Partida Rol por web

Total, gran comida acompañada por dignos bebedizos, y momento para la charla.

En la charla sir Jaradam quiso mostrar su apoyo al castellano. A fe que lo hizo, y así lo expresó un agradecido sir Bradwen.

Dice que en muchas partes de Logres se han enterado del suceso fronterizo, y que los partidarios de Uther culpan a la insidia de los de Cornualles, y a los condes y duques más tibios en la simpatía hacia los Pendragón.

Por ello, se ha decidido mandar una discreta compañía hasta este castillo, y dejar a un ejército más numeroso y menos discreto, movilizado por si hubiere que intervenir. No son ajenos a muchos, los ecos de una cercana guerra contra Cornualles.

Desde luego no quiero andar molestando a Sir Jaradam cuando está hablando con el castellano, así que en su lugar me acerco a Sir Borlock.

Disculpadme, Sir Borlock. Quería preguntaros, ¿se habla más allá de estas tierras del enfrentamiento que nos espera más pronto que tarde a mi amigo, Sir Cadwallon, y a mí? Tengo curiosidad por saber qué se comenta, si es que se comenta algo, sobre este asunto.

Sentado al lado de Sir Flaín, Sir Cadwallon se había mantenido al margen de la conversación. Su ánimo no era el más alegre en estos momentos previos al enfrentamiento con Portius, y el recuerdo de sus dos combates con Sir Jaradam pesaban también en su estado actual. Pues recordaba bien cómo la suerte le acompañó en el primer enfrentamiento... pero que el buen caballero no tuvo problema alguno en vencerlo en el segundo. Aún hoy sabía que no era rival para Sir Jaradam, y temía no serlo también para el traidor Portius.

Escuchó la pregunta de Sir Flaín y miró hacia Sir Borlock, atento a su respuesta.

Los hay, sir Flain, de los que opinan que fizisteis bien en prender fuergo a cualquier labriego, animal o cosa, pues por ser cornica ya merece castigo.

Si en la otra vida por sus muchos pecados iran al infierno, no sera malo que vayan acostumbrandose al fuego, tambien en aquesta vida.

Los caballeros enterados de aqueste entuerno, que poco faltara si no son todos, desde Vagon hasta aca,  de este lado de Logres, poco les importa si vos teneis o no la razon en aqueste tema, solo quieren que venzais et bien ganado a los de Cornualles.

Afirmo a ambos. Las noticias están equivocadas, por lo que escucho. Nosotros no iniciamos ningún fuego, fueron los mismos córnicos, o más bien es traidor Portius quién lo hizo buscando culpamos a nosotros.

De todos modos, yo también espero que seamos capaces de derrotar a nuestros oponentes. No será tarea fácil, estoy convencido de ello.

- Ese perro traidor nos engañó y nos tendió una trampa; ni una antorcha llegamos a arrojar a las cabañas, y eso lo juro por mi honor. - dijo Cadwallon, interviniendo por primera vez en la conversación. - Buena cosa es que los caballeros de Logres esperen que venzamos y arrastremos por el suelo los cuerpos de los de Cornualles, pues eso es precisamente lo que vamos a hacer. - Las palabras del caballero de Catterick eran duras, pero en estos momentos no sentía sino desprecio por el engaño que habían sufrido, tanto por parte de Portius como de sus compinches córnicos.

Temome que no importsa si son tronchos o berzas. Poco os falto para ser ajusticiados como perros. Lo unico que importa, es que habemus juicio de Dios, y ahi podreis demostrar con vuestro arte y maña con la espada la verdad.

Da igual cual fuera esa verdad, ganad a Cornualles, y que Cornualles sepa aceptar la derrota, sin declarar guerra.

Cadwallon asiente con gravedad ante las palabras de Sir Bradwen. Es cierto que da igual lo que ellos digan, y el caballero de Catterick se promete a si mismo ser mucho más desconfiado en el futuro. 

Levanto una ceja mirando a Sir Bradwen. ¿Que unos perros sin honor sepan aceptar una derrota? Estad atentos cuando ganemos, pues no creo yo que la cosa vaya a ser "hemos perdido, a llorar a casa".

Non es cosa a la ligera el "juicio de Dios". Fabrá eclesiasticos, y tropas nuestras apostados en la frontera.

En fin, procurad vivir et de aquello ya se hará.

Tras la cena entre caballeros, toca recogerse en la torre y  echar unas horas de descanso y sueño.

 Amaneció el día con una curiosa visita. Mientras en el patio tropas del castillo, y tropas visitadoras se ejercitaban, cada cual por su lado en la lucha y la pendencia, los caballeros visitantes, hicieron una visita a nuestros dos caballeros.

Sir Jaradam os dice, que ellos son el enlace entre los Pendragón y ellos. Esto es, que son los encargados de valorar y de recoger la información que vosotros en todo este periodo habéis recogido, por vuestra observación, miramientos y escuchas.

1. Dice también, que le ha quedado claro, más o menos, vuestra labor en el incendio de la aldea, pero que agradecerían escuchar otra vez, de vuestras bocas, una versión más detallada del suceso.
2. También desea saber vuestra opinión de los integrantes de este castillo, principalmente el castellano, sir Portius y sir Gravent.
3. Le interesa vuestra opinión sobre la gente de Tintagel, y de su conde Duhanal
4. Si pudisteis percibir algún detalle de interés ente las tropas y gente de Cornualles.

Sois libres de rolear y enrollaros tanto como os apetezca para responder a estas preguntas. También podéis ser secos en la respuesta, pero se espera al menos una línea para cada una de ellas. También podéis apoyaros en rasgos de personalidad y habilidades para contestarlas. Hacerlo con lógica y dados os puede dar una marca y +1d10  a gloria por acierto. Esto es, para responder a la pregunta 1 oratoria, a la 2 confiado/suspicaz, a la 3 confiado/suspicaz, a la 4 batalla. Igual veis más claro otras propuestas distintas a las mías. Os invito a que las pongáis en marcha.

(1) Bien veamos, el suceso de la aldea. Hace unos días a Sir Bradwen se le ocurrió que sería bueno para los campesinos ver que nos preocupábamos por ellos, así que nos mandó a Portius y a nosotros a una aldea fronteriza. Mientras estábamos allí, Portius desapareció y no pudimos seguirle el rastro; no nos importo, supusimos que se habría ido con alguna campesina pues había rumores de un caballero que frecuentaba cierta campesina.

De pronto giro la vista hacia Cadwallon. Quizás deberíamos visitar a esa campesina, igual es un espía córnica. No se me había ocurrido hasta ahora. En cualquier caso, tras regresar llegó el mensajero anunciando que la aldea en la que acabábamos de estar había sido atacada y quemada. Sir Bradwen organizó una marcha para llegar allí y descubrimos que se habían llevado a los campesinos. Seguimos las huellas y estas llevaban a tierras de Cornualles. Tanto Sir Portius como nosotros éramos partidarios de seguir, pero por suerte Sir Bradwen, con bastante más criterio, decidió que regresáramos.

Estábamos durmiendo cuando Portius, pues me niego a llamarle Sir ya que creo que sus actos le han quitado cualquier posición de respeto que pudiera tener, nos vino a despertar. Parecía no haberse quedado conforme con las acciones de Sir Bradwen, y pensamos que había hablado con él para ir a rescatar a los campesinos. De todos modos lo confirmé preguntando si el castellano sabía de esto, a lo que me dijo que sí.

Iniciamos el camino sin armadura ni nuestros caballos, cosa que no me pareció mal pues íbamos a terreno enemigo. Sin embargo las intenciones de Portius no era rescatar a nadie. Llegamos a una aldea en la que no había ni rastro de nuestros campesinos, y cuando quise preguntar al traidor sobre este asunto empezó a tirar antorchas en los tejados de las casas mientras rescataba a sus ocupantes.

Quise regresar a por mi caballo pero cuatro soldados me cerraron el paso. Entonces me di cuenta que no era normal que estuvieran ahí, pero todavía quería creer en la honradez de Portius. Saqué mi espada y me enfrenté a ellos, pero cuatro contra uno era demasiado.

Una vez me redujeron, me llevaron junto a Sir Cadwallon y Portius a donde había tres caballeros, junto a más soldados y allí se descubrió el engaño. Liberaron a Portius y nos hicieron darnos cuenta de los tontos que fuimos confiando en un traidor como él. Ni Bradwen había autorizado nada ni él era un auténtico caballero, pues faltó a los preceptos de la caballería.

(2) Respecto a los ocupantes castillo, me parece que Sir Bradwen es un auténtico maestro en la estrategia y en su labor. Fue capaz de darse cuenta de la trampa que nos quería tender los de Cornualles con el ataque a la aldea y no cayó en ella. Sir Gravent me parece que es un buen vasallo y un buen caballero, que se esfuerza sinceramente por proteger estas tierras. Respecto a Portius, ¿de verdad necesitan que les diga mi opinión sobre él tras la traición que nos ha hecho, a nosotros y a Pendragón? Para mí es un perro sin honor que no merecería la muerte en un duelo si no colgado como lo que es.

(3) Los habitantes de Tintagel, en cambio, me parecen más preocupados por divertirse que por enfrentar la amenaza que hay en estas tierras. La actitud del señor conde incluso me hizo pensar que podía estar en acuerdos con los córnicos para mantener sus tierras facilitando que estás sean tomadas. No sé, hay algo extraño en él, aunque tras su comportamiento cuando fuimos apresados dudo que sea un traidor. Creo que solo es alguien que espera no tener que entrar en batalla.

(4) Respecto a los caballeros y tropas de Cornualles, diré que me parece que solo están buscando una excusa para atacarnos. No creo que lo que mandaron fuera una patrulla fronteriza, seguramente fue movilizado para tendernos la trampa, pero sí que parece que sus hombres están mejor preparados que los nuestros. Esa fue la impresión que me dio, no quiere decir que sea correcta. Pero actualmente, con las tropas que tenemos y el medio enfrentamiento entre los de Tintagel y Bradwen no sé como diría en caso de un ataque frontal. Desde luego aquí no están para iniciar una ofensiva, sino más bien para intentar defenderse en caso de ataque.

El comentario sobre Flaían sobre la campesina hizo asentir a Cadwallon, pensativo. Era un detalle que habían decidido ignorar, y podía ser interesante investigar, aunque a estas alturas tenía la cabeza más centrada en su inminente duelo. 

- Poco puedo añadir a lo dicho por mi amigo Sir Flaín. Confirmo punto por punto sus afirmaciones de cómo fuimos engañados por el traidor Portius. Por mi parte también fue a por mi caballo tan pronto como vi que ese perro comenzaba a incendiar aldeas. Confieso que me preocupaba más la posibilidad de vernos atacados mientras estábamos a pie que la preocupación por los campesinos. - Se encogió de hombros. - Y hacía bien en preocuparme. Si al menos hubiéramos estado a caballo podría haber intentado huir o enfrentarme en algo más de igualdad de condiciones a la canallesca que se lanzó sobre mí, igual que sobre Sir Flaín. Me alegro de decir que al menos uno de esos cuatro soldados se llevó de mi un buen recuerdo en forma de espadazo. - No creía haberlo matado, pero sí le había dejado una bonita cicatriz.

- Sir Bradwen me parece un buen castellano, preocupado por sus dominios y prudente. Sir Gravent es un caballero austero y hosco, pero me parece leal a su señor, y buen soldado. De Portius solo puede decir que sonríe mucho y la mitad de las cosas que dice son mentira. 

- Las gentes de Tintagel me parece que no son conscientes de lo mucho que sus vecinos desean hacerse con sus tierras. Creo que Sir Bradwen es más consciente de ello, al vivir en la frontera, pero el Conde no, y parece no confiar en el criterio de su castellano. - Cadwallon volvió a encogerse de hombros. - No soy quién para juzgar las decisiones del Conde, pero haría bien en hacer caso de aquellos que están más cerca del peligro.

- Y en cuanto a las tropas de Cornualles, por mi fe que están más que dispuestas a usar cualquier excusa para atacar estas tierras. Creo que consideran como suyo este lugar, y están conspirando constantemente para lanzar su ataque. El Reino de Cornualles está decidido a invadir este lugar, y el Conde Duhanal parece no darse cuenta. Eso convierte la situación en muy peligrosa para Logres.

Rien los caballeros ante el atolondrado y nervioso relato de nuestros caballeros jugadores.

Antes de que acaben el relato, sir Jaradam los interrumpe:

jejeejej, 

Gastad mesura et calma, pues heme aqui que nos no semos juicis ni verdugos, jejeej.

Mantened la calma, et ya fabrá tiempo de fablar de aquesto.

Mas o menos, o mas menos que más ya habemus comprondido una mica de lo que sus pasa et de lo que sus ha pasado.

Amigos caballeros, descansad aun, pues no es el descanso cosa vana, ni que os de sobre en aquestos momentos.

Dicho lo cual, pensad tras el descanso en trabajar duro et fuerte, pues habemus tarea.

2 días más necesitaron nuestros caballeros, para recuperar parte del vigor necesario, o al menos aferrarse con vigor suficiente a la disciplina del acero.

Como decía, dos días después, con el pertinente permiso del castellano, sir Jaradam se ofrece a practicar la lucha con nuestros caballeros. Pocos maestros habrá mejores que el campeón del Logres en lo que a secretos con la espada se refiere. Es cosa vuestra demostrar talento y aprender de él.

Sir Jaradam os enseñará algún truco para comenzar los combates.

Es cosa usual, que los de Cornualles comiencen las pendencias et duelos, con una postura de defensa alta, esto es la espada por en de encima de la cabeza. Aqueste ataque tiene contraataque, et os lo puedo mostrar, si las vuesas mercedes les place escuchar et atender.

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Et gastar cuidado en aqueste movimiento, pues es muy del gusto de sir Portius