Partida Rol por web

Acababa de dar la primera calada a aquel puro y me disponia a acercarme de nuevo a la mesa, para sentarme sobre ella mientras disfrutaba de aquel pequeño placer matutino cuando, de repente, aquello se convirtio en un auténtico campo de nabos en el que, valga lo vulgar de la comparacion, yo parecía ser el único conejo.

Alce una ceja, observando el panorama, aun con tan solo la camiseta de Price por toda vestimenta, mientras exhalaba el humo de aquel puro, sin que pareciera inmutarme demasiado por la presencia de aquellos tipos, encabezados por aquel curioso tipo, que parecia mas que encantado de vernos. Extraño, teniendo en cuenta como habiamos sido recibidos hasta entonces.

Comence a escuchar al tipo, quedandome finalmente al lado de Price, sin abrir la boca, limitandome a seguir fumando aquel puro con una delgada media sonrisa en los labios que dejaba claro que, si alguno se pasaba, no haría falta que Fénix se moviera siquiera. No, claro que a mi no me achantaban esas cosas. Era rusa, demonios.

Sin embargo, decidi darle tiempo al tal Jenkins para explicarse, antes de actuar. Y asi, mantuve aquella posicion estática, semicruzada de brazos, mientras lo escuchaba hablar de la "misión", de la "recompensa" y de los planes que la puta Weyland tenia para nosotros. Unos planes que, dicho sea de paso, no es que me sorprendieran, teniendo en cuenta como nos habian tratado en los ultimos cincuenta años y la forma en la que nos la habian jugado.

Y lo cierto es que aún estaba pensando en qué era exactamente lo que nos impedía abrirle la cabeza a todos y largarnos de alli en la primera nave que pilláramos cuando aquel hombre pronuncio varias palabras mágicas, entres las que se incluian pasta, una nave y joder a la Weyland. Ese tipo sabia jugar sus cartas, habia que reconocerselo.

-¿Puedo? - fue lo unico que dije, pidiendo permiso a John para echar un ojo mas de cerca a aquella nave que nos prometian. Al fin y al cabo, era la piloto, y queria comprobar que entendia aquel tipo por "algo vieja" - Sea como sea parrece que estamos jodidos, capitán. Asi que si quierre mi opinion, prrefierro estarr jodida con un arrma entrre las manos y un maletin esperrandome que entre esta panda de inutiles. - dije, haciendo referencia a la gente de la Weyland.

¿Que podia ser una trampa? Desde luego. ¿Que quizas cuando acabaramos no vieramos una puta mierda? Era algo con lo que, desde luego, una mujer como yo contaba de serie. Pero que si nos quedabamos lo que no veriamos seria la luz del sol de nuevo era algo que tenia aun mas claro que todo aquello. Asi pues, ¿que mas opciones teniamos? Asi al menos estirariamos algo las piernas.- ¿Tu que dices Fenix? ¿Y tu, camarrada?- me dirigi entonces a Rufus, acabando por señalarlo con el dedo- Este hombrre es un auntentico marrine. Como dice el capitan, tenemos documentos que lo corroborran -o eso crreo. - corregi a Jenkins, cuando intento quitarselo de enmedio de esa forma. Ahora era nuestro compañero de fiesta. Era un colega. Y a los colegas no se les dejaba tirados a la primera de cambio. Y estaba segura de que Price tampoco lo iba a consentir.

Fénix se tenso cuando Price le dedicó esa mirada. Si había que liarse a ostias, pues se haría. Pero parecía que los guardias no tenían demasiadas ganas de tocarle los huevos a Price. Entonces el líder de la gorra absurda se puso a hablar.

Mientras iba hablando, la expresión de Fénix iba cambiando, se iba relajando.

Dinero...¿y una nave? ¿A nombre de los tres? ¿Una nave sólo de nosotros? Eso mola mucho!

Y además podían huir de las garras de la compañía, mientras le plantaban un calvo en toda la cara. Esa era la mejor noticia que habían tenido los últimos cincuenta años!

-¿Qué que digo? -respondió a Illanka -que me apunto también. Mejor esa opción que la otra claro...

Entonces miro a Price, a ver que decía él. Aunque una sombra empezó a sobrevolar por sus pensamientos.

Uno de esos nos dejo bien jodidos. Si en esa maldita roca habían más...

-¿Han tenido algún tipo de información antes de perder el contacto con la colonia? -le dijo a Jenkins-¿Pero a quien se le ocurremontar una colonia ahí?!?? ...espero que lleven a todo el puto cuerpo de marines, por que esa criatura de mierda era dura de cojones...

Rufus seguía sin entender qué tenían "grabado" sus tres compañeros de "farra", pero un escalofrío recorría su espalda cada vez que alguno de ellos dejaba caer aquello de que él era un marine. No se acordaba de la mitad de cosas que había hecho la noche anterior... pero alistarse en los marines sería tan absurdo como secarse el pelo con la tobera de un Pratt&Whitney.

Eso sí, las amenazas del cabeza-bote ese, así como las acusaciones acerca de malversación de fondos de la compañía, acabaron con la paciencia del bueno de Rufus y no se pudo quedar callado.

Leches en vinagre!! Dijo Rufus con convicción. A mí no me pueden despedir, mi contrato está blindado y como representante de los trabajadores y miembro del comité de empresa tengo inmunidad... INMUNIDAD!! ¿Sabe lo que significa? IN-MU-NI-DAD! Repitió. Que a la empresa no le gusto no es ninguna novedad, pero de ahí a que puedan despedirme va un mundo, se lo digo yo que de eso "sepo"!

Ah! Y de que esta gente está jodida, eso ya lo veremos... Amenazó. Por la información que me han pasado, bien podría haber actuado de mala fé la compañía, por lo que sé esta gente recibió una orden directa de la compañía para investigar una nave en el "LV ese", y luego la compañía valoró la vida de estas personas como sacrificable. ¿Sabe usted lo que dice el estatuto de los trabajadores humanos sobre el concepto de sacrificabilidad vital por causas de producción? Articulo 42 barra 8, párrafo tercero, "La compañía se verá en la obligatoriedad de respetar en todo momento las condiciones vitales mínimas del trabajador humano permitiéndose por tanto la invernación o estasis prolongada con caracter obligatorio y por circunstancias de la producción u operativas. A modo de excepción se permitirá a la compañía rescindir la relación vital de un trabajador humano por circunstancias de la producción u operativas siempre que exista una compensación económica para sus descendientes de al menos dos años de salario base o en caso de carecer de ellos, una aportación de la misma cantidad al fondo social de contingencias comunes, dicha rescisión vital podrá ser pactada o en su defecto comunicada por la compañía con al menos 30 días de antelación.  Por cierto... dicho fondo social de compensación por contingencias comunes es el que nutre de capital las tarjetas "black" de la compañía, como por ejemplo esta que tengo en las manos... Dijo Rufus al tiempo que mostraba la tarjeta black al hombre de la gabardina.

El hombre de gabardina miró a Rufus, y en su rostro se dibujó una sonrisa maquiavélica.

Sin embargo en ese momento, la cara de Rufus cambió, pues acababa de darse cuenta de la trampa.... Si algo tenía Rufus, era que aparte de guapo y buena persona, era un tipo muy inteligente... Rápidamente buscó en su pad las condiciones contractuales y clausulas asociadas al uso de dichas tarjetas "black".

Aquellos tres pobres diablos estaban condenados desde el momento que gastaron el primer céntimo de aquella tarjeta, pues el uso de la misma implicaba la aceptación de las condiciones contractuales, las cuales incluían una clausula que permitía a la compañía rescindir la relación vital del beneficiario por causas operativas sin previo aviso en base a las compensaciones recibidas. Por ese motivo estas tarjetas permitían cualquier gasto, pero no adquirir bienes tangibles o materiales pues implicarían luego problemas con herencias y sucesiones.

Desde luego la compañía se la había jugado bien a aquellos tres pobres desgraciados. Rufús se sintió mal por ello pues involuntariamente había sido la mano ejecutora de la Weyland, así que decidió aconsejarles lo mejor en aquel momento.

Mierda!, creo que nunca debimos tocar esa tarjeta... Dijo Rufus a sus compañeros. Al usarla os habéis condenado a vosotros mismos. Ahora la compañía os puede hacer lo que quiera. Lo siento, pero creo que ahora mismo la mejor salida para vosotros es la que os está ofreciendo este tipo...

Ver como cogían las armas y como le miraban, le hacía soltar una sonora carcajada. Amenazó una última vez al soldado más cercano, a ver si conseguía provocarlo y comenzar a soltar ostias hasta que le apeteciera una cerveza, pero parecían no ceder. - Cada día os hacen más imbéciles. - le soltó al más cercano, centrando su atención ahora en el de los huevecillos de corbata. Estando en calzoncillos, cogió uno de los puros encendiendoselo y echandole el humo en la cara.

- Se dice al grano, caranchoa. - le rectificó automáticamente cuando lo dijo mal. - Joder... ¿Esque en el puto siglo cuatro cientos no os enseñan a hablar? - farfulló con el puro entre los dientes. Pero cuando habló de que habían instalado una estación minera en el planeta alzó las cejas. La idiotez humana a vez le sorprendía. - Sois unos putos genios. - comentó con el puro aun en la boca, dejando escapar el humo por la nariz.

Entonces comenzó a escuchar aquella amenaza velada, y aquel trato. - Vaya puta mierda de chantaje barato. - Se quejó, soltando una carcajada que hizo retumbar los cristales. - Pero mierda. - reiteró, descruzando los brazos, cogiendo el pad de datos al vuelo y ofreciendoselo a Illanka justo cuando lo pedía.

Escuchó entonces las sugerencias de Illanka y de Fénix. Se apuntaban. Dibujó una enigmática sonrisa para los presentes, pero bien conocida para sus dos viejos camaradas. Una que venía a decir "Así me gusta, joder. Con dos cojones". - Déjale que el rojillo mire el contrato, es el que tiene más idea. - Señalé con la cabeza a Rufus. - Tenemos un trato. Pero además quiero que durante la misión se conserve mi rango de Capitán, 10 millones para nuestro amigo el rojillo y que me hagan puto caso cuando diga que deben hacer. ¿Entiendes? - Le dejó claro a Jenkins. Aceptaría, pero añadiendo esas condiciones. Después de todo, no iba a bajar allí con el culo al aire.

- Por que ahora mismo somos los únicos putos expertos en esta mierda de galaxia en hijos de puta mortales intergalácticos. Así que cuando hablemos, sera como si Dios hablara. - Interrumpió un momento. - Callate Rojo. - Señaló a Rufus, a ese si iba a soltarle un guantazo como siguiera hablando tan rapido y tan fuerte.

- De puta madre. Jugamos. Pero como uno de estos roñosos me toque me quedaré su brazo como adorno para el retrovisor de la nave nueva. - Señaló a los cuatro marines allí dispuestos.

El Coronel seguia plantado en la sala con su escolta. Todos sin moverse a pesar de las provocaciones.

Miro a Petrova y a Fenix cuando parecieron aceptar. Entonces Firefly comenzó a hablar.

Inmunidad es algo que tienes hasta que dejas seducir por una espía de la competencia y esta gracias a tu pase personal roba secretos valiosisimos....

Pero he visto las fotos y reconozco que estaba muy buena... Cuando Rufus comenzó con toda la historia sobre los estatutos nego con la mano. Claro claro. ¿Y donde están esas pruebas? Nadie gana contra la empresa mas poderosa del mundo muchacho...Pero si tan seguro estas que no acepten y defiéndelos. 

​Seguro que te lo agradecen mucho cuando esten todos en la carcel.

Pero Jenkins sabia que el punto importante era la opinión de Price.

De barato nada...No sabeis lo que me a costado conseguirlo... Y era cierto era un chantaje si. Pero de barato tenia poco.

Penso un momento las exigencias.

No eres militar...Os restaurare los grados para la marina mercante. Pero no voy a dejarte al mando de una operación militar...En lo referente a los consejos. De nada sirve llevaros y que luego no se haga caso de vuestra experiencia.

En lo referente a los millones para el sindicalista. Esta bien, un poco mas un poco menos...Ningun marine os hará daño. Pero si atacas a algún marine...os harán daño y rompere el acuerdo y os garantizo que os pudriréis en un agujero muy profundo y muy oscuro...por separado. Remarco mucho lo de por separado se imaginaba que era lo que mas os dolería.

¿Trato?

Rufus, escuchó las palabras del coronel y tuvo ganas de golpearle con toda sus fuerzas, sin embargo consiguió contener su ira. Iba entonces a contestarle, pero la rabia hizo que las palabras no fluyera por su cabeza y lo único que empezó a fluir fueron sus lágrimas de impotencia. Finalmente el bueno de Rufus se derrumbó y cayó de rodillas entre sollozos, aunque luego estos se convirtieron en un llanto descontrolado que provocaba la vergüenza ajena de los presentes.

Rufus se había dado cuenta de que por fin la compañía se la había jugado, incluso sospechaba que detrás de esa jugarreta estaban las triquiñuelas de Albert Pactista. Su suerte ahora estaba realmente en las manos de aquellos tres personajes y en la posible conexión que se hubiera forjado entre ellos la etílica noche pasada.

El coronel no contesto a la pregunta del piloto, pero bueno, ya encontrarían a alguien que les informase mejor. Fénix se giro hacia John, esperando la respuesta de este, aunque muchas opciones no tenían. Que no pasasen por matar a unos cuantos marines y robar una nave...

- Joder, si estaba follable se le puede entender. - justificó al comunista. Había cosas que los tíos entendían, fueran del siglo que fueran. Si el polvo había merecido la pena... bueno, había merecido la pena. Y no era el peor escenario, no hace mucho, al menos según su memoria, al Ingeniero Jefe de su antigua nave, Bas, el polvo le había costado ser violado por un monstruo intergaláctico de tres metros de alto. Y negro.

- Para ser un fascista no te enteras de nada ¿Eh? - Le soltó a Jenkins cuando dijo que de barato no hbía tenido nada. Entre Fascistas y Comunistas la cosa estaba jodida. Unos querían darte por el culo, pero los otros querían que darte pro culo con todos sus camaradas. Ninguna de las dos opciones se la ponía tiesa precisamente. - Los rangos mercantes estarán bien. Y no quiero el mando de tus madelmans, pero seré el responsable de mi manada de hijos de puta. - Dijo, haciendo referencia a los civiles presentes. En cuanto a incluir al comunista en el trato, le pareció bien. Asintió con la cabeza.

- No le parteré el cuello a ninguno de tus pollitos, pero como me provoquen será mejor que tengan el culo dilatado porque si no les dolerá cuando les meta su rifle por su recto culo. Y yo soy un cabronazo de la vieja escuela, así que mi palabra es la puta ley de los hombres. - Vamos, que con su palabra bastaba para que se cumpliera.

Así que estrechó la mano con Jenkins, la metálica. Quizás se pasó un poco apretando, pero es lo que tenía los servos después de una borrachera. - Tenemos un trato. - Estaba estrechando aun la mano cuando el coletas se dejó caer al suelo, llorando.

- Me cago en la puta. - Se quejó, girandose hacia el comunista. - Illanka, acabas de ser ascendida a hombre. Rufus, acabas de convertirte en la nueva mujer del grupo. - Negó con la cabeza, señalando ahora a Fénix. - ¿Que hay de lo que te ha preguntado? Necesitamos toda la información necesaria antes de ponernos en ruta. -

Alce una ceja, girándome hacia el camarada Rufus cuando aquel rubiales con pinta de nazi pereció tocarle la fibra sensible, diciéndole un par de verdades. Y negué, llevándome una mano a la cara, en un gesto mezcla de incredulidad y asombro. ¿De verdad se habia puesto a llorar a moco tendido? No me lo podia creer.

-Tovarisch. Un hombrre nunca llorra. Bebe y bebe, y después ensarrta a los hijos de puta que le trraicionarron con su rrifle. - dije entonces, en un asombroso gesto de empatia que no solia ir conmigo, mientras apoyaba y todo una mano en el hombro de Firefly, dandole un par de palmaditas en plan "ea ea". - Y eso, exactamente, es lo que harremos con la compañia. Palabrra de rrusa. - añadi, asintiendo con gesto satisfecho y seguro, teniendo clarísimo que, efectivamente, no descansaría hasta que no los hubieran jodido a todos, pero a base de bien.

Por mi parte, deje que fuera John quien negociara la parte de los rangos, y toda esa mierda que a mi, francamente, me importaba poco mientras no me tocaran las narices demasiado y me dejaran pilotar. Y mientras, por supuesto, estuviera solo y exclusivamente a las ordenes de John, la unica autoridad que habia aceptado y reconocido en todos aquellos años. -No es culpa tiuya... Segurro que estaba muy buena, como dice el capitan... Y, ademas, estaba clarro que la compañia es una hija de la grran puta. Erra norrmal que te la jugarra, camarrada. - volvi a palmear su hombro, mirando a Fenix con cara de circunstancias, cabeceando en direccion al comunista. El era el sensible del grupo despues de todo, ¿no? Se suponia que el sabia como consolar a los desconsolados y todas esas mierdas que tan mal se me daban a mi.

Pero entonces, John me sorprendio ascendiendome...¡Ni mas ni menos que a hombre! Un gesto que hizo que una media sonrisa se ladeara en mi rostro, dedicando al capitan una mirada un tanto curiosa, sobre todo teniendo en cuenta que aun lo unico que llevaba puesto era su camiseta- Me parrece bien, mientrras no te lo tirres a el... - bromee, guiñandole un ojo, esperando a que el comunista se le pasara la llorera de una puñetera vez, pasando de momento del rubito y de sus amenazas y gilipolleces. John sabia lo que hacia y, por mi parte, si a el le parecía bien... a mi tambien.

Fénix se sorprendió cuando Illanka le miró y luego miró al comunista. Negó con la cabeza, no le apetecía calmar a aquel hombre delante de esos marines enormes, quería hacerse el tipo duro. Volvió a negar con la cabeza como un niño pequeño, pero finalmente se acercó al coletas. No podían dejarlo allí.

-Vamos chico vamos...ea ea...-Le dijo acariciándole la cabeza como a un perrito- Levantate y se un hombre. Al menos te tiraste a la tía buena, no? No dejes que te vean así, es lo que la compañía busca. Tu objetivo ahora es tirarte a la compañía.

Saco un foto de su gabardina.

​¿Quien puede resistirse a las científicas de ojos grandes y azules verdad?

​Bien tenemos un trato entonces. Tu eres el responsable final de tu "manada" Y me encargare de que ninguno de mis hombres os trate de forma poco acertada. 

Miro a sus hombres.

Podeis salir.  Cuando se marcharon se sentó en una silla.

​Bien partireis en una nave de asalto la Sulaco con un escuadrón de Marines de elite. El objetivo es averiguar que paso en la colonia y por que se perdieron las comunicaciones y si tiene algo que ver con esos bichos de pesadilla que atacaron vuestra nave.

Según la Compañía ellos no saben nada. Pero a mi me resulta tremendamente raro y sospechoso que tan poco tiempo después de vuestro regreso y vuestra historia la Colonia donde estaba esa nave desaparezca. Creo que la compañía lo sabe y metió las narices donde no les llamaban. 

Como la colonia esta financiada por la Weyland Yutani es casi seguro que un corporativo de alto nivel os acompañe, por vigilar su inversión de miles de millones. 

​Yo no quiero una misión de rescate de especímenes para la Weyland, el objetivo es ir a eliminarlos y salvar a los supervivientes. Si quieres información mas especifica se mas conciso.