Partida Rol por web

El Sargento ordeno abrir la puerta principal de la Colonia. Estaba era bastante grande debido a que estaba preparada para que los trabajadores pudieran entrar con sus vehículos de obra.

Jordan rápidamente abrió la puerta y el horro apareció ante vuestros ojos.

Restos de vehículos destruidos. Pero lo mas importante. Una considerable cantidad de cadáveres. Seria difícil saber sin pararse un tiempo o sin tener conocimientos médicos averiguar cuanta gente había desmembrada en esa entrada. Pues había restos por cualquier lado que uno mirara.

No parecía haber impactos de armas de fuego. Solo una orgia de sangre y mutilación.

Al fin Cassidy hizo su labor y abrió las puertas. Me gire para entrar, di unos pasos y cuando lo hice sentí que el suelo estaba algo pegajoso. Entonces pude ver aquello. Había visto muchos campos de batalla y de todo tipo, pero aquello era excesivo. Mire entre horrorizado e incrédulo aquella grotesca escena.

Pero que cojo…. No acabe la frase, no hacía falta. Aquello era una maldita masacre, cadáveres mutilados, restos de cuerpos esparcidos por la sala. No podía dar crédito. Di unos pasos más teniendo cuidado de donde pisaba.

Joder esto es una puñetera masacre. Me di unos segundos y reaccione. Está bien cierra la puerta Cassidy, vamos a movernos, iremos al centro de control. Comprobaremos cada lugar. Lo prioritario tratar de buscar supervivientes. Dije a todos. A ver si nos pueden explicar que leches pasa aquí. En cuanto lleguemos al centro de control, necesitare que entres en los sistemas de la colonia Cassidy.

Luego mire a todos, tome a la pequeña Daisy. Todo el mundo atento, los sentidos agudizados, preparar las armas. No sé qué ha pasado aquí, pero quienes hicieran esto pueden estar aún por aquí. Así que atentos. Seguiremos con la formación en dos filas, las smartgun delante. El resto mantener los ojos abiertos. En marcha.

Se abrió la gran compuerta con un chirrido metálico. Parecía que hacia tiempo que no se abría , pero cuando vi lo que nos esperaba mas allá de las puertas blindadas, lo demás carecía de sentido.

Cuerpos por todos lados.

El sargento estaba tan asombrado como yo. Le mire de reojo con una cara que no tenia mas pregunta que la básica ¿ que ha pasado aquí, Hammer? Mis ojos le miraban fugazmente, intentando no mostrar nerviosismo e intimidar a los soldados. Pero desde luego aquello nos pillo por sorpresa.

-Señor , creo.. haber visto algo... una sombra quizá. En los cristales superiores del complejo... se movia muy rapido. Quizá mi imaginación me este jugando una mala pasada.- Dije cuando las puertas se cerraron tras de nosotros.

Pixer olisqueaba el ambiente desde mi bolsillo. El también se mostraba nervioso. Olía el miedo de nosotros y quizá algo mas. Demonios, aquello olía a mierda! Y todos los cadáveres juntos , una carnicería.

-Puede que huyeran de algo, señor ¿Las ratas topo? Es extraño encontrar tantos cadáveres y todos juntos en la única puerta grande  que da al exterior. Y si no hay impactos de munición... o les pillo por sorpresa, o era algo contra lo que sabían que no podían luchar...

Mire a Jordan cuando comento el tema de la sombra. Si de alguien me fiaba era de ella y confiaba en sus sentidos casi más que en los míos. Asentí con la cabeza de manera segura "Debo ser el que tire del grupo, no puedo dejarme llevar por lo que ha pasado aquí. Los espiritus me dijeron que algo peligroso nos acechaba"

Desde luego no recuerdo algo así ni de ratas topos ni de nada parecido. Como dices no hay muestras de combate. Aunque claro son colonos. Si lo que hizo esto aparecer, vera que es distinto verse con unos marines. Comente en alto para que lo escucharan todos. Entonces di unos pasos y aquella vez sin preocuparme que era lo que había bajo mis botas. Pude sentir crujir algo mientras lo hacía.

Seguimos con las órdenes que teníamos. Me prepare para ir justo detrás de las smartgun, en vanguardia.

Cuando abren la puerta y veo los restos, mis ojos se afilan, aprieto mis puños y pongo la smartgun por delante, listo para disparar. Tantos cadaveres, y no se podría contar cuantos.

- Dios, la han jodido a base de bien. Esto no es obra de ratas topo. Es como si hubiera pasado una picadora por aquí.

Cuando dan las órdenes de ir delante las smartguns, yo ya estaba en posición.

- Me juego lo que sea a que los sistemas de seguridad no funcionaban cuando todo esto pasó.

Las pisadas de los marines sobre la sangre pastosa sonaban con un chapoteo siniestro. El sargento hablaba sosteniendo la cordura, como una antorcha, para guiar su unidad.

Instintivamente se fijaba en los restos de cadáveres. ¿Tienen cortes, o desgarros? ¿Están mordisqueados? ¿Hay restos de algún animal, un trozo de garra? ¿Y las moscas? ¿Desde cuándo están así? ¿Hasta qué punto huele a putrefacción? Pero esos pensamientos eran como susurros en su mente y se concentraba en su arma, en sus sentidos, en sus compañeros.

Cuando la cabo habló de algo que se movía rápido decidió centrarse en su oído. Si era algún tipo de fiera, sería más fácil oírla que verla.

El olor. Ese olor tan fuerte y desagradable que emano del lugar tras abrirse las puertas, caló con rapidez a través de mi nariz provocandome una arcada. Por fotuna pude contenerla.
Luego vino el resto. Jamás en mi vida había visto nada igual. La sangre reinaba en el lugar. Sus salpicaduras llegaban hasta el techo, las paredes estaban recubiertas por ella y pedazos de lo que antes fueron colonos. El suelo, color carmesí oscurecido ya por el tiempo de exposición, dejaba ver bultos de carne humana, rota y descompuesta. Los miembros mostraban desgarros.. No había cortes, parecía como si los hubiesen arrancado de cuajo.
Los marines eramos la elite. Duros. Bien entrenados. Pero ningún entrenamiento te prepara para esto. Ni tan siquiera aquel al que nos sometió el teniente...Mi teniente... No sabía si me alegraba o entristecia que no estuviese allí con nosotros, viendo ese horror en la entrada de la colonia.
Si señor respondí a las órdenes de Hammee. Preparé mi arma y comencé a cruzar aquella sala sin pararme a mirar ni a pensar en lo que pisaba.
Me coloqué en primera linea junto a Eraser.
¿Qué coño ha pasado aquí?¿Has visto algo igual alguna vez? le pregunte a Eraser, casi carente de emociones en mis palabras.
Me puse en posición y entré en estado de alerta. No queria acabar como esos colonos.

- Nunca, y eso que he estado en muchas masacres. Aquí no podría decir ni por asomo que ha pasado. No hay marcas de disparos, nada.

-Bueno chicos, no aventuremos nada aun- Pensé mientras miraba  Hammer. - Vamos al centro de control, como ha dicho el sargento.  Quiero a dos en los flancos de la puerta mientras Chase abre las compuertas. Vamos!.

- Sargento, esperamos ódenes de movimiento- Dije para meterme en faena sin dejar de mirar los techos.

Avanzaremos en formación de a dos. Fritz en la retaguardia y el resto con los ojos bien abiertos. Da igual, fuera quien fuera, le vamos a hacer desear no haber jodido a esta gente. Ahora silencio y todos atentos, esto no es un paseo en el campo. Aun recordaba las palabras de Jordan y por algún motivo en mi interior sabía que había algo raro "¿Pero qué?"

Mi actitud era ahora más seria, aquello ya era algo serio y la tensión hacia que mis formas se endurecieran.

Luego de aterrizar la dropship en el puerto de la colonia el sintético se unió al grupo de soldados antes que entrasen y cerraran la puerta principal. Luego la noticia de la masacre cambio el panorama alterando a los humanos que comenzaron a actuar con precaución.

Asimov simplemente observo todo con mucho detenimiento y siguió al grupo hacia la Sala de Control. Desde allí podría acceder a la los sistemas sin problemas.

¡Por los clavos de Cristo y la barba del Profeta!

Chase nunca habría podido ser considerado un creyente devoto aunque, de hecho, había optado por hacer lo contrario a lo que hacían los ateos y había decidido rezarle a todos los dioses conocidos. Era una especie de seguro. "Alguno será el verdadero, digo yo, así que por si acaso..." solía decir. Y si no, tampoco es que le hiciera ningún daño.

Sus ojos recorrieron la escena mientras sus labios permanecían juntos, con la boca torcida en una mueca de desaprobación. Nunca había sido de los que le tenían miedo a la sangre y de hecho había visto muchas masacres perpetradas por los scavengers pero aquello se llevaba la palma. Se habían superado, con creces.

Sus manos aferraban el rifle de pulsos sin titubear, cubriendo parte de la habitación y escudriñando en busca de amenazas. Pero en cuanto el sargento dio la orden echó el arma hacia atrás y sus manos pasaron a controlar el pequeño portátil para conectarse a la puerta y cerrarla.

- Puerta cerrada - dijo dirigiéndose a Hammer una vez cumplido su cometido. Después sus manos volvieron a su arma y avanzó, dispuesto a seguir las órdenes de Jordan.

Había veces que se preguntaba por qué tanta disciplina y entrenamiento militar, además de los estudios de informática, para acabar siendo un puto sereno o un clon del botones de un hotel.

Fuisteis avanzando en formacion. Cuando Cassidy cerro la puerta un ruido que os dejo helados sono por todo el complejo.

Gire la cabeza al sentir cerrar la puerta. En mi cabeza la imagen de que había hecho cerrar la tapa del ataúd me vino en un flash. Pero no podía quedarme parado, teníamos que avanzar “Vamos eres un jodido marine” Me dije.

Sigamos. Sentencie, mientras seguía a Eraser y Lopez que abrían camino, con mi arma les cubría mientras prestaba atención a todo. Se podía sentir que nadie estaba tranquilo, ninguna chanza o broma. Solo silencio.

El ruido de la puerta me puso aun más alerta de lo que ya estaba. Miraba cada conducto de ventilación, cada espacio, cada esquina...

Hudson: ¿ Esto va a ser una lucha en firme, u otra cacería de bichos ?

Todos estabais nerviosos y puede que alguno es su interior hasta asustado. No era para menos un colonia aparentemente destruida, vuestro Teniente perdido y ese extraño ruido.

Pero no estabais preparados para lo que os esperaba…

Escuchasteis un ruido extraño como si alguien estuviera dado con un bastón puntiagudo contra el metálico suelo.

Cada vez mas cerca hasta que lo visteis salir por el corredor principal. Era una criatura muy grande de dos metros de alto por tres de largo. Con múltiples brazos acabados en garras.

Parecía una araña gigante… Pero lo peor es que aun tenia en sus enormes y rudimentarias mandíbulas los restos de un hombre…

- Oh shit!

Dicho eso apunto mi SmartGun hacia el insecto, listo para reventarlo, mientras miro un lugar donde poder usar de cobertura.

El sonido que sonó tras cerrarse la puerta, me provocó un escalofrío que me recorrió toda la espalda. Traté de centrarme de nuevo, intentando no recordar ni lo que pisaba ni el sonido. El sargento nos dió la orden y comencé a avanzar junto a Eraser. De alguna manera me alegraba de tenerle cerca y es que pocas posas me podían alegrar en ese momento. Pero caminar junto a una leyenda de los marines en un lugar hostil y luchar a su lado, era algo demasiado grande como para no poder sentirlo. Me tranquilizaba en ese momento.

Continué la marcha, empujada por la compañía de Eraser y por el aliento del sargento, que respiraba tras de mi. Otro incentivo más, sabía que ni él ni su pequeña Daisy nos dejarían atrás. El resto del pelotón, iba tras nuestros pies. Tenía suerte de que estuviesen allí y más suerte tuvimos de caer en las manos de nuestro teniente, quien nos logró unir en tan pocos días con su jodido y duro entrenamiento.

La oscuridad del lugar se cernía sobre nosotros a cada paso. El silencio era atronador, tan sólo perturbado por el sonido de nuestras botas al caminar sobre aquel suelo de metal.

Otro sonido se unió al nuestro, era como un leve "click, click" que se acercaba. Alcé mi brazo con el puño cerrado, dando el alto al grupo y luego me puse la mano en la oreja, indicándoles así a todos que escuchasen. Aunque no nos hizo demasiada falta agudizar el oido.

Aquella criatura salió de uno de los pasillos, aun llevaba restos de un colono en sus pinzas. Viendo su enorme tamaño y como tenía roto aquel cuerpo, junto con esos brazos que parecían afiladas lanzas. Habíamos dado con el responsable de la masacre a la entrada de la colonia. Mi sangre se heló al verlo. Una cosa era verlos en videos o imagágenes y otra muy distinta tener uno delante.

No dude aunque estaba aterrada, apunté hacia aquella criatura, en un pasillo poco sitio tenía para cubrirme, asi pues me pegué a la pared, dejando espacio en el centro para que el resto tuviese sitio para disparar. Luchaba por mantener la cabeza fría. Estaba lista para abrir fuego, sólo necesitaba la orden de mi sargento.