Partida Rol por web

Aunque aprecio poco a los enanos, son mis compañeros y empiezo a cogerles cariño. Así que saco mi espada y me uno a la melé a repartir mamporros. Si ves que necesitas ayuda ya te echo una mano yo maese Bram... pero vas a quedar mal delante de tu chica!!!
 

Un ataque y una defensa.

El enano arqueó la ceja en respuesta la comentario del elfo. Aunque intentó lanzar una hiriente réplica, decidió centrarse en hundir su hacha sobre los orcos. De sus labio salió un furibundo grito de batalla:

- ¡¡POR THORIN!!-

En el pasillo se escuchan sonidos de lucha.... es bram el enano partiendo orcos por la mitad con su hacha. dos enemigos caen a sus pies.

Freyna derriba al ultimo orco que quedaba en pie cuando Leofric y Riwen aparecen en el calabozo que tenia la puerta reventada.... el suelo esta lleno de monedas (y objetos!) debido a la rotura del cofre que habian arrojado por el pozo de teletransporte.

Creo que el oro no tiene patas, pero ese orco si... y no sabemos que más hay suelto por aquí...

digo a mis compañeros indicando la ruta de huída del orco. 

Emeldir fue bajando lentamente, disimulando de manera descarada, pues nada había salido de sus manos, otra vez. Es lo que tenía vivir aislado de los problemas en Amn, en la inopia. Necesitaba tiempo para revisar ese conjuro, era la segunda vez que le pasaba lo mismo. Afortunadamente su hermana había tardado en llegar y no había visto nada. Al tocar el suelo con el tacón de sus botas el pelo fosco volvió a caer sobre sus hombros. Se agachó para rebuscar entre el oro derramado en busca de cosas más interesantes que las tintineantes monedas.

Con un seco golpe al aire, limpio de sangre orca su hacha mientras miraba en la dirección que advertía Nymrael. El enano se acercó a este y le obsequió con un  amistoso golpe de escudo en su antebrazo.

-¿Que,elfo? ¿te apetece ir de caza?- preguntó indicando con su mentón la misma dirección:- ¿O prefieres descansar....otra vez?- rió entre dientes con ácido humor.

Por el rabillo del ojo miró a los recién llegados y graznó:

- Haréis bien en recoger ese botín...o me cansaré de venir en vuestra ayuda..- sin mediar mas palabras, Bram aceleró su paso en dirección al orco herido.

Emeldir sonrió divertido ante la provocación de Bran, el enano fanfarrón. No iba a enfrentarse a él en un combate, ni mucho menos, pero se deleitaba con la idea de haberlo oído caer por el tobogán, gritando como una damisela, rueda que te rueda cual barril desbocado cuesta abajo. Ya tenía calado al enano. Se le llenaba la boca de palabras de valentía y coraje y luego habían tenido que ser Emeldir y su hermana los primeros en bajar las escaleras.

- Buen trabajo.- Felicitó a los guerreros.-Efectivamente hay que ir haciendo recuento de todo esto.- Dijo señalando al desastre producido por la rotura del cofre que habían encontrado Emeldir y su hermana. El objeto de su misión aparecía esparcido por el suelo.- Ocupaos del orco mientras lo hacemos.- Se sentía con la suficiente potestad como para darles órdenes, se consideraba el segundo al mando, por supuesto detrás de Riwen. Después de todo los mellizos habían llegado al laboratorio, encontrado el botín y bajado ilesos en busca de los demás.-Para los que no superasteis el foso...- Dejó caer como si nada.-...arriba hay un escalofriante laboratorio. - No contó que encontraron allí aparte del botín. Ya les contaría Riwen a todos cuando lo considerara oportuno.-Tardabais una eternidad. Escuchamos un grito  familiar y un chapoteo, por eso decidimos bajar a ver.

Emeldir, Riwen, vísteis al nigromante? Le digo al Noldor.

Si no es así es mejor que vengáis con nosotros. No sea que necesitemos vuestra magia. 

Riwen corrió en la dirección donde señaló Nymrael que huía el orco, sacó el arco y disparó, tal vez a ciegas. Era lo más rápido. 

Luego escuchó lo que decían. Apenas nos queda poder para luchar, camaradas. Propongo recoger el tesoro y buscar un refugio donde descansar. Si seguimos, sólo seremos dos arqueros más. 

Observais como Leofric parece totalmente abstraido moviendose entre los objetos del cofre esparcidos. Parece encontrarse buscando si hay algo especial entre todo lo que se ha desparramado.

Miro a Riwen sin mucha convicción No tengo claro donde vamos a estar más expuestos. Si aquí dentro o fuera... Me llevo la mano a la cara y sopeso mientras me acaricio el mentón en gesto sesudo. Después pregunto, Habéis visto al Nigromante? No creo que debamos descansar con un Nigromante cerca. Quizás sea mejor terminar el trabajo. Miro a Bram en busca de aprobación  Si salimos fuera y descansamos podemos encontrarnos con más espíritus del pantano o saben los dioses qué. Si nos quedamos aquí dentro nos pueden acorralar como a chinches... y recordad que a un nigromante nunca le faltan luchadores en una batalla. 

Los orcos son esbirros del nigromante. Él no debe estar aquí, pero puede avisarle el orco. Sólo matándolo podremos descansar un poco. 

No se hable más, corramos!!! Digo mientras doy una palmada de ánimo en la armadura a Bram y Freyna. 

Enfundo mi espada mientras corro y voy sacando el arco y una flecha. Con un poco de suerte lo podemos abatir a distancia. 

Riwen se empeñaba en sacar de quicio a Emeldir. ¿Es que no le conocía nada? Si le prestara una décima parte de la atención que él la dedicaba...Ella era buena con el arco pero Emeldir jamás había soltado con puntería una flecha. Apenas tenía fuerza para tensar la cuerda.

- Mi voto es salir de aquí cuanto antes. Vinimos a por objetos y eso es lo que hemos obtenido.- Aunque estaba cabreado seguía pensando que Riwen tenía razón. Había un nigromante sí, pero ahora mismo se veía tan útil como Leofric o Anna. Sin su magia no era nada más que un precioso envoltorio.- Con lo que hemos encontrado aquí quizá podamos seguir la pista de ese mal andante.