Partida Rol por web

Ardan se había convertido en un lugar desolado por el temor y la incertidumbre ante los motivos reales de porqué en los últimos años los señores más oscuros del mundo habían decidido alojarse aquí.

Las familias más adineradas lograron irse del condado para irse a otros más seguros de modo que lo único que quedaba en aquella porción de tierra eran las personas menos pudientes que no tenían otro lugar donde ir.

La taberna "Última Luz" se construyó con la esperanza de atraer a héroes tanto locales como extranjeros que quisiesen buscar un punto de encuentro donde conocer el estado actual de las atrocidades que poblaban tanto el subsuelo como los alrededores.

El local era escueto, pobremente iluminado y fatal decorado, pero no faltaba bebida y sobre todo: información.

~~ Leyendas y rumores sobre los lugares malditos ~~

Laberinto Eterno [INACCESIBLE]

Cuentan las leyendas que en los límites con las montañas malditas, había un antiguo pueblo que fue arrasado por la muerte. Allí, entre las ruinas del pueblo y al cementerio existe una entrada a un lugar donde se huele la muerte y la maldad. La entrada está llena de marcas de cadáveres y esqueletos de animales y personas, se escuchan aullidos y ruidos completamente escalofriantes de este lugar. Se dicen que de todos los que se han aventurado a investigar este lugar maldito, nunca han vuelto a aparecer.

Hades [INACCESIBLE]

La religión pagana hablaba sobre un lugar de pesadilla más allá de los límites de Ardan. Su acceso era difícil, pues la entrada se trataba de una pequeña abertura por donde apenas podía pasar una persona a la vez y tras andar unos metros, se llegaba a un lago donde un barquero te hacía pagar con una moneda para poder pasar. Una vez cruzado el lago se llegaba a las profundidades del abismo, donde una fortaleza de pesadilla se alzaba, del cielo caían almas en pena gritando desesperadas por escapar de su tortura, mientras que en el interior aguardaban sus moradores, sedientos por el líquido carmesí de aquellos incautos que se adentraban para hacerse con las riquezas de Perséfone.

El templo de Ank-Shein [INACCESIBLE]

El templo de Ank-Shein fue un antiguo templo dedicado a la veneración de un antiguo dios de los elementos, el cual se decía que podía traer los cambios en la naturaleza. Lluvias, terremotos, vegetación, toda la naturaleza.
Según cuenta la leyenda, hace más de dos mil años, uno de sus sacerdotes invocó al dios a la tierra para atarlo al mundo y usar sus poderes para el beneficio del reino, pero ese día desaparecieron todos los sacerdotes y el templo quedó sellado, sin que nadie, ni grandes magos pudieran hacer nada para abrirlo de nuevo.
Se dice que hace apenas unos 2 años, un grupo de aventureros consiguieron entrar dentro, pero todavía no han regresado.

La cumbre del Rey de la Montaña 

Durante siglos, el Monte Milter ha sido hogar de un fiero clan de gigantes de las nieves, que ha mantenido a raya a los trasgos de las montañas y preservado en relativa seguridad al pueblo de Ardan. Nunca fueron los mejores vecinos, pero siempre se mantuvieron en su territorio, en la cima de su montaña... Sin embargo todo eso cambió hace unos meses, cuando una ventisca azotó la montaña y los trasgos empezaron a bajar por la ladera, saqueando las antes fértiles tierras de cultivo del valle a los pues del Monte Milter.

Ahora las caravanas y viajeros desaparecen sin dejar rastro, los granjeros no pueden cosechar y los leñadores no se pueden acercar al bosque por temor a los trasgos, que parecen responder a un nuevo amo, grande y poderoso, un nuevo rey de la montaña que ha destronado al antiguo señor de los gigantes, y sumido la región en un frio invierno que nunca termina. Ahora Ardan languidece bajo este invierno sin fin... ¿Quien podrá salvar el pueblo de esta maldición? ¿Qué oscuro poder habrá sido capaz de derrotar a los gigantes y reclamar las riquezas de su antiguo reino? ¿Quien podrá derrotar ahora, al Nuevo Rey de la Montaña?

 La Tumba de los Héroes 

De acuerdo a las leyendas de Ardan, en la antigua ciudadela abandonada y sin nombre cuyos vestigios se alzan aun hoy en día, tétricas y amenazantes sobre las tierras de los hombres, se encuentra un pasaje oculto de piedra esculpida, cuyos arcos forman un corredor que se interna en las profundidades, bajo los restos de lo que alguna vez fuera un poderoso castillo. Según los rumores, esa entrada conduce directamente hacia los oscuros corredores y catacumbas del palacio en ruinas.

Muy pocos se han atrevido a internarse en tal lugar, pues se dice que una sensación de inquietud, amenaza y miedo que va más allá de lo natural se apodera de quienes se acercan y que una vez traspuestas las viejas y oxidadas rejas de hierro que alguna vez impidieron el paso de ellas, los intrusos son rodeados por la oscuridad y un aire gélido que estremece por completo a los faltos de valor, haciéndoles girar sobre sus talones y salir huyendo aterrorizados, sin saber exactamente de qué.

Todo lo que estos incautos han logrado decir es que sufrieron la impresión de que una amenaza incierta, algún mal que estaba ahí, atento y acechante, les aguardaba, quizá esperando que dieran el paso fatal.

Pero otros, más valientes, cruzaron las verjas y siguieron adelante, descendiendo hacia lo desconocido. Respecto a la suerte de estos ultimos, las historias y relatos no pueden decirnos cosa alguna, pues ninguno de ellos regreso para contar lo que sabía. Por esa razón, se dio por llamar a ese sitio “La Tumba de los Héroes”, y las leyendas aun aguardan a alguien digno de tal nombre, a un individuo lo bastante  intrépido y aguerrido para desvelar finalmente el misterio. 

Saludos, héroes. Soy Haliax, uno de los pocos soldados que quedan en Ardan. Parece que últimamente solo se escucha hablar de lugares tenebrosos y malditos. Estoy buscando a alguien que quiera acompañarme a uno de esos lugares. ¿Quién es lo suficientemente valiente?- Decía Haliax mientras bebía de una (no muy limpia) jarra de cerveza.-

El hombre tigre contestó con esa voz ronca que tanto confundía a los que no lo conocían haciéndoles pensar que en realidad rugía amenazante:

Estamos en la última luz, un nombre muy adecuado considerando como están las cosas por Ardan, este pueblo al que tanto debo y por el que estoy dispuesto a derramar hasta la última gota de mi sangre. 

Le echó una larga mirada al soldado antes de continuar:

La única recompensa que busco es saber librada a esta tierra de los execrables males que reptan por ella hoy en día, quien quiera mi compañía en la batalla tendrá que dar muestras de elevados ideales y nobles metas.

Y concluyó bufando:

No cubriré las espaldas de un vulgar buscador de tesoros.

Si compañía es lo que buscas soldado yo puedo ofrecértela. Siempre que puedas cubrirme la espalda el tiempo suficiente para poder lanzar mis conjuros contra las alimañas que allí habitan. - respondió un solitario drow desde la barra mientras se ponía de pie.

Tranquilo, hombre tigre. No busco riquezas ni poder, sino cumplir mi oficio y ofrecer mi servicio al pueblo. No soy un mercenario, tampoco. Llevo toda mi vida trabajando en Ardan, librándolo de los maleantes y los peligros.

Haliax soltó la jarra produciendo un sonido que llamo la atención de los clientes, y alzando la voz, dijo:

Pero desde hace poco, el mal verdadero se ha acomodado aquí, aterrorizando a las gentes y haciéndolas huir. Y es por ello que más que nunca me siento en el deber de librar a Ardan del Mal.

Dicho esto, el soldado se levantó de su mesa y soltó la jarra vacía en la barra. Acto seguido, se volvió a mirar a al drow.

Claro, drow, si me acompañas te cubriré. Entonces, ¿estás dispuesto a venir conmigo? Quiero viajar a la famosa "Tumba de los Héroes", en honor a un antiguo compañero que se encontraba entre los viajeros que entraron y allí se quedaron.

Haliax se sentó junto al drow.

La puerta de la taberna se abre y un hombre de gran estatura, con una brillante armadura completa y un Harwammer enorme entra al lugar, y quienes lo observaron jurarían que una leve aura resplandeciente cubría su cuerpo. Desde sus hombros y sobre su espalda una larga capa roja se bate de forma antinatural. 

Observando a su alrededor y sin referirse a nadie en particular, ¡Saludos buenos hijos de sol!. Soy Sigmar servidor de la Diosa y purgar el mal de este condado es mi designio si los hados me favorecen y la Diosa me sonríe... 

Los oráculos hablaron de valientes que traerían la luz al mundo y serian dignos de recibir un lugar en el panteón de los héroes... ¿Hay alguien digno en este lugar de compartir mi copa y castigar la oscuridad que asola esta tierra?

Dicho esto el caballero se sienta en una mesa solitaria, de su equipaje extrae una botella y un par de copas de humilde madera, pero de intricados adornos y observa la instancia con mirada digna y fuerte...

Mientras los demás héroes hablaban sobre sus objetivos y metas, un enano con una sonrisa de oreja a oreja bebía con alevosía las garrafas de cerveza de aquel lugar, sentado en la barra con una mirada que reflejaba las heridas de miles de batallas-. Parece que no soy el único pobre diablo al que le gustan las misiones suicidas-. Expresa felizmente el enano, mientras vaciaba otra jarra de cerveza-. Aunque entiendo completamente  cómo se sienten  frente al destino de este condenando pueblo-. Coge otra garrafa de cerveza y le da un enorme sorbo-. Aunque quiera o no este pueblucho me ha dado algo que en siglos no he tenido y eso  se llama hogar-.  Sonríe nuevamente-. Además si este lugar desaparece ¿Qué pasara con la cerveza?-. Pregunta indignado y enojado-. Primera vez en mis 250 años que encuentro en la superficie un lugar que tenga una cerveza tan horrible que me hace recordar los bares de mala muerte de mi tierra-. Se termina su amado brebaje de cebada, se baja de la silla y cogiendo su enorme martillo con incrustaciones rúnicas se acerca al hombre bestia-. Por eso mismo no dejare que ningún hijo de puta me quite nuevamente mi lugar de descanso-.

Ya estando frente a frente al hombre león, el enano con una mirada seria pero con una sonrisa acogedora le expresa con sinceridad-. Veo que tenemos los mismos objetivos mi querido amigo peludo…-. Se da una pequeña pausa para secar su barba que estaba empapada con cerveza-. ¿No te importa si un enano gruñón con un enorme martillo, te acompañe para reventar cráneos a esos bastardos lame sombras?-. Le extiende su enorme puño en señal de compromiso, mientras sonreía de forma decidida.. .

Un hombre permanecía sentado, en silencio, tomando su cerveza, lucía una armadura que parecía vieja, mellada por las batallas que quién sabe donde habría librado, escuchando atentamente lo que se decía a su alrededor. Al parecer aquella noche se habían juntado muchos valientes que tenían intenciones de liberar el pueblo de las garras del mal que lo azotaban hacía tiempo. Y justamente hacía tiempo Astoran buscaba un compañero que lo acompañase en lo que podría convertirse en una hazaña, pero si no hablaba, difícilmente conseguiría un compañero, así que alzó la voz y dijo:
-¡Saludos, valientes! Parece que son muchos los que buscan venganza, oro o aventuras por aquí, yo soy de los que buscan venganza, dos hermanos míos han partido hacia El Laberinto Eterno, y nunca han regresado, desde hace tiempo que busco algún valiente que quiera derrotar a los amos del mal, y me acompañe en mi aventura tras pronunciar estas palabras esperó, con la esperanza de que alguien quiera acompañarlo en su viaje.

Desde su mesa solitaria, Sigmar se pone en pie... ¡Yo, te acompañare guerrero y traeremos el amanecer a este lugar...!

Liberando su capa deja ver un par de alas majestuosas... Partamos sin demora y que la Diosa guíe nuestros pasos...

Los valientes que se disponen a luchar por el bien y la luz, dejad que el cielo guíe vuestras espadas y que encuentren el corazón de sus enemigos... Espero encontraros de nuevo y marquen sus nombres en el panteón de los héroes...

El felino escuchó respetuosa y atentamente a los que allí hablaron, en especial tuvo a bien considerar el bravo discurso del enano. Acto seguido desató una bolsa de cuero de antílope de su cintura y de ella extrajo, con exquisito cuidado, unas tabas de hueso que lanzó sobre la mesa. Con la mirada perdida en los símbolos que formaban las fue separando dos a dos hasta formar un signo extraño que parecía serle familiar.

La providencia nos augura temibles adversidades; anatemas y némesis que es muy probable que nos cuesten, no solo la vida, sino también nuestro espíritu. Sin embargo, veo que los arrojados y valerosos que los enfrenten no morirán sin gloria y hasta es posible que logren sus nobles propósitos.

Miró al soldado, al drow, al servidor de la diosa y al guerrero de la armadura mellada, e inclinó la cabeza -. Si no perezco, compartiré de buen grado el néctar de la victoria con quienes salgan triunfantes de la oscuridad y pagaré a los bardos para que compongan una oda que recuerde a los caídos, defensores de la luz y de la tierra -.Se volvió hacia el enano, cerró su puño y lo unió al suyo en señal de recíproca confianza -. Compartiré tu destino, sea el que fuere y te llamaré hermano de armas. Los ancianos de mi tribu me dieron el nombre de Garra Blanca, decidme hermano ¿qué mal queréis desterrar primero?

Muy bien Hailax partamos raudos hacia aquel infame lugar y llevemos la luz de Eilistraee a sus oscuros y nefastos corredores. - digo mientras me pongo de pie y recojo mi equipo.

Con tu espada y mi arte los miserables amos al fin conoceran la amarga derrota. Convirtamos su asquerosa morada en una simple ruina humeante.

Esperare un poco más a Astoran... Pero solo un poco más... Que mi warhammer se impacienta...

Un hombre se levantó de su mesa, tenía una gran estatura, no muy superior a la de Astoran, tenia una armadura muy brillante que dejaba en ridículo la suya, aunque en el fragor de una batalla, servirían de lo mismo a fin de cuentas. El sujeto se quitó la capa que llevaba y decubrió lo que parecían ser alas:
Partamos sin demora y que la Diosa guíe nuestros pasos... Los valientes que se disponen a luchar por el bien y la luz, dejad que el cielo guíe vuestras espadas y que encuentren el corazón de sus enemigos... Espero encontraros de nuevo y marquen sus nombres en el panteón de los héroes... Dijo, parecía apurado y ansioso, a juzgar por su tono de voz. Astoran sonrió y se dirigió al hombre de la armadura brillante.

-Hay que dejar nuestros nombres en el panteón de los héroes, de eso no cabe duda, caballero, pero ¿Porque hacerlo tan apurado? Quizá el apuro juegue en tu contra, eso lo sé por experiencia, así que tomemos un par de tragos mientras damos cháchara, y luego, cuando estemos serenos, partimos hacia allá ¿Que os parece? y por cierto ¿Dónde has conseguido esa armadura?-

-. Jajajajajajajajaj es un honor batallar nuevamente con los de tu raza Garra Blanca-. Expresa feliz el enano, golpeando la cabeza de su martillo en el suelo-. Mi nombre es Thráin hijo de Náin y nieto Glóin HachaSangrienta gran general de las Legiones Enanas del Norte-. Sonríe de forma temeraria mientras coge una jarra de cerveza y la bebe de un solo sorbo-. Que nos espere una victoria llena de esplendor o una muerte llena de gloria jajajajaja-. Ríe a carcajadas a la vez que acomoda su enorme martillo en su hombro.

¿qué mal queréis desterrar primero?

-. Vayamos a La cumbre del Rey de la Montaña Garra blanca y demostremos a esos bastardos quienes serán los que realmente reinaran en ese lugar ¿que te parece hijo de la furia? -. Le sonríe nuevamente al hombre bestia, esperando su respuesta mientras que el "caballeroso" enano eructa con fuerza pero con estilo… 

Haliax abre la puerta de la posada de nuevo. Pasa y mirando a los demás héroes, anuncia:

Hemos vuelto. El camino que lleva a la mazmorra está taponado por unas rocas gigantes, y hay gente trabajando en ella. Dentro de poco estará listo, Pero mientras tanto, sírveme un poco de esa cerveza tan mala. Iré a afilar mi espada.

Se sienta junto a Femeref en una mesa vacía, desenvaina su espada y comienza a afilarla con una pequeña piedra sacada de su bolsillo.

Sigmar le sonríe al experimentado guerrero... ¡Gran Guerrero los presagios de la Diosa son benignos, pero no debemos retrasarnos más, el mal se fortalece en su guarida y se ha profetizado como bien lo ha dicho el hombre tigre, sufrimientos y gloria para los que se aventuren a enfrentar al mal... Debemos partir prontamente a la batalla, por el Sol y la Furia...

Sigmar abre el camino hacia la puerta invitando a Astoran a seguirlo y bate sus alas al hacer una reverencia a los presentes héroes de la luz... ¡Charlaremos en la ruta a nuestro destino, bravo guerrero!

Astoran miró al hombre nuevamente "No creo que hacerlo a las apuradas sea lo mejor, pero eso sí, el mal se fortalece segundo a segundo, y quizá esperar no sea lo mejor" pensó, mientras apuraba su cerveza y se abría paso entre algunos soldados que había en su camino dijo:
-¡Puede que tengas razón, mi buen amigo! y que debamos partir ya mismo, espero que los presagios nos favorezcan y no te falle la intuición- cuando estuvo junto a su compañero agregó -Por cierto, ¿como es tu nombre? El mío es Astoran-