Partida Rol por web

La gran mayoría de las cicatrices, las de las operaciones al menos, estaban cicatrizadas. Los movimientos de cada uno de ustedes son rápidos, fuertes, precisos. No pueden acercarse a los hombres comunes sin que los miren con devoción. Los sirvientes, aún sabiendo que no son Astartes todavía, se apartan del camino con una inclinación de cabeza.

El menor sonido consigue que el instinto de combate los tenga listos. Recién comienzan el camino de servicio al Emperador, y ya son apenas reconocibles como seres humanos. Apenas son integrantes de la Humanidad que deberán proteger.

-.-.-.-

Esta mañana todos estaban listos, esperando al Sargento. Hace mucho ya que cuando él se acerca, ustedes están listos para formar fila en el exterior del refugio. Sin embargo, hoy es distinto. Comienzan a mirarse unos a otros; el Sargento debería haber estado aquí hace varios minutos ya. 

Pasa un cuarto de hora y comienzan a impacientarse. Deciden salir de todas formas.

Con el primer rayo de sol, por el camino de la fortaleza, aparece Iah. Camina junto con él un Explorador. Ambos visten los hábitos de combate: Armadura Astarte, coraza de explorador y capa camuflada.

Se detienen frente a ustedes, que rápidamente forman la fila acostumbrada. Saben bien que nadie debe hablar antes que el sargento. 

Iah se encuentra extrañamente serio. Comienza a pasear, lentamente, un pie delante del otro rítmicamente, frente a ustedes.

- ¡Reclutas! Tal vez no sean lo mejor que haya visto, tal vez apenas sean dignos de ser considerados candidatos para los Dientes de Sable. Pero han puesto su sudor y su sangre en aprender el Arte de la Guerra. Han puesto su mente y su espíritu en aprender los Ritos del Emperador. Han aprendido sus lecciones, y han hecho bien.

Pero tengo que decirles, que esto solo es el principio. Es lo más sencillo. Es el parpadeo de un bebé cuando comienza a ver el mundo. Mucho queda por aprender, pues un Astartes siempre está aprendiendo. Aprendiendo a Matar. Aprendiendo a Sobrevivir. Aprendiendo a servir a nuestro Emperador.

De un compartimiento en el pecho de su armadura, Iah toma un pequeño trozo de piel. La piel está curtida, tiene el aspecto de ser antiquísima, y está completamente cubierta de una fina escritura.

- Todo Diente de Sable debe tener algo en donde los Capellanes anoten sus glorias. Desde nuestro primer Gran Maestro, el Rito de Iniciación es simple: conseguir ese algo. Ese algo debe ser un fragmento de piel de Xrar. 

Se miran confundidos. El nombre les es familiar, pero no logran ubicarlo.

- Lo han oido lamentarse por la noche. Lo han oido cazar a lo lejos cuando entrenábamos. El Xrar es el segundo mayor depredador de Inanna. El primero... deberán ser ustedes.

Con un gesto de la mano, hace una seña al explorador para que se acerque.

El explorador deja en el suelo, frente a ustedes, una lona hecha un rollo. La extiende, y expone en su interior diversas armas: cuchillos, sables, arcos con flechas, hachas simples y de dos manos.

- Elijan sus armas. Volveré en unos minutos para guiarlos hacia la jungla más allá de nuestros límites.

Iah se retira unos metros. Cleptus se acerca a ustedes, y les dice en voz baja.

- Si quieren un consejo, organícense... la caza no debe ser individual, no hay deshonor en matar un solo Xrar y cada uno traer un pedazo de piel. Muy pocos se han enfrentado solos a un Xrar y sobrevivido.

Uno de ustedes intenta preguntarle algo, pero Cleptus los detiene. Luego. Tendremos tiempo mientras los llevo hasta allí.

Habia estado toda la mañana nervioso, o algo parecido, tenia algo en el estomago pero no sabia que era, asi que asumi que eran nervios. Una sensación que no habia tenido en meses y meses, desde que el entrenamiento me habia convertido en una herramienta, casi perfecta, preparada ha entregarse al maximo al mas menor de los problemas, obstaculos o queaceres.

Ya se hacerca Iah junto con un explorador, con unas plegarias, quito los pensamientos mas pesimistas de mi cabeza, y me preparo para enfrentarme a lo que me pidan, si me piden que corra, correre!, si me piden que trepe, trepare!, si me piden que me coma un arbol, malditasea lo echare a bajo a mordiscos. No me quedare con el mal sabor de boca de dudar ni un instante en que no hice todo lo que pude.

El explorar parece que es el que nos va ha acompañar, dejandonos a nuestro alcance, un puñado de armas de diferente indole, yo por mi parte lo tengo claro, aunque al principio me tienta el arco, pienso instintivamente que ese bicho sea lo que sea sera duro, y en cuerpo a cuerpo, hare valer mi nuevo y modificado cuerpo, para que duela. Para que le duela a él. Con una sonrisa, miro un par de hachas corta, intento que sean medianamente equilibradas, a dos manos pegare el doble pienso, ademas cogo una daga(o cuchillo), no quiero perder mi unico arma, asi que me aseguro cogiendo varias, de todas maneras aqui hay suficientes piedras y si hace falta matare lo que sea con lo que tenga a mano.

Mientras dejo sitio a los demas, hago algunas lanzadas con los habras, mirando a los compañeros con una sonrisa, intento buscar en la mirada a alguno que este dispuesto a ir con migo, si nos dicen que podemos ir en pequeños grupos, yo no perdere la oportunidad.

-He Czorf, como lo ves - digo mientras estiro ligeramente los musculos, tenemos que hacer los grupos ya.

Miro hacia las inmediaciónes, aun hay algunas de los palos , enteros, utilizados en la "pequeña" instrucción con Iah, de como 8 fornidos tios no podemos con un marine, cogiendo uno de los bastones, y algunas ebras de cuero, hago una improvisada lanza con el cuchillo. Ahora tengo un arma a distancia, que en las distancias cortas me haran mas peligroso. Lo que no me termina de gustar, es andar por enmedio del bosque, no termino de acostumbrarme del todo.

Todos miramos silenciosamente las armas. No hace falta ni que mediemos palabra alguna: todos sabemos bien cuales son los puntos fuertes y débiles de nuestro grupo, así que intuimos bien cual será la elección de nuestros compañeros, pese a tratarse de armas primitivas.

Me acerco a la lona, ago un saludo reverencial al explorador, y agarro un carcaj de flechas y me lo cuelgo del hombro, firmemente amarrado a mi pecho con un arnés de cuero. Lugo cojo un Arco que parece muy potente, pese a su reducía altura. Toco la cuerda para comprobar su grado de tensión. Me sorprende el hecho de que aún con mi fuerza de Superhombre, noto la potencia del arco al tirar de la cuerda. La madera es fuerte, robusta e inquebrantable. La cuerda debe de haber sido trenzada con algún material que no he visto en mi vida... Un arco de una manufactura excelente, si señor.

A continuación cojo un cuchillo ligero pero muy afilado, que ato firmemente a mi pierna con dos pequeñas enredaderas. Es muy improbable que se caiga o pierda a menos que yo decida usarlo...

Observo la jungla. Los ruidos entre la maleza son constantes a todas horas del día, en todas las estaciones del año de Innana. La bestia a la que vamos enfrentarnos... solo he oído rumores acerca de ella, pero tiene que ser terrible si Iah habla de ella con tanto respeto...

Me agacho a recoger algo de barro y hojas mientras mis compañeros se equipan. Embadurno mis brazos y cara con una mezcla de ambos, impregnando su olor y sus colores oscuros en mi cuerpo... recordando el entrenamiento de ocultación al que me sometieron los exploradores del capitulo, hacia ya tiempo...

"el sagrado codex Astartes nos dicta que los marines espaciales deben enfrentar cara a cara a sus enemigos, infundiéndoles el miedo... pero no somos aún marines, verdad recluta? Los exploradores que servimos al sagrado emperador dependemos de nuestro sigilo y nuestra capacidad de fundirnos con lo que nos rodea. Su ira esta con nosotros, por supuesto. Y nuestros enemigos nos temen, sin duda. Somos los ojos y oídos de los dientes de sable, tienen razones para ello...Todo marine del capitulo ha pasado alguna vez por el cuerpo de exploradores. Si tienes intención de servirnos, arias bien en aprender como cubrirte debidamente..."

Rennard mira como Temán y Larkin recogen sus armas, mira a Temán y recoge un hacha a dos manos y un cuchillo, recoge también un par de lianas con las que atar el cuchillo y que este no se pierda, la lucha será letal.

¿Te parece bien que formemos equipo junto con Graven si este acepta Temán?

He estado callado y meditabundo mientras Iah nos 'sermoneaba' a su peculiar estilo, diciéndonos verdades como puños. No somos ya humanos, pero tampoco podemos rozar el devastador potencial que despliega un Astartes en la lucha... debemos seguir curtiéndonos y ganar experiencia real para ser dignos de unirnos a las filas de los Dientes de Sable. Finalmente se nos informa del devenir del Rito de Iniciación: matar un Xrar, uno de los más feroces depredadores de este planeta, y conseguir parte de su piel para demostrarlo, algo bastante complicado.

Cuando el Hermano Explorador Cleptus nos muestra las armas a elegir y nos aconseja sabiamente me quedo unos momentos pensando sobre la mejor forma de abatir a semejante bestia. Observando como varios de mis camaradas eligen sus armas (Larkin, Teman y Rennard) hago un par de anotaciones mentales y finalmente escojo, tras asentir al Explorador a modo de saludo reverente, un flexibla arco (con su correspondiente carcaj de flechas) y una pareja de armas de mano, consistente en un hacha simple, aunque robusta, y un cuchillo de caza.

Vuelvo a mi anterior lugar, cerca de los demás, mientras que me cuelgo de la espalda en carcaj e, imitando a Teman y Rennard, afianzo el cuchillo con lianas a mi antebrazo derecho... pues necesito tenerlo a mano por si se da el caso. Mientras estoy en ello, a Rennard y Teman

Creo que ha llegado la hora de demostrarle al Emperador que somos dignos de unirnos como miembros de pleno derecho.

Por fin llego el día, ahora era el momento de demostrar que valíamos o que seriamos cadáveres que alimentarían al segundo depredador del planeta.

Aun no eramos los primeros depredadores y por eso el explorador nos dio consejos para que lo atacáramos en grupo, cosa que me pareció sensata al ver la cara de Iah y de como hablaba del Xrar.

cuando pusieron las armas ante nosotros pensé en que escoger y mientras lo hacia compañeros míos.

al final cogí un carjal de flechas, con su arco, pq a pesar de que no estaba entrenado en dicha arma al menos se llevaría un disparo antes de que se acercara, y podría servir para atraer a una de esas criaturas a una trampa, después escogí el sable, equilibrada donde las haya, y un cuchillo por si perdía todo lo demás que ate con dos cintas al muslo.

comprobé la tensión del arco como mis compañeros  a pesar de que era el primero que cogía en mi vida asentí a lo que mis compañeros decían de sus virtudes, haciendo algún movimiento con la espada para ver si estaba bien equilibrada, cosa que era cierta, y comprobado que el cuchillo estaba bien sujeto.

una vez terminado el proceso de escoger las armas y viendo los comentarios de mis compañeros les dije a todos los presentes:

Hermanos, Somos una escuadra, un grupo, un puño que golpeara con fuerza la presa que hoy hemos de cazar, ese puño que si el emperador quiere la traerá aquí la reliquias que en el futuro contaran nuestras hazañas para mayor gloria del emperador y quien sabe si hasta pueda que os las escriba yo si soy digno de hacerlo.

Pero como he dicho somos una puño, no una mano separada en dedos frágiles ante una piedra, luchemos juntos por ultima vez como hermanos pues no se sabe que nos deparara el futuro, honremos la caza de cada uno con la presencia de los demás compañeros, seamos el puño que el emperador necesita para defender a la Humanidad de las depravaciones externas.

Y con un grito levantando la espada hacia el cielo.

POR EL EMPERADOR!!!, POR LOS DIENTES DE SABLE!! POR NOSOTROS!! CACEMOS AL XRAAAAAARRRRRRRRR!!!!!

Ya es la hra del Rito. Todos conocemos nuestras habilidades y en lo que nos tenemos que convertir, la responsabilidad de esa carga. Algunos pueden pensar que seremos superhumanos, dioses, pero en realidad somos un muro. Un muro entre los terribles peligros de la Galaxia y la ignorante gente que vive en ella. Y no podemo presentar fisuras.

Me agacho hacia la pila de armas. El arco es mi primera eleccion, cuanto mas debil este una criatura que ataca en cuerpo a cuerpo mayor ventaja obtendremos. Despues, un hacha y un escudo para el combate a corta distancia, esperando que pueda aguantar los embates de ese ser.

Eh eh! Si lo matais todos con el arco no quedara nada de diversión para los demás. - Bromea Rennard viendo que casi todos cogen armas a distancia.

Ante lo dicho por Graven.

-Recordemos que es un animal terrible, no es un rito de iniciación como los que teniamos en nuestros mundos natales, es probable que más de un novicio haya caido, mi consejo es que los que vamos cuerpo a cuerpo formemos en el exterior, mientras los que llevais arco esteis en el interior. ¿Os parece bien?

Supongo que lo mejor seria tratar de acecharlo y una vez descubierto, dispararle hasta que se acerque a nosotros, entonces pasar al cuerpo a cuerpo,tal vez podamos disparar 2 flechas cada uno.-Sonrio.-Si no, si alguno es ducho en tal arte, podriamos preparar unas trampas, como un foso por ejemplo, y atraerlo hasta alli...

Czorf saludó con respeto al explorador. Atrás quedó el tiempo donde sus gestos de saludo eran extraños y rebuscados. Ahora es el saludo firme, marcial y común a todo el Imperio, cruzando ambos brazos sobre el pecho simulando el águila de dos cabezas.

Observó las armas y se decidió por una pesada espada a dos manos. Frente a la bestia desconocida duda que armas mas pequeñas puedan marcar la diferencia. Golpes fuertes y poderosos, lentos, sí, pero espera que decisivos.

- El arma mas  importante y letal, que sin duda nos diferencia de la bestia, es esta - se toca la cabeza, mirando a Larkin. - La bestia es todo instinto, nosotros tenemos instinto e inteligencia. Si pensamos, si evitamos avanzar a lo loco, sin duda podremos abatir a la bestia, Larkin. - Mira a Rennard. - Sí, sin duda deberemos cubrir a los hermanos que porten los arcos. - Luego se dirige a todos en general para exponer su idea. - ¿Qué os parece si la táctica a utilizar engloba la emboscada y "separar y vencer"? - Su mente piensa rápidamente, a pesar de la escasa información, realizando suposiciones y analizando las distintas opciones con la base que la bestia será pesada y muy fuerte, aunque no por elló ha de ser necesariamente lenta. - Utilizando un grupo de señuelo para atraer a una bestia hacia el resto que estará esperando con lanzas para recibir la embestida de la bestia. Las lanzas las podemos construir como acaba de hacer Larkin.