Partida Rol por web

Las nieblas del pantano se desplazaron hacia el oeste al mediodia, arrastradas por el viento que soplaba desde las montañas nubladas. Se extendian a traves del yermo como un manto fantasmal.... pronto las cercanas colinas dejaron de ser visibles, y pronto, incluso a mediodia se hacia dificil ver nada mas alla de cincuenta pasos.

Los aventureros estaban en el linde sur del antiguo cementerio, donde quizas hubiese tumbas repletas de tesoros olvidados.

Claro que las habia!!!! todo el mundo lo sabe. Cada agujero en la tierra media donde se esconde un monstruo o la mano de morgoth esta repleto de riquezas por descubrir.

El enano hizo caso omiso a las advertencias del bardo mientras llegaban a su destino. Con cierta mueca de aburrimiento  escuchó las palabras de la única elfa a  la que podría hacerle caso. - quizás sea de utilidad - pensó mientras avanzaba con determinación.

Al llegar a su destino, Bram bufó enfadado, la zona no le daba buena espina y el rancio olor de la tierra yerma le hizo arrugar su nariz.

- Niebla..- comenzó sus palabras  con fruncido ceño y miradas adiestro y siniestro:- Nada bueno ocurre en la niebla...- por encima del hombro ,observó al resto y  farfulló:- No perdamos mas tiempo, comenzamos la búsqueda...-

Levanto una ceja inquisitivo:- ¿preferís dividir nuestras fuerzas para acaparar mas terreno?...No es que me guste la idea, pero..- encogió los hombros y aguardo expectante mientras desenfundaba su fiel hacha y se colocaba su escudo.

Si hacemos la división que sea rápida y equilibrada, ambas deben tener un nuestro buscador y buenos guerreros por lo que pueda pasar. Y lo de que sea rápida, lo digo porque no me apetece nada pasar aquí más tiempo del necesario.

Anna Craven

La niebla comenzaba a ser más y más densa cada vez y a Anna no le gustaba mucho eso de no ver muy lejos.

-Yo creo que deberíamos ir todos juntos. Si nos separamos con la niebla que hay será más difícil que nos volvamos a encontrar y yendo todos cerca será más sencillo defendernos si nos atacan.

Veo lo de separarse si disponemos de cuernos de caza o algo para comunicar los dos grupos. No sabemos que vamos a encontrarnos. ¿Alguien tiene? 

El paraje parecía siniestro, pero ni la visión élfica podía traspasar esa niebla mucho más que la de un humano. 

Me pregunto si la luz de mis conjuros puede ayudar. Puedo hacer que sea amarilla como un pequeño sol radiante. 

Lanzó un hechizo y, de su mano, surgió un rayo de luz dorada. Abrió y cerró la mano, apagando y encendiendo el largo cono de luz. Sí, funcionaba de maravilla. 

Leofric se situa cerca de Riwen cuando esta conjura un hechizo de luz. Tiene dos motivos para este acercamiento. En primer lugar no tiene tanta vista como los elfos o enanos en penumbra y la segunda, el que lleva una luz suele convertirse en el mejor blanco para ataques. Y ya que no es gran combatiente, al menos se posiciona para ayudar defensivamente a una lanzadora de conjuros que siempre es util. Decide dejar la busqueda para mejores ojos que los suyos para la oscuridad.

- Un cementerio.- Las palabras se escaparon de la boca de Emeldir involuntariamente.- Ejem.- Carraspeó para disimular. No quería que pensaran que tenía miedo de lo que allí pudiera encontrarse. Miró a Riwen con incredulidad. ¿Qué hacía su hermana gastando su poder en semejante nimiedad? Pero después, al ver cómo se le acercaba Leofric, comprendió lo lista que era ella. Por eso la admiraba tanto. Con ese pequeño despilfarro tenía a los hombres a su merced. Ahora el joven elfo se lamentaba de no haber realizado el mismo el conjuro. 

Quizás, si me concentrara lo suficiente podría disipar esta molesta niebla...pero no, ahora no puedo dejar a Riwen en evidencia, no me lo perdonaría.

- Sí, no hay necesidad de separarse. - Asintió a las palabras de la beornida.- Pongámonos a buscar cuanto antes. Ya hemos visto lo que ronda en estos parajes.

Anna Craven

La mujer había visto como todos se iban decantando por un solo grupo así que como nadie hacía ademán de organizarlo, ella misma se encargaría del mismo en esta ocasión.

-Bueno señoras y señores, vamos a organizarnos. Nymrael, creo que tú puedes ser nuestro rastreador, tus sentidos elficos nos pueden ayudar mucho. Señores enanos, tal vez ustedes podrían protegerlo mientras busca y el resto proteger a Riwen que es quien lleva la luz, así todos cumpliremos una misión y quienes no están concentrados en una tarea concreta podemos intentar escuchar por si algo se acerca o incluso llegar a ver alguna sombra sospechosa. ¿Os parece bien?

Bram se mantuvo expectante, ante los comentarios de sus acompañantes. Finalmente asintió con cara de pocos amigos a las palabras de la bardo.

- Proteger a un elfo...¡pufff!- resopló mientras  se encaminaba  hacia  Nymrael.- A ver donde nos metes, elfo...-

Ignoro la falta de modales del enano y me planteo el recomendarle que aumente la cantidad de fibra que ingiere en su dieta... - Bien, seguidme, intentad no hacer mucho ruido y no adelantarme. - Avanzo fijándome bien en la orografía del terreno, Al cabo de un rato me paro hago un gesto con el dedo y susurro ... Mirad! 

Riwen guardó silencio mientras iluminaba el frente y, si algo llamaba su atención, en la dirección del ruido, el movimiento o la sombra misteriosa. No podía evitarlo. Estaba excitada por la emoción de surcar un lugar oscuro y peligroso. Era como cuando su hermano y ella jugaban en la oscuridad a pillar. Su hermano se asustaba y acababa llorando, pero ella, aunque tenía miedo, también disfrutaba de esa sensación de no saber qué iba a suceder... hasta que los gimoteos de Emeldir lo ocupaban todo. 

Ignoro la falta de modales del enano y me planteo el recomendarle que aumente la cantidad de fibra que ingiere en su dieta... - Bien, seguidme, intentad no hacer mucho ruido y no adelantarme. - Avanzo fijándome bien en la orografía del terreno, Al cabo de un rato me paro hago un gesto con el dedo y susurro ... Mirad! 

Dirigidos por el elfo Nymrael y con el foco luminoso de la maga Riwen, los aventureros se internaron entre la niebla a traves del siniestro lugar.

No tardaron en descubrir pisadas recientes en el barro que conducian al mismo sitio desde diferentes lugares.

El lugar al que se dirigian era una pequeña vaguada encharcada en cuyo centro, bajo un arbol particularmente grande y amenazador, se encontraba un arco de piedra cubierto por el musgo. La entrada del agujero tenia una gruesa reja entreabierta , y alrededor del lugar chapoteando en el agua habia una docena de personajes grotescos que girarom la cabeza al ver aparecer la luz elfica del hechizo de Riwen.

Eran podridos muertos vivientes, de largas uñas y nauseabundo olor.

Gimieron de placer al ver a los intrusos y chapotearon hacia ellos abriendo y cerrando sus bocas podridas.