Partida Rol por web

Tres dias Sargento. A Eridani a la Colonia de Nueva Nueva York. Por lo visto hay una enorme plaga de ratas topo. Hay que meternos en sus madrigueras y eliminar el problema.

​Por lo que partiremos dentro de tres días de extenuante entrenamiento. Luego tendremos una semana de sueño en un congelador.

Respiro tranquila cuando veo que el teniente parece no darle importancia a mi risita, a la par que se me ponen los pelos como escarpias cuando le escucho decir eso de "una semana de sueño en un congelador". ¿Como voy a conseguir dormir "tranquilamente" durante una semana?

Acto seguido escucho a Eraser responder al sargento ¿Qué haces loco? Este no es el momento. Miro a Kurt con ganas de reñirle y darle dos collejas, con los ojos muy abiertos y apretando la boca, pero no emito ni una palabra. Lleva mucho más tiempo en el cuerpo que la mayoría de los presentes, es el mejor en su trabajo, mi heroe y mi protector, pero a veces peca de ser demasiado sincero... o inoportuno.

Escuche el comentario del tal Eraser, pero lo cierto eso no mermaba mi autoridad, no era alguien inseguro, por ello lo obvie, a menos que fuera a más. Dado que la cosa cambiaria, aunque contaba que todos los que estaban allí éramos veteranos, pero no podía negar que a veces eso podía ser contraproducente. Por lo pronto estaría bien que en esos tres días no nos matáramos entre nosotros.

Por ello solo me quede en mi posición esperando la orden del teniente para movernos "Tres dias de entrenamiento y luego una semana de sueño ¿Que mas se puede pedir?" Me pregunte, ironizando con ello. Aunque eso de ir a matar unas ratas me seguía sonando a coña.

Yyyyy ahi esta!!- Pienso para mi mientras miro a los  soldaditos hacer su funcion.

Cuando aprenderan que cuando un oficial superior habla hay que callarse y no preguntar.Solo uno con alto mando puede hablar y preguntar. Los soldados no necesitan saber nada, solo las ordenes y para eso esta su suboficial.

Demonios, ni yo misma me puedo permitir el lujo de preguntar nada si Hammer esta presente..es cuestio de educacion.Y la educacion en el ejercito se paga a base de guardias nocturnas y pelando patatas en las cocinas de la base durante 1 mes.

Luego miro a nuestro Cabo Medico.Pobre Fritz, no estaba costumbrado al combate...espero que fuera mejor medico.

Lopez, Lovejoy...Pequeñas hijas de puta recien salidas del centro de los marines con ganas de follarse al mismo diablo.Su actitud y seguridad en si mismas me recuerda a mi, cuando tenia su edad. Y aprendi por las malas que bailar con la muerte podia dejar marcas como mi cicatriz.

Por el resto, los novatos, vi como miraban al teniente como si fuera Dios. Solo espero que ninguno se corte un brazo como "fan" suyo.

Asi que Ratas topo,no? Ya!Solo espero que las ratas gigantes no nos destrocen.Cuando el teniente dice que son solo ratas gigantes, viniendo de un tio con los cojones de acero y la lengua partida en dos.. seguramente seria algo mas grave.Para las labores de limpieza estan los del Sector-5 y un grupo de soldados elegidos a la carta.Somos lo mejor de lo mejor.Y solo por unas ratas?No me lo creo.

Tres dia de entrenamiento.Ibamos a necesitar mas dias para ponernos en forma y formar una escuadra de inadaptados desconocidos en hermanos de armas.Solo espero que ninguno la cage antes de empezar.

Odio el congelador....ummm...Pesadillas...

Pues vaya con el soldado Reagan. Me había caído bien, sí, pero vaya cojonazos tenía. De todos modos fue gracioso y estaba seguro de que, con un par de cervezas, hasta él se reiría.

Pero lo del cabo era harina de otro costal.

¿Este tío es el segundo al mando? Joder...

Tampoco pedía que el jefe fuera en primera línea, aunque por qué no, pero esto era demasiado. De todos modos la situación no ayudaba a crear un clima de confianza, que al fin y al cabo era lo más importante en un grupo como el nuestro.

No me gusta. Sólo tres días para conocer al tío que vas a tener al lado y de quien dependes para que tu culo siga pegado a tu espalda.

Por suerte ver a Sandra echándole miraditas al teniente me puso de buen humor.

Joder, López, si que apuntas alto.

Le eché una mirada en plan "ya hablaremos" y esperé a que el teniente desapareciese para poder hablar libremente dentro del escuadrón. Habían metido una mezcolanza peligrosa en el mismo barracón y la situación apestaba.

Demasiados gallos en el gallinero.

¿Solo tres días de entrenamiento? no es que este oxidado, pero me parece muy poco, sobre todo porque no conozco a ninguna persona con las cuales estaré luchando en una semana.

Los soldados se ven capacitados, salvo Oldenkamp, pero supongo que es buen medico y parece un buen tipo. Luego tenemos a un par de mujeres, un par de fortachones y luego esta ese tal Cassidy, un soldado técnico, como yo.

Aunque lo que mas me preocupa es estar una semana en el congelador, en el maldito congelador, otra vez la misma mierda, la misma pesadilla... no tendría que haberlo hecho...

Bien veo que no hay mas preguntas. Podéis ir a comer. Después tendremos una sencilla rutina teórica.

Y se marcho por donde había venido

El comedor estaba al lado de la sala donde estabais.

La comida era apetitosa y había cantidad suficiente para seis escuadras por lo que tenias mucha para repetir. Había una variedad enorme de todo. Y todo tenia un pinta increíblemente buena. Ademas olia muy bien

Una vez que rompimos filas le hice una seña a López señalando el comedor. Me moría de hambre y tenía curiosidad por saber si estaría más rica la langosta que el cochinillo. Aparte que no quería llegar el último y quedarme sin comida.

Joder, que buena pinta... si parece mejor que la que hago en casa.

Me coloqué el primero y cogí una de las bandejas dispuesto a llenarla hasta arriba de comida.

- Veamos... paso de las ensaladas y de esa mierda que no sé qué es... A ver aquí... No, tampoco.

Seguí avanzando tras saltarme los primeros platos.

- ¡Coño! ¡Alitas de pollo! - exclamé por lo bajo.

Llené la bandeja aproximadamente hasta la mitad y seguí mi camino.

Un par de hamburguesas por aquí... patatas fritas por allá...

Al llegar al frigorífico saqué tres tercios de cerveza y los coloqué en equilibrio ya que apenas había espacio para nada más.

Y para terminar un par de porciones de tarta de chocolate con nueces.

Todo el mundo sabía lo mal que se comía en el ejército. Si estábamos ante semejante banquete era porque se parecía más a la última comida de los condenados a muerte que a otra cosa. Y si así era... ¡qué coño! Había que aprovecharla...

Me dirigí a la primera mesa que vi. Estaban todas vacías así que era fácil. Me senté en el medio, esperando a ver si cabíamos todos en una mesa, cuatro en un banco, tres en otro y uno en cada extremo, o habría algún separatista que se sentaría aparte.

Era un buen momento para limar asperezas.

Cuesta más enfadarse con el estómago lleno. Y sin son estas exquisiteces aún más.

Esperaba que al menos López sí se sentara...

Me moví rápidamente detrás de Cassidy, tenia hambre y era en lo único que pensaba ahora mismo. Entre al comedor y coji una bandeja, luego le di una ojeada a la comida, puse unos filetes con puré en la bandeja y me senté en la mesa mas lejana que encontré, no tenia ganas de hablar, solo quería comer.

​

Ver tanta comida junta era algo que la asombraba hasta paralizarla un poco. Literalmente no sabía qué poner en la bandeja. Y esta vez la comida parecía mejor que nunca. Sólo había visto cosas así alguna vez en el comedor de oficiales. Su nula cultura culinaria -se había criado en una colonia minera donde las hambrunas eran frecuentes y siempre escaseaba lo más básico- le hacía añadir cosas al azar. Un plato de tallarines a la carbonara,  un plato de consomé, un par de crustáceos que no sabía ni como se llamaban, y un trozo de tarta de chocolate con plátano. Un par de cervezas, un falafel  y un helado de yogur. Una taza de café y un fruto verde chillón que parecía venenoso, pero a la vez exótico y bonito. ¿De qué tipo de planta habrá salido esto? Éste lo incluyó por mera curiosidad "botánica".

En el ejército, las normas implícitas eran tanto o más importantes que el reglamento. Así que se sentó frente al soldado Cassidy y no comenzó con su batiburrillo de comida sin antes decir:

-Buen provecho.

Tenía la voz un poco cascada. Y aunque el saludo era mera formalidad, lo hizo mirándole directamente a los ojos.

La terrible presentación sufrida en el pase de revista había quedado atrás, lo que menos quería el soldado Reagan era llamar la atención, si bien ahora tenía una enorme diana en la espalda cómo el blanco perfecto para ser el novato del grupo, lo que menos le interesaba en ese momento era atraer problemas, paso de largo asintiendo con la barbilla en señal de saludo a los marines que ya se habían sentado a tomar sus alimentos, tomó una bandeja, un vaso metálico y unos cubiertos, eligiendo un jugoso filete con cremoso puré, un enorme vaso de agua fresca y una manzana tan roja y brillante que reflejaba la potente luz de los reflectores de aquel comedor, pasando de largo observando de reojo a Cassidy, Lovejoy y Fisher.

-Buen provecho...-

Saludó y se fué a sentar al otro extremo de la mesa de Scott Fisher, en la apacible tranquilidad de la otra esquina más alejada del lugar.

Despues de que el teniente se retirara, fuimos a desayunar. Había de todo, y había que coger fuerzas; cogi unas alitas de pollo, un poco de bacon y huevos fritos con patatas fritas, una botella de agua ya sentarme a comer, en silencio, como es mi costumbre. Mientras degustaba la comida, me ponía a pensar en que nos depararía en esa colonia, nada bueno seguro; siempre era igual, cagada de los políticos, los marines a salvarles el culo, mueren algunos pero nadie les recuerda después, para luego volver a cometer las mismas cagadas.

Al fin acabo la presentación, al menos nadie recibió un puñetazo y ningún hueso fue roto, por lo que podíamos decir que fue light.

Sí señor. Dije mientras el teniente se marchaba.

Luego me encamine junto al resto hacia el comedor, en mi cabeza el tema de la misión, la cual aún no conseguía hacer que me cuadrara, viendo el material del que se componía aquella unidad. Entre en el comedor observe como varios se habían sentado juntos, menos Fisher que estaba en una mesa alejada “Bien no podemos forzar a nadie, tendremos que tener algo de paciencia” Me dije.

Tome una bandeja, en ella eche todo tipo de carne que vi expuesta, le añadí algo de puré de patatas y algo de salsa. Para beber agua y de postre un bol de macedonia. Después me dirigí a la mesa donde estaba el resto de soldados. Me dirigí a uno de los extremos de la mesa, allí me senté, básicamente porque era el mejor lugar para no molestar a nadie, por mi tamaño. Por fortuna las sillas eran duras y pude sentarme tranquilo.

Vaya al menos nos dan bien de comer, no sé qué pensar. Dije algo sarcástico. Aunque entre nosotros me vendría bien una cerveza. Reí ligeramente. Luego empecé a degustar aquella carne, con el hambre que tenía me hubiera comido cualquier cosa.

Rompemos filas. No pierdo de vista la teniente hasta que desaparece por la puerta. Me acerco a Eraser y le doy un puñetazo en el hombro. Menos mal que le pillaste de buenas.... Capáz hubiese sido de sacarte la lengua y hacerte un nudo con ella! me rio. Vi a Cassidy señalarme el comedor y allí fuí. Me froté las manos al ver tan variado menú.

¿Desde cuando nos tratan así de bien a los marines? pregunté bien alto mientras cogía una bandeja y me servía una pequeña ensalada, junto con unas patatas cocidas, y varios filetes de carne, proteina ven a mi. De postre me cogí un par de yogures y mucha agua para beber. Con mi bandeja me fui a sentar junto a Cassidy.

Vaya! Veo que sigues con tu dieta equilibrada.  le digo mientras le doy una palmadita en la espalda y me hecho a reir. Bon apetit compañeros!

Que os parece todo esto? Primero nos colocan y muestran al temido teniente de hierro... se me escapa una sonrisita y ahora nos dan una supercomida, que ya me hubiese gustado tener una similar a esta en las fiestas de la base....

Empiezo a comerme la carne... no sea que se enfríe, mientras voy observando al resto de mis compañeros. En terminos generales... o nos matamos entre nosotros, o acabamos siendo uña y carne. Miro a la mujer que está frente a Cassidy y mia, Lovejoy.. ¿andará siempre con mirada.... casi desafiante...? ¿O solo sera una pose?  Luego tendría tiempo para esas cosas, ahora lo mejor era comer y tratar de disfrutar de una charla con mis nuevos compañeros.

Se puso firme en cuanto el teniente se disponia a salir de la sala y soltó un "Señor, si señor" que costó salir, seguia pareciendole un hijo de perra engreido. Primeras impresiones...

Fritz esperó a que todos hubieran salido para luego dirigirse al comedor, con tranquilidad, ¿Que mierda nos van a dar de comer? Espero que no sea como la comida de los aviones. Entonces se acordó de una película donde los atronautas tenían que mezclar una especie de polvo con agua para comer, o algo así, nego con la cabeza y puso cara de asco. Espero que no sea la misma empresa de catering... 

Al entrar en el comedor, miró sorprendido la inmensa cantidad de comida que ponian a su disposición. Se colocó la gorra reglamentaria y, tras ajustarsela, se encaminó para tomar una bandeja. 

Buah... ¿Y que puedo pillar de comer yo ahora? Paseó por las vitrinas de la comida, como un niño de cinco años en una tienda de gominolas. 

Pero si hay salchicas... No son como las de casa, obviamente peeero... Unas ricas bratwurst... Uhmm. Puso en su bandeja unas cuantas salchicas, las mas tostadas que había. Luego se dirigió a la zona donde estaban las guarniciones y se puso un par de patatas cocidas. Después le echó un vistazo al pan, pan... No podía comer sin pan, se quedó un rato observandolo para acabar por decidirse por elegir el pan blanco. Weißbrot.

Para beber cogió un zumo de naranja, a ver si está lo suficientemente amargo... Y se sentó en una mesa libre, donde no hubiera nadie, pero sin importarle la cercania con las demas.

Dejó la bandeja en la mesa y juntó levemente sus manos para bendecir la mesa en bajito. 

Señor, bendice estos alimentos que recibimos de tu generosidad. Da pan a los que tienen hambre, y hambre de Dios a los que tienen pan. Amén.

Echaba en falta a su madre para estas cosas, ella si que sabia bendecir la mesa como es debido. Suspiró y luego tomó los cubiertos para disponerse a cortar un trozo de salchicha y empezar a comer, sin prisa.

Joder.. que callados todos... digo con la boca llena, cojo una de las botellas de agua y me la bebo de un trago, tragando de paso todo lo que tenía en la boca. Que el teniente se ha ido! Y si no podemos hablar delante del sargento... Nos vamos a estar todo el tiempo de instucción callados! miro a Cassidy y le sonrio. Le doy un codazo y descaradamente, meto mi mano en su plato y le quito una alita de pollo. Estan de vicio digo aun masticando el bocado que acabo de dar... ¿alguno quiere probarla? paso la mano con el alita mordida ofreciéndola a todos los compañeros que comparten mesa conmigo, mientras me chupo los dedos de la otra mano, limpiando la salsa que la alita ha dejado en ellos.

- Quieres mi opinión novata? La misión casi seguro que tiene pinta de ser suicida o por el estilo. Llevó 20 años en los marines y sólo ponen este tipo de comida en la antesala de una misión así. Aprovechar ahora, tal vez algunos no volvamos con vvida de allí.

Rompimos filas con la sensacion de haber tenido un palo metido en el culo..unos mas que otros.Pero todos con preocupacion.

Sabia que algunos soldados verian la mision como un medio escape para sus problemas,otros un medio de liberar testosterona..o feromonas, segun el caso,incluso los habia que tenian que estar alli solo porque tenian que estar.Pero todos estabamos alli sin tener ni puta idea del porque real.Y eso me preocupaba.Siempre habia hecho lo que me decian. No preguntaba, pero lo haciamos a nuestra manera. Y ahora nos metian a un teniente en el mismo campo de batalla cuando normalmente estan mirando por los binoculares.Perfecto.Era justo lo que necesitabamos.Una palmada en el trasero seguido de la tipica frase "Ves tu tirando...que ya si eso yo...yo..ya si eso"

Entrando al comedor el olor de la comida me abrio el apetito.realmente no tenia mucha hambre, pero con un teniente como el nuestro seguramente tendriamos instrucion a las 4:00h. Era de esperar.Miro al soldado de las alitas de pollo mientras pienso Esa casi era mi racion! Chico, epero que tangas un buen antiacido para bajar todo eso.Mañana haras mucha mierda.

En mi bandeja pongo lo necesario.Casualmente hay de todo.Casualmente.Buena cena y bebida.Patatas fritas, huevos y salchichas, un par de filetes de pollo y una ensalada de queso forman mi cena.Poco mas.De beber una Toxic-Cola.Habra que estar ligeros para mañana.

Me siento en la mesa de los sociales ya que hay un par de ellos que deciden apartarse.Animo chicos, que no muerdo...mucho! -Pienso mientras paso cerca de ellos.

Hammer, Lovejoy,Lopez,Eraser,Chase forman mi mesa.Les saludo con un -Que aproveche.

Pixer amenaza dentro de mi bolsillo con salir fuera al oler la comida, sobre todo las alitas de pollo -Tranquilo chico,no me he olvidado de ti - Digo susurrandole mientras abro el bolsillo y de el sale mi raton gris y blanco y trepa hasta mi hombro.Le doy un trocito de queso que roe despacito mientras se acurruca tranquilamente.

Los demas ponen caras raras.Es logico.Y espero la tipico pregunta.Miro a Hammer, que me conoce, y sonrie..el sabe lo que va a pasar y lo que a algunos les puede costar.

Miré como el otro técnico se sentaba en otra mesa.

Allá él. Será de pocas palabras.

- Gracias, igualmente - contesté mirando a Lovejoy con curiosidad. Siempre me habían parecido interesantes las mujeres que entraban en el ejército.

Bueno, las mujeres en general, pero éstas más...

Miré el tatuaje sin ningún disimulo. Suponía que estaría harta de que la gente se la quedase mirando, algunos con interés, otros con asco...

- Muy chulo - dije. Seguro que sabía a qué me refería. No obstante le enseñé disimuladamente uno de los míos del antebrazo. El suyo tenía pinta de haber dolido un poco.

Vi pasar a Reagan y sentarse al otro extremo de la mesa de Fisher.

Otro exiliado, supongo.

Al menos el grandullón se sentó con nosotros, eligiendo el sitio más amplio.

- Sargento – dije a modo de saludo. Era costumbre no saludar militarmente a los miembros de la misma unidad si estábamos sentados en la mesa como era el caso.

Le señalé una de mis propias cervezas por si le apetecía una. No era peloteo ya que había muchas más en la nevera.

- Bueno Lovejoy – dije para romper el hielo. - ¿Cómo has llegado aquí? – pregunté de modo amistoso refiriéndome a esta unidad.

Siempre había sido un poco cotilla y me gustaba el buen ambiente en aquellas unidades a las que pertenecía así que no estaba de más conocernos todos un poco.

Sonreí a López dando unas palmadas al asiento de mi lado invitándola a sentarse.

- Ya me conoces, sólo como sano – respondí dándole un sorbo a mi primer tercio. – Creo que es como la última comida de los condenados a muerte – sonreí, dándole la razón a Eraser. – Pero quién soy yo para rechazar algo tan rico. No comía tan bien desde el cumpleaños de Fritz – dije mirando a López recordando una fiesta que habíamos tenido en Los Ángeles el año anterior.

Vi como el cabo médico se sentaba en otra mesa aparte.

¡Viva la camaradería!

Al menos la jefa era de las que confraternizaban. Por ahora...

- Señora - saludé de la misma manera que con Hammer. - Por cierto López - dije con una mirada traviesa. - ¿Qué te ha parecido el teniente?