Partida Rol por web

No debería hacerlo...esto le corresponde a un Ministro de Fe

Piensa tras terminar de cargar plomo contra la rata y ver como le ha explotado el costado derecho, escuchando el chirriante sonido antes de que esta muriera. Manteniendo la mirada alerta, cambiando de posición cerca de donde se encuentra el cuerpo de Statham y decidiendo protegerlo para brindarle un entierro digno al compañero de armas.

-¿Hay señales de más enemigos Spartan?-.

Pregunta con cierta tensión a pesar de disminuir el tono de su voz.

Tras observar atentamente el detector de movimiento, no se ve nada en la zona-La cosa parece tranquila-le digo a Terry concentrado y desvío la mirada hacia el cuerpo inerte de Stathman-Hechemos un vistazo rápido por si acaso y llevémonos a nuestro compañero-termino con una mezcla de tristeza y solemnidad.

-De acuerdo Spartan-.

Toma el arma modelo m-16 de Statham y se la extiende a Spartan para que este la lleve, mientras toma el cuerpo del soldado con ambas manos haciendo gala de su fuerza. Depositando el peso del muerto en su hombro izquierdo para luego acomodar su arma en la mano derecha en caso de que vuelva a presenciarse el enemigo por el sector.

-Bien...a la enfermería-.

Dice manteniendo la vista mientras va retrocediendo sin darle la espalda a la posible presencia del enemigo.

Asintiendo a las palabras de Terry y viendo como carga con Stathman, cubro su retaguardia mientras dejamos el nivel 3.

Bien vamos a dividirnos. Yo ire com Simpsons y numero dos. Vosotros con Haddad. Todo el rato contacto por radio. Avisamos y en caso de duda nos replegamos aqui en las escaleras.

¿Alguna pregunta? La verdad es que la situacion era un tanto atemorizante. Las luces no parecian funcionar con toda la intensidad normal.

Al llegar al Subnivel 3, el ambiente había cambiado, las luces no estaban a plena potencia y tenía una sensación extraña, algo no iba bien allí abajo y me sentía intranquilo-Ninguna pregunta señor-dije decidido, quitando el seguro de mi rifle de pulsos y miré a mis compaños-Vamos, cuanto antes acabemos, antes saldremos de aquí-sujeté el rifle con fuerza y empecé a avanzar por el tétrico pasillo atento a cualquier movimiento extraño.

Bajar a las entrañas de la colonia es más espeluznante de lo que había previsto. Atendiendo a los focos y las luces del perímetro, me da la sensación de que no funcionan a pleno rendimiento, lo que me hace pensar que quizá la escala del sabotaje sea mucho mayor de lo que habíamos pensado. Todavía no me he parado a pensar en las implicaciones que tiene la fuga de la directiva de la Compañía, pero lo que está claro es que, si queremos sobrevivir aquí abajo ahora que no tenemos manera de largarnos, tenemos que ser nosotros quienes nos espabilemos y veamos a qué nos enfrentamos. Pero ahora, viendo las sombras que se ciernen sobre nosotros desde los rincones pobremente iluminados del subnivel de la colonia, esto parece más difícil de hacer que de decir.

—Ninguna pregunta, capitán —respondo, intentando aparentar calma—. Ya irán surgiendo las dudas durante la misión.

¿Quién me iba a decir a mí cuando me doctoré en Ingeniería de Terraformación que acabaría buscando a personas desaparecidas en el subterráneo de una colonia infestada de organismos alienígenas de origen desconocido?

 El que habita al abrigo del Altísimo
Morará bajo la sombra del Omnipotente.
 Diré yo a Jehová: Esperanza mía, y castillo mío;
Mi Dios, en quien confiaré.
 El te librará del lazo del cazador,

Solo es capaz de orar mentalmente mientras va descendiendo directamente al nivel tres, lugar donde uno de sus compañeros encontró el final y ellos no son la excepción. Manteniendo el ángulo característico para generar ráfaga de disparo rápido ante la mínima señal de posible enemigo.

De la peste destructora.
Con sus plumas te cubrirá,
Y debajo de sus alas estarás seguro;
Escudo y adarga es su verdad.

Experimentando esa tensión mandibular además de las gotas que van decorando su frente a causa del estrés de aquella situación. Por unos momentos, pensando en la familia que quedo atrás en el planeta tierra, entrando  en se momento a mantenerlos presentes más que nunca como si fuera su Fe con la intención de no experimentar duda alguna en un momento tan difícil. Más aun porque en este momento se encuentran solos, a merced del terror desconocido.

 No temerás el terror nocturno,
Ni saeta que vuele de día,
6 Ni pestilencia que ande en oscuridad,
Ni mortandad que en medio del día destruya

Terminando de cerrar mentalmente su oración al escuchar las indicaciones del Capitán, sin emitir palabra alguna mientras se posiciona en el flanco izquierdo de Faissal y comenzando a avanzar con sus compañeros a investigar  aquel lugar. 

-Amen-.

Termina por susurrar para si mismo mientras va descendiendo a la boca del lobo.

Os separasteis y cada grupo avanzo por un lugar diferente. Teníais que encontrar a los Colonos desaparecidos. Al avanzar os fijabais en todo lo que pudiera ser relevante. Al poco de comenzar en el suelo visteis una mancha de sangre.

Parecia reciente e iba dejando un reguero por el suelo.

Comenzamos el recorrido con extremo cuidado, los tres habíamos visto lo que podían hacer esas criaturas y lo último que quería era morir en este apestoso agujero con un bicho de esos pegado a mi cara.

Pasan pocos minutos hasta que vemos unos rastros de sangre-¡Eh venid!-les susurré, acercándome y agachándome para verla mejor.

-Joder, hay un rastro de sangre-les indiqué con el dedo-Tened los ojos abiertos y tened mucho cuidado-dije mientras seguíamos avanzando en formación con el rifle apuntando al frente.

Esto no es bueno

Piensa tras ver el rastro de sangre y decidiendo posicionarse tras Faisal mientras Spartan sigue avanzando como una suerte de explorador en el grupo. Observando los alrededores en un evidente estado de alerta, mirando el techo, los flancos y cada punto que pudiese dar pie a un potencial ataque.

-Parece reciente Spartan...significa que puede andar aun merodeando-.

Ya no sabe que pensar mientras avanza con el grupo, experimentando esa tensión en sus músculos y el sudor adornando su frente que en ocasiones parece recorrer parte de su parpado. Como gesto reflejo, lo aparta usando su mano izquierda, retomando la postura militar rápidamente.

No sabemos a que nos enfrentamos...Dios...danos fuerza

Piensa mientras sigue avanzando, los pasos intentan ser cautelosos para prevenir cualquier indicio que puedan dar al enemigo de su presencia.

Al ser el único miembro del grupo con nula experiencia militar, voy en el centro y un paso por detrás de mis camaradas, mirándolo todo con ojos de paranoico. En mi mano derecha esgrimo la pistola, que a mis ojos es una auténtica herramienta de destrucción con la que hay que tener muchísimo cuidado, mientras en la izquierda porto la linterna, que utilizo para iluminar en la dirección en la que apunto.

No es de extrañar que sea el último en darme cuenta de todo.

—¿Qué veis? —pregunto cuando veo que mis compañeros se detienen. Entonces la veo—. Sangre…

Eso significa que aquí no solo ha habido desapariciones; también sucesos violentos, puede que incluso muertes. Y tan cerca de nuestras narices… ¿Cómo es posible que nadie se haya percatado hasta ahora?

—Decidme… ¿Habéis estado antes aquí? ¿En el subnivel tres? —inquiero, sin dejar de observar mis alrededores con suma cautela—. Si lo conocéis, quizá sepáis cuál puede ser el lugar más probable donde alguien llevaría rehenes, o donde escondería a alguien que hubiese capturado… ¿Se os ocurre algo?

Seguí el rastro con la mirada, escuchando a Faisal-Si, estuvimos aquí mismo hace pocas horas de hecho, había unos bichos asquerosos que logramos eliminar aunque un compañero murió-ensombrecí el gesto-del subnivel no sé mucho, tampoco en la zona habitual de patrulla, nos va a tocar seguir el corredor e inspeccionarlo todo-miré el rastro de sangre-venga continuemos-sentencié, posé mi dedo sobre el gatillo listo para soltar una ráfaga en caso necesario.

Trago saliva.

—Quizá lo mejor sea seguir ese rastro de sangre, a ver a dónde nos lleva… Hay algo que es de lógica: si no nos conduce hasta la víctima, nos llevará hasta el asesino. —Me estremezco con solo pensarlo; ¿qué puede hacer sangrar a una persona de esta manera?—. Solo por curiosidad… Esos bichos a los que dices que os enfrentasteis… ¿Cómo eran? Lo digo por si aún queda alguno. Quiero estar preparado… —Se me escapa una carcajada nerviosa, desprovista de humor—. Eh, si estoy haciendo demasiadas preguntas, decídmelo, ¿eh? No quiero incordiar.

Bastante que debo de estarlos molestando ya. Un civil en medio de dos marines entrenados. ¿De verdad los estoy ayudando, o solo los estorbo?

-Eran unas ratas gigantes...y eliminamos a esas alimañas así que no tienes razón alguna para preocuparte-.

Dice mientras sigue avanzando cubriendo la retaguardia  y manteniendo la posición de puntería para realizar un ataque rápido en caso de ser necesario.  Observando los alrededores con evidente tensión a medida que se van adentrando cada vez más en aquel subnivel.

-Y mejor será que no parezcas al Burro de Shrek mientras andamos-.

Comenta de buena gana mientras van avanzando, realizando un gesto de guardar silencio al mecánico con evidente respeto mientras siguen avanzando. Pensando que tienen a favor el tiempo en que se realizó el ataque, al ser reciente permite tener el tiempo a favor para dar cuanto antes con el asesino  y al mismo tiempo, se hace presente ese temor por su carácter desconocido.

La sangre era reciente y aunque mirabais no lograbeis ver ningun peligro especifico. Pero Haddad se mostro como un gran rastreador al poder seguir la sangre.

Por fortuna teniais un rastreador de movimiento el cual no indicaba peligro alguno...por ahora.

Seguisteis avanzando hasta encontrar el rastro de la sangre. Habia un trabajado con una de esas arañas pegadas en la cara...

Después de seguir el rastro de sangre a lo largo de un oscuro corredor apenas iluminado, veo una de las cosas que esperaba no tener que volver a ver nunca.

—¡Eh! —llamo a los demás con un grito susurrado, si tal cosa es posible—. ¡Aquí! Mirad esto…

Allí mismo, en el suelo, apoyado contra una caja de madera grande y pesada, hay un hombre inconsciente. Su cara está cubierta por uno de los repugnantes parásitos a los que estábamos persiguiendo. Una vez más, no puedo evitar preguntármelo: ¿por qué hacen eso? Es perturbador.

—¿Qué hacemos? ¿Creéis que sigue vivo?

Antes de que mis compañeros me contesten, me agacho frente al hombre. Dado que su cuello está obstruido por el tentáculo de esa cosa, apoyo mis dedos en la muñeca de la víctima, presionando un poco para comprobar si tiene pulso.

-Puta mierda-gruñí al ver el cuerpo aletargado tendido en el suelo-lleva un bicho de esos pegado a la cara, pero...joder ¿está respirando?-pregunté estupefacto, Faisal le tomaba el pulso, pero si, estaba vivo-Eh! mirad su pecho ¡respira!-dije incrédulo acercándome al cuerpo.

-No me lo puedo creer, ¿cómo puede respirar si tiene eso pegado a la cara, es que le está insuflando aire?-dije con asco al ver el bicho de cerca-Banks, mira...es asqueroso ¿y la Compañía quiere llevarse esta basura alienígena?-pregunté enfadado.

-No sé vosotros, pero so acabaría con el sufrimiento del pobre desgraciado y le pegaría un tiro-dije fríamente-recordad lo que hemos visto en el Laboratorio Médico, a saber que le estará haciendo en su interior mientras hablamos-me incorporé y volví a ponerme en guardia, mirando los lados del pasillo y a mis compañeros-tenemos que seguir y rápido, esto me da muy mala espina-