Nasim, como tú abriste la puerta, estaba esperando tu post antes de seguir... (capaz que estabas esperando el mío xDDD)
Si si vosotros seguid que yo salvo que pase algo podéis seguir hablando y coleando. Y con cabeza podéis sacar lo que os haga falta.
Nasim dirigió una mirada de odio sempiterno hacia el roedor que huía, antes de cerrar la puerta de manera atronadora y regresar junto a Claire, intentando relajar un poco su ceño para no parecer hostil a su invitada.
- ¿Puede creerlo? ¡Era sólo una rata! Aunque bien podría tener algún implante para el esp... - Sacudió su cabeza al escucharse hablar con semejante nivel de paraoina. Aquél lugar le estaba afectando los nervios, aunque al menos tenía el consuelo de no ser el único con esa sensación. - Como sea, eh, creo que ya hemos cumplido con la puesta en escena. Diremos luego que lo nuestro nunca hubiera funcionado, o algo por el estilo, je.
La mujer se había asomado sin levantarse del sofá. Su cuerpo era pura tensión, su expresión, miedo. Cuando Nasim le dijo que sólo se trataba de una rata, suspiró aliviada, inclinó la cabeza hacia atrás, cerrando los ojos y se dejó caer sobre el respaldo del sofá esbozando una sonrisa.
-No sé qué se me había pasado por la cabeza- se dio un golpecito en la frente con la palma de la mano, riéndose por su propio miedo. Se inclinó hacia adelante, cogió la botella de agua y bebió un trago largo antes de dejarla sobre la mesa y mirar a Nasim -. Lo cierto es que, salvo el incidente de la rata me lo he pasado muy bien contigo- su mirada zafírea se dirigió hacia la tele, aunque parecía como si mirase a la nada -. A veces me olvido de distraerme y es cuando los recuerdos de sombras del pasado regresan...
Su rostro se puso regio mientras su mirada se enturbiaba... sacudió la cabeza para apartar sus pensamientos y se incorporó. Caminó hacia Nasim y se detuvo a su lado -Gracias y... no te preocupes- apoyó su mano con delicadeza en el hombro del indio y le obsequió con una cálida sonrisa -. Si preguntan, diré que nuestro encuentro fue ardiente pero breve como la llama de una vela...
Lo miró a los ojos un instante, antes de hacer ademán de irse, pero se giró momentáneamente y añadió: -Cuando gustes, puedes ir a mi casa. Te debo una botella de agua- guiñó un ojo y se volvió hacia la puerta.
Visteis pasar a la Ingeniera a paso firme y con cara de pocos amigos . Al veros en la puerta se paró.
Vaya me alegro que alguna haya mojado está noche.
- ¡Ah, Teniente Call! ¿Cómo está? Uhm, no se a que se refiere, pero le aseguro que el único que se ha mojado entero hoy he sido yo, en lubric... - Hizo una pausa y miró incómodo a las dos mujeres, fingiendo darse cuenta a último momento de la posible connotación sexual en el final de su frase. En realidad, todo era parte de su plan para hacer que el resto de la colonia creyera en una muy mal escondida relación entre él y Claire.
- ¡Ah, olvídelo! Por desgracia, la ingeniera Harker ya se retira. Han sido tres horas muy… intensas.
Luego del suspenso de esa última palabra, Nasim se giró hacia Claire, la cogió de los hombros con suavidad y fue acercando su rostro al de ella sin quitarle la mirada de encima, al menos no hasta besarle largamente la mejilla oculta de los ojos de la teniente Annalee. Aprovechó ese par de segundos para susurrarle algo al oído, y luego retrocedió con una sonrisa cómplice dibujada en la cara, sin soltarla todavía.
- Aunque usted sabe bien, señora Harker, que para mí ha sido poco. Hubiera deseado poder retenerla toda la noche para mostrarle bien a fondo toda mi gran… colección de films indios. Pero estoy seguro de que nos volveremos a encontrar pronto, je. ¿No lo cree?.
- Tenga mucho cuidado. Call nos vigila de cerca.
Aparente susurro lujurioso ;P
Harker, al ver a su superior pasar por delante de la puerta, se quedó petrificada. Por suerte, Nasim intervino, aunque la sutileza no era su fuerte y Claire bajó la mirada mientras se colocaba detrás de la oreja un mechón de su cabello castaño.
-Sí... debería ir a descansar. Estoy agotada- musitó mientras sus mejillas se tornaban rosáceas. Sabía qué los demás debían creer que ella y el indio habían tenido relaciones, pero no estaba preparada para la aparición tan repentina de Call... menos aún para que Nasim la sujetara por los hombros y la besara.
Claire abrió los ojos de par de en par, pero ayudó a dar credibilidad a la farsa llevando su mano a la nuca del indio, enredando suavemente sus dedos en los cabellos del ingeniero. Hacía meses que no sentía la proximidad de un hombre, aunque fuera una mentira orquestada por ambos, y su cuerpo reaccionó provocando un hormigueo en su vientre cuando Nasim le susurró al oído.
-Por supuesto. Ya sabes dónde encontrarme... y cómo- dijo, sonriendo y guiñándole un ojo a Nasim, aunque por dentro, era un mar de nervios.
La ingeniera seguia caminando con apariencia de estar muy enfadada y no se detuvo para hablar con vosotros.
Nasim siguió con la mirada a la teniente Call, mientras esta se alejaba haciendo ademanes de ira. El indio sonrió al darse cuenta de que, a pesar de su torpeza, la escena había sido todo un éxito y hasta había dejado expuesta una posible debilidad en aquella oficial de la compañía.
- ¿Ha visto cómo se transformó la cara de esa mujer? - Dijo con renovado entusiasmo, saliendo de un breve trance especulativo. - Hay dos posibilidades: O nos espía por trabajo o por celos. Si es lo último, podríamos sacar provecho de su deseo. Sólo hace falta averiguar a quién de nosotros dos le hubiera gustado reemplazar en esta noche tan "ardiente", je.
Claire suspiró aliviada al ver que la ingeniera Call continuaba su camino. Luego miró a Nasim, que seguía sujetándola por los hombros.
-¿Eres un poco... paranoico, no?- le preguntó con una sonrisa, aunque estaba lejos de ser una burla -Quizá simplemente pasaba por aquí y su mosqueo se debe a que no ha "pillado cacho" hoy...
Intentaba poner algo de racionalidad al asunto. Luego sus ojos descendieron desde los de Nasim, hasta las manos de éste. Harker tragó saliva.
-Esto... creo... que ya puedes soltarme, ¿no?- aquella cercanía la ponía nerviosa y se percibía claramente en su mirada.
- ¡Oh, discúlpeme! - Exclamó apenado, mientras retrocedía de súbito y bajaba su cabeza en señal de reverencia. - Lamento mucho si me excedí en mi rol de "amante".
Volvió a erguirse entonces y se paró un paso por detrás del umbral de la puerta, asegurando así una distancia prudencial, desde la cual no podría hacer más estupideces que incomodaran a la ingeniera, su única aliada frente a los planes inmorales que se urdían en la colonia.
- Nunca le faltaría el respeto, a menos que sea parte de nuestra mascarada...
Esa primera parte de sus ideas y sentimientos pudo expresarla con gran compostura. Lo que vino después fue más bien un amasijo de palabras, vagamente comprensibles en cualquier idioma.
- Y... Uhm, bueno... ¡Ah! Y también espero que usted, que... ¡Que siga bien!
Un oportuno portazo salvó al indio de su agonía, un gesto no muy cortés, pero que no podía ser peor que continuar con ese balbuceo inútil en el que se vio atrapado.
A la hora acordada puntual como un reloj. Sono la puerta.
Soy Call.
Nasim se había mentalizado durante toda la previa a la llegada de la oficial, pero eso no evitó que sintiera algo de pánico cuando finalmente la mujer uniformada llamó a su puerta. Por eso demoró algunos segundos de más en contestar, mientras respiraba hondo y ensayaba su mejor cara.
- ¡Ah, Teniente Call! - Dijo con fingido entusiasmo, al abrir la puerta y ver a Annalee. - Es un todo un honor tenerla aquí en mi casa. ¡Adelante, no me gustaría hacerla perder el tiempo!
El interior se encontraba inmaculado, sin rastros de su anterior encuentro con la ingeniera Harker, fuera el real o el ficticio. El indio volvió a sentarse en el mismo sofá e invitó a Call a unírsele, no sin antes ofrecerle una botella de agua mineral, la única bebida de la casa.
- Uhm, muy bien, iré directamente al nudo de la cuestión para ahorrar su preciado tiempo: He notado últimamente cierto disgusto de usted hacia mi, y por eso deseaba saber en qué estoy decepcionando su confianza y cómo enmedarme. Es usted todo un modelo a seguir para mi...
Te miro extrañada cuando dijiste que era un honor. Pero no dijo nada y entro.
Agua estará bien gracias. Comentó a tu ofrecimiento de una bebida. Hoy no tengo turno por lo que no hay problema.
Te escucho con atención aunque cuando hablaste de que ella tenía un problema contigo te miro extrañada.
He...haber...yo no tengo ningún problema.dijo un tanto nerviosa.igual puedo estar un poco más irascible por así decirlo. Llevo ya bastante tiempo en esta colonia y no logro acostumbraba. Pero te aseguro que no tengo ningún problema. ¿ qué has notado? O ¿en que te basas?
El indio escuchó el relato de Annalee con excesiva atención, mientras su mirada no permanecía quieta y recorría a la mujer de arriba a abajo, alternando mayormente entre sus ojos y boca. Suspiró aliviado al oír que la oficial no tenía ningún problema personal con él, y de inmediato se acercó un poco más a ella, entusiasmado por lo que percibía como fragilidad de parte de Call.
- Tal vez sólo haya sido mi impresión. Pero creo que, cuando despedía a la ingeniera Harker, usted tuvo un claro ataque de rabia. Y eso me tenía preocupado. Pero me tranquiliza saber que no hay rencores entre nosotros. Nada me gustaría menos que estar enfrentado a usted, teniente.
La ingeniera Call se puso un poco roja cuando recordaste el incidente.
Yo bueno. Eso fue algo...que...da igual no iba por vosotros la cosa. sonrio. Por mi parte no hay ningun problema. Y se bebio el vaso de agua de un solo trago.
- Uhm, bueno, supongo que en ese caso, no tengo más inquietudes. Le agradezco profundamente que se haya tomado el tiempo de atender a mi llamado. Es usted todo un ejemplo de oficial.
Lo siguiente fue acompañar a Call hasta la puerta de la manera más solemne que le fue posible, aunque estar vestido con simples ropas de gimnasio no lo ayudó demasiado. De cualquier forma, sentía que había cumplido con su objetivo, y no podía esperar un minuto más para mensajear a su cómplice acerca de sus avances.
- Un placer, teniente. Cuente conmigo para todo lo que necesite.
Claro claro. Un placer.comento algo turbada por la abrupta finalización de la conversación y por el no haber entendido nada.Nos vemos.
Nasim despertó temprano el día siguiente. Sus sueños habían estado plagados por visiones de extrañas criaturas parasitarias que se hospedaban en su corteza cerebral e iban extendiendo progresivamente una especie de manecillas por todo su sistema nervioso, logrando en poco tiempo convertirlo en un esclavo, prisionero de su propio cuerpo.
La idea lo acompañó toda la madrugada, mientras desayunaba su comida hidratada de alto valor proteico o mientras levantaba pesas en su gimnasio casero. No podía dejar de relacionar a los engendros de sus pesadillas con esa criatura que había visto el día anterior en los archivos de la caja negra encontrada a las afueras de la colonia.
Tras una rápida ducha, se apresuró a salir al exterior para despejar su mente de tan perturbadores pensamientos. Todavía era temprano para reportarse en el garaje, así que decidió visitar a la doctora María Salazar, con la esperanza de conseguir algún medicamento que lo ayudara a calmar un poco los nervios y la paranoia, que iban en ascenso.
No se si ya será otro día, pero por las dudas dejo esto posteado para no perder el ritmo y el vínculo con el personaje.