Partida Rol por web

Por fin habeis reunido todos el valor para cruzar el umbral y, a la tembolrosa luz de las antorchas, os habeis adentrado en el castelo Falisci. Mentalmente todos tratais de poner en orden las ideas sobre la misión, el lugar y los peligros que os acechan.

La misión es en apariencia sencilla: recuperar los artefactos descritos en la útlima carta de Carlo III. A saber: el monóculo, el broche, el porta documentos, el guantelete y el conjunto formado por el globo, el cetro y el cubo. Y lo que es más importante el diario del propio Carlo III.

El lugar es blasfemo y preñado de amenazas. ¿Quien sabe si las trampas que instalara el loco Carlo III seguirán en su lugar? Y lo que es peor ¿cuanto tardará la fortaleza, precariamente asida a la roca, en caer y hundirse en las profundas aguas del oceano? Ois de vez en cuando crujidos y lamentos de la estructura y pequeñas cascadas de polvo acompañan cada uno de estos estruendos.

Los peligros son sencillamente demasiados para imaginarlos: saqueadores dispuestos a matar vuestros cuerpos por hacerse con los tesoros de Falisci. ¿Y quien sabe que horrores esperan a vuestras almas inmortales?

Álvaro miró las tres opciones que tenían ante sí. Mucho terreno que cubrir. Miró a sus compañeros.

- Tenemos mucho terreno que cubrir, pero creo que no sería buena idea separarnos. No sabemos qué horrores nos aguardan aquí. Creo que juntos tenemos más posibilidades de acabar con éxito nuestra misión y que salgamos todos por nuestro pie. ¿Qué opináis?

estoy de acuerdo, no sabemos que trampas todavían funcionan o cuantas personas nos esperan dentro y ante tanta incertidumbre, prefiero tener toda la compañia posible y mis amigos cerca.
Bien después de esto puerta de la izquierda o de la derecha?

Rodrigo asintió a sus compañeros.

Sí. Mejor seguir juntos. Tendremos más posibilidades de solucionar cualquier tribulación que nos surja.

Se quedó mirando un momento las puertas tratando de decidir por cúal ir. Aunque lo cierto es que tendrían que terminar mirandolo todo.

Estando en un lugar tan tétrico como este yo empezaría por la siniestra. Miremos esas puertas dobles, que parecen más fáciles de abrir que la que está reforzada. Luego ya continuaremos.
¿Os parece?

Álvaro asintió a las palabras de Rodrigo.

- Buena elección – dijo con cierta sonrisa irónica al captar el juego de palabras del castellano – Pongámonos en marcha. El castelo es grande y preferiría no tener que pasar aquí más tiempo del necesario. – dijo encaminándose a la puerta de la izquierda con intención de encabezar la comitiva.

Las puertas dobles ceden con facilidad ante el empuje de Alvaro. Al otro lado encontrais, por lo que podeis ver a la luz de las antorchas, un amplio y señorial comedor. Una larga mesa parada con todo lo necesario para celebrar una cena de gala ocupa el centro de la sala. Una decena de sillas de las cuales tres incluso están ocupadas por esqueletos aun envueltos en los restos deshechos  de lo que en el pasado fueron vestimentas de gala.

Sea cual fuera la catastrofe que sacudió el castelo parece ser que los pillo a media cena.  La luz de las antorchas arranca brillos a las copas, cubertería y a las joyas que portan los esqueletos. A medida que avanzais las sombras van retrocediendo y podeis ver que hay otras dos puertas al fondo del salón, una de las dos permanece en pie mientras que la otra está astillada junto al pomo.

Álvaro avanzó dentro de la habitación con cara extrañada al contar cubiertos para doce comensales y ver sólo a tres.

- Es extraño – comentó en voz alta con tono dubitativo – Si la mesa está servida para doce y sólo hay tres comensales aquí, ¿Dónde están los otros nueve? ¿Tendrían tiempo de salir de aquí antes de que lo que fuera que los enterró les alcanzara? Pero entonces, ¿por qué no se fueron estos tres también? – una idea más tenebrosa se le pasa por la cabeza y la rechaza negando con la cabeza.

“No, no pueden haberse levantado los muertos y puesto a andar. No seas supersticioso y estúpido, Álvaro”

Se acercó a la mesa a examinarla más de cerca y los cadáveres, con las manos en los pomos de Almudena y Victoria, sintiéndose reconfortado por su tacto.

Tras su examen superficial, se dirigió de nuevo a sus compañeros.

- Yo diría de ir de nuevo por la siniestra, que sigamos siempre el mismo orden para no perdernos en este tenebroso lugar. ¿Qué os parece?

Seguía a mis compañeros un par de pasos por detrás, observando la retaguardia, ya que nunca se sabía si algun enemigo, que nos habían advertido que los habría, nos intentaba emboscar en sigilo.

La sala dejaba claro, que algo extraño debía haber pasado ya que esos esqueletos en medio de una comida o cena, eran cuanto menos, extraño.

Asiento ante las palabras de Alvaro, lo mejor sería seguir siempre un mismo patrón, no nos volvería locos para saber por donde ibamos o veníamos.

Rodrigo iluminaba la estancia con la antorcha. La verdad es que era un tanto tétrica, pero como todo lo que habían visto hasta ahora, la verdad.

¿Quién sabe? Quizás los otros esqueletos se han levantado y están correteando por ahí. He oido historias de lo más interesantes.

Lo había dicho medio en broma medio en serio. Pues en verdad había escuchado más de una historia de fantasmas y muertos durante sus viajes. Y no menos en la compañía. Todos saben que la selva negra de Eisen está maldita.
Con cuidado se acercó a la mesa y los restos, por si había alguna cosa que les llamara la atención.

Aunque lo más probable es que hubiesen muerto antes de que pasara todo esto y por eso no pudieron marcharse. Vamos digo yo.

El camino que sugería Alvaro era tan bueno como cualquier otro, y así al menos seguirían un patrón.

de acuerdo pero el pomo astillado puede indicar que ese camino lo ha tomado alguien antes o incluso siguen ahí, así que tengamos cuidado y no vayamos con premura
Esta sala era curiosa y la disposición de los comensales era una incógnita, en ese aspecto estaba de acuerdo con alvaro
y la opción de que estuvieran ya muertos por alguna razon que no sepamos? Tu ya sabes que en la corte los planes de traición y asesinato están a la orden del día

Alvaro y Mallory se adelantan a abrir la puerta cerrada. Con un gruñido los goznes ceden al empujón de ambos revelando detrás más oscuridad. Avanzan ambos y ven brillar lo que parecen ser aceros en la oscuridad de la habitación. Ambos se disponen a desenfundar cuando al fijarse se dan cuenta que en realidad la luz se está reflejando en las formas panzudas de ollas y cazos. Han ido a parar a la cocina del castelo la habitación es alargada y contiene varios hornos y fogones así como una enorme planopia de utensilios cocineros.

Por su parte Pierre y Rodrigo examinan los dos cadaveres. La piel apergaminada se aferra aun a las formas esqueleticas y algunos mechones de pelo permanecen en las mondas calaveras. Tras examinar más de cerca ambos cadaveres ven que uno de ellos tiene cerrada la mano alrededor de un objeto. Tras un poco de presión podeis ver que se trata de un monoculo de cristal con montura de jade.

Mientras Mallory y Alvaro salen de la cocina de vuelta y los otros contemplais el monoculo os parece oir un movimiento tras la otra puerta de la sala, la que está astillada.

El ruido dura apenas unos segundos y luego vuelve la calma en la que solo se oyen vuestras respiraciones.

Y de repente tras la puerta oiis gritar a un hombre. Con un grito que parecería el de una fiera degollada.

Apunto con las dos pistolas hacia la puerta de manera instintiva, no me gusta nada ese ruido y no voy a tener contemplaciones con lo que hay detras de esa monton de madera, me acerco lentamente sin dejar de apuntar,
Miro a mis compañeros y les hago una señal para que la abran y si sale algo de dentro lo primero que verá es una bala alojandose en su cuerpo

Tras salir de la cocina y oir el ruido de un hombre muriendo, tras la otra puerta, y la rápida reacción de Pierre, miro a los otros, haciendo un gesto para que desenfunden sus pistolas y ser yo la que abra la puerta.

Me situo a uno de los lados e intento moverla suavemente.

Mallory empuja la puerta y esta se deliza suavemente hacia dentro dejandoos paso franco hacia el interior de la habitación. La luz de vuestras antorchas, dado que estais a unos cuantos pasos de la puerta, no pasa del umbral  pero basta para revelar lo que parece ser una figura humana que avanza con pasos tanteantes hacia vosotros. Podría ser un hombre pero envuelto en las sombras es imposible saberlo, emite un gorgoteo estremecedor mientras avanza hacía el umbral desde el interior de la habitación.

El grito que escucharon quitó la sonrisa de la cara de Rodrigo. Miró a Pierre y se acercó junto a los demás a la puerta. Mallory se ofreció voluntaria a abrir, pero el castellano no cogió su pistola, si no su espada. Se sentía más seguro con ella.

Al abrir y ver la silueta no supo qué pensar. Parecia un hombre, pero su forma de andar le descuadraba. Como la luz no llegaba lanzó la antorcha dentro para que iluminara la estancia. Su mano derecha aferraba la empuñadura con fuerza, y u mandibula estaba tensa.

Álvaro no tuvo ni tiempo de felicitar a sus compañeros por encontrar el monóculo, su primer elemento de la lista, como era su intención pues un grito los alerta.

Desenvaina a Almudena y Victoria, fiel a su convicción de que las armas de fuego carecen de honor y sólo deben reservarse como último recurso, nunca como primero.

Asiente a las palabras de Mallory que se ofrece a abrir la puerta. Él iba a hacerle la misma propuesta, pues es la que mejor armadura de los presentes tiene.

Observa a la figura que se acerca y como Rodrigo lanza la antorcha para iluminarla mejor. Espera tenso para saltar como una percha en caso de que realmente sea una amenaza, pero de momento presume que deber ser la víctima de ese grito que oyeron y que la verdadera amenaza esté detrás de él siguiéndole o simplemente delante de ellos, en caso de que haya sido una trampa mecánica la que lo ha herido.

La tea voló y fue a caer a los pies de la figura iluminandola en contra picado. La imagen revelada era el alimento de futuras pesadillas. El hombre, que por su vestimenta parecería uno de los saqueadores, estaba cubierto de sangre con la ropa desgarrada y se tambaleaba herido y casi moribundo. Pero lo mas aterrador era su rostro donde parecería que un animal salvaje le hubiese arrancado la quijada de un mordisco.

Sin lengua ni labios el hombre no puede articular palabra más allá de otro horrible gorgoteo antes de caer al suelo y rendir su espiritu. 

A la luz de la antorcha caida en el suelo podeis intuir la siguiente habitación, parece algún tipo de estudio o pequeño salón y en el suelo podeis ver a varios cadaveres de saqueadores en medio de charcos de sangre. Sangre fresca.

Álvaro casi se aprestó para dar muerte al sufrimiento de aquel individuo cuando ya había caído al suelo. Aquella sangre fresca significaba que fuera lo que fuese que los había atacado estaba por allí rondando.

Señaló con la cabeza la siguiente estancia y se dispuso a entrar el primero haciendo el menor ruido posible y manteniéndose pegado a la pared de la derecha. Si había un animal salvaje quería tener cubierta la espalda para que no lo pillara por sorpresa.

Luego en la habitación esperó a que entraran sus compañeros y Rodrigo retomara la antorcha antes de avanzar en sigilo.