Partida Rol por web

Cojo mi arma y la guardé en su funda. Aún estaba jodida por dentro, en ese instante era un revoltijo de emociones lo que habitaba en mi interior. Todas moviéndose alteradas, chocando unas con otras. Debía controlarme nuevamente. Pero, ¿como dominar al dolor y ganas de llorar cuando tambien han aparecido la esperanza y las ganas de salir corriendo en busca del teniente?

Todo fue más sencillo. Las palabras de Jordan me devolvieron a la realidad. No necesité mucho más para recordar donde estaba y que nos acechaba. Además tenía razón, habían supervivientes en la colonia y con ellos al lado tendríamos más oportunidades de sobrevivir.

Y que tal si Chase y Asimov tratan de reparar ese trasto, que parece que tiene acceso a toda la colonia, mientras nosotros contemos a lo que sea que venga?  Por primera vez decía algo lúcido y que no tenía que ver con lo que sentía en ese instante ni con el teniente. Miré a Chase a los ojos, esperando que me dijese que podía arreglar ese pedazo de chatarra.

Odelkamp era un Marine pero no era un Marine con todas las letras. Lo había demostrado en el campo del entrenamiento. Era cierto que el Teniente os había exigido hasta la saciedad. Pero el no había estado a la altura.

El no quería ir a una escuadra de reconocimiento. El hubiera sido feliz en el hospital atendiendo a heridos. Pero un error administrativo lo llevo a una unidad de primera linea. El estres lo estaba matando. Llevaba días tomando unas pastillas para la ansiedad. Pero perdió el bote en el descenso y estaba atacado de los nervios. Sabia que tenia el mono. Pero eso no evitaba que estuviera sudando a la gota gorda y sus manos temblaran como flanes.

Ese bicho le había hecho perder el poco control que tenia todavía de si mismo. Pero el estar en manos de ese Sargento hormonado que no sabia lo que hacia y los llevaría a todos a la muerte era demasiado. Todos eran una panda de descerebrados. Y morirían todos.

Entonces se escucho ese ruido en el conducto de ventilación. Y no pudo aguantarlo. Apunto a los conductos y disparo varias rafagas.

AHHHHHHHHH Se escucho un grito muy humano y visteis como varios hilos de sangre manaban allí donde las balas habían perforado.

El conducto de ventilación se rompió y cayeron los cuerpo de dos marines. Uno de ellos lleno de agujeros de bala el Teniente Will Wilson y la Cabo Lund la cual estaba viva pero llena de sangre. Se afanaba en intentar que la vida de su Teniente no escapara de entre sus manos. Pero era imposible las heridas eran numerosas y solo pudo acompañarlo en sus últimos momentos de vida.

Dios no....dijo en un susurro.

Todo ocurrió muy deprisa. Los hombres estaban inquietos. El Teniente perdido y la misión complicándose por momentos. Pero eran Marines y tenían un trabajo que hacer.

Hasta que ese estupido de Oldenkamp disparo su arma y mato a uno de los supervivientes.

¡¡¡JODIDO ESTUPIDO!!! Grito mientras se acercaba al medico y le daba un enorme puñetazo que hizo que el Cabo cayera mientras sangraba por la mandíbula.

El sargento le miro con cara de decepción. 

Eres escoria no mereces llevar ese uni... Pero el Sargento no llego a terminar la frase...

Lo había matado. Lo había matado. La destrozada mente del Doctor era lo único que podía pensar. Pero había sido un accidente. ¿Por que se habían acercado así? Por que no habían avisado. Los había matado.

No es culpa mía... ¿Como iba a saberlo? Y llego el tremendo puñetazo del Sargento que lo lanzo por el suelo. Estaba aturdido. Sabia que algunos dientes habían salido volando. Pensaba que iba a matarlo. Y levanto el arma para poder defenderse. No quería disparar solo que esa montaña parase.

Pero sin querer puso el dedo en el gatillo del arma y esta se disparo. Impactando de lleno en la cabeza del Sargento el cual se desplomo en un estallido de sesos por doquier. Este hizo un fuerte ruido al estrellarse contra el suelo.

El cabo medico temblando se levanto y fui hacia el sargento. Era un espectáculo dantesco, grotesco y hasta cierto punto de un humor negro. Pues el medico estaba cogiendo trozos de cerebro del Sargento para meterselos dentro otra vez...Como si eso fuera a servir para algo.

No , no , no , no , no , no...

Todo ocurrió muy deprisa. Aun miraba a Chase cuando la ráfaga de disparos sonó a mi espalda. Me giré de golpe, con el lanzallamas listo para usarlo si era necesario. Entonces fue cuando el techo se quebró y dos marines se desplomaron ante nuestros ojos. La mujer parecía estar bien, su compañero, un teniente, no.
No tuve que preguntar quien había disparado. El sargento nos lo hizo saber enseguida. Aseguré el lanzallamas para no provocar ningún accidente y con la cabeza fría me acerqué para ayudar a la marine en el mismo instante que Frizt caía al suelo por el puñetazo del sargento.
Miré con el cabo médico aterrado ante Hammer le apuntaba con su arma. Fue un segundo. No pude reaccionar. No dio tiempo. El proyectil salió por el cañon y se introdujo en el craneo del sargento, quebrando piel, carne y hueso a la par que esparciendo pedazos de su cerebro por la sala. El cuerpo de Hammer se desplomó ante mi mirada atónita. No podía creer que estuviese ocurriendo eso. Fue cuando vi a Fritz lanzarse a coger los restos del sargento del suelo y tratando de recomponerle como si fuese un puzzle cuando reaccioné.
Me lancé sobre el cabo médico, pillandole de improviso. Me resultó fácil que no agarrase el arma. Mi mano derecha se aferró a su cuello y le levanté en volandas, empotrando su cuerpo contra la pared. Sus pies estaban en el aire, a unos cuantos centímetros del suelo. Sus manos se aferraban a mi brazo con fuerza mientras lloriqueba como siempre.
Mi mirada reflejaba odio, rabia y furia.
Apreté mi puño izquierdo y tensé el brazo. Nuevamente sentí ese agudo dolor donde me había hecho la incisión horas antes. Seguramente se había soltado un punto. Sentí como la manga del uniforme se pegaba a mi cuerpo por el leve sangrado de la herida abierta. Con esa misma mano, saqué mi semi-automática de la funda y apunté a la cabeza del "buen doctor". Estaba claro que era lo que el teniente Rasczak hubiese hecho ¿y que mejor manera de hacerlo con el que ahora era "su brazo"?
Apoyé el cañón del arma en la frente del cabo y luego la amartillé. Un leve roce en el gatillo y un nuevo festival de sesos por la sala.
Miré a Fritz a los ojos. Nunca había matado a un ser humano pero, alguna vez debía ser la primera.

Todo sucedió tan rápido, hasta que vi como el médico mata al sargento. Pocos se habían ganado mi respeto, pero el Sargento lo consiguió en lo poco de misión que llevabamos. Vi como Sandra se acercaba a él, pero yo tambien me giré, lo cogi del cuello para luego darle un cabezazo y tirarlo al suelo, mientras apuntaba mi SmartGun contra su cabeza.

- Los tipos como tu me repugnan. Debería darte de comer a las bestias.

04/06/25-34-2 . 4.34 A.M hora terrestre. Colonia Nueve Nueva York.

Video-diario de mision. Cabo Charlotte Jordan.

-Informe de misión a fecha de hoy. Hoy...hace..hace unos momentos ha muerto el Sargento Hammer. Todo ha ocurrido muy deprisa. Snif!

Oimos unos ruidos en los conductos de ventilación y di ordenes precisas de...de..estar alerta y..Snif! ... No abrir fuego hasta confirmar blanco. Siempre lo hago...Siempre...doy esa orden. Sniff!- Digo por la holocam del diario.

Me seco las lagrimas que salen de forma descontrolada por mis ojos rodando por mis mejillas. Serénate, Charlie...no vuelvas a perder los papeles.

-El Cabo medico Fritz Oldenkamp disparo sin permiso ...dejandose llevar por el miedo o...o.. sus propios nervios. Snif! Y del conducto de ventilación, justo como me esperaba salieron los dos supervivientes : el Teniente Will Wilson y la Cabo Lund. Desafortunadamente las balas de Oldenkamp impactaron en el teniente hiriéndole de muerte. El sargenteo Hammer, viendo la incompetencia del cabo le golpeo pero...pero...Snif! Fritz tenia el arma sin el seguro y accidentalmente... disparó a Hammer en la cabeza...Snif!!. - Me tapo la boca para contener un lamento mientras cierro los ojos e intento recomponer después la compostura respirando varias veces.- El sargento ha muerto. Lo siento...papa... El cabo... perdón, el señor Fritz Oldenkamp ha sido destituido de su rango y puesto en vigilancia preventiva para juicio posterior...Sniff! Me hago cargo del control de la misión....Sniff!- Cierro el video-grabador e intento contener mi ultima lagrima....

Hammer...viejo amigo...

Unos minutos antes...

- Hammer Hammer!!!!- Digo tirando el arma y corriendo hasta el cuerpo del sargento mientras veo como poco a poco se desangra entre mis brazos.

Aparto de una patada a Fritz y veo como Lopez encañona por seguridad al cabo medico que aun sangra por la nariz del puñetazo de Hammer. Kurt, gracias a Dios esta mas desasosegado.

Miro el cuerpo de Hammer y lo aprieto contra el mío, como si eso le fuera a devolver la vida. Se que esta muerto, lo se. Tiene la parte trasera de la cabeza desparramada por todo el suelo y en el centro de ella por la parte delantera la entrada de una puta bala.

-.NO..nooo...Hammer tu nooo....- Lloro desconsolada de la rabia. Miro a Fritz a los ojos. Se que ha sido un error. Un jodido y maldito error. Pero no puedo dejar esto así... ni como amiga del sargento ni como militar ni como nada.

Dejo a un lado el cadáver de mi amigo, mientras me levanto lentamente y le miro con la vista llena de lagrimas y un odio que crece en mi interior.

- Atras,Lopez...es mío...- Digo mientras me abalanzo sobre el cabo Médico y tiro de nuevo al suelo y subiéndome encima suya. Si alguien tiene que hacer una locura.. que sea yo, no mis hombres...

Lo golpeo mis puños una y otra vez hasta que tanto su cara con mis puños terminan sangrando. Una y otra vez. Hasta que el propio dolor de mis manos me hacen parar y coger su cara entre mis manos. Le miro fijamente a los ojos. Saco la pistola y le apunto, preguntándome si realmente haría eso Hammer. ¿Lo haría? ¿lo HARIA? ¿LO...JODIDAMENTE ...HARIA?

Apreto mis dientes hasta que los hago rechinar.

-Levántese OldenKamp... - Digo poniéndome en pie intentando parecer lo mas cuerda posible. - De ahora en adelante esta usted relevado de todo cargo militar. A partir de ahora sera usted tratado como un prisionero de guerra. - Digo sin bajar el arma

-Lopez, desármale. Kurt... espósele a algún lado donde no moleste. - Digo bajando mi arma intentando aparentar algo de serenidad.- Lovejoy... Puedes encargarte de los....de la... superviviente?  Tengo que ...desahogarme un minuto.

Después me acerco al cuerpo de Hammer y le quito la Chapa identificativa para colgarla en mi cuello. Ya son tres la que llevo.  A este paso,  voy a necesitar un cuello mas grande para soportar el peso ... Pienso mientras enciendo el Holo-grabador

Había matado a Hammer. Daba igual si fue sin querer o aposta. Sus ojos llenos de lágrimas me suplicaban clemencia mientras sus dedos seguían clavándose en mi antebrazo con fuerza, como si quisiera aferrarse a la vida que ya no le pertenecía. Era mía. Pude escuchar el sonido de líquido caer a mis pies mientras le apretaba con fuerza con el cañón de mi arma en la sien. Un sólo gesto, una sóla súplica y apretaría el gatillo. No se merecía nada mejor.

Pero la voz de Jordan me detiene. Se el dolor que siente, lo siento como el mío propio. Ahora mismo no estamos tan lejos la una de la otra. Se lo que es tener el corazón herido de muerte y querer venganza, sin poder lograrla. Fritz era suyo. No mío. Liberé a mi presa y bajé el arma al tiempo que Jordan saltaba sobre él y le arrojaba al suelo. No la contuve. Ella misma debía decidir si parar o no. Viviese o no, respetaría la elección del cabo. Tampoco dejaría a nadie entrometerse en aquello.

Al fin Jordan paró. Jadeante y llena de sangre apuntó con su arma a la cabeza de Fritz. Creí que dispararía, pero me sorprendió su reacción y su autocontrol.

Sí, señor. Respondí a las órdenes de desarmar a lo que quedaba del cabo médico, procediendo a retirarle las armas que portaba. Una vez desarmado lo dejé en manos de Kurt mientras le apuntaba con mi pistola por si se revolvía o intentaba hacer algo. Di un par de pasos cortos atrás. Fritz era un inutil en combate cuerpo a cuerpo, pero no me apetecía encontrarme de cara con la suerte del novato.

Además, desde  mi nueva posición, quizás pudiese disfrutar de ese disparo a la cabeza que el debía. Entonces me di cuenta. Mi mano izquierda continuaba sosteniendo el arma que apuntaba a Oldenkamp. 

Una vez desarmado, cogi al "medico" y lo esposé de manera ruda contra una de las tuberias del lugar. Ese ahí se quedaba. Luego miro como la sargento cumple con la tradición de los caidos, algo que yo respetaba profundamente. Aun llevo las chapas de mis compañeros caidos. La dejo sola, ya que ella parece que tiene mejor autocontrol que Lopez.

Ayo mantuvo su arma apuntando al techo incluso cuando por el rabillo del ojo pudo ver caer a su sargento y amigo. -Mierda.- Este hombre le gustaba, le gustaba de verdad. Cuando el pobre desgraciado de Ricitos de Oro estaba a punto de morir a manos de la Matahombres, ella les dejó hacer. Era tarde para salvar la vida a su querido sargento y sencillamente se arrepentía de haber ayudado a Oldenkamp a llegar con vida hasta aquí. Así que quizá aquí era donde debía quedarse. En todo caso dejó la decisión a los chicos, como si lo echara a cara o cruz, mientras esperaba sin bajar su arma por si algo que estuviera persiguiendo a esos dos marines le diera por salir justo ahora por el conducto de ventilación. Hubo suerte, parecía que no tenían compañía.

La pobre chica lamentaba la muerte de su colega. Joder, qué putada. Cuando recibió la orden de Jordan, ahora al mando, se echó el rifle al hombro y caminó hacia los caídos. Se inclinó junto al cadáver del teniente y se quitó el casco en señal de respeto.

-Lo siento, cabo. -Miró hacia donde yacía el cuerpo de Hammer. Joder, le gustaba de verdad, quería tirárselo después de esa cena. Le encantaba oírle, amaba su serenidad.-Soy la soldado Ayo Lovejoy. Somos el Escuadrón Bravo del Cuerpo Colonial de Marines en misión de socorro. -¿Qué coño decía ahora? ¿Que eran la caballería? Que habían venido a rescatar ¿A quién? Qué situación más jodida.-Lo siento mucho.

Se preparó para recibir un puñetazo, o aplacar la furia de esa chica. Se estaba enfadando de verdad con Ricitos de Oro y casi que le vendría bien un puñetazo que le frenara la rabia.

Chase se consideraba un marine. Un buen marine. Pero tenía un pequeño defecto y era que le apasionaban los computadores. Hasta el punto de abstraerse muchas veces enfocando toda su atención a ellos y sin reparar en lo que le rodeaba.

Escuchaba un murmullo a su alrededor pero como si fuese una conversación lejana. Le llegaban palabras sueltas, entre ellas su nombre, así como comentarios que López le gritaba a alguien mientran sus dedos seguían deslizándose por el teclado introduciendo los comandos necesarios para cumplir las órdenes que se le habían encomendado.

Era cierto, había descuidado a su amiga. En un primer momento se había tomado un poco a broma lo suyo con el teniente pero tenía que haber supuesto cómo reaccionaría ella a su desaparición.

Debería...

Una ráfaga de disparos le sacó de su ensimismamiento. Los muchos años de entrenamiento hicieron que su cerebro reaccionara tomando una posición de combate mientras sus manos agarraban el arma y su dedo índice, tenso sobre el gatillo, esperaba una señal de peligro, una sola, para responder a la amenaza, fuese cual fuese.

¿Qué cojones?

Todo ocurrió antes de que pudiera hacer nada. Dos marines aparecieron por una de las rejillas de ventilación que había en el techo momentos antes de ser destrozada a tiros. Sus ojos llegaron a distinguir un uniforme de oficial y una cabo que intentaba, inútilmente, reanimarle.

Después... un grito, un insulto y...

¡JODER!

Su mirada se cruzó con la de López instantes antes de que ésta se lanzara hacia el autor de los disparos: Fritz.

Se acercó rápidamente a ella, sabiendo lo que era capaz de hacer en momentos como ese, intentando detener algo de lo que podría (aunque lo más seguro fuese que no) arrepentirse en un futuro. Pero no fue necesario. Jordan se encargó de...

¿Poner orden? ¡Ah, no! De tomarse la justicia por su mano.

Bueno, pero era la jefa ahora. Y Chase podría ser tachado de muchas cosas, pero la insubordinación no estaba entre ellas, no señor.

- Señora - comentó cuando hubo dado una docena de puñetazos en el rostro del médico, - ¿No cree que...? - hizo una pausa mientras un par de puñetazos más volaban hacia la cara de Fritz. - Debería... - Chase no encontraba el momento apropiado para que Jordan dejase lo que estaba haciendo para hacerle caso. Y no la culpaba. Si no eran ella ni López seguramente sería él el que estaría dejándose los nudillos en la nariz del otro cabo.

Al final se quedó a su lado, en silencio, esperando a que terminara de desahogarse. Y una vez que se hubo detenido se acercó a ella, como si fuera ella y no Fritz quien necesitase más atención. Y desde luego que así era.

Que se joda el médico.

- ¿Se encuentra mejor? - preguntó, sin atreverse a establecer contacto físico.

Sólo faltaba que me llevase yo también una hostia.

Lovejoy acudió en auxilio de la marine desconocida mientras López cumplía órdenes y, junto con Eraser, se ocupaba de Fritz.

Con el teniente desaparecido, el sargento muerto, uno de los cabos relevado y arrestado y la otra con su capacidad de juicio bastante mermada en aquellos momentos la situación no podía ser más idónea.

Además, David seguía con los datos y Mattt... Matt se había quedado de piedra, al igual que todos por lo que aparte de él y Rita no quedaba nadie más. Así que conservó la sangre fría y la disciplina y mantuvo su posición siendo consciente de que, en aquellos momentos, el escuadrón era fácilmente pasto de una emboscada.

Pero le daba la impresión de que Jordan no se amilanaría tan fácilmente. Seguramente sólo necesitaba unos segundos para digerir la situación y volver a ser la jefa capaz que sabía que era. Y el resto de sus compañeros estarían tan dispuestos como él a terminar la misión.

_{Minutos antes...}

Miro a David que parece no haber oído nada.

-David? ¿Podría haber alguna exclusa abierta?- Y sin esperar mucho a sus palabras añado- Prepara la nave para una evacuación de emergencia... transfiere los datos que puedas a la Sulaco.

- Interesante predicción. La dropship se encuentra activa y a la espera hace cinco segundos atrás. Por lo demás y a medida que hablamos los datos son transferidos a la Sulaco. Sobre las exclusas es difícil saber. El sistema presenta graves daños e imposibilita el acceso al resto del complejo, solo dispongo del control de un pequeño porcentaje de la colonia. Es lamentable pero hay poco que hacer aquí. - Asimov responde sin apartar la vista de tres pantallas que arrojan datos a velocidades increíbles para la lectura del ojo humano. Al parecer el androide esta corriendo un programa de diagnostico.

Y que tal si Chase y Asimov tratan de reparar ese trasto, que parece que tiene acceso a toda la colonia, mientras nosotros contemos a lo que sea que venga?  Por primera vez decía algo lúcido y que no tenía que ver con lo que sentía en ese instante ni con el teniente. Miré a Chase a los ojos, esperando que me dijese que podía arreglar ese pedazo de chatarra.

Asimov simplemente respondió con una mirada súbita para luego volver a las consolas. La evidencia se encontraba a simple vista porque el estado de la colonia y los daños requerían de una cuadrilla, solo que el peligro complicaba la tarea.

_{Segundos atrás...} 

El comportamiento errático de los marines comienza a aflorar cuando muere uno de los supervivientes. Quizás el alto ando debió analizar a fondo la situación de la colonia antes de enviar a militares sin la información adecuada.

“Error humano” dirá el informe de Asimov, al menos en lo referente a la primer baja humana, solo que la segunda es difícil de catalogar. Tal vez sea requerido un adjetivo un tanto especifico...

El androide no puede evitar ambas muertes porque el accionar inusual del soldado Oldenkamp es - irónicamente - el “gatillo” causante de ambas muertes. Asimov simplemente observo como se desarrollaba todo mientras sus gafas grababan la escena sumida en caos.

Luego que Oldenkamp fuera esposado contra la pared y el peligro de más disparos accidentales hubiese pasado, el sintético se acercó a la mujer tendida junto al fallecido y preguntó suavemente - Disculpe lo ocurrido pero la información que usted guarda servirá para evitar más muertes. Por favor díganos lo que ocurrió aquí. ¿Que son esas criaturas? ¿De donde vienen? -

Observé a Chase acercarse a Jordan mientras yo custodiaba que nadie la interrumpiese, pero no podía golpear a Chase... Y menos aún viéndole como intentaba parar sin interrumpir a Jordan.

Tras ser esposado Ricitos de Oro, guardé el arma en su funda. Era demasiado tentador lo que tenía en mente hacer... Me giré hacia Cassidy, parecía que por fin había vuelto a nuestro mundo.. Que ironía, andamos todos perdidos.

Todo estaba siendo demasiado duro para todos. Ayó cambió su gesto por uno mucho más serio y rudo, Jordan estaba demostrando más endereza que yo, pero por dentro sabía que estaba realmente rota. Cassidy también estaba afectado, podía leerlo en sus ojos, hasta Kurt, por mucho que lo ocultase, andaba jodido con la muerte del sargento. Matt andaba en shock, o esa impresión daba y Rita... sus ojos continuaban tan vacíos como el primer día que se nos unió. Era imposible saber lo que pensaba, pero se podía intuir por su forma de ser. Frizt no viviría muchas horas más, por no decir minutos.

Miré a la marine "caida del cielo". Otra que estaba rota por dentro. Si sobrevivimos a esto, acabaremos en un psiquiátrico todos. Luego miré a Asimov, por un instante sentí envidia de él, por no poder sentir... Hasta que recordé al teniente y lo que sentía a su lado, lo que sentí en la fiesta cuando le besé... Esa envidia se esfumó.

Fijé entonces la mirada en Hammer. Estaba ahí, tirado... con los ojos aun abiertos y mirando a la nada. Había que moverlo de ahí, al menos retirarle a un lado... pero verle el rostro, ver quien era... Me quité la armadura, luego la parte superior del uniforme y cubrí su rostro con ella después de cerrarle los ojos. Requiescat in pace mi amice. Le susurré.

Luego volví a por mi equipo y a ponerme la armadura. En mi brazo izquierdo lucía un tosco vendaje ahora manchado de sangre. Regresé nuevamente junto al cuerpo de Hammer y cogí a su querida Daisy, mirando a Jordan a continuación. Estaba ocupada con el holo-grabador.

Agarré el cuerpo de Hammer por las axilas y tiré de él con fuerza, quería apartarle del medio, pegarle a una pared. Esa mole de músculos pesaba más de lo que parecía y la incisión de mi brazo izquierdo no me daba tregua.

Ayúdame Kurt. Dije al fin. Apoyémosle en la pared, necesitaremos este espacio para defender esta posición.

Tras apartar el cuerpo del sargento, miré al del teniente desconocido, tan atiempo que Jordan acabó con su grabación. Me acerqué a ella. Ahora era mi único superior, pero me sentía muy unida a ella... la verdad era que me sentía muy unida a casi todos. Jordan... yo... lo siento... Saqué a Daisy y se la tendí. Estoy segura de que le hubiese gustado que la llevases tu. No creo que ninguno más seamos dignos de usar y disparar ese arma, salvo quien mejor le conoció.

Genial el jodido medico se había vuelto del todo. Había matado al Sargento. El hecho de que fuera o no fuera culpable a mi me daba igual. La verdad es que eso no era lo importante.

Vi como varios de los soldados le golpeaban. La verdad es que no les culpaba. Yo le ejecutaría sumariamente. O en su defecto una bala perdida en el combate estaba claro que no servia para nada.

Por fortuna teníamos una cabo medico para sustituirlo.

Sabia que esto podía desmadrarse. Y mas cuando después de haber armado tanto ruido como para despertar a un muerto se ponen a pasarse las armas.

Bien señoritas un poco de ¡¡¡ORDEN!!! grite. Dejad de correr como pollos sin cabeza. El Sargento a muerto. Aquí termina la cosa. Las muertes de gente carismatica podian ser un cancer en una unidad. 

Me acerque a la cabo Lund.

Felicidades. Acabas de ser admitida en este escuadrón como Cabo Medica. Levanta y coge las armas de ese...despojo. Dije mirando con desprecio a Odelkamp. Ni era Marine ni era nada.

Fui hasta el sargento e iba a quitarle la chapa cuando lo hizo Jordan.

Lopez. Esta sala solo tiene dos entradas. Eraser a la entrada por la que hemos llegado Ayo a la otra. Saque el detector de movimiento. Por fortuna no daba señales de enemigos cerca.

Me acerque a Lund y espere a que respondiera las preguntas de David. Lopez meta al Sargento en su bolsa que te ayude Reagan.

Soltando un suspiro miró a la nueva cabo médico con cara de circunstancias.

Se sacó un pañuelo y se lo ofreció. Lo primero era que la pobre se limpiara la sangre.

Ricitos de Oro tenía las horas contadas. Quizá tendría ocasión de cagarla otra vez, y seguro que todos pensaban eso.

Miró a la cabo Jordan esperando órdenes. Rita le estaba dando una ocasión de oro para que Charlot demostrara que ahora manda ella. Era una putada tener que sustituir a alguien como el sargento.

Mierda. La imagen del sargento bebiendo cerveza le vino a la mente y le entraron repentinas ganas de llorar.

Despues de apagar el holograbador, intento secarme la lagrimas y recuperar la compostura.

Lopez hace el resto. Tapa al sargento Hammer y recoge su arma. Su querida Daisy. Le había visto mil veces sacarla brillo. Revisarla otras mil y engrasarla cientos de veces. Era una vieja arma de la antigua Tierra, pero por mi vida que la he visto en sus manos hacer mas daño que una puta granada. Asi que cuando la recojo, siento el peso del arma como si dentro estuviera el alma del propio sargento. Un arma grande, un alma mas grande aun.

-Gracias Lopez...gracias. Vamos a por tu teniente. Lo encontraremos- Digo asintiendo sinceramente a la soldado. Sabia que ella se sentia igual que yo. Hammer no era mi marido, ni mi novio... pero era como mi hermano y mentiría si digo que nunca he pensado en el como algo mas. Algo que en su momento ya desechamos. Algo que ya no podría ser.

Me levanto para acercarme a la consola de mando y sonrio a Chase, aun con los ojos rojos.- Si.. ya estoy bien, gracias. Ha sido...un impulso. Estas cosas no se olvidan facilmente, ¿sabes?

Veo como Rita, cansada probablemente de esa situación tan noña, empieza a envalentonarse dando ordenes. Se quq quiere moverse. Que quiere movernos. Pero realmente la conozco bien. desde aquella vez que solo ella salio con vida ha cambiado mucho. Ya no no le importa nadie. Se cree dura. Pero ella tampoco ha contado conmigo, y en esta jodida situación son mas dura que una puta piedra en el riñón.

- Señorita Vrataski !! Aquí la única que da ordenes a mis soldados soy yo. Si tiene algún problema la relevo también a usted del servicio. Quizá quiera irse con el señor Oldenkamp fuera de la estación. Tengo entendido que en esta época del año, ahí fuera... - digo señalando las compuertas que hace unos minutos Chase ha sellado - ...sirven filetes calientes de bicho. ¿ Me ha entendido bien, "Soldado"? A partir de este momento se encargará del "bienestar" del señor Oldenkamp. Llévense bien.

Sus formas no fueron las correctas, in embargo tenia razón. Teníamos que movernos.

-La mision sigue adelante, señores. Recojan lo que puedan y larguemos de este jodido sitio. Nuestra misión era ver por que coño se han perdido las comunicaciones. Bien... ahora sabemos que los bichos se han comido a las ratas topo gigantes. Si la corporación quiere recuperar la colonia tendrá que mandar a un escuadrón matabichos con isecticídas. Nuestro trabajo esta hecho. Busquemos a los supervivientes y larguémonos. Eso incluye a nuestro teniente. ¿Entendido?

Me acerco junto a David y la Cabo medica. - Chase... quiero el maximo de sistemas operativos, incluidas camaras de seguridad. No podemos movernos por ahi sin saber a donde vamos o que hay detrás.  David, trace una ruta segura por las instalaciones. Hay que buscar al teniente.

Luego me dirijo a la medico que estaba en el suelo.

- Lo siento mucho... ¿Lund?  Estoy igual que usted. Mi sargento ha muerto por la misma negligencia. En nombre de mis marines le pido disculpas, pero no tengo mas tiempo. Necesito saber.. ahora mismo, a que nos enfrentamos o que ha pasado aqui. Si queremos seguir con vida también la necesito a usted. Confíe en nosotros, cabo. Saldremos de aquí.- Digo intentando parecer lo mas firme posible dadas las circunstancias personales.

Jordan cogió el arma de mi mano con una entereza sorprendente. Sus palabras me calaron hondo. Mi teniente... Lejos de agachar la cabeza al recordarle, traté de mantener la misma serenidad que Jordan transmitía. Simplemente debía seguir su ejemplo. Espero que no lleguemos demasiado tarde, señor. Respondí seria, tragándome todo el dolor que se volvía a acumular en mi.

La observé mientras caminaba hacia Chase y cruzaban unas palabras. Pronto Vratasky irrumpió con sus gritos y órdenes. Me giré hacia ella cuando me mencionó con una mirada fulminante. ¿Quién coño se cree que es? ¿Acaso la muerte del sargento ha hecho que salgan galones a todos?

Dos entradas, si, las ví, Vratasky. Mayor motivo para retirar el cuerpo del medio. No quisiera que nadie lo pisotease. La respondí, enojada, muy enojada. Me jodía su falta de emociones y poca sensibilidad. Y más aún su actitud de gallita del corral. Quizás fuese la reina del baile en su momento, pero aquí era una marine más.

Antes de que pudiese volver a contestar a Rita, la cabo Jordan se puso en su sitio y bajé mis humos lo que pude. Miré a Ayo, la veía cargarse de rabia, como miraba a Fritz. Me acerqué a ella y me puse a su lado. Tranquila Lovejoy. Tendrás tu oportunidad. Le necesitamos vivo... podría llegar a ser un buen cebo. La murmuré y fijé mi vista en el golpeado y lloroso Oldenkamp.

Me preparo la smartgun. Los animos estaban bastante caldeados, pero era normal. Cuando Rita comienza a dar órdenes a diestro y siniestro, paso de ella olimpicamente. Solo cuando la cabo Jordan la puso en su sitio, sonreí. La Rita esa tenía un palo en el culo o algo asi.

La rubia dio un largo suspiro. No estaba acostumbrada a que la cuestionaran.

Aguante en estoico silencio las quejas de Lopez. Una Marine con serios problemas mentales. Aunque claro no era la única. Y yo no era precisamente el mejor ejemplo de estabilidad mental.

¿Han terminado? Espero que si. Por que lo primero Cabo Jordan. Os extraño como remarco la palabra cabo.No son sus hombres. Son los hombres y mujeres del Cuerpo Colonial de Marines y son mis hombres. Soy la Teniente Rita Vrataski. Asignada a esta unidad en secreto por el Coronel Jenkins. Estoy segura de que el sintético puede confirmar la identidad del Coronel dado que dudo mucho que le conozcan. No es un hombre muy dado a confraternizar.

Me gire hacia Lopez.

Ocúpese de la orden recibida y usted también Eraser.

Jordan. Esta misión esta muy lejos de haber terminado. El alto mando tenia sospechas de que esta misión podía...complicarse. Por eso estoy aquí.

En ese momento me vinieron a la cabeza las sesiones con la Psiquiatra.

Sobre el control y la empatia. Y sobre que el resto de la gente no eran maquinas.

¿Alguna pregunta inteligente?