Partida Rol por web

En el jardín se ha organizado un mini concierto, se han colocado algunos maderos y se han subido a ellos el grupo H&MC con Halca cantando y dándolo todo, la gente parece que está bastante animada en el lugar, se nota que es algo improvisado pero parece que todos disfrutan

Salimos a los extensos jardines de la mano y continuamos andando hasta ver una zona con cesped elevada cerca de donde estaban dando toda una actuación los japos. Una vez allí nos sentamos y saqué mi pitillera con bastantes porretes liados de una forma fina y alargada para aprovechar el espacio. 

Saqué uno y luego el mechero, quemando lentamente la punta del papel sobrante.

-Bueno...no hace falta decir lo que pienso de todo esto ¿no?-Miré a Nina con una mueca en la boca para luego prenderle de nuevo fuego y llevármelo a los labios dando pequeñas caladitas para encenderlo bien.- Aun que a la vez, tampoco se que pensar...-Di un par de caladas más largas y se lo ofrecí a Nina mientras señalaba con la cabeza a los japos.-Míralos, me gustan.

Había esperado que en el largo pasto de ese precioso (y pretencioso) jardín pudiesen estar a solas para conversar, pero en vez de eso se habían encontrado con el recital de los asiáticos. No eran malos, no era que los odiara ni mucho menos, es que simplemente ese tipo de música no era de su gusto. Se sienta a un lado de Markus, pero pronto se echa apoyando la cabeza en su regazo. 

Asintió a la pregunta de Nine, claro que lo sabía. Pero la primera impresión no siempre era la correcta, e intentaba ser positiva y pensar que eran ellos los que estaban mirando esto de mala manera. Predisposición, incomodidad por el ambiente, quien sabe. 

Recibió el porro y le dio una larga calada, reteniendo el aire un buen tiempo antes de exhalar nuevamente. 

Quizás solo estamos demasiado tensos, precioso. Quizás... - dudó, pensando en casa - quizás lo mejor sería volver. Está claro que no es nuestro ambiente, el asunto es ¿Nos adaptamos o nos vamos?

Suspiré.

-Bueno, sabíamos que iba a ser diferente. No nos vamos a rendir, trata de no pensar en ello hasta que salgan los resultados y ya.

Esperé a que me devolviera el porro para dar otras dos caladas, dejarselo y ponerme de pie a un par de pasos de ella mirandola.

-Va, anímate.

Y acto seguido de un back flip para luego empezar a dar volteretas hacia atrás apoyando tan solo las manos y los pies alternaticamente.

-¡¡¿Preparada?!!

Salí corriendo en dirección hacia ella para dar una voltereta en el aire para justo tras caer al suelo dar un pequeño salto y quedarme haciando el pino y comenzar a caminar con las manos lentamente la poca distancia que me quedaba hasta ella poniendo morritos esperando recibir un beso.

Asintió a lo primero, sabía que no debía pensar en los resultados. Pero la primera en juzgarse siempre era ella misma, y la presión de la calidad de su actuación, el saber que habrían pensado, el repentino pánico de no saber si había ejecutado mal un paso sin darse cuenta, todas esas cosas aportaban a un ánimo angustiado y depresivo. Pero no quería que Nine viera lo mucho que la había afectado los millones de errores que ya consideraba que habían cometido ambos. Si se iba a casa... no quería ni pensar en ello. 

Le devolvió el porro y volvió a recibirlo pronto, levantando la cabeza cuando el quiso ponerse de pie. Se volteó, ahora con el pecho hacia el suelo mientras le daba un par de fumadas al porro. Le sonrió, intentando fingir mejor ánimo, pero antes de poder decir nada Markus ya estaba dando saltos y vueltas cual Pato Lucas o ninja viajero del tiempo.

¿Qué? ¿Preparada para qué? - alcanzó a preguntar en voz baja un segundo antes de verlo correr hacia ella y dar una vuelta que, de no haber confiado absolutamente en sus habilidades, la habría hecho salir corriendo. En vez de eso, solo se encogió un poco y cerró los ojos cuando lo sintió demasiado cerca. Al volver a abrirlos, lo vio caminando en sus manos, mientras le pedía besitos, como un bufón. Pero SU bufón. Y no hubiese querido que fuera de ninguna otra manera. 

Gateó hasta acortar la poca distancia entre ambos y tras sonreír pícara, le dio su merecido y apasionado beso. Devorar sus labios era algo que jamás se cansaría de hacer.

Tras recibír mi beso, no pude evitar sonreír, para luego reírme y perder el equilibrio, volviendo al suelo.

-Bueno, busquemos una de esas pantallas para ver los resultados.

Al ir andando, vi una y decidí sentarme frente a esta pero casi no me dio tiempo cuando el director apareció en esta para anunciar los resultados.

-Vaya, ni queriendo...

ME quedé completamente callado observando los resultados y casi me estaba entrando una rabia hasta que vi a Nina. Entonces no pude evitar abrazarla.

-¡¡Estás dentro cariño!!-Y aun no había terminado de abrazarla cuando los resultados si terminaron, sin decir mi nombre, entonces seguí abrazado a ella, necesitaba recapacitar eso un poco y no quería que dijese nada al respeto por el momento, tal vez tenía miedo de soltarla y ver su reacción.

Sonríe al verlo caer, dándole un suave mordisquito juguetón en el hombro al escucharlo decir que busquen una de las pantallas. Si hubiese sido por ella jamás habrían visto los resultados. De hecho, ya no estaba muy segura de querer estar en ese lugar, no por como sentía que sería. Pero eso también le hacía darse cuenta de su ingenuidad. ¿Cómo no se había esperado que fueran snob con ellos y que los apartaran?

Se levanta junto a él, dándole un empujoncito a ver si logra que pierda el equilibrio de nuevo, pero al fracasar opta por solo tomar su mano y caminar junto a él hasta encontrar una pantalla, frente a la cual volvieron a sentarse.

Se quedó en silencio, con la cabeza apoyada sobre su hombro y acurrucándose con él, como siempre, buscando su cariño. Y a medida que pasaban los nombres, sintió su ánimo decaer, al borde de la depresión en tiempo record. Cuando pusieron el video de ellos dos, una sonrisa entusiasmada se dibujó en su rostro, apartando el nudo en su garganta. ¡Los habían aceptado! ¡Ahí estaban! Pero pronto esa esperanza se vio aplastada al darse cuenta de que si bien la habían nombrado, nadie había hablado de Markus.

Sintió el abrazo de Nine aún en shock, poco a poco la cólera apoderándose de cada fibra de su cuerpo. No se movió, mirando con resentimiento la pantalla que había traído las noticias. No podía creerlo. ¿Cómo se creían capaces de separarlos? Lo miró, tan optimista como siempre, tan desinteresado por su propio bien y sus deseos. Era su sueño, tanto como el de ella. ¿Cómo podía sonreír y abrazarla, cuando acababan de rechazarlo?

No, Markus… No estoy dentro… - lo corrigió, sabiendo que entendería cuál era el problema. Quizás había elegido ignorarlo, pero lo sabía más inteligente que ella, y lo suficientemente astuto para que esas cosas no se le pasaran por alto. Ella no iría a ninguna parte sin él.

Justo la reacción esperada, pero ¿qué podía hacer? Nada...

-Nina...¿Y qué quieres que hagamos?-Sabía que algo querría hacer, eso o irse conmigo.-¿Vas a ir a amenazar al director de que o los dos o ninguno? Dudo que eso sirva...

Miré hacia otro lado, tenía que pensarlo bien, si rechazaba eso, ¿debía permitir que olvidase la idea de entrar en la academia? Al fin y al cabo, las pruebas podría hacerlas conmigo. Era demasiado difícil.

Lo besa en la mejilla y, arrancando de sus brazos, se levanta. - No puedo quedarme aquí. No me parece correcto y no voy a esperar a que te vayas para hacer algo. - dice enojada, sacudiéndose el pasto de a manotazos - Siempre hemos estado juntos... - añade, deteniéndose de pronto, mirándolo con tristeza. No, no podía quedarse sin él. ¡Sus rutinas estaban basadas en Markus! ¿Cómo podría bailar si se fuera? 

Tú eres mis pasos. Simplemente no puedo quedarme sin ti. - toma la mano de Markus para acariciarla durante unos segundos, para luego soltarlo y salir corriendo en dirección a la oficina del director. 

Entró en el jardín paseando casi meditabunda, el aire fresco de la mañana le ayudaba a organizar su cabeza.

Estaba dentro de la academia y había llamado la atención, cosa con la que no terminaba de estar cómoda. Quizá si hubiese pensado antes de actuar habría pasato más desapercibida.

Había conocido gente maravillosa y a un chico que se le antojaba un gigante. Le gustaba físicamente, era alto y muy fuerte, y a nivel personal había visto que era muy normal, con cosillas frikis y muy agradable... Alessa jamás se atrevería a pensar en un flechazo, otras veces había creído estar enamorada pero las mariposas nunca habían aparecido y no veía por qué iba a ser distinto esa vez.

Será interesante conocerle.

No tomaba muchas decisiones de forma racional pero el tomarse con calma el conocer a alguien que le interesaba de primeras era una de sus mejores decisiones.

Miró al cielo y suspiró cruzándose de brazos.

¿Cómo será la vida aquí?

Sonrió entre avergonzada y divertida cuando miró el móvil y, mientras escribía miró a su alrededor. ¿Cuánto llevaba ahí? Al pensar en el desayuno las tripas le empezaron a sonar y lo más recomendable según su estómago era echarse "gasolina" antes de que se le hiciese demasiado tarde.

Guardó el móvil y paseó por los jardines hasta entrar en el Edificio Principal rumbo al comedor.