Partida Rol por web

En la cubierta B se encuentra la zona de observación. Utilizada para ver las maniobras de atraque o para controlar a los equipos de salida. Dispone de dos grandes cristaleras y varios ordenadores.

- Por favor, no me diga que espera que nos tomemos de las manos o recemos juntos un pasaje de la biblia.- comento Taylor entrando con el felino entre los brazos, acomodado felizmente junto a su pecho.

Cuando entrasteis visteis un sillón con una botella de Whisky encima . La botella era bonita y elegante y al lado había siete vasos.

-Esta botella es de Macallan vale lo que 680 000 dolares la botella. El pecato di cardenale. Lo mejor de lo mejor. Y os invito a todos a beber y probarla. O a bebérnosla entera todo sea dicho. Pero disfrutándola. Así que nada de tomarnos las manos o rezar la biblia. Simplemente sera sentarnos abrir la cristalera de observación y disfrutar las vistas con un trago de este elixir de dioses.

Una vez entrasteis todo Kane abrió la cristalera.

La mejor vista de la nave.dijo una vez se había abierto

Lleno una copa para cada uno y se las doy.

Un brindis por la nostromo y su tripulación.

Poco después de acceder al puesto de observación, descubro de qué va eso del «ritual»: una botella de whisky. No sé cómo no me lo había imaginado. Sacudo ligeramente la cabeza, apoyando los codos en mis manos. ¿Por qué esta tripulación insiste en actuar de un modo tan poco ortodoxo?

—Kane, agradezco el detalle, y estoy seguro de que nuestros compañeros también, pero yo no bebo alcohol. Además, si me lo permite, desaconsejaría la ingesta anterior al inicio de la crioestasis. Es conveniente que el organismo esté lo más limpio posible antes de someterse a ella. —Suspiro, y sonrío para distender un poco mi discurso—. No obstante, ustedes pueden hacer lo que quieran. No dejen que les arruine la diversión... ¿Puedo prepararme un té, y así les hago compañía?

Cuando los postigos de la enorme cristalera se abren, una inmensa esfera de fuego ilumina la estancia desde el oscuro espacio. Aunque es realmente brillante, no llega a deslumbrar, y mis ojos recorren con fascinación su superficie, entreteniéndose en las erupciones y en los rizos ígneos que la surcan. Una vez más, pienso que a pesar de los milenios que lleva existiendo el hombre, su capacidad para crear belleza jamás igualará la de la naturaleza. Algo tan básico, tan simple y tan primario como un sol, una sobrecogedora bola de fuego del tamaño de muchos mundos, deja en pañales a nuestros mayores artistas, arquitectos o incluso científicos.

—Allahu akbar* —murmuro mientras contemplo absorto el fenomenal gigante. Después, mi atención se dirige a Samantha Taylor, que está cerca de mí. Le hablo relajadamente, aunque en voz baja—: Señorita Taylor, en algún momento del viaje, más pronto que tarde, me gustaría poder hablar con usted en privado, si no tiene ningún inconveniente. Una pequeña charla sin mayor trascendencia, pero quiero conocer su punto de vista con respecto a ciertos asuntos. Sin más.

Cuando Fénix entró, vio que el bueno de Kane tenia el mismo ritual que ellos, había traído otra botella de Whisky, un Macallan nada menos! El tío sabe en que gastarse los dineros. Sera día de fiesta?

Se sirve un vaso y se acercó a la cristalera. Le pone una mano en el hombro al capi y sonríe, mientras observa la magnifica imagen.

Taylor resoplo al ver el alcohol de nuevo presente. La humanidad habia llegado muy lejos en distancia pero seguian comportandose con los mismo convencionalismos sociales del lejano, muy muy lejano, oeste.

Aun de ese modo cogio el chupito y brindo con el resto pero sin beberlo lo dejo de nuevo en la mesa.- Yo tampoco tengo por costumbre consumir este tipo de sustancias, menos dentro del trabajo.- comento como si fuera una reprimenda.- A menos que prefieran el coma etilico a la capsula de sueño.

Sin dejar al gato en el suelo se acerco a Amar.- No tengo inconveniente en iniciar una conversacion con usted siempre que se entable en el contexto profesional, señor, menos si añade un té para mi acompañando la charla.

Al ver la botella sobre la mesa y los vasos no puedo dejar de pensar que Taylor tiene un poco de razón... parece que cada vez que damos dos pasos hay que tomarse un trago... por mi experiencia y por lo consejos del doctor Amar no creo que sea lo más adecuado beberse una botella de whisky antes de un hipersueño... sin embargo no quiero ser descortes con Kane, y menos tratándose de un whisky tan súmamente valioso.... así que acepto su copa, aunque solo sea para dar un pequeño sorbo.

Muchas gracias Kane... pero siento decirle que no soy un gran aficionado al Whisky, lamento que no pueda apreciar un whisky tan exclusivo... por cierto... no sé si debería preguntarlo, pero.... ¿de donde demonios ha sacado esa botella?...¿No la habrá robado...?  ¿No le habrán hecho precio porque David ha metido el dedito... no? digo bromeando...

Vuelvo a dejar mi copa prácticamente llena sobre la mesa... veo como el doctor y Taylor dejan igualmente sus vasos llenos sobre la mesa... me imagino como le puede quedar el estómago a Kane como tenga que beberse todo lo que hemos dejado los demás... desde luego iba a tener un sueño bonito.... y un despertar que ya no me quiero ni imaginar...

El espéctaculo de la estrella sobre la que orbitaba Thedus era realmente impresionante, uno nunca deja de maravillarse por la belleza de los distintos cuerpos celestes que te puedes encontrar por el universo...

Bueno compañeros, si no les importa, me gustaría revisar los mensajes y dejar uno a mi familia antes de prepararnos para el hipersueño, les dejo con el señor Macallan...

Kane, guárdeme el resto de esa copa para cuando lleguemos a la Tierra, en ese momento aceptaré gustoso el resto de esa magnífica bebida para celebrar el exito de la misión.

Una vez el resto han brindado abandono la cubierta de observación y me dirijo con mi portatil al puente buscando un poco de intimidad para poder mandar mi mensaje.

Vuelvo a entrar en la cubierta de observación.... puedo ver como la botella está bastante mediada... aunque los vasos de Taylor y el Doctor siguen intactos sobre la mesa...

Parece que Fenix, el Capitán e Illanka han aceptado la invitación de Kane... El ambiente parece distendido, a excepción de Taylor que mantiene su actitud seria, aunque parece que al menos en estos momentos parece más tolerante... no participa de la bebida, pero al menos no desprecia a los demás. El Doctor ha dicho que quería hablar con ella... a mi también me gustaría... como compañeros me gustaría que además de competencia profesional existiera una cierta confianza.

Mi semblante me imagino que no será el más alegre en estos momentos... desconozco si el resto de compañeros se dan cuenta de ello, pero intento disimularlo... mis problemas personales son eso, personales y el resto de la tripulación no tiene necesidad de tener que compartirlos y yo tampoco tengo intención de amargar un momento alegre...

Intento sacar un tema de conversación.... Bueno... Kane... disculpad mi ausencia... ¿qué?...¿ nos va a contar la historia de esa Botella, porque estoy seguro que debe tenerla...? Pregunto a Kane con una ligera sonrisa.

Asiento, escuchando las palabras de Samantha. Sonrío al oír su comentario acerca del té.

—Por supuesto. ¿Sabía que precisamente, una de las cosas que siempre llevo en todos mis viajes es un juego de té? Debe de ser que el subconsciente me avisa de que allá adonde vaya es probable que la gente que me rodea tenga otros gustos... —En ese momento, veo entrar de nuevo a Sebastian, que parece ensimismado y de rostro bastante serio. Me pregunto qué le sucederá—. Disculpe, señorita Taylor. Solo será un momento. Enseguida vuelvo. —Me acerco tranquilamente a Sebastian y le doy una leve palmada en el brazo para llamar su atención—. Hola, Sebastian. Te echábamos de menos. ¿Estás bien? —le pregunto, encogiendo ligeramente los ojos y con una sonrisa cauta que deja claro que me he dado cuenta de su estado de ánimo—. No pareces muy animado... En fin, solo quería que supieras que si necesitas hablar, no temas hacerlo. Sé escuchar, y me gusta hacerlo.

La vista era buena y los compañeros eran agradables en su mayoría. Tal vez taylor era muy retraída pero era joven y llevaba poco en esto. 

Cuando llevas años al final te das cuenta que esta gente es tu familia en el mismo grado que la que tienes en casa.

Bueno Taylor doc si no beben y pasa algo terrible será vuestra culpa.y a mas tocamos jajaja.

sonrío con la pregunta de seb sobre las botellas. El chico había ido fuera y había vuelto con mala cara por lo que vuelvo s servirle.

Hace unos años trasladamos contenedores sellados. Un sello estaba mal y se abrió. Pues bien ya no valía por que no estaba garantizada la pureza y nos ordenaron tirarlo. Pero claro Dallas dijo que mejor quedárnoslo. Por lo que tirando el contenedor vacío y guardamos las botellas en ingeniería donde no baja nadie. y todo por un precinto. Estos ricachones .jejeje

 El doctor se acerca a mi y me pregunta si me pasa algo... es evidente que ha notado mi pesar... No es nada doctor, simplemente estaba viendo los mensajes de casa... todo está bien, mi mujer y mi hija están genial, pero la distancia y el tiempo acaba tarde o temprano cobrándose un precio en los sentimientos de las personas.. me imagino que lo entiende. Comparto esta reflexión personal con el Doctor pues de todos los presentes es la persona con la que comparto una mayor confianza...

Escucho la pequeña historia de Kane sobre las botellas y no puedo resistir esbozar una pequeña sonrisa... Estamos en manos de ricachones... está bien que de vez en cuando alguna ventaja obtengamos de ello...

Me giro hacia Taylor y me alegro de verla compartir un té con el Doctor... bien, eso está bien, nadie tiene porqué ser un enamorado del Whisky o de la cerveza... o compartir los gustos y costumbres... tal vez, si entendemos lo que realmente le gusta a Taylor y lo respetamos es posible que evitemos situaciones incómodas... posiblemente hemos empezado siendo demasiado "campechanos" y no a todo el mundo le tiene porque gustar la "campechanía..."

Mi rostro se va poniendo serio a medida que Sebastian va hablando.

—Lo siento, Sebastian. Lamentablemente, hay muchas cosas sobre las que no tenemos control. Y sí... La distancia. Con el avance de la tecnología, pareciera que hubiera de convertirse en un obstáculo menos insalvable, pero las personas siempre seremos personas, y necesitamos comunicarnos, estar cerca de las personas a las que amamos... —Esbozo una sonrisa comprensiva, dando una palmada amistosa en el hombro de Sebastian—. ¿Me permites darte un consejo? Céntrate en las cosas que sí puedes hacer, en lo que está a tu alcance para lograr los objetivos que te hacen feliz. No dejes que tu bienestar dependa de variables que no puedes controlar. En pocas palabras: dedica tiempo a pensar y a planificar las cosas que harás cuando vuelvas a la Tierra, cuando estés de nuevo junto a tu familia. Las cosas que harás para demostrarle a Amber que la quieres y que eres el hombre de su vida. Disfruta de esos pensamientos, sé creativo, y no permitas que se conviertan en preocupación y en incertidumbre. —Mi voz adopta un tono enérgico—. Conocí a Amber, como bien sabes, aunque tú la conoces mejor que yo. Solo piensa que tú y solo tú sabes mejor que nadie qué hacer para sorprenderla.

Me aseguro de que Sebastian haya digerido todo mi discurso, y espero que no lo interprete como un intento de aleccionarlo. Sonrío.

—Y no olvides que si alguna vez necesita algo, no solo soy médico, sino también psicólogo... más o menos. —Río afablemente—. Ahora, si me disculpas, tengo una conversación pendiente con la señorita Taylor. Ha sido un placer hablar contigo, Sebastian. —Aprieto afectuosamente el antebrazo de mi antiguo paciente a modo de despedida, y me aproximo nuevamente a Samantha—. Siento haberla hecho esperar. ¿Le parece que vayamos a la enfermería para hablar?