Partida Rol por web

Chase comenzaba a hartarse de Fritz. Y al parecer no era el único. Y no podía más que darle la razón al teniente, a López y a cuantos pensaban como ellos.

- Gracias, señor - murmuró tras el cumplido del teniente. Y luego, disimuladamente, le sacó la lengua a López llamándola envidiosa sólo moviendo los labios.

Y el cabo volvió a abrir la boca y subió el pan. Chase apretó los puños pero no dijo nada. Ni lo diría mientras el teniente estuviera allí.

Comenzaba a aburrirse de tanta palabrería. Por el rabillo del ojo vio como la otra cabo se llevaba la mano al culo apretando un poco y hablando de quemarse el culo. En ese momento se le ocurrieron una docena de chistes pero volvió a callarse.

No está el horno para culos… digoooo... bollos.

Al final no hizo falta decir nada más ya que López se encargó de decir lo que a él se le pasaba por la cabeza. Miró un instante a Fritz y después al resto.

 vaya unidad me ha tocado. Espero que en combate se mentalicen más…

En un momento de calma, cuando todo el barullo hubo pasado, Ayo se acercó al cabo médico, a solas, para evitar que la conversación se embarullara y tratar que las cosas quedaran claras, al menos entre él y ella.

-Cabo Oldencamp ¿Ha visto alguna vez uno de esos documentales de animales en que sueltan un lobo criado en cautividad? Ocurre que como no ha despertado el instinto en él, no conoce los gestos de los lobos salvajes, y le marcan, y le gruñen. Es duro, pero ese instinto puede despertar. Y debe hacerlo. Por su bien y por el de la manada.

Lo digo porque creo que está rodeado de marines y no deja de comportarse como si fuera un turista. No me importa eso en una situación normal, puedo soportarlo. Pero mis órdenes son claras. Y quiero que sepa que si en una situación de riesgo, frente al enemigo se sigue portando como un turista sin instinto de supervivencia, haré lo que sea necesario para protegerlo. Incluso de usted mismo. Aunque tenga que romperle todos los dientes para que aprenda a cerrar la boca.  

¿Entiende lo que quiero decirle?

Fritz estaba encendiendose ya el cigarrillo cuando Ayo se le acercó. Trató de no mirarla directamente cuando esta le soltaba el discursito, luego tragó saliva y asintió varias veces con la cabeza.

Gracias, Lovejoy... Dice, volviendo a asentir levemente dos veces mas. La verdad, no le apetecía oir eso, ya sabe que destaca demasiado en el grupito de lobos salvajes. Al menos se agradece que alguien le hable de buenas.

Parece que no todo el mundo parece salido de la chaqueta metálica.

Gracias.

Sonreí tras escuchar las palabras de Kurt dirigidas hacia mí. Debió de calarme bien durante aquel curso... Me apoyé en la pared y volví a mirar a los mandos. Me pareció ver sonreir al Sargento por toda esta situación, pero fue un segundo pues enseguida nos paró los pies a todos, aunque por sus palabras, sonó a un "hacer por hacer".

Entendido, mi sargento. Respondí tras sus palabras. ¿López Boys, señor? reí. Pues ha de saber que la mayoría de los mandos aqui presentes ya pertenecen a este priviligiado club. guiñe un ojo a Jordan. Miré de pasada al teniente, algo fugaz y volví a dirigirme al sargento, o estan a punto de entrar, quieran o no... mi mirada se dirigió al teniente Rasczak. (*) Que cabrón, está disfrutando con todo esto. No puedo evitar sonreirle

Luego noté como si una sombra oscura se cerniese sobre mi. Me puse alerta, aunque no sabía bien por que. En ese momento escuché una voz seria, casi fría, femenina. ¿Vrataski piropeandome? Un escalofrío recorrió mi cuerpo cuando la vi sonreirme. El sentimiento es muto acerté a decir. La verdad es que ni me esperaba esa reacción.

Me fijé en como Lovejoy miraba al médico. Le rompería la boca si pudiera, pero es lista y no lo hará. Bastante tiene con ser la niñera de Ricitos de Oro. No la envidio. 

Me coloqué junto a Chase, bien cerca. Veo que me equivoqué. Esperaba que me riñeses por no morderme la lengua y enfrentarme abiertamente al cabo, delante de varios mandos mas. ¿Dónde está mi marine canguro, el que no me deja meterme en lios con los superiores? Hago una pausa, pensativa. Ya se... ¿no estará perdido en el cuerpo de Jordan? le pregunté a Cassidy mientras reia.

-Aquí vamos de nuevo... drama y más drama, ya veremos en combate quién sostiene sus palabras... ah... Vrataski... emhh... es un Ángel... pero pensandolo bien, fría cómo un tempano... no dudo que sea uno de los elementos de mayor experiencia en esta unidad pero sólo sabe seguir órdenes y complementar misiones... hasta ahí llega su "Ángel"... ya no me gusta tanto...-

-Veamos... veamos... rifle de pulso...-

-Me parece bien... ni más ni menos... culata desplegable... 99 proyectiles, modos automático y semi a 4 proyectiles... 900 disparos por minuto... 2100 metros como máximo... efectivo a 500 metros, toda una belleza... aunque la teoría vale un pito a la hora de usarlo en combate...-

- AAAAH brownies de chocolate con helado... me caería bien uno de esos... tienen mejor pinta que Vrataski...-

Hasta la noche antes de vuestra partida el entrenamiento podría catalogarse de un infierno. Carreras con todo el equipo. Practicas de tiro. Recorrer los túneles de vapor de toda la estación para aclimataros al clima extremo. 

Sin duda nadie había pasado por un entrenamiento tan exigente como el que os había impuesto el Teniente. Pero para  vuestro animo el paso por el mismo. En ningún momento utilizo su rango para evadirlo. 

En mas de un momento todos estuvisteis apunto de caer. Pero os fuisteis ayudando para que esto no fuera así.

Era la ultima noche aun llevabais el equipo y no os habíais podido duchas desde que empezaron los entrenamientos. 

El Teniente os había ordenado reuniros a todos en una gran bodega de carga. En esta había dos grandes contenedores tapados con una lona con el símbolo de los Marines. 

Os estabais preguntando que pasaría cuando el Teniente apareció.

Marines. Os queda un ultimo entrenamiento. El mas duro si cabe. Cuando dijo esto os miro a todos. Exijo lo mejor...¡¡¡Y doy lo mejor!!!

​Y tras decir eso fue hacia la primera lona. Tiro de ella y descubrio duchas de campaña donde podríais ducharos. Ademas había cajas con ropa para que pudierais cambiaros.

Fue a por la otra y tiro de ella también.

¡¡¡Y aqui diversion!!! Cuando la quito había varios grifos de cerveza , así como una gran cantidad de comida. Balones , dardos y un montón de juegos mas.

¡¡¡¡Divertios!!! Es una orden.

- ¿El culo de quién? - preguntó antes de caer en la cuenta de que había preguntado por el cuerpo de la cabo. - No, nada... - y sonrió.

Minutos después ya no sonreía.

"¿Qué? ¿A que ya es más majo y agradable?"

Las palabras de López acerca del teniente le daban vueltas en la cabeza. Lo mismo que las alitas de pollo y la cerveza en su barriga.

¿Majo y agradable! Su puta madre...

Tiró de López casi tanto como ella de él pero finalmente pudieron completar todos el durísimo entrenamiento. Pero cuando el teniente comentó que faltaba el más duro casi se vino abajo.

¿Más duro? Eso sólo será posible si se trata de templar la polla en un yunque al rojo vivo.

Pero cuando vio las duchas hasta logró sonreír.

- ¡Señor, sí señor! - exclamó cuando dio la orden. - Si no hubiera sido el mismo hijo de puta que nos ha hecho sudar hasta le daría un beso ahora mismo - le comentó a López instantes después mientras echaba a andar hacia el primer contenedor.

Se quitó la ropa arrojándola al contenedor sucio y se puso bajo una de las duchas dejando que el agua arrastrase el sudor.

Se tomó la situación con ánimo positivo. Era un entrenamiento avanzado, de élite, que pensaba aprovechar. Se esforzó al límite, tratando de llegar al máximo de su capacidad en cada ejercicio. Y sólo le distraía el cabo médico, al que no perdía de vista, o cuando ayudaba y se dejaba ayudar con compañerismo.
Y de todas las penalidades por las que pasó, como vomitar varias veces, sufrir golpes, tirones, ampollas, quedarse sin respiración o una combinación de varias -quedarse sin respiración tras un golpe y vomitar, por ejemplo-, lo que peor llevaba era el hecho de no poder ducharse. Se había acostumbrado al lujo del agua y ahora tenía la ropa pegada, casi como si estuviera mohosa y echara raíces debajo de la piel. El equipo le molestaba, empezaba a picarle y le raspaba cada costura.

Pensaba que la ducha era un lujo inalcanzable en el combate, y que las carencias y la falta de higiene provocarían tantas bajas en las guerras como las armas enemigas. Así que se esforzaba en no rascarse, en tomárselo como algo normal, como hacían sus padres con el polvo abrasivo de la mina metido en todas partes. Trató de no ver la ducha como una opción.

Por eso, cuando el teniente destapó las duchas de campaña, se quitó el equipo y la ropa como  lo haría un viajero que tras vagar perdido por el desierto hasta perder la esperanza de salir con vida encuentra un oasis.
Y se metió en la ducha como si no hubiera nada ni nadie más en el mundo.

Habían sido los días más duros de toda mi vida. Sudé y lloré sangre hasta llegar a cumplir con las metas. El túnel aquel, con el vapor, fue una pesadilla. Entre el calor y la humedad el uniforme se nos pegaba en la piel, en mi caso, me salieron unas bonitas rozaduras en el interior de los muslos y cuando inhalaba ese vapor caliente notaba como me ardian los pulmones.

Lo mejor de todo, el olor a ..... como describirlo?? No creo que ningún ser vivo se atreviese a acercarse a ningún miembro de esta unidad. No se hasta que punto nos había preparado el teniente, de lo que si estaba segura era de que éramos armas biológicas vivientes. Y nuestras botas.... armas de destrucción masiva.

En algún momento podíamos asearnos algo, pero nada de duchas, nada de cambios de ropa... y se notaba. La tela de mi uniforme, cuando secaba, se volvía dura y rígida, era una segunda armadura. Por fortuna Chase estaba siempre pendiente de mi, al igual que yo pendiente de él. Pero no fue el único. Al final todos cuidamos de todos, hasta Oldenkamp me trató las rozaduras de los muslos disfrutando tambien del momento, aunque lo disimuló muy bien.

Quien no defraudó y me demostró que era como pensaba fue el teniente Rasczak. Siempre estaba allí, pasando el mismo infierno que nosotros. Dando ejemplo, siempre en cabeza, siempre el primero. Animandonos incluso cuando se le veía que no podía más, eso si... a su manera. Lo cierto es que, a mi modo de ver, el muy hijo de puta había logrado unirnos a todos con su peculiar sistema y nos había dado grandes lecciones, tanto de compañerismo, como de resistencia o fuerza de voluntad...

Sabíamos que ya era la última noche, estábamos más rotos que enteros. Si piensa que mañana voy a estar en condiciones de coger siquiera una pistola y levantarla, lo lleva claro... señor... murmuré a Cassidy cuando estábamos en la bodega de carga.

Apareció el teniente, anunciando un nuevo entrenamiento. No sabía si reir o llorar. Oh vamos! Si tiene que estar tan machacado como nosotros!.

Cuando el teniente retiró la primera lona y vi las duchas, miré a Chase, sonreía como un niño (*)

Señor, sí señor respondí junto al resto. ¿Diversión? Ojalá pudiese enseñarte lo que es diversión... pensé mientras le lanzaba una mirada lasciva al teniente... la cual interrumpió Cassidy con su comentario y marcha a las duchas. Y quien no iba a quedarse sin una era servidora... la que se queda con las ganas de darle un beso soy yo, Cassidy. Le dije mientras le adelantaba trotando y riendo hacia una de las duchas y me iba quitando a lo bestia el equipo y el uniforme. Gracias, señor dije al pasar junto a que Rasczak. ¿Se apunta a la ducha conmigo, señor?

El entrenamiento fue un infierno, por suerte para mí, lo que otros llaman infierno, yo lo llamo hogar. Cuando nos sale el teniente con cerveza y duchas para asearnos, lo agradecí de verdad. Una vez aseado, me puse ropa semiformal, pero no iba a emborracharme ni nada por el estilo.

Una vez puesto con los demás, me sente con una jarra de cerveza en mis manos y algo de comida en una silla, para luego relajarme, pensando para mis adentros. Recuerdos de misiones suicidas llegan a mi mente, caras de antiguos compañeros que estuvieron alli. Incluso cuando mi mejor amigo murió en aquella misión. Saqué una foto que nos hicimos juntos y me puse a mirarla. En una parte de la foto, ponía "los ángeles del apocalipsis"...

Esos días fueron jodidamente un infierno, había entrenado en las fuerzas especiales y aquello podía rivalizar con los entrenamientos que sufrí en ellas. Pero aun así el sufrimiento iba por dentro. En los últimos entrenamientos algunos músculos y articulaciones encendieron la luz de alarma, temí que fuera a quebrárseme alguno de ellos, pero al final resistí. Tampoco podía mostrar flaqueza al resto.

Pude apreciar con alegría como entre todos sacaron el entrenamiento adelante, al final aquello no era solo para reventarnos.

La última noche al fin llego. Portando el equipo ya algo desgastado y mi ánimo casi por los suelos. Escuche como quedaba otro entrenamiento “Joder que alegría, no hay como entrenar un poco al día” Pensé irónicamente tras echar un suspiro aceptando la orden y mentalizándome.  Pero por fortuna solo era un regalo antes de partir.

Deje caer el equipo al instante aliviado “Una ducha o si señor y luego unas cervezas bien frías” Pensaba ignorando si podía ser o no otra trampa, me daba igual, al menos me llevaría ese momento de placer.

Me quite la ropa y me metí en la ducha, sentir el agua correr por mi cuerpo me relajo, tanto que el dolor broto ahora sentía punzadas en mi cuerpo en lugares que ni conocía, pero el gusto era mayor que el dolor “Mierda pues sí que tenía mierda encima” Me dije al ver como el agua se volvía marrón al tocar mi cuerpo.

Después de unos minutos acabe de ducharme, me puse un pantalón cómodo y una camiseta, luego agarre una nevera de esas de campo llena de hielo, introduje una buena cantidad de cervezas, despues me sente en una sillón algo deteriorado que había por allí.

Abrí la cerveza y la di un gran trago. Qué Jordán ¿Te apetece uno? La pregunte.

Disfruté de la mejor ducha de mi vida. Noté como el agua relajaba mi musculatura, como volvía a hacerme sentir viva de nuevo. Todas las tensiones de estos últimos días se desvanecían arrastradas por el agua junto a la mugre y el mal olor acumulado. No podía sentirme mejor, al menos en este momento.

 Al salir, me dirigí a buscar algo que ponerme.  (*) Entontré ropa muy de mi estilo, lo cierto es que me resultó curioso encontrar algún que otro top. Vi con agrado que todos estábamos poniéndonos cómodos, unos aún seguían en las duchas, otros ya se acomodaban con bebida o comida en sus manos, me acerqué a las viandas. Tenía hambre, mucha mucha hambre, miré de reojo al teniente. Vi la cerveza.. a raudales... Señor!? No hay otra cosa que no sea cerveza para beber!? me quejé en voz alta mirando hacia el techo y me puse a buscar algo de agua, o un refresco... un poco de whisky quizás? Murmuré mientras rebuscaba entre las copas, platos y demás. Hacía mucho que no bebía alcohol, sobre todo despues de aquel cumpleaños en el cual la pillé tan gorda que acabé bailando sobre la barra del bar, completamente desnuda... Chase vino a mi rescate, me cubrió con una chaqueta y me tiré todo el viaje a la base tirándole los trastos y acosándole... Por fortuna es un episodio que Cassidy no quiere que recuerde y no lo comenta... demasiado a menudo. Pero, después de una paliza así, me vendría bien un buen trago, pero... cerveza, la bebida de las nenazas.

Cassidy! Has muerto y estás en el Cielo! me puse a reir. Sólo tienes litros y litros de cerveza a tu disposición. reí nuevamente. Mientras encuentro algo más fuerte para beber.. ¿os sirvo una copa? Que no me guste la cerveza no quiere decir que no sepa tirarla. Comenté mientras miraba a mis compañeros, ¿Doc? ¿Kurt? A ti Chase ni te pregunto, dije mientras le ponía una y se la tendía. ¿Vratasky? ¿Reagan?¿Fisher? ¿Qué decís vosotros, cerveza? les sonreí.

(**) ¿Teniente Rasczak? me giré hacia él. Nos acompañará tambien en este...  entrenamiento, ¿verdad?  tenía una copa llena de cerveza en la mano, recién tirada y se la tendí. Notaba como me empezaba a temblar el pulso. Por dios, que lo coja o la rechace ya... antes de que la vierta toda por el suelo y se de cuenta de la temblequera. Le pondría otra cosa señor, pero sólo veo cerveza. Le guiñé un ojo tratando de no ponerme colorada ni más nerviosa. Aunque he de decirle señor, que esto no me lo esperaba. Nuevamente gracias. Le sonreí mientras notaba que me ruborizaba un poco. Joder! Realmente necesito esa copa!

Miro la jarra y compruebo que ya me la había bebido.

- Por favor, una aquí Sandra, si eres tan amable.

Dicho eso, entre que me sirve y no, pongo el holograma portatil para seguir memorizando los planos de las instalaciones.

- ¿Y a qué esperas? - le contestó a López cuando habló de besar al teniente. - Seguro que vestida así no te dice que no - le dijo una vez que se hubo quitado toda la ropa.

Al final Chase salió de la ducha y se enrolló una toalla en la cintura. Se dirigió al contenedor de la ropa limpia y se dedicó a buscar ropa de su talla sin dejar de silbar una canción que le había venido a la cabeza¹.

Cuando llegó a la zona de las cervezas aceptó una de manos de López agradeciéndole el gesto con una sonrisa.

- Tiemblas como una colegiala, López - le dijo con sorna. - Ten cuidado no vayas a tener que cambiarte de ropa de nuevo.

Cuando empezó a sentirse mal por el desperdicio de agua, se secó y buscó algo cómodo. Ropa interior, un mono de trabajo, y unas zapatillas. Se sentó en uno de los reposabrazos del sillón de Hammer

-Permiso

para agenciarse una de las cervezas de su nevera, con una sonrisa. Estaba fresca y sabía a gloria.

El entrenamiento habia sido de los mas duros que nunca habia visto.El cabron del teniente nos hizo sudar sangre y comer tierra y polvo en esos ejercicios.

Afortunadamente conseguinos terminarlo con buena nota.Puede que algunas veces fallaramos , pero al final se forjo una gran familia.La familia.. algo que hacia mucho tiempo que no conocia.MI padre pasaba de estacion en estacion con sus amigos de chaquetas elegantes.Hacia ya mucho tiempo que no lo veia.Ambos pertenecemos al ejercito y pocas veces coincidiamos.Lo echaba de menos.

Cuando el ultimo dia terminamos, el teniente nos premio.Si.Literalmente.Dos cajones llenos de diversion e higiene personal.Menos  mal!Ya olia tan mal que hasta Pixer hacia escapadas para alejarse de mi de vez en cuendo.Cuando vimos las duchas, Lopez , Ayo y yo nos sonreimos mutuamente: Menos mal...eramos unas cerdas...pero no en el buen sentido.

Dios mio!!Tenia los pies fatal y me dolia todo.Esa ducha me hizo relajarme.Creia que me moria sintiendo como el agua me recorria entera. Hasta Pixer se tomo un ligero baño.

Al salir vi que Chase me miraba y  rapidamente me cogi la toalla y me fui a vestirme , ruborizada.Me puse algo comodo y normal.

Vi a Lopez tontear con el Teniente, y cuando me miro de reojo la hice un gesto de "Animo, ya es tuyo!".

Despues me derrumbe en una tumbona al lado de Hammer.

-Que si quiero?Dame una y guardame otra viejo amigo!-Le digo con una risa.- Al final parece que podemos trabajar juntos.Incluso Fritz a aprendido a no quejarse.

Cogi el HoloVisor  y llame a mi padre:

-Hola, cariño.Cuanto tiempo!Como estas?

-Hola Papa.Si, hace ya mucho.Por aqui todo bien...El teniente nos esta dando para el pelo con el entrenamiento.

-Como debe ser!!No esperaba menos de el ,hija. Saludale de mi parte.

-Lo hare papa...Queria preguntarte, papa...que sabes de mi destino?

-Es confidencial, hija.No puedo decirte nada mas que el coronel no te haya contado.

-Esta bien...te echo de menos, sabes?Casi es Navidad y..estamos tan lejos..

-Asi, es la vida de un marine....yo tambien te hecho de menos.Puede que te haga llegar un regalo cuando llegues A Nueva Nueva York.

Se tomo una ligera pasusa com pensando que iba a regalarme- Quizas un juguete para Pixer?Que tal esta mi viejo amiguito?

-Bien papa.-dije sonriendo.-Como siempre, igual de travieso.El tambien te echa de menos..

-Hablando de viejos amigos, quien demonios esta a tu lado.Hammer?Es Hammer?Ponme con ese maldito hijo de puta!

Gire el Holovisor para que ambos se vieran y se saludaran, aunque Hammer ponia cara de  "NO..NOoooo"

-Eh, Hammer...espero que estes cuidando de mi chica!O tende que patearte el culo yo mismo ,sargento!Cuando demonios vas a pedirme su mano, hijo?!!!Se te va a pasar el arroz..!!

-Papa!!-Dije con asombro mirando a Hammer con sonrojo.

Me da que me mejor me ducho luego, que parezco un lego al lado de tanto playmobil. Pensó, cuando el teniente descubrió las duchas. Conociendo a este hijo de puta, seguro que sueltan ácido o solo tienen agua fría... Há..

Se da cuenta de que se le apagó el cigarrillo y toma su encendedor, un Zippo bañado en plata con una inscripción en alemán ("Orgulloso de ser alemán"), se lo había regalado su hermano cuando cumplió dieciocho años. Un gran regalo.

Acciona el mechero y se enciende el cigarro mientras se dirigia a donde el teniente había situado las bebidas y toda la parafernalia. Es que beber cerveza ahora... Ahhh... Se sentó en un taburete y se rascó la nariz, fumandose el cigarrillo. 

Al menos la paga es buena.   Vale la pena aguantar a esta gente... Pero no demasiado.

Sonreí ante la llegada de Lovejoy, desde luego en la unidad teníamos a unas mujeres más que duras, yo mismo evitaría molestarlas por no tener que enfrentarme a ellas.

Luego llego Jordan, la humedad hacia que la ropa se le pegara al cuerpo. No podía negar que era como esas flores carnívoras, bellas pero peligrosas. Sin dudarlo tomo una de las cervezas y se sentó.

Eso parece, aunque hiciste un buen trabajo en el entrenamiento. Comente con una sonrisa amable. Ella tenía el talento para ser algo más que un sargento o teniente, no debía ser carne de cañón. Era eso o realmente no deseaba ver como arriesgaba su vida en cada tarea, por ello prefería tenerla al lado, para cuidarla, aunque era mejor no tocar ese tema. Se ponía como una gata rabiosa cuando se tocaba.

Joder! Exclame sin querer al ver al General en el holograma, casi se me cayó la cerveza.

Señor es un honor verle. Conteste a lo primero, para luego mirar de reojo a Jordan. Con todo respeto Señor, ella es la que cuida de mi si le soy sincero. Dije ante su primer comentario. Aunque al escuchar el ultimo me sonroje y titubee, no sabía que decir “¿Cómo hacerle algo así a nadie?” Pensé, mi destino era morir en combate, eso lo tenía claro, el tema era saber cuándo y no me podía permitir herir con ello a nadie y menos a Jordan. Mi destino era estar solo y que nadie me extrañara, así no cargaba con nada cuando combatía "Aunque en otro momento y situación. Si no fuera militar, a lo mejo...." Me dije, pero al final eso era una locura, la realidad era la que era y no es que fuera un valiente en esos terminos.  General creo que ya se me paso el arroz y entre nosotros Jordan merece algo mejor. Comente en tono bajo. Señor me temo que ya soy mayor para nuestra Jordan. Por cierto aun me debe una cena después de la última apuesta, espero que a nuestra vuelta nos invite a Jordan y a mí a ella. Acabe por decir. Por usted Señor, Uahhh!!!! Dije brindando por él.

Sentada en el reposabrazos del sillón de Hammer, tuvo que arrastrar su culo hasta el borde para no salir en la imagen del holovisor.

Y no pudo evitar ser testigo de la conversación. Primero pensó que tenía que ser una pesada losa vivir tratando de hacer sentir orgulloso a un padre de un rango tan alto. Y que tenía que ser todavía más duro tener una hija de misión en misión, sobre todo si sabes de primera mano lo que se puede llegar a sufrir. Pero enseguida se dio cuenta de que un padre es un padre, da igual de qué rango sea... y cuando el hombre, medio en broma medio en serio achuchó al sargento, Charlotte se sonrojó y Hammer se excusó elegantemente alegando ser demasiado mayor, pero dejando una puerta abierta con el típico truco de apostarse una cena, le supo un poco mal ser testigo de una escena tan familiar, y sintió una mezcla de diversión por lo cómico de ver a sus superiores en un brete así y de nostalgia por su familia, a la que, claro, también echaba de menos.

Y los miró con cariño. Levantó su cerveza y dijo con una sonrisa, divertida pero un poco melancólica dijo, no muy fuerte:

-Uh Ah!

para luego beber un trago a su salud, pensando algo así como "que seáis felices chicos. Seguro que podréis".

El teniente estaba ausente. Su cuerpo estaba a mi lado, pero la cabeza no... O quizás sufriese de sordera.... En ese momento escuché a Eraser pedirme otra jarra. Jarra? Hay jarras??? Miré la montonera de vasos y copas y.. efectivamente, también habían jarras, vasos de tubo, de chupito.. Si hay tanta variedad de vasos ha de haberla de bebida. Dejé la estúpida y ridícula copa con cerveza que tendí inútilmente al teniente y extendí mi mano hacia las jarras.

Cogí una jarra, la cual me llamó mucho la atención y consideré que le pegaría a Eraser y se la llené de refrescante bebida de nenazas.. con su justa medida de espuma. Miré de reojo al teniente. Ahí seguía... sin inmutarse. Con permiso. Y sin él... gruñí ¿por qué me sentaba tan mal que me ignorase así?

Me acerqué a Eraser con la jarra y se la tendí. Toma grandullón. Le sonreí, y no te acostumbres a que te sirva... le saqué la lengua. Luego vi el holograma y pasé mi mano sobre él. Y deja de estudiar ya! A divertirse! Órdenes de tu teniente!¿Recuerdas? Y estudiar no es divertido...Le susurré Luego tienes que hablarme de esa foto que mirabas... estabas triste... ¿tu chica?¿algún Eraser chiquitito? Volví a sonreirle y le dí una palmada en el hombro.

Alcé la cabeza y pude ver a Hammer, Lovejoy y Jordan y.... un holograma? en el mismo sitio. Lovejoy parecía algo incómoda por la conversación que mantenian Jordan y Hammer con el personaje del Holovisor.

Doc aun estaba sin ducharse y fumando en un rincón...  joder, vaya médico.... ¿no sabe que la falta de higiene personal puede acarrear una diversa gama de enfermedades? El resto supongo que aun andaban en las duchas o vistiéndose.

Regresé a la zona de bebidas, tenía la esperanza de encontrar ese trago que buscaba y de que el teniente despertase.... Llegué a la zona de los grifos de cerveza. Bien López, la cerveza está aquí... botellines allí... todos los vasos y demás en ese lado... Dí la vuelta a la zona de los grifos. Premio! "Exijo lo mejor...¡¡¡Y doy lo mejor!!!" recordé. Allí habían varias botellas de whisky, ron, ginebra, tequila.. no muy lejos refrescos.

Cogí una botella de whisky y un par de vasos de chupito. Lo coloqué sobre la mesa que estaba allí al lado. Un chupito frente a mi, el otro justo al otro lado, y los llené. Cogí el próximo a mi, lo elevé y me lo bebí de un trago. Esto si que es gloria bendita. Mire a Chase, apostaba que aun no se había dado cuenta de que estaba bebiendo alcohol. Volví a llenar mi chupito y repetí la operación. Si sigo así en media hora estaré K.O.

Me agaché a mirar en los refrescos, a ver si, por fortuna, encontraba mi bebida para combinar con el whisky favorita. Y volví a tener suerte, al menos la marca estaba.... Nuka Cola, la única... ahora sólo a ver si veía... sí! Sabor plátano! La combinación perfecta con el whisky. La coloqué sobre el mueble sin levantarme, buscando alguna que otra botella más para poder ponerla a enfriar... Demasiada suerte seguida, quizás el destino quiera compensarme por la charla fallida con el teniente.