La mañana amanece fresca. Las ganas de ejercer de caballeros y de dejar a un lado la pereza y el acomodamiento, han hecho que nuestros caballeros madruguen.
Estáis acercándoos al castillo de Du Plain, el castillo más al este de Salisbury. Algunas veces se han visto manadas de sajones en esta zona, unas veces desorientadas y otras perfectamente organizadas para saqueos, secuestros, robos…
Cabalgáis muy ufanos y satisfechos, no en vano un oficial castellano os ha reclamado a su presencia. Especuláis fantasiosos, si el llamado se debe a vuestro talento en la lucha, vuestra destreza en la justa o simplemente porque demostrasteis un enorme potencial que el ojo entrenado de un viejo oficial no ha dejado pasar.
Os entretenéis pensando en esas fantasía, mientras vuestro ego y soberbia aumentan, ¿o no?
Haced una tirada de orgullosos para saber hasta qué punto vais “creciditos”.
El viaje estaba siendo ciertamente agradable. Sentir de nuevo el cabalgar por la campiña, con su armadura puesta y sus armas prestas, era vivificante. Cadwallon charlaba con Sir Loren y ambos discutían sobre la razón por la que les habrían convocado a Du Plain. ¿Incursores Sajones? ¿Quizá el castellano tenía necesidad de dos jóvenes caballeros que entraran a su servicio? Esa última idea atraía al caballero de Catterick, ansioso de encontrar a alguien a quien servir y del que recibir un estipendio adecuado.
Sin embargo, al fin se impuso la cordura en el caballero. - ... ciertamente, Sir Loren, hay que admitir que todo este asunto es para mí un misterio. No hablaré por vos, pues no os vi combatir en el torneo, pero creo que mi actuación fue más bien mediocre: llegue tarde a la justa, apenas sobresalí en la contienda y fue derrotado en mi único desafío. Si el Castellano de Du Plain me ha convocado, dudo que sea debido a la fama de mi manejo de armas... - Aunque Sir Cadwallon hablaba con un ligero tono irónico, también dejaba traslucir un cierto deje derrotista; donde sir Loren era todo desparpajo y optimismo, el de Catterick era franqueza y humor sombrío.
Motivo: Orgulloso
Tirada: 1d20
Dificultad: 8-
Resultado: 11 (Fracaso)
Motivo: Modesto
Tirada: 1d20
Dificultad: 12-
Resultado: 14 (Fracaso)
No sé cómo sueles resolver este tipo de tiradas, pero yo normalmente tiro por Orgulloso y si sale, actúo tal cual. Pero si no sale, entonces tiro por Modesto. Y si esa ya tampoco sale... pues entonces actúo como quiero de entre las dos tendencias del personaje ;). Pero no me pongo marca en nada.
Si llevas las reglas de otro modo, házmelo saber.
En cualquier caso, he fallado la de Orgulloso (y luego la de Modesto) así que opto por ser Modesto.
La chanza estaba siendo entretenida, muy a mi gusto, pues el viaje estaba siendo a mi parecer corto.
- Verdaderamente, nuestra actuación ha sido más que mediocre. Yo no conseguí resaltar en ninguna de las pruebas que me apunté. - Niego con la cabeza preocupado por mi honor. - Que se le va a hacer, quizás no haya encontrado ningún caballero mejor para tal hazaña que nuestras espadas. Es evidente que el reino está vacío de grandes caballeros. - Me giro la cabeza y me dejo caer en los lomos de mi caballo mientras seguimos trotando. - Pero no debemos preocuparnos, no seremos los mejores, pero somos unos caballeros leales y debemos afrontar este misterio, con todas las fuerzas que nos de nuestra mediocre vida.
Motivo: Orgulloso
Tirada: 1d20
Dificultad: 6-
Resultado: 19 (Fracaso)
Motivo: Modesto
Tirada: 1d20
Dificultad: 14-
Resultado: 14 (Exito)
Pues nada, hago lo propio y me sale crítico en modesto.
Cadwallon rió con ganas. - ¡Ja! Bueno, quizá, quizá. Sea cual sea la razón, estoy ansioso por averiguarlo. La hospitalidad del buen Conde es de agradecer, pero creo que si hubiera pasado siquiera una semana más comiendo y bebiendo habría terminado gordo como un cerdo, listo para la matanza. - Era cierto. Se sentía recuperado y lleno de energía. Y tenía ganas de gastar esas energías en un reto a la altura de sus capacidades.
- Acabamos de descubrir el problema que tenía en la armadura. Pensé que me la había cambiado mi escudero. No había manera de ajustar los cueros. La vida ociosa, que dura es para un Caballero. Deberíamos de haber cogido las armas un poco los días que hemos estado descansando. Espero que mis articulaciones no se recientan si entramos en combate.
Ya veis al ciudad y hacia allí que os dirigis no orgullosos , pero si satisfechos, aunque con dudas más que razonables , sobre el motivo de vuestro llamado.
El portero del castillo os hace pasar con un gesto y sin mediar palabra, como si os conociera, o como si supiera de vuestra llegada.
Atravesando el patio veis sin esfuerzo un grupo numeroso de pajes, soldados y escuderos. Al parecer o bien este castillo está muy bien abastecido de tropas, o no sois los únicos invitados hoy. En verdad ese grupo que está en el patio de armas, viste distinto al resto de los soldados de la guarnición del castillo, asi que es sensato pensar que no son propios del castillo.
Se os acerca un caballero.
hacedme estas tiradas:
Motivo: Heráldica +3
Tirada: 1d20
Dificultad: 7-
Resultado: 15 (Fracaso)
Motivo: Reconocer
Tirada: 1d20
Dificultad: 3-
Resultado: 13 (Fracaso)
Motivo: Orgulloso -3
Tirada: 1d20
Dificultad: 5-
Resultado: 15 (Fracaso)
Motivo: Modesto +3
Tirada: 1d20
Dificultad: 15-
Resultado: 17 (Fracaso)
He fracasado en todas las tiradas
Motivo: Heráldica
Tirada: 1d20
Dificultad: 5-
Resultado: 10 (Fracaso)
Motivo: Reconocer
Tirada: 1d20
Dificultad: 3-
Resultado: 2 (Exito)
¡Coño! Reconozco a alguien.
Efectivamente conoces al caballero que te sale al encuentro. Compartiste refrigerio con él en el torneo de Vagon. De hecho te llamó la atención de que fuera de Du plain, nombre que tu desconocimiento te llevo a asociar erroneamente a Francia.
Te parecio amistoso y cordial, obviamente, como todo caballero.
Sir Mankas os acompaña atravesando el patio con vosotros. Se pone al lado del caballero sir Loren informándole del lugar donde vuestros escuderos pueden llevar a las monturas. Dicho lo cual, antes de conduciros ante su señor el castellano, os ofrece la posibilidad de lavaros brevemente y quitaros la armadura. Parece sobrio y educado, mas bien parco en palabras.
si quereis charlar con él antes de que os lleve hasta el señor castellano de Du Plain, podeis hacerlo.
Sir Cadwallon se lavó y se quitó la armadura con la ayuda de su escudero. El agua le sentó bien para quitarse el polvo del camino y con él, la fatiga acumulada. Le había sentado bien volver a ponerse en movimiento después de tantas semanas engordando a costa del Conde, pero ahora sentía algo de cansancio por haber estado cabalgando tantas horas y tenía ganas de comer algo.
No conocía a nadie en el lugar y el caballero que les estaba llevando a ver al castellano no parecía muy hablador, así que Sir Cadwallon cerró el pico y esperó a ver qué le contaban cuando vieran al señor de Du Plain.
Reconozco al hombre, pero nunca pensé encontrarlo aquí. Aunque ahora que lo pienso... recuerdo que el nombre de su condado me resultaba familiar, pensé que era de la hermosa Francia. Pero no, haciendo uso de la memoria y la inteligencia, uní frases y palabras parecidas para darme cuenta de que es aquí, Du Plain donde dijo que era. Curioso este personaje.
- ¿Y bien Sir Mankas? ¿Como le fue en el torneo? Perdí su pista el último día.
Sorprendeme que me recordase vuesa merced del torneo de Vagon. No obstant el su acento, et más que la su cara, no se me hacia desconocido del todo . Agora sé que era de Vagon.
Bien ¿ et vos? Curioso acontecimiento ese de los torneos*, creo que podria a costumbrarme a ir todo los años a uno dellos, si se mantuviere el nivel de bebida et comida.
Sir Mankas devuelve el supuesto interes con otra pregunta protocolaria.
¿ a vos no parece que os fuera mal el torneo de Vagon , verdad?¿ lo disfrutasteis tambien?
* Os recuerdo que no eran para nada comunes los torneos en Britania, y que ese era uno de los primeros, y hay quien dice que por influencia directa del "asesor" frances que el conde de allí tenia.
- A veces tengo una memoria prodigiosa. Siempre y cuando no haya pasado la noche con una dama. - Sonrío de forma picaresca. - Tendría vos que venir a mi patria, mi querida Francia, allí puedes ir de una punta a otra recorriendo Torneos, dando gloria a vuestro señor.
Reflexionando sobre el torneo.
- La verdad es que si, el torneo estuvo a la altura y yo por lo menos, lo disfruté. No estuve en mi mejor forma, pero no quedé mal.
La charla entre el frances y el caballero del castillo, ha dado con los 3 dentro del castillo y delante de la puerta del salón. Al otro lado estará el oficial castellano de Du Plain, artifice de su llamada a estas tierras.
Nuestros caballeros, se estiran sus ropajes, y sacuden alguna arruga. Parecen estar listos para ser recibidos.
Entran en el salón. en una mesa en plena comilona ven al castellano, No os hace un gesto aun para sentaros.
Os recibe comiendo algo que antes se asemejaba a un pollo, con la boca llena. Os pide que hableis.
Fabaldme, ¿quienes sois? ¿de donde venis? y ¿a donde vais?
podeis tiradme por suspicaz, pero solo si os apetece, al final de la conversación con él.
Cadwallon hizo una reverencia. - Mi señor, mi nombre es Sir Cadwallon. El señor de Catterick me nombró caballero pero me dio libertad para buscar fortuna allende sus tierras - Una forma elegante de decir que, simplemente, no podía pagar su manutención y le invitó a no seguir viviendo de su menguante hacienda. - He venido hasta Salisbury en busca de fama y fortuna y me presento ante vos para ponerme a su servicio en lo que fuera menester. - Dudó un momento antes de añadir. - En Vagon nos informaron de que el señor de Du Plain requería nuestra presencia... ¿no sabía su Excelencia que veníamos?
No voy a hacer la tirada de Suspicaz... por el momento ;).
La charla con Sir Mankas me había relajado, me hacía sentir raramente como un lugar conocido, por lo que entré a ver a Sir Neylin animado y sonriente, que rápidamente se me pasó al ver a aquel hombre comer de esa manera y sin ofrecernos asiento o comida.
- Mi señor, mi nombre es Sir Loren Leblanc, y como bien ha dicho mi compañero, Sir Cadwallón de Catterick, venimos a presentaros nuestros respetos y a cumplir cualquier misión que tenga a bien en darnos, pues desde Vagon nos informaron que usted necesitaba de algún Caballero.
¡ cierto!, yo os hice llamar.
Se queda parado unos instantes mirando la comida parece estar cavilando algo. De nuevo se arranca impetuosamente.
Hace llamar a un sirviente
Sirvienta mostrad a los caballeros los sus aposentos, con la guardia. Dispensadnos caballeros, pero deseo, terminar el mi pollo et reunirme con sir Mankas en privado. Luego habremus tiempo de parlamentar.
Os deja d mirar y se centra en la comida.
Sir Cadwallon cruzó su mirada con la de Sir Loren y frunció el ceño, pues el comportamiento de su anfitrión le había parecido sorprendente; ¡ni siquiera se había presentado! En cualquier caso, sería insultante no obedecer la orden recibida. Cadwallon se inclinó ligeramente - Mi señor... - dijo, a modo de despedida, y luego siguió a la sirvienta hasta sus aposentos.
Antes de llegar a nuestros aposentos me gustaría poder tener la ocasión de hablar con Sir Loren, puesto que todo este asunto comienza a parecerme bastante sospechoso... ¡y sin necesidad de hacer la tirada de Suspicaz! :D