Partida Rol por web

Los aventureros continuaron el camino, que se internaba en un bosquecillo disperso en las estribaciones de unas colinas.

Acercandose la noche montaron el campamento y establecieron turnos de descanso y vigilia.

En mitad de la noche un crujir de ramas alerta a quien estuviese vigilando, que da la voz de alarma...

Un ser espectral de piel palida y ojos negros como pozos sin fondo se acerca flotando entre los arboles a camara lenta....

Parece ser un humano pero flota antinaturalmente en el aire, su ropa hecha jirones tambien flota movida por un viento fantasmal.

Su rostro es una mueca mas que una sonrisa mostrando unos colmillos largos y afilados como los de un animal.....

Cargo y disparo, Cargo y disparo, cargo y disparo. 

Leofric se acerca a la hoguera y coge rápidamente dos de los leños encendidos lanzando uno a medio camino entre ellos y la bestia para dar buena visibilidad a sus compañeros tratando de no obstaculizar ni los hechizos ni los disparos de flechas. Después con el otro leño espera ayudando a sus compañeros a encontrar sus armas en la oscuridad y prepararse para combatir.

Emeldir se levantó sobresaltado ante la alarma pronunciada por los compañeros que estaban de guardia. No le dio mucho más tiempo que a coger su cinturón con las armas y ponerse en pie cuando vio el espectro que se acercaba.

¿Era un alma humana atormentada procedente de los pantanos? Los hombres eran débiles de espíritu y, sus almas corruptas habitualmente quedaban atrapadas, ligadas al sufrimiento al que habían sido sometidos en su despreciable e insignificante vida.

La luz de las estrellas era suficiente para imbuir en Emeldir la calma y el sosiego que requería para actuar. Con la agilidad propia de los elfos se puso a cubierto mientras sus manos enguantadas en cuero hacían extraños gestos y sus labios, de los que no salía ningún sonido inteligible para los profanos, susurraban poderosos versos.

Aún no Emeldir, espera a que se acerque un poco más.

No podía permitirse fallar delante de Riwen.

Anna Craven

La beornidas se levantó en guardia tras la voz de alarma de uno de sus compañeros. Al parecer habían visto algo antinatural cerca y cuando se puso en pie lo vio perfectamente. Parecía un fantasma que se les aproximaba y seguramente no con buenas intenciones.

Anna pensó un momento lo que debería hacer y no le gustó demasiado. Tenía que atacar a aquel ser pero si las leyendas eran correctas no podría darle con simples flechas. Los fantasmas y espectros que aparecían en ellas siempre sufrían daños de armas élficas imbuidas en algún poder mágico.

No obstante observó como todos se preparaban para atacar con sus armas y hechizos así que Anna hizo lo mismo, sacó su arco corto y colocó una flecha esperando a que se acercase lo suficiente para lanzarle la misma.

-Yo mucho no podré hacer pues mis flechas no son élficas pero intentaré ayudar aunque sea llamando la atención de ese ser.

Van las flechas. De momento disparo solo dos jejeje quiero ver si le hago daño y el resto del turno me dedico a moverme hacia su flanco derecho

Se había mantenido firme y amenazante tras el encuentro de los jinetes y el dispar grupo del que formaba parte. Aunque no relajó su mueca de enfado, permitió a los mas dados a pasar la noche a la intemperie  que buscasen un lugar propicio para hacer un alto en el camino. 

Tras conseguir montar un improvisado campamento cerca de los bosques que algunos de sus compañeros habían sugerido, Bram aprovechó que otros se ofrecían a montar guardia, para dormitar cerca del fuego. Mas, cuando las voces de alarma lo despertaron, el enano desenfundo su fiel hacha y su escudo y en cuestión de segundos miraba amenazante al ser que  se acercaba al campamento.

La mirada el enano paso de una iracunda mueca a un gesto entre extrañeza e ignorancia. Por suerte, su entrenamiento marcial le  mantuvo preparado y dispuesto. Sin apartar la mirada del enemigo, graznó:

- Elfa,¿ que  repugnante criatura es esta?- tras su pregunta, escuchó las palabras de la joven bardo,farfulló:- Si tan solo una de tus flechas entorpece mi avance...tener armas élficas será la menor de tus preocupaciones..-

Tras esto, avanzó prudente, otorgándole un tiempo prudencial a los que pretendían abordar al enemigo con proyectiles...

Riwen no había visto nunca semejante ser espectral. Estaba claro que no era un ser viviente, pero desconocía si era peligroso o sólo un recuerdo de una persona. Se dejó guiar por la reacción alarmada de los demás y empezó a preparar un hechizo. Aunque miró antes por si aparecían más de esos entes. 

Riwen se quedó mirando, de todas formas algo que le llamó la atención del espectro... Movía los dedos como alguien que...

Está preparando un conjuro!

No reconocía esos gestos. Probablemente era una magia desconocida para ella. Pero estaba claro, iba a atacar con algún hechizo. No debía ser una criatura inofensiva. 

Ante la aparicion del ser los aventureros reaccionaron rapidamente. El bardo Leofric agarro dos ramas de la hoguera todavia ardiendo y arrojo una a medio camino entre los aventureros y el ser que les amenazaba, sosteniendo otra en lo alto para iluminar bien el lugar.

Cosa que no desaprovecharon los arqueros: El silvano Nimrael, que se sentia como en casa acribillo al ser a flechazos. Anna la bardo tambien hizo lo mismo.

Bram el enano se levanta presto y camina hacia el enemigo hacha en mano mientras las flechas se clavan en el ser... Tanto la bardo como el silvano son buenos tiradores; Dos flechas se clavan, una en cada pierna del monstruo que se retuerce de dolor y cae al suelo dando un alarido gorgoteante... el sonido mas espantoso que habeis oido salir nunca de una garganta humanoide.

Los mellizos magicos preparan sus hechizos... Riwen en pie y desafiando el peligro y Emeldir a rastras asomando la cabeza entre los helechos cuando Bram el enano (al parecer el guerrero mas valeroso del grupo) llega junto al ser y levanta su terrible hacha...

Asesta un golpe a una de las ya dañadas piernas del engendro, haciendolo chillar todavia mas y retorcerse en el suelo.

De la herida no brota sangre... pero esta malherido e intenta arrastrarse a la oscuridad.