Partida Rol por web

Señor Pitchfor le agradezco las flores pero ... cree que soy yo uno de esos lobos?

tengo que empezar a escribir cartas de despedida porque moriré pronto?

-El señor Pitchford tiene razón. Si no hablamos, nunca descubriremos a los cultistas. Señorita Fletcher, no entiendo su actitud... Usted más que nadie en esta sala debería estar deseosa de encontrar a los culpables y así tener material para su novela. ¿O acaso esconde algo? Si es alguien de fiar, no debería por qué tener miedo.

En esta ocasión la ronda de votaciones no fue tan disputada, no hubo grandes discusiones sino que la mayoría asumió que la situación se podría alargar por lo que reservaron sus fuerzas. Poco a poco fueron poniendo un trozo de papel con el nombre de la persona sobre un recipiente hasta que se finalizo el recuento.

Bernard Quatermass era el nombre más repetido, a él le tocaba abandonar clanmurk.

La muchacha había entrado en shock durante todo el día, esta vez no pudo siquiera asomarse a mirar la brutalidad, para ella había sido suficiente escuchar que habian crucificado a alguien para quedar totalmente pasmada. Esto era un ultraje tal y una ofensa tan profunda contra todo lo que creía y defendía que quizo sentir ira hacia las personas sin corazón que estaban haciendo tan macabros actos, sin embargo los sentimientos que le llegaron fueron de tristeza, conmoción y miedo...su fé inquebrantable estaba siendo puesta a prueba. - Dios, ¿por que permites que pase esto en Clanmurk?, ¿por que nos castigas? - dijo con una voz casi inaudible - ¿Por que tus ojos, oh señor no se posan en nosotros?- La muchacha elevó muchas oraciones, con sus manos juntas y mirando hacia el cielo, hasta que perdió la cuenta de las vueltas que le daba a su rosario. 

Se hizo de noche cuando escuchó sobre el alter ego de Milos McNamara, decidió ponerse de pie y en actitud desafiante y sin saber muy bien a quien dirigirse, exclamó: - ¿No se dan cuenta de lo que han hecho?...han crucificado a un angel justiciero, pues eso era el señor Milos, nuestro protector - las lágrimas volvieron a sus ojos, pero su temple continuaba imperturbable, su fé golpeada no se dejaba vencer, levantó un dedo acusador y continuó - Dios los castigará, ¡no podrán escapar de su ira!...¡Su heraldo no puede haber muerto en vano!
 

-Betty, pequeño corderito... dios nos cartigará a todos.

estamos matando a dedo, sin prueba ninguna confiando en que nuestra votación es correcta pero... a la mañana siguiente encontramos de nuevo a alguien muerto.

me acerque al cristal y mire el lago congelado, la ventisca con la nieve, y pensé en todas las almas que estaban allí encerradas, si sus muertes fueron dolorosas o apenas sufrieron, esto nos había sobrepasado a todos.

Tras analizar la votación, Johnson se encaró con Fletcher. Sin motivo aparente y sin responder a las cuestiones que había planteado con anterioridad, la escritora lo había señalado y el arqueólogo quería saber por qué.

-Dígame señorita Fletcher... ¿Qué motivos ve usted para acusarme, eh? ¿Acaso la pregunta que quedó sin responder fue tan incómoda que la llevó a defenderse como un gato panza arriba? Me gustaría conocer por qué motivos me ha señalado... pues su alianza con Quatermass en esta votación se suma a las sospechas que ya penden sobre su persona.

A mi me gustaría saber por que la Señorita Nimri me a votado, Señorita, no voy a ser descortes ni acusarla de nada, no me ha demostrado nada al respecto para dudar de usted, pero visto que le defendí ayer me, bueno me gustaría saber el motivo de su voto...

Cutter estaba afectado,tenia tristeza en su mirada, no se esperaba ese voto.

-Como puede ver señorita, no estaba entre mis prioridades.-Comento el mago, un tanto tardío, a la pregunta de Jessica, después se supo la verdad sobre las habilidades de Milos.

-Bueno... Mis sospechas se hacen realidad, esos tipos son muy certeros... Pero... podemos suponer que al igual que Angela era una aprendiz, ese hombre también tuviera uno, la esperanza nunca se pierde querida Fräulein.-Comento a Betty Simpson, usando el mismo truco de las flores que uso con Fletcher, ya que esta ultima no quiso acertarlo.

-Tal vez yo pueda responder a eso Jack. Al igual que Quatermass, sois uno de los dos nombres que salieron en la noche, seguramente ha querido votarte a ti, porque cree que eres culpable.-Respondió al nervioso hombrecillo, mientras continuaba inclinado ofreciendo su truco al servicio.

Señor Pitchoford, disculpe que le corrija, pero no he salido a ningun lado, desde que aparecieron las muertes mi ruta a sido cama, cocina,salon,cocina y cama, si me estoy volviendo senil le agradeceria que refesque mi memoria.

-Por supuesto mi buen amigo.-La educación de unos no era igual a la de otros.-Se hablo de usted y de Quartemass, sobre que fueron los mas alarmados ante la muerte de Lisa la cultista, perdón si así no se llamaba pero creo recordar mejor su oficio que su nombre. Cuando por el resto de muertes no hicieron demasiado ruido. Y creo que Jeremiah puede corroborar mis palabras.-Comento aun inclinado, aunque no dudaria mucho mas tiempo de esa postura.-Pero no se de que se alarma tanto, si unicamente a sido votado por dos personas, yo mismo he recibido un voto y no le he pedido tantas explicaciones, de que tiene miedo.

Gracias por la aclaración, en verdad tiene usted razón, me alarme por esa muerte, pero mi alarma era francamente por le mero hecho de que parecia un crimen de novela negra, quedé tan abrumado que se me olvidó el de al lado, aun mas atroz si cabe, esa falta de atención se me señaló en su momento.

Jack se pone en una taza un poco de café, oscuro y humenante, no le pone azucar, antaño en su casa no se lo podían permitir y se le quedó dicha costumbre.

Come temer temo a la muerte, a estas muertes horrendas, no temo que la Señorita me diera un voto, me duele por que la defendí a capa y espada,solo es eso Señor.

Por lo visto sus palabras no habían causado el efecto esperado, la indiferencia de los demás frente a Dios le dolía en el pecho como si le hubiesen clavado una lanza. No le hacía mucha gracia que el único que le dirigiera palabras de esperanza fuese un mago, no podía dejar de desconfiar en estos y sus trucos impíos, además con todo lo que había pasado era difícil confiar en nadie. Sin embargo, no lo hizo esperar más, estiró su mano y recogió la flor que le ofrecía -Gracias, Herr Pitchford-. Hizo ademán de olerla y se paró en seco...¿y si esas flores fuesen venenosas?. Apartó la flor y la dejó caer al suelo, seguidamente levantó la vista y la fijó con impresión hacia los ojos del mago, buscando la maldad en ellos.

Sonriente bajo su perfecto bigote, recogió las flores y tal y como fueron se transformaron en una varita, que no dudo en guardarse.

-Niña precavida vale por dos, estáis bien enseñada.-Comento sonriente, sin un atisbo de molestia por el desprecio a su gesto.

Sin haber salido de su habitación en todo el día, sólo para ver el siguiente muerto.

Habrá alguna salida, seremos capaz de coger a los asesinos
.. dando vueltas una y otra vez en su despacho, sigue diciendo estas frases en voz alta....

-Señor Jhonson desconfio de usted desde el momento en que miro los primeros cuerpos, sabe desmasiado de otras culturas y esto mas de una vez se ha dicho que es obra una de hace muchos años.

y si es usted el cabecilla de esos locos que nos quieren matar a todos?

Mire a Cutter y me apene con él. Todo un caballero defendiendo y ahora..... de repente recordé que todavía me quedaban algunos bombones en la habitación. Seguro que le hacen olvidar por unos minutos el voto.

me acerque a él un poco indecisa. -Jack... toma, están muy ricos..... si quieres los podemos compartir, te quedan galletitas de canela? de esas que ponían con el café? le sonreí y abrazé.

tenia claro que tarde o temprano yo también tendría algún voto y Cutter era de quien mas me fiaba.

La joven antiquaria estaba pazmada y horrirazada. La matanza no cesaba y ella misma se habia encontrado votando y eligiendo quien debia morir por simples sospechas. Resultaba inhumano y en aquel momento, solo deseaba estar a solas. Ya no sentia que podia confiar en nadie.

-Ja! no deja de asombrarme su extraña manera de pensar, señorita Fletcher -el tono del arqueólogo destilaba ironía. Había pedido una justificación pero esta había resultado tan absurda que no hacía más que reforzar lo que en principio no había sido más que una corazonada.

-Esos argumentos se aplicaban mejor que nadie a la figura del fallecido Quatermass. Estudioso de cultos ancestrales, fue quien señaló que los primeros asesinatos no eran fruto del delirio de un desquiciado sino que obedecían a extraños rituales dedicados a una deidad desconocida. No sólo pareció no preocuparse por lo que sus dichos provocaron en los presentes, sino que además fue el primero en mostrarse indignado por la muerte de la mujer impía que servía a este culto. No sé, si alguien tenía todas las papeletas según sus argumentos, señorita, era él. Pero sin embargo, usted me señala a mí al igual que lo hizo el principal sospechoso. Que quiere que le diga. Si a eso sumamos su falta de interés por averiguar quienes están acabando con nosotros, siendo una reputada escritora de la novela negra, cada vez me convenzo más de que lo que oculta no es nada bueno.

-Señor Johnson, usted también estudia las culturas no es así?, y también entro en aquella primera escena de muertes, me equivoco?

Le he votado, esta claro, pero acaso esta muerto?

Esto cada vez es mas de locos, diga lo que piensa alto y claro que es lo que oculto según usted, quizá incluso me entere yo.

Escribo novela negra pero esto es demasiado grotesco como para plasmarlo en un libro y créame después de esto si salgo viva de aquí .... tardare mucho mucho mucho tiempo en escribir de nuevo.