Partida Rol por web

Es increíble que la distancia en coche de New Jersey a Baltimore y la de Baltimore a Washington durasen exactamente lo mismo: una hora. Y eso que se entretuvieron con unos zombis nigga y una secta de hechiceros. Lo malo es que por culpa del tráfico de la capital se habían pasado un minuto de la hora de la cita con el confidente de Anonymous.

A seiscientos metros, gire a la izquierda-dijo el reloj de Gretta.

Afortunadamente para los americanos de la furgo (Chris y el Rey Ezequiel), Gretta era europea y conocía el sistema métrico, así que sabía cuándo girar el volante. Al fin llegaron al Lincoln Memorial, al lado de la piscina con el obelisco (el monumento a Washington) del National Mall. En esa zona también había un montón de cosas para ver. El Rey Ezequiel tenía la placa conmemorativa de Martin Luther King por la marcha del millón de hombres. Chris tenía un montón de memoriales de veteranos de guerra (Vietnam, Corea...). Nadya tenía el memorial a las mujeres de Vietnam. Carola tenía la estatua de las Artes de la Paz. Greta tenía un montón de verde y ecológico césped natural. El viejo Tankman tenía unos baños públicos para su vejiga. Y en cuanto a Peter Pank... Peter Pank tenía suficiente con la mierda que llevaba en su organismo. Pero no estaban allí para disfrutar de las vistas. Llegaban tarde, ¿el contacto seguiría allí?

Dentro no había nadie, tan solo la estatua de un hombre cagando (lo que en la tierra de Peter Pank se llaman caganers). De pronto el perro pareció oler algo.

¡Guau! ¡Guau!

Señaló hacia un rincón sombreado con la patita. Parecía que alguien les estaba observando...

Llegáis tarde-dijo una mujer enmascarada saliendo de las sombras.

Mostró su muñeca. Ella también llevaba un reloj de Anonymous.

Soy vuestra contacto, fui yo la que informó a Anonymous del Agente Naranja de Trump. Si os dijeron que el mérito de llamarle ingeniosamente Agente Naranja era suyo, os mintieron. Fue idea mía. El siguiente paso que deberéis dar para derrotar a Trump está en "una galaxia muy lejana", más concretamente en la catedral de Washington. Conseguid el casco de Darth Vader y acudid con él a lo alto de un símbolo de apropiación cultural quitado a los antiguos egipcios. Ese es el mcguffin clave para continuar con la misión y encontrar un modo de entrar en la Casa Blanca. ¿Lo habéis entendido?

-Gracias, perro. Aunque ese no es un buen nombre. Te llamaré Lukanikos, como el antisistema y ecologista perro griego. Aunque como ese ha cascado, serás Lukanikos II. ¿Te parece bien? -le preguntó seriamente mientras le rascaba la papada, algo que sabía gustaba a todos los perros y que no respondía al irracional deseo humano de  rascarles la cabeza, algo que cualquier can sentía como un acto agresivo y de dominación. Solo cuando acabó con Lukanikos II se dirigió a la mujer a la que respondió con cuatro palabras-. Un minuto y sí. 

Había que ir a la catedral de la ciudad, conseguir el grutesco realizado en piedra caliza por Jay Hall Carpenter en 1980 e ir a lo alto del obelisco, un simple arco argumental sin sentido pero que les granjearía el acceso a su destino final. 

Peter caminaba con sus aires de batidora humana, más que dar pasos parecía dar saltos al lanzar con energía la pierna hacia delante y, por la inercia de sus pesadas botas, terminaba yendo irremediablemente en aquella dirección y, por pura casualidad, el resto del cuerpo lo seguía y al posar su peso en esa extremidad, su cabeza crestada parecía rebotar contra una fuerza invisible, en una suerte de headbanging sin música pero con ritmo...un ritmo que igual sólo nadaba en su cerebro licuado por el ataque de los nigga zombies. En ese licor cerebral nadaban algunas de sus crestadas neuronas que ya empezaban a enlentecerse por la falta de "combustible".

Pank, como buen acechador de "combustible", empieza a mirar a todos los lados, con una danza ocular sólo seguida por el meneo de su mandíbula y el constante y sonoro sorbido de su nariz acompañado de un arrugamiento de esta que trataba de captar el aroma del "combustible" o tal vez, se preparaba para su entrada.

Entonces vio a alguien que podía tener la solución a sus problemas. Ese ruido de fondo que había escuchado era ella hablando, seguro que había dicho algo importante...¿qué era? ¿Darth Vader? ¿Galaxia? ¿Egipcios? Si, definitivamente esa mujer tenía su "combustible". 

Pank inicia un ritual antiguo y delicado, comúnmente conocido como "trapicheo" en el que primaba la discrección y la rapidez. Peter se atusa la nariz dos veces mirando fijamente a la enmascarada, al tiempo que, sin poder evitarlo, su cuerpo se bamboleaba de un lado para otro. Sorbe. Se atusa. Vuelve a sorber y alza dos veces las cejas. Entonces inicia el acercamiento hasta invadir el espacio vital de la chica, algo absolutamente necesario para el arte del "trapicheo"

-Oye...Campanilla...yo creo en las hadas...- dice con una voz que Sabina habría envidiado. Alza las cejas, sorbe, se atusa la nariz- ¿te quedan unos polvos mágicos para tu amigo Peter...? 

Lo único bueno de todo esto es que tengo la estatua de las artes de la paz, no puedo pretender más en esta vida de locura llena de frikis, zombies y gente con Toc. Lo bueno es que cuando quiero acordar estoy en la furgoneta y cuando quiero darme cuenta, estamos con un perro que ahora bautizado por una chorrada que le puso Greta. 

—¿Así que el caso de Darth? Vaya vaya. 

Es lo único que digo antes de soltar una de las risotadas de las mías. Es que bueno, en esa misión especial de pillar al piel bronceada, nos está pasando de todo. Pero bueno, somos gente que se esfuerza por dar lo mejor y si hay obstáculos los sorteamos. 

—Estamos en misión, Yonki. Compórtate.

Lo único positivo, es el memorial a las mujeres de Vietnam. Escucho toda la parrafada que explica la chica, pero escucho mientras observo el ambiente, todo bien, hasta que escucha sobre el casco de Darth Vader. Escuche que hay una estatua de ese personaje en Ucrania. Bueno buscar el casco es algo interesante pero, está situación me recuerda a un chiste. Al ver el regaño que hizo Carola al punk respecto a las drogas, solo me hizo reír, pero lo disimulé. Estos hombres, solo buscan dos cosas de la mujer, sexo o drogas. La anterior risa se transformo en una mirada de decepción y vergüenza. Pobre la madre que lo parió, porque creo que se cayo de la cuna.

-Conseguir el casco de Darth Vader, entendido -dijo el Rey Ezekiel, observando a la contacto de Anonymous. Incluso con mascarilla se le hacía cara conocida, aunque no terminaba de ubicarla.

El afroamericano ya suponía a qué símbolo de apropiación cultural quitado a los antiguos egipcios se estaba refiriendo la mujer, por lo que no les sería muy difícil llegar hasta allí. Aunque las cosas rara vez eran tan fáciles como se planteaban.

Jovencita - Le dice a Greta después de salir del baño público de airear su vejiga -, ¿de que il todo esto ahola? Cleo que me he peldido la explicación de todo.

Mira a la mujer con la mascarilla.

Oh. Hola. ¿Qué tal estal? ¿Tenel paz inteliol?

No me queda nada interior, honorable ancianito. Mi más total apoyo a los hombres que como usted levantaron el país de los Estados Unidos de América-dijo al chino-. Tampoco tengo polvos para vuestro amigo punk. Pero en el Distrito de Columbia, capital de nuestra nación y lugar con más políticos por acre de tierra, es legal el uso de marihuana con fines médicos y recreativos. Toma.

La confidente entregó a Peter Pank un porro. Justo entonces, como culpabilizándolos por la apología de las drogas, se escuchó el sonido de sirenas de la policía. ¿Venían a por ellos? ¿Por el porro?

No tenemos tiempo. Vienen a por mí. Marchaos, yo los entretendré.

Sacó un gorro de su bolsillo y se lo puso. Luego se quitó la ropa y quedó en pelota picada. Bajó los escalones del Memorial y se encaró con la policía.

¡Palos y piedras romperán mis huesos, pero vuestras balas me sudan el coño, fascistas hijos de puta!

Por lo que sea (posiblemente machismo opresor), los policías se quedaron mirando sin disparar ni hacer nada. Los demás pudieron salir corriendo, pero la furgo estaba rodeada por los perros rabiosos de los maderos, inmunes a los poderes de la Atenea Desnuda. Hasta Lukanikos II metió el rabo entre las piernas. A partir de ahora, deberían ir a la carrera.

Arf, arf, arf...-Chris aflojó el ritmo y se llevó la mano a los riñones-. Mi estado físico no es como cuando entrenaba en West Point. Seguid vosotros. Yo voy a ir al... allí al...-trató de señalar sin fuerzas al Monumento a Washington-. Weh...

Se sentó en el suelo y echó la espalda hacia atrás hasta tumbarse. Resoplaba totalmente desfondado.

Al llegar a la catedral, lo primero que hicieron fue meterse en el interior. Como bien sabía Greta, la gárgola de Darth Vader estaba muy alta en la fachada: iban a tener que subir escalones por el interior del edificio y salir por alguna ventana para poder llegar. Pero en cuanto entraron, escucharon música de órgano...

Comí una y conté veinte,
pero era mi conquista número cientoveinte.
No me hizo ningún bien
la fama por ganar el nobel.
¡Rima porque en el diccionario viene nobel así!

Escalé los catorce ochomil,
mi sangre más que azul es añil,
me acosté con una Miss Brasil
y compuse la canción del Hallelujah.

Todo un fantasma. Entonces un ejército de cardenales diocesanos entró corriendo al más puro estilo de la policía de Miyazaki.

¡Bienvenidos a mi catedral! Seguramente os preguntéis qué hacen tropecientosmil cardenales católicos en una catedral protestante. Son mis subordinados. Los subordinados del Fantasma, el más mejor cantante de ópera de la historia. Mi plan consiste en deteneros para hacer un intercambio de prisioneros con Trump. Vosotros a cambio de que me entregue a mi querida Melania...

¡Hola! ¡Glacias pol lecibilnos! Llevamos viajando un lato supellalgo y ya iba siendo hola de podel estilal las pielnas.

Escucha el plan del fantasma con atención y al terminar dice.

¿¡Usted cantal opela!? Wow. Incleible. ¿Podel demostlal-lo? Casualmente yo tenel aquí un libleto. ¿Podel tú pol favol cantal este pequeño alia?

Y sin que la presencia de toda esa marea de copetes rojos le impusiera demasiado, le toco en el hombro a uno de ellos y le tendió un libreto.

¿Podlía hacélselo llegal a su jefe? ¡Glacias!

—¡Wow! Aleluya hermano, Aleluya—digo tras abandonar a la loca desnuda y llegar a la Catedral—. Pues, mira esos cuervos rojitos. ¿A que son todos pedófilos? Ja ja ja. 

Es una broma mala, pero todos sabemos que el celibato en la Religión Católica conlleva a otras prácticas puramente retorcidas que han traído secuelas en ese nido de maniáticos religiosos. Pero bueno, el comentario me quedaba fácil y como estamos en un lugar sagrado amerita. No obstante a ver que hacemos, estoy más perdida que pulpo en un garage, pero al menos Greta sabe lo que hacemos. 

No entendía que podía haber fallado, lo había hecho todo como en BarnaCity, incluso con holligans y yankies, el trapicheo funcionaba...bueno alguna vez había tenido algún malentendido en un baño de tios en la estación...pero aparte de eso siempre había salido bien. ¿ostia...y si es poli? joder joder joder pank...la has cagado colega venga pirate de aqui...

Veloz como el diablo, Pank se escurre intentando aparentar normalidad, con las manos en los bolsillos y tarareando una cancioncilla infantil

-Lirín, lirán, li liri lirán lirón, lirín, lirán, en línea de batallón. Lirín, lirán, apréndete la canción del lirín, lirín, lirín, lirán, lirón.-canturrea en un tono bajito mientras camina a saltitos sin mirar por donde va hasta que choca con uno de los cardenales.- ¡eh! Mira por donde vas, santurrón... ah paz interior estás ahi...¿y lukanikos? 

Vaya siento una mezcla de repugnancia, con un toque de asco. La vista de la mujer desnuda, en un sitio donde todos la veían, le parecía de muy mal gusto. Después de un momento, todos se encontraban en la Catedral. Si hago otro de mis episodios, en una iglesia creo que volvería a la cárcel. Así que mantendré la compostura. ¿Alguien tiene alguna idea, de en que punto específico tenemos que ír?. Creo que mi orientación es tan mala, como el sentido de respeto a la mujer por parte de Putin. Sus palabras daban un entendimiento avanzado y complicado, que daba a entender que estaba seriamente desorientada.

¡Guau!-responde Lukanikos II a Peter Pank, justo a sus pies.

En cuanto el chino da el libreto, que seguramente llevaba encima para limpiarse el culo en los asquerosos y antihigiénicos retretes americanos, se produce un efecto dominó en el que cada cardenal da el objeto al compañero que tiene justo detrás, al ritmo del:

-Hey, ho, hey, ho, hey, ho...

Al llegar hasta el Fantasma, lo recoge y le hecha un vistazo rápido.

Soy tan megacrack que me sé todas las óperas de memoria-tiró el libreto al suelo-. No necesito más, ya sé cual es la obra. Miradme y admiradme, porque vais a presenciar la mejor interpretación de Faust de la puta Historia.

Empezó a cantar. La letra estaba un poco cambiada, iba sobre un incel llamado Faustino que vende su alma a una web de citas para tener novia, pero cuando la consigue, es arrastrado a un Ikea a ver muebles. Un auténtico infierno. La música tampoco pegaba nada, ya que el Fantasma también se había equivocado en eso y estaba usando el ritmillo de Hamilton, con sus cardenales haciéndoles el coro. Por último, sustituía la palabra Hamilton por la alfombra Jämtön, y los estribillos en los que se menciona a Aaron Burr por... Bueno, Burr lo deja tal cual, que ya tiene bastante nombre de estantería sueca de por sí.

Bueno, ya habían entretenido al Fantasma, pero eso solo duraría hasta el primer entreacto. Tenían que separarse para buscar unas escaleras que llevaran hasta una ventana que llevara hasta una cornisa en la que estuviera la gárgola de Darth Vader.

Bueno, ahola que todos tenel un poco de tiempo, debeliamos buscal la gálgola...

El caso sel, que a mi sonal mucho esta iglesia. ¿No sel aquí donde Schwaltzeneggel entlal a salval mundo en El Día de Mañana?... sí... si mi sabel milenalio no me tlaiciona,  es clalamente la misma iglesia.

Y eso significa que en la escalela que sube a la galelía del colo hay un ventanuco que da a una colnisa que lleva a un alboltlante chuliguelesco que si escalamos nos llevala al alelo en el que podremos cluzal pol encima del tabelnáculo y de ahí a...

Tankman continuó explicando cómo podían recorrer el exterior de la fachada de la iglesia saltando de elemento arquitectónico en elemento arquitectónico, trepando por elementos estructurales, rodeando pináculos y demás parafernalia hasta que, un rato más tarde, completó su explicación.

...y así llegalemos a la gálgola.

Entonces quiso ponerse en marcha para hacer todo lo que había explicado pero, al ir a dar el primer paso, se tropezó y se cayó al suelo.

Vale...mejol il vosotlos. Yo os guío desde aquí.