Partida Rol por web

La mujer rubia se giro y te miro directamente. Sus ojos era como dos puntos que parecían taladrar el alma. A pesar de que intentaba tener un cara amistosa. No te engañaba. Era fría como hielo.

Claro que puede hacer algo mas. Necesito que construya una cosa para mi.

Un contenedor. Con la siguientes especificaciones.  Te dio un pendrive

Asentí con la cabeza. Sí, aquella mujer podría enfriar un desierto con su mirada.

-Me pondré a ello de inmediato- dije, cogiendo el pendrive -. Si me necesitan, estaré en el taller. Allí miraré las especificaciones que ha mencionado.

Cogí mi caja de herramientas y salí del laboratorio en dirección al taller, donde usaría el ordenador de allí para abrir el almacenamiento USB y construir el contendor de la "Mujer de Hielo".

Por fortuna el viaje fue ``tranquilo´´Si tranquilo se puede decir al hecho de llevar tres huevos gigantes de una especia alienigena. Pero al menos negros honorarios o no. Estabais vivos. Lo cual era decir mucho.

Pensasteis que era lo mas sensato ir directamente al laboratorio con la carga. Al fin y al cabo este campo era la especialidad de la Doctora Salazar. Por lo que mejor era dejar que ella se ocupara.

Cuando llegasteis al laboratorios pudisteis ver que estaba dormida encima de su escritorio con una botella metálica al lado de ella. 

No necesitasteis acercaros para olerla para saber que había bebido.

Finalmente, llegamos a Hadley’s Hope sin incidentes que lamentar. Nada más llegar a las inmediaciones del módulo habitable que aloja la zona médica y el laboratorio, nos apeamos a toda velocidad y descargamos la peligrosa mercancía que llevamos en la parte trasera. Corriendo por el enlodado terreno, entramos en el recinto.

Qué ganas tengo de deshacerme de estas cosas.

Cuando entramos en el laboratorio, lo primero que veo es a la doctora Salazar dormitando sobre la mesa. Debe de haber pasado un duro día trabajando… Espera. ¿Qué es eso? ¿Una botella de licor? Tuerzo el gesto, sintiendo cómo la sorpresa inicial va dando paso paulatinamente a la indignación. Nosotros jugándonos la vida fuera, en esa nave de mierda, y esta aquí, poniéndose morada en vez de intentar ayudar a Call. Menuda «doctora» más profesional.

Dejando el peso muerto del huevo que venía acarreando, me acerco a la mesa y tomo la botella casi con repulsión, soltándola con expresión de asco inmediatamente después de olfatearla.

—Doctora Salazar —la llamo en tono áspero y cortante. Al ver que no responde, procedo a sacudirla, intentando despertarla—. ¡Doctora! Vamos, despierte, que ya es de día…

Esto es inadmisible. ¿Qué clase de doctor que se precie haría algo así?

Al entrar en el laboratorio y con el maldito huevo a la espalda, el panorama que me encuentro no es lo que esperaba, la doctora Salazar está sobre una mesa totalmente frita, con una botella de alcohol a su lado-"ya lo que faltaba la única que tiene algo de idea de estos putos bichos y está borracha como una cuba"- pienso enfadado.

-Joder doctora-mascullo entre dientes, dejo el huevo en una camilla cercana y con el rifle de pulsos golpeando contra mi cintura me pongo al lado de ella y Faisal, cojo la botella y la huelo, para luego darle un trago, necesitaba relajarme-vaya doctora, no se priva, esto es alcohol del bueno-digo con una media sonrisa dejando la botella de nuevo en la mesa y ayudo a despertarla.

-¡Vamos doctora, espabile, que no tenemos todo el día ya tenemos aquí sus asquerosos bichos!-

¡Joder! Exclamo Salazar. ¡Dejad de dar voces! La verdad es que tenia una acento una tanto extraño que delataba que había bebido bastante. Que coño pasa. Si todavía no es día.  

Cuando Spartan dijo lo de los bichos se incorporo como pudo.

Genial muy bien. Llevadlos a la cámara frigorífica. Eso ralentizara su estado. O eso creo. Luego me ocupare de ellos. La verdad es que pensabais que ese luego seria dentro de un buen rato ,unas aspirinas y mucho café.

Cuando abristeis la cámara frigorífica para dejar vuestra peligrosa carga. Visteis una bolsa para cadáveres con una etiqueta.

Annalee Call. 

Al ver el cadáver y su nombre, no articulo palabra, giro en redondo y miro fijamente a la doctora-Salazar¿qué coño ha pasado aquí?-le digo perplejo.

Mis ojos se abren como platos cuando veo el nombre de Annalee en la bolsa para cadáveres. No puedo dar crédito.

—Pero… Pero… —Miro la bolsa y a la doctora Salazar sucesivamente, sin conseguir ordenar las palabras en mi cabeza para formular la pregunta que quiero hacer. Afortunadamente, Spartan se me adelanta y logra articular la cuestión en un tono brusco y apremiante que refleja adecuadamente nuestras emociones actuales. «Dios mío, ¿Annalee ha muerto? ¿Por culpa de una de esas cosas? ¿Qué mierda hemos traído a la colonia?», es lo primero que pienso, en una vorágine de presentimientos fatalistas que hacen que se me acelere el pulso.

—¿Cómo ha muerto? —acierto a preguntar al fin, sin atinar siquiera a soltar el huevo que llevo cargado.

-EN EL NOMBRE DE DIOS VOLVIMOS DEL INFIERNO PARA VER ESTO!-.

Dice con evidente indignación mientras sigue cargando su rifle de asalto a causa de estar aun con los efectos de la adrenalina y de repente deja caer con fuerza los hombros. Demostrando cierto enfado en su mirada.

-ESTO ES PEOR QUE LOS COMERCIANTES EN EL TEMPLO DE NUESTRO SEÑOR-.

Manteniendo la euforia que es galopada por sus emociones hasta que contempla hasta que observa los huevos, encaminándose  al cámara frigorífica y esperando a que estos sean preparados cuanto antes para ser ingresados en aquel lugar. Sintiendo como ese sudor se va tornando frío, pareciendo partir su piel por unos momentos, sin evitar pensar que agarrará un posible catarro tras exponerse a esa temperatura.

Hasta que observa la bolsa, no es capaz de emitir palabra alguna más que contemplarlo al leer detenidamente el nombre, realizar una señal de persinarse ante la fallecida bajo la santa cruz.

-No hay tiempo...debemos guardar estos huevos y después tendremos tiempo para darle descanso espiritual a Annalee-.

Dando a entender que deben terminar su trabajo e intentando encuadrarse un poco, por respeto a quien está muerta.

Peroooo bueno. ¿QE oz dado con bozear tanto? ¡Cansinooooos! Entonces la Doctora comenzó a llorar.

Yo la mate. Fue culpa mía. Intente quitarla esa cosa y murió.

Empiezo a entenderlo todo. Salazar ha matado involuntariamente a Call mientras trataba de intervenirla, y no ha podido con el sentimiento de culpa. Me descuelgo el arnés que transporta el huevo alienígena y, tras dejarlo en la cámara frigorífica, me acerco a la doctora cautelosamente, apoyando una mano en su hombro y mirándola con comprensión.

—Doctora, no ha sido su culpa. Sí, es terrible haber perdido a Call, pero estas cosas suceden. Usted solo estaba intentando hacer todo lo posible por salvarla de una forma biológica que ninguno de los que estamos aquí conoce. Así que por favor, cálmese. —Acaricio suavemente su hombro—. Ahora, por favor, díganos: ¿cómo ha sido? ¿Qué ha pasado exactamente? Y el organismo… ¿sigue adherido al cadáver? —Se me hace extraño hablar de Annalee como si fuera un resto orgánico del depósito, teniendo en cuenta cómo nos conocimos, lo que ocurrió y nuestra experiencia posterior en esa maldita nave, que ulteriormente acabaría con su vida—. Cuanto más sepamos, mejor podremos defendernos de esas cosas.

Espero las respuestas de la doctora, tratando de no atosigarla. En estos momentos, es lo último que necesita.

Viendo a la doctora, poco se la puede sacar según su estado, así que busco una silla, me aposento en ella dejando descansar mi rifle en las piernas y miro a la doctora, consolada por Faisal.

-Doctora, no se torture, había altas probabilidades de que esto ocurriese, aquí tiene tres huevos más-los miro durante un momento y continúo-podrá investigarlos y saber cómo matar esas alimañas-

Luego de quitarse el arnés tras dejar el huevo en la cámara de frío, Banks vuelve para escuchar detenidamente la causa de muerte. Observándola con esa expresión más formal, de alguien que considera la espiritualidad en este tipo de situaciones y dedica su mirada al cuerpo.

-Podemos darle sepultura  y dedicar una misa...así darle descanso a su espíritu y a nuestros corazones-.

Comenta con evidente empatía ante la situación tras posicionarse cerca de Faisal y dejar descansar el arma en un pequeño escritorio habilitado.

-Será nuestro momento de llorar a los muertos, para seguir con nuestro trabajo-.

Observándola con esa expresión de alguien que ha vivido traumas y ha logrado encontrar un pequeño punto de paz en la espiritualidad.

-La Colonia la necesita...nosotros la necesitamos en este momento-.

Fue culpa mia. No lo se dell todo. Pero creo que al quitrzelo de la casra esa cosa suelta una ezpecie de veneno y esa fue la causa de ma muerte.

Cuando Banks habla de enterrar agita la manos.

¡¡¡nooooo!!! Tengo que hacer la autopsisa tengo que saber seguro de que mruio.

¿Mas huevos? Si en la nevera. Luego ls miro. Y volvió a sentarse en la silla quedándose medio dormida. 

-Joder que panorama-mascullo entre dientes llevándome las manos a la cara y maldiciendo el día que recibí las órdenes de venir a este agujero.

-No se cómo lo veréis vosotros, pero la doctora no está en condiciones de hacer nada y nosotros tampoco-me detengo un momento y miro a la doctora con lástima-dejadla dormir la mona, los huevos no creo que salgan de la cámara y necesitamos descansar y comer algo-

—¿Crees que es prudente? —susurro, preocupado, intentando que la doctora Salazar no me oiga. Mis ojos van pasando alternativamente de Spartan a la cámara frigorífica—. No sé… No sabemos de qué son capaces esas cosas, si son resistentes al frío… Os recuerdo que hace treinta años, antes de que Acheron fuese colonizado y se creara una atmósfera artificial, aquí hacía un frío del carajo. Y no sé por qué, pero sospecho que esa nave y su cargamento llevan aquí mucho más tiempo.

Trago saliva, no sin cierta angustia. Mis palabras salen rápidas, aunque consigo no trabarme mientras hablo.

—Por otro lado, no olvidemos que aquí parece haber alguien interesado en que todo se vaya a la mierda, quienquiera que sabotease el vehículo en el que íbamos Call y yo. Por no decir que la Compañía está llevando a cabo actividades a espaldas de la colonia de Hadley’s Hope, algo sospechoso que tiene que ver con esas criaturas. Sus androides casi me matan por meter las narices accidentalmente. —Hago una pausa, y me cruzo de brazos—. Resumiendo: no me gusta la idea de irnos de aquí sin más. Sinceramente, tengo miedo de que si nos vamos a dormir y dejamos a Salazar aquí sola, mañana amanezca muerta, y tres cosas de esas anden sueltas por la colonia dándole besitos a la gente. No; yo me quedo. Esto es demasiado peligroso como para confiárselo a ella, dado su estado actual. —Suspiro—. Si vosotros queréis ir a descansar, por mí bien. Os lo habéis ganado.

Luego de escuchar la explicación de Faisal y considerando los antecedentes asociados a alteraciones ambientales, Banks observa a cada uno de los presentes tras dejar escapar un suspiro de cansancio mientras su mano derecha quita el sudor frío de su cabeza rapada.

-No creo que dios quiera llamarnos esta noche...y si la dejamos sola como ha mencionado Faisal...cae en riesgo de morir por que aun no hay información suficiente sobre estas criaturas-.

Sopesando que cada uno de los presentes se encuentra cansado, decide pensar por unos momentos una opinión que pudiese resultar útil más allá de los intentos por guiarlos espiritualmente. Tras aclarar un poco su garganta termina por cruzarse de brazos.

-Nos turnaremos de la siguiente manera...Faisal y Salazar estarán trabajando mientras yo vigilo o Spartan...cada uno irá descansando, Esto será cada cuatros horas, tras completar el tiempo de ocho horas, ustedes descansaran mientras yo y mi compañero vigilamos las muestras...-.

De repente deja asomar esa sonrisa que solo destaca la dureza de sus facciones.

-Puede que no se entienda bien...pero el objetivo es que cada uno pueda descansar  y rendir bien, un total de cuatro horas...y no quitarle la vista a estas cosas-.

Decidiendo proseguir con su comentario.

-Yo los ayudaré a vigilar-.

-Qué coño tenéis razón Banks-digo reconsiderando la idea-todo esto es demasiado raro y la Compañía está detrás de todo éste tinglado-me detengo un momento y prosigo mirando a la doctora-será mejor preparar café y dárselo, hay trabajo que hacer, yo hago la primera guardia-