Partida Rol por web

Súbitamente, un repentino siseo me da un susto de muerte. Inhalo aire ruidosamente, dando un respingo, y me doy la vuelta para encarar a lo que sea que lo ha producido… Sin embargo, tan solo veo a Spartan. Entonces, me doy cuenta de que el sonido procede de la radio. Segundos después, los dos oímos la voz de Banks, intentando ponerse en contacto con nosotros. No sin cierto sentimiento de ridículo por haberme asustado de mi propia radio, la descuelgo de mi cinturón y me la llevo a los labios.

—Aquí Haddad. Lo recibimos alto y claro. Banks, ¿dónde está? Mientras corría, ¿ha pasado por delante de un… mural extraño? Cambio.

Suelto el botón de comunicación, esperando la respuesta del alterado marine. Espero que esté bien.

La escapada de Banks sólo puede traer problemas, así que echamos a correr tras su pista, dando al poco con un mural bastante perturbador, pero que por suerte nos da la buena suerte de dar con sus huellas.

El escuchar la radio, me da un pequeño respiro, pero escuchar las palabras de Banks, resultan ser más problemas.

-Joder Banks, describe el lugar¿dónde coño estas?- pregunto con urgencia mirando a mi alrededor.

-Me encuentro en una especie de madriguera o corral de gallinas...-.

Comenta con cierta tensión a pesar que el comentario parece ser completamente bufonesco, pero a su parecer solo puede ser descrito aquel lugar de esa manera. Observando el entorno localizado con la luz de su linterna mientras apunta a aquellos huevos y comienza a retroceder.

-Es una especie de bodega y este lugar no es seguro definitivamente...hay cientos de huevos y insisto...no quiero cumplir la regla de oro en películas de terror-.

Dice por el  comunicador mientras va buscando con la luz una puerta o pasillo que permita aventurarlo a salir de aquel lugar.

-Recibido, intenta buscar una salida, mientras voy a usar el detector de movimientos para encontrarte, corto-dicho esto y sujetando el rifle de pulsos, apoyándolo sobre mi antebrazo, saco el detector de movimientos y lo activo avanzando poco a poco por el pasillo.

-Vamos Faisal, este lugar no es seguro, buscamos a Banks, cogemos uno de esos jodidos huevos y nos largamos a la colonia, tengo un mal presentimiento-digo poniendo toda mi atención en el detector y dónde piso.

Repentinamente, siento cómo se me seca la boca. Si no estuviésemos en un lugar tan oscuro, sería apreciable la momentánea palidez de mi rostro.

—Banks, ¿puede escucharme? —pregunto a través del comunicador—. Ya sé dónde está, así que enseguida vamos a por usted. Ante todo manténgase alejado de los huevos, y bajo ningún concepto toque o atraviese la barrera de luz azul que los protege —recalco, recordando cuál ha sido el destino de la ingeniera Call. Suspiro—. Pero esté tranquilo. Si hace lo que le digo, no debería de haber ningún peligro. Cambio.

¿No debería? ¿Puedo realmente estar seguro de eso? Al menos, ya sé exactamente dónde se encuentra el marine. Lanzo a Spartan una mirada de urgencia.

—Banks ha tenido la mala suerte de encontrar la bodega sin nosotros. Démonos prisa, o pronto podríamos tener otra de esas mierdas de ocho patas agarrada a su cara.

Al menos estoy convencido de que mis compañeros ya me creen. Mientras Spartan y yo caminamos por el pasillo, una pregunta aterradora asalta mi mente…

¿Qué clase de criatura puede poner huevos de ese tamaño?

-¿Barrera azul?...entendido, mantendré posición entonces-.

Comenta mientras sigue apuntando detenidamente a los huevos con la luz de su arma, logrando controlar poco a poco su respiración mientras va relamiéndose los labios como si buscase el yodo de su sudoración  para así calmar la ansiedad que va experimentando en ese momento.

Cambiando el lugar de mira cada veinte segundos en ángulos de veinte grados.

-Eso de la luz azul se escucho jodidamente racista ¿saben? jjajajajaja-.

Comenta de buena gana mientras sigue presionando el botón del comunicador y no deja de disminuir su adrenalina.

Por fortuna Spartan tenia su fiel detector de movimiento. Con el cual os fue mas facil guiaros hasta Banks.

Cuando llegasteis hasta el pudisteis ver la sala que os había descrito.

Aunque no era la misma en la que había estado Haddad...

Ver el punto parpadeante me hizo asomar una pequeña mueca de alivio-¡lo he encontrado, por aquí!- dando con él al poco-Banks por el amor de Dios, no vuelvas a cagarla y menos aquí dentro-le digo enfadado-cubre la entrada, mientras Faisal recoge los huevos-a continuación miro a Faisal.

-venga recoge los huevos del demonio y largemosnos de aquí-digo avanzando a su lado con el rifle listo para disparar.

Al fin, después de serpentear por el pasillo un número de veces que se me hace eterno, llegamos a la cámara de los huevos donde está Banks.

—Eh, Banks, me alegro de verlo sano y salvo —lo saludo, acercándome a grandes zancadas a él. Luego, dedico unos instantes a mirar a mi alrededor. Algo no está bien. Y es entonces cuando me doy cuenta de que estamos en otra bodega distinta de la que visité con Annalee hace unas horas.

¿Cuántos huevos hay en esta puta nave?

Y de repente, Spartan me indica que vaya a recoger los huevos. Me lo quedo mirando de hito en hito, perplejo.

—Oh, qué caballeroso —empiezo, boquiabierto—. A ver si lo he entendido: ¿he vuelto hasta aquí con dos marines coloniales entrenados únicamente para que me cubran la retaguardia mientras yo, un ingeniero, un civil, me juego el cuello por segunda vez? —Me cruzo de brazos, mirando al soldado con una expresión de reprobación—. Les recuerdo que yo no estaba de acuerdo con esta operación. Accedí porque en teoría solo iba a mostrarles el camino. ¿Saben qué va a pasar? —Hago una pausa, nervioso, antes de continuar—: Esa mierda se va a abrir en cuanto me acerque, y un bicho de esos va a saltar de dentro intentando darme un beso con lengua. ¿Cómo coño se supone que voy a evitarlo yo? ¿O ustedes, para el caso? Porque me imagino que tendrán un plan de actuación. Venga, ilumínenme.

¿De qué coño va?

-Faisal, estoy a tu lado, en cuanto vea movimiento, llenaré de plomo al puto bicho, tú tranquilo-le digo con aplomo, adelantándome y yendo al frente.

Sigo sin estar muy convencido. Y entonces, se me ocurre una idea.

—Banks, Spartan, ¿alguno de ustedes tiene algo de cable resistente en su equipo de supervivencia, como el que se usa para asegurar una escalada? —pregunto, empezando a formar un plan en la cabeza—. La vez anterior pude comprobar que los huevos tardan un poco en abrirse. ¿Ven esas incisiones que forman una cruz, en la parte superior? Se abren así, plegándose hacia afuera, como los pétalos de una flor —explico, juntando los talones de las manos y abriendo las manos hacia los lados, para ilustrar mejor el movimiento—. Si enrollásemos un cable alrededor de esos «pétalos», podríamos evitar que se abrieran, encerrando a esa cosa dentro. Luego solo tendríamos que arrancarlo del suelo…

Y todo eso, esperando que no se abra ningún otro huevo por las cercanías. Pero si se abren, tengo a dos marines coloniales para coser a tiros a las tarántulas violadoras.

Rebuscando entre nuestras cosas, encuentro un gato hidráulico que tiene la forma de una gran zarpa metálica. «Como anillo al dedo», pienso. Después de evaluarlo durante unos instantes para saber cómo funciona, encaro el huevo más cercano y tomo aliento, con el artilugio bien sujeto en una de mis manos.

—Deséenme suerte, compañeros —murmuro, mirándolos—. Si no consigo atraparlo, fríanlo enseguida. Son muy rápidos. —Luego cierro los ojos, pronunciando una rápida oración a ningún dios en concreto.

Abriendo los ojos, me lanzo la carrera hacia el huevo. Desciendo por una pronunciada pendiente, atravesando el muro de luz azulada, que emite un chirrido agudo con mi contacto. Con la luz de mi linterna, puedo ver a través de las paredes traslúcidas del huevo cómo algo se revuelve en su interior. De un momento a otro empezará a abrirse. Sin perder ni un segundo, rodeo el perímetro del huevo con el gato, asegurándolo, y tecleo a toda prisa la orden de cierre. «Vamos, ¡vamos!», me digo a mí mismo, esperando ser lo bastante rápido.

-No es mi culpa que Dios quiera joderme de maneras misteriosas Spartan-.

Comenta de buena gana accediendo a lo solicitado por él Marine mientras va camino a la entrada manteniendo el ángulo de su arma apuntada y observando la presencia de cualquier enemigo. Prácticamente haciendo un relevo por causa del estrés que experimenta en ese momento.

-A la mínima y puta señal que eso se abra, hay que escapar como si fuésemos negros interceptados por policías en Texas...-.

Dice intentando calmar un poco el estrés mientras observa los alrededores manteniendo una distancia de cinco pasos de Spartan  y decidiendo de esa manera detener sus pasos dado que la situación es completamente riesgosa para todos. Observando de reojo los movimientos de Faisal.

-Faisal, debe tener cuidado...por la lógica de este lugar se nota que estamos en el nido de algo que estuvo o posiblemente está vivo-.

Observando su arma y volviendo a apuntar en dirección a la entrada mientras queda cerca de sus camaradas.

-Ni se nos ocurra bajar la guardia que terminaremos siendo las novias de esas malditas abraza caras-.

Decidiendo hacer la señal de la cruz como gesto de calmar sus nervios mientras su expresión sigue siendo de tensión en contraste a sus comentarios que parecen más de un comediante.