Partida Rol por web

La navegación en Il Aventurero prosigue sin muchas novedades hasta llegar a la costa continental Vodaccia. Ahi llegais a la ciudad de Porto Spatia donde Martina, quien parece estar dotada de una bolsa sorprendentemente generosa para un arqueologa, alquila habitaciones para vosotros y para ella y su criada, le entregais los artefactos y el diario que quedan a buen recaudo en su cuarto. Descansais durante un par de días y ois las noticias que corren por el puerto y los mercaderes.

Al parecer el golpe en Bernoulli ha triumfado, el principe y il cardinale han sido encerrados y el hermano del principe ha tomado el poder. Ois rumores disparatados sobre como una compañía mercenaria castellana murió matando varios miles de vodaccios y eisenos, pero ninguna información clara sobre las andanzas de von Lüdlow.

Además los comerciantes del Norte indican que la guerra en tierras de Eisen se está recrudeciendo una vez más, los que vienen del Oeste por su lado hablan de como el viejo rey castellano se está acercando a la muerte rodeado de frailes y confesores mientras Montaigne sigue enfrascada en bailes y divertimentos cortesanos.

A la hora de la comida del segundo día Martina se digna por fin a abandonar su habitación y os cita en el comedor de la hosteria para hacer cuentas sobre el resultado de vuestra misión.

Durante el desayuno de hoy Anaïs a deslizado una nota en tu mano, con caligrafia de escolar en ella hay escrito

Durante la reunión de hoy de vuestros amigos con mi ama, encargaos de hacer guardia frente a su cuarto. Os esperaré ahí

Tomais asiento todos en una mesa en un rincón del comedor de la hosteria, suficientemente reservado como para una charla discreta pero no tan furtivo como para llamar la atención.

Martina os observa uno a uno y os pregunta bocajarro ¿Entonces diganme, que encontraron ahí?

La razón le decía que su deber era estar con sus amigos frente a Martina. Su corazón que él no entendía de tales asuntos y poco pintaba donde aquellos más instruidos que él como Rodrigo y Pierre podían resultar más útiles que él mismo.

El deber frente a la pasión. El eterno dilema.

Y como era natural en estos casos, ganó la pasión.

Álvaro se dirigió renqueante aún por sus heridas tras sus amigos hacia el camarote de Martina. Siendo el último en salir se encargó él de cerrar la puerta con llave y guardar esta.

Justo antes de entrar en el camarote pareció que las heridas le dolieron un poco más de nuevo y puso su mano en el hombro de Rodrigo.

- Id vosotros dentro y arreglad cuentas con la patrona. Yo quedaré aquí fuera haciendo guardia. Bien sabe Theus que ni en mis buenos momentos mi seso da para ser útil en las conversaciones con esa rata de biblioteca – le añade con una sonrisa.  

Ante la puerta de la habitación de su ama os espera Anaïs, mirando modestamente al suelo. Al vero sonrie ampliamente ¡Oh señor bachiller! ¡Habeis venido! ¿Traeis las llaves de la habitación de la señorita? Me encantaría oir el relato de vuestras aventuras en un lugar más privado que no este triste pasillo

Dice con una picara sonrisa mientras señala a la puerta de la habitación de Martina.

Álvaro sonríe ante la visión de Anaïs.

- Traigo la llave, mas la de nuestros aposentos. – dice sonriente – Vayamos allá que mis compañeros estarán atareados con la señorita Martina y bien podrían regresar a los aposentos de ella para revisar cualquiera de los artefactos que hemos traído. – le coge de la mano con ternura – Venid y os contaré nuestras peripecias. Jamás creeréis lo que vimos allá abajo. Aún me pone los pelos de punta nada más recordarlo. 

Tras la huída de lo que podría ser una boca al infierno, volvemos al barco de Martina sin problemas, que nos invita a pasar unos días en una posada.

Saber que la guerra en Eisen estaba encrudeciéndose me entristecía completamente, pero también me daba más actitud para combatir e intentar luchar por la grandeza y la unión de mi patria.

Por fin a los dos días, Martina se reune con nosotros y voy hacia el lugar sin pensarlo, dejando a Alvaro en la guardia tal y como nos ha pedido.

El infierno... oscuridad, muerte, criaturas que no son de este mundo...

Es cierto que hemos encontrado lo que buscaba, pero si fuese por mí, creo que sería más seguro que reposaran en el fondo del mar, lejos de cualquier ser humano. Esos objetos solo trarán más perdición.

La muchacha se rie y apoya la mano en la puerta de la habitación de su ama que, sorprendentemente, se abre. No os preocupeis monsieur bachiller. Como vereis mademoiselle van Acker tiene una cama mucho más mullida.

Y tomando al joven y atolondrado Alvaro de la mano lo invitó a seguirla al interior de la habitación. Donde en efecto había una cama más mullida y se entregaron, espadachín y criada a los delicados juegos de Venus.

Al cabo de los mismos Alvaro durmiose en los brazos de la muchacha y la mullida cama de su señora.

Carraspea Martina. Esos objetos harán avanzar la ciencia de la arqueología. De su estudio podremos conocer mucha de la historia secreta de la humanidad, y de aquellas razas que la precedieron. Medita sobre los comentarios de Mallory respecto a las horribles criaturas Una pena que no pudiesen recuperar el cadaver de alguna de ellas, podríamos haber determinado su origen mediante la disección de sus tejidos. Deja escapar un largo suspiro y casi podeis intuir que lamenta profundamente no haber podido echar el guante a una de esas aberraciones.

En cualquier caso han cumplido con su contrato. Dice mientras deposita en la mesa una pequeña bolsita de cuero de la que parece salir un tintineo metálico Así que aquí tienen el precio acordado 375 guilders acuñados en la ceca de Kirk, buena moneda aceptada a lo largo y ancho de todo el continente. Y mirandoos con curiosidad pregunta ¿A donde planean ahora dirigir sus pasos los Compañeros del Toisón?

Despiertas al oir un ruido, abres los ojos y compruebas que estas, vestido solo con la camisa, en la cama de van Acker y que Anais no está a tu lado. Ignoras cuanto habrás dormido pero no será demasiado pues la luz del Sol sigue entrando por la ventana del lado opuesto de la habitación en el mismo angulo que cuando caiste dormido.

Lo que te lleva a la sorpresa es ver a Anaïs de pie rebuscando en el escritorio de van Acker. Ya no viste el sencillo vestido de una criada si no un jubon, pantalones y botas de cuero, y lo más sorprendente porta una fina espada en la cadera. Cuando te ve despertar sonrie Mon cher Alvaró dice sin rastro del tono de muchacha de pueblo que afectaba apenas una hora antes espero que no haras esto plus difficile, ¿vrai? Ha sido divertido pero ha llegado el momento de que desaparezca, sin remordimientos mon cherie. Por su tono de voz parece estar pasandolo en grande.

En algunos momentos había parecido imposible, pero habían logrado salir con vida todos. Y eso era algo a celebrar. El que hubieran conseguido el encargo de Martina era un extra.
Por lo que Rodrigo se tomo los días de descanso para eso. Descansar y recapitular todo lo que había sucedido. Parecía mentira que tan solo unos días antes fueran parte de una de las mejores compañías de Thea. Y ahora sólo quedaran ellos tres.

Pero les vengaremos. Y el dinero que habían coseguido con todo esto ayudaría.

El escuchar noticias era interesante. Y aunque le gustó recibir nuevas de su tierra, le interesaron más lo sucedido en Vodacce y la toma de poder del hermano del principe. Tenían una deuda de sangre con ellos. Y una de honor con la madrina de Michelangelo. Y por lo menos Rodrigo no pensaba olvidarla.

Cuando Martina se dignó a hablar con ellos y explicarles lo que habían coseguido el castellano no tardó en reunirse. Aunque cuando Alvaro dijo de quedarse fuera de guardia negó con la cabeza.

Todos hemos sufrido y sangrado por lo que hay ahí dentro. Así que es de recibo que estemos todos. Y no te menosprecies, a veces tú ves cosas y te fijas en detalles que nosotros no lo hacemos. Somos un equipo. Vamos todos juntos.

También escuchó a Mallory, y sonrió por lo bajo antes de contestarle en su idioma.

Aunque es cierto que hay objetos malignos puestos por Legión para corrompernos, la mayoría tan solo saca lo que hay en el interior de uno de mismo. Como todo en la vida en realidad.
Veamos qué son y qué hacen antes de decidir desacernos de ellos.

Animada a poder hablar del que parece ser su tema favorito Martina dedica los siguientes minutos a un larguisimo monólogo sobre las diversas teorias que tiene sobre los objetos que le trajisteis, sus origenes, funciones originales y posibles usos modernos. Por ejemplo os da a probar el monóculo y os lo vais pasando entre los tres, al poneroslo os parece ver extrañas hebras de hilo que se retuercen y pulsan yendo del pecho de una persona a las otras. Por ejemplo podeis ver como entre los tres Compañeros sentados a la mesa pulsan fuertes hebras de lo que parece ser un hilo de color azul.

El broche en forma de insecto parece disponer de algun mecanismo interior que le permite mover las alas y las patas aunque cuando lo examinais no acertais a ver donde puede ser que este la manija que da cuerda a tal artefacto.

En cuanto a por ejemplo el orbe y el cetro no parecen que hagan nada especial más que desprender un leve calor. Aún así Martina os hace notar que en el orbe estan gravadas las siluetas de lo que podrían ser los contientes de Theah, pero existen extrañas diferencias en las lineas de las costas y en la existencia de islas desconocidas hacia el Sur.

En estos asuntos pasais la mayor parte de una hora enfrascados.

La muchacha apoya su mano en el pomo de la espada, mira a Alvaro y suelta una risita Creo que no vais vestido para un duelo cherie. Y además ¿no haríais daño a una dama verdad? ¿No querreis armar un escandalo?

Y con evidente práctica desenvaina su florete mientras extrae una daga enfundada en la otra cadera y asume una posición en guardia. Soltad esa espada, no me gustaría afear esa cara c'est tres mignonne!

La muchacha se mueve con una velocidad endiablada y una agilidad felina cuando pasa al ataque, amaga con saltar hacia la izquierda para gracilmente cambiar la dirección de su carrera y deslizarse por tu derecha superando toda defensa. Aparta una de las espadas con la daga mientras con el codo empuja el otro brazo y se cuela en el interior de la defensa del Bachiller quien queda abierto a su ataque.

Soltando otra risita en vez de apuñalarte la muchacha te da un besito en la punta de la nariz antes de, con la misma velocidad endiablada, volverse a separar y de un salto subirse al escritorio de Martina y de ahí al alfeizar de la ventana. Donde se vuelve para sonreir una vez más mientras abre la misma.

Sois valiente, o estupido Alvaró. No me hagais mataros, je t'aime beaucoup plus que ça

Y sin decir nada más procede a pasar la pierna por encima del alfeizar y dejarse caer.