, aunque el pago que habían de hacer, muchas veces estaba un poco mas allá de sus ojos, ciegos por la codicia.

Me dispuse a desenvainar a Hoja de Niebla, como toda respuesta al retumbar de la voz muerta de Khonshu, dispuesto a acabar con aquello con el todo el poder del que era capaz. No malgastaría saliva con un ser así.

Tras terminar de orar a su diosa, Zhay recitó diversas plegarias, buscando el poder de su señora en su pequeño cuerpo. Como si Milani tomara posesión de la clérigo, esta creció de manera desmesurada, mientras sus delgados brazos se tonificaron hasta mostrar músculos desconocidos. Su piel se tornó de un tono dorado metalizado, y el poder rezumó en ella.

Con la ayuda de sus compañeros quitar la losa ya no fue tan complicado. La gigantesca rubia miró el interior de la tumba y no esperó que el propio Amon Konshu estuviera allí. Tal vez una pista hacia él. Pero ahí estaba, resurgiendo con la fuerza que adquirió de su corazón mágico, alzándose y proclamando su intención de masacrar al grupo.

- Milani no está de acuerdo - dijo con una voz terrible -. Ni en lo de servir ni en lo de morir - añadió preparándose para combatir contra aquel ser.

al quedar acordado el plan, el mago decidido ir a descansar pues buena falta le hacía, aunque el lugar no era el mejor en el que había estado, al menos era tranquilo, y eso ya era algo. Al ver a la clérigo comenzar a hacer sus plegarias, se preguntó cómo era posible tener que depender de la voluntad de un ser para poder hacer magia, no era comprensible para aquel que comprendía la magia como algo natural, propio de la esencia misma y que puede ser estudiada y aprendida.

Quizá algún intente eso de orar, quizá el revisar mi grimorio sea un tipo de oración, ja qué estoy pensando, religión y ciencia no pueden ser lo mismo.

Mientras pensaba en todo esto recorrió su grimorio con cierto detenimiento en algunas páginas, posiblemente donde estaban escritos los hechizos que significaban algo más, un logro, el recuerdo de algún maestro hoy lejano en el tiempo y el espacio, solo él y la soledad de sus pensamientos lo sabrían, y así unos momentos hasta que por fin colocó de nuevo el grimorio en su bolsa y se dispuso a dormir.

Al despuntar el día, o al menos eso creía, pues dentro de la cripta no se podía ver el sol, sus compañeros y él se dieron a la tarea de mover aquella pesada tapa de piedra que cubría aquella trampa despiadada. Ya era hora de terminar con esto, al fin llegamos al destino, ahora veamos si podemos volver sobre los pasos andados. 

tomando un trozo de cuera que siempre colgaba de su cinto, pronuncia algunas palabras extrañas y haciendo algunos símbolos con el trozo de cuero, lo termina poniendo sobre su pecho al tiempo que termina aquel extraño recital de palabras.

Amun Khonshu es un espectáculo terrible para la vista. Su poderoso tocado está compuesto de pequeños huesos; su cara podrida está apenas contenida dentro de las vendas, hinchándose entre las secciones sueltas. Sus ojos son salvajes, lo que denota una locura junto con la ferocidad. Los hechizos que cubren sus vendajes no son evidentes de inmediato, y pueden traicionar a las PJ que de alguna manera es protegido o vigilado por un dios. Su vision es tan sumamente horrorosa que os dan ganas de salir corriendo de alli

*Desesperación (Sb): A simple vista de una momia, el espectador debe tener éxito en un DC 16 Wvoluntad o estar paralizado por miedo a 1d4 rounds. Ya sea que la salvación sea exitosa o no, esa criatura no puede ser afectada nuevamente por la habilidad de desesperación de la misma momia por 24 horas.

Comienza la batalla final

"Putrefacción" es sólo una palabra.
Pero ahora Oroku ha tenido la oportunidad, y el "peculiar" honor de haber visto en lo que se convierte alquien que reniega de su destino. El rostro de la No-Muerte.

Una parte suya quiere huir de ahi. Dejar la espada, el arco ¡Y que le den al cuerno a todo!
Esa es la parte más débil de su carácter, y siguiendo el entrenamiento, el ninja "Lo deja ir". La parte más fuerte, en cambio, se queda ahí. Luchando.

Para que un mal como Amún no pueda emerger de nuevo al mundo.

Así pues, el ninja desenvaina la katana en un movimiento, y aprovechando que estamos rodeando la tumba, da dos buenos cortes a la momia.

"DIE MONSTER, You don't belong in this world!"

Zhay, no dudó. Bendecida por su diosa sabía que tenía que combatir y acabar con aquella aberración. La fuerza sobrehumana que Milani le había concedido clamaba que combatiera y espachurrase a aquel ser, pero la clérigo decidió primero otorgar a sus aliados una nueva bendición de la diosa para poder combatir mejor contra aquel ser. Pidiendo el favor de su deidad, la rubia conjuro una plegaria que les ayudaría en combate.

- ¡Milani, concédenos la fuerza para vencer en este combate! - exclamó.

Thömatör no pudo evitar una exclamación de miedo al contemplar la figura de aquel ser ultraterreno, o al menos lo que quedaba de aquel ser, sentía como el miedo recorría su cuerpo impidiendo que reaccionara, al recordar su entrenamiento en las artes mágicas llego a su memoria una conocida y añorada voz enseñando sus primeras lecciones, serenidad, paz mental y templanza, la base de toda magia.

Poco tiempo le tomó al mago recuperar su natural temple, evadiendo el ahora conocido hechizo de aquel espantoso ser.

Quieres jugar con magia ser maldito? elegiste al elfo equivocado.

Con un pequeño cetro de cristal (que más parece una pequeña daga) corta un mechón de su cabello, apenas el suficiente para poder sujetar aquellos elementos entre los dedos de una mano, al tiempo que recita su hechizo en alguno de los idiomas conocidos (quizá eso lo hacía solo para darle más dramatismo al asunto, pues cualquier idioma empleado funcionaba); de la mano libre comienzas a salir pequeños destellos eléctricos de las llemas de sus dedos, las cuales pronto se convierten en mortales raoys que se dirigen directo a Amón.

Llego tu hora, vuelve a morir, muere de una vez por todas...¡está vez no habrá nada que te regrese maldito espectro!