Partida Rol por web

- No creo que sea una trampa de Sir Jaradam, jamase he visto a un Caballero realizar tras astucia para eliminar a un enemigo que se ha ganado con honor. - Pienso en la misión. - La misión tenemos que cumplirla sin más demora,  pero tampoco podemos dejar escapar esta intriga con vos, pues como bien habéis dicho, vuestro honor está en juego. Opino que deberíamos de ir y acabar con esto de una vez.

- Sea, entonces. Mañana iremos a ver a Sir Elad con esos dos guardias.

La noche pasó sin más novedad, pues no habia sido poca la novedad post coito con el tema de sir Jaradam y su honor.

No se cruzaron palabras más aquella noche con los soldados metidos a campesinos correo, pero la cosa ya estaba hablada y siempre quedaban los escuderos como posible nexo con los caballeros.

En la amanecida, los soldados se prepararon para partir. Habian compartido posada, pero no palabras con los caballeros, ni siquiera en el nuevo dia.

ambos grupos se dispusieron a salir de la posada, ya preparados.

Los caballeros siguieron discretos a los soldados que a caballo se alejaban a un paso lento y sin mirar atras.

Al poco, soldados guias, y caballeros guiados, se encontraban fuera del pueblo, y de supuestas miradas. 

Pararon los soldados e hicieron un fuego, al parecer para los caballeros, pues lo dejaron preparado y marcharon ellos un poco más alante, cerca del lago, a hacer lo propio y esperar.

- Creo que será más prudente que esperemos aquí. - dijo Sir Cadwallon, esperando a que sus compañeros contestaran antes de bajar de su caballo. - Es probable que prefieran ser discretos.

Yo soy de la misma opinión digo, al tiempo que bajo del caballo para darle un descanso y aproximarme a la hoguera que nos han hecho. Si hubieran querido que nos quedáramos con ellos, no habrían encendido este fuego, ¿no?

Asiento con la cabeza y bajo del caballo.

- Pues descansemos aquí pues. - Me siento cerca del fuego y pongo las manos para que me de el calor. - ¿Habremos sido suficientemente cautelosos en nuestra marcha? - Y miro hacia donde están acampanado los campesinos. - Esos caballeros me dan mala espina, pero supongo que no debemos de preocuparnos.

Interpretaron los caballeros que era más prudente mantener distancia con esos soldados, y asi lo hicieron. La mañana seguia su curso y el tiempo, cuando hay espera, pasa más lento.

Aun tuvieron que echar un rato largo más nuestros caballeros, antes de percatarse que habia movimiento en el lado de los soldados.

Un jinete se reunió con ellos dos, y como consecuencia del encuentro, un soldado marchó con el jinete, y el otro quedó cera del fuego, fuego que prefirió avivar echando más leña.

No les dio tiempo a los caballeros nuestros, en debatir que hacer, si quedar o marchar, puesto que una comitiva de 5 jinetes, a la que se habia unido el soldado campesino guia, aparecia y se reunia con el soldado solitario.

Todos enderezaron el paso hacia la posición de nuestros jugadores. Los jinetes portaban ropas nobles, espada ceñida a la cintura y nada de armaduras ni escudos.

No les fue dificil reconocer de entre todos ellos, a sir Jaradam y al propio mariscal del condado Sir Elad.

Sin bajar de la silla, hicieron ademan los jinetes de saludo. Bajaron sir Jaradam y sir Elad de los caballos, y el resto de la compañia marchó hasta la otra fogata, la que habia avivado y creado el soldado metido a campesino.

Estaban solos nuestros 3 caballeros, sir Elad mariscal del condado y el propio campeón sir Jaradam: Parece que habia temas que tratar, y que estos temas iban a ser tratados con la discrección y la privacidad adecuada.

Observo la comitiva y miro a mis compañeros. Parece que es el momento de saber a qué viene todo este despliegue, amigos. Preparémonos para cualquier cosa que pudiera acontecer, que no sabemos las intenciones de aquellos que han llegado ahora digo, poniéndome en pie y asegurándome de tener la espada a mano, aunque sin echar mano de ella... todavía.

Miro fijamente al grupo formado por 6, los 5 que han llegado y el campesino-soldado que quedaba en el fuego.

Contundente y directo, se dirigió a los caballeros sir Elad:

¿Non estamos guisando y ya estamos pringando? Non os puedo culpar no obstant de querer mantenersus sanos et de una pieza, sobretodo a vos, sir Cadwallon, pero habemus de resolver este problema de honor con y contra sir Jaradam, no por ser un caballero como vos, sino por ser el campeón del condado, vencido et dañado en un cruce de espadas. ¿Sus imaginan vuesas mercedes las chanzas de caballeros et plebeyos, de enemigos et amigos del condado ?  habemus necesidad de revancha, et que de aquella pendencia salga un campeón vengado, et reforzado, u otro nuevo . Ambos casos son validos para el condado.

Non tengo nada versus la idea de poner el titulo de campeón a juicio de armas. Non es la primera vez que lo pongo a los ojos de Dios et de Vagon, et mientras el mi brazo mantenga fuerza, et mi corazón honor et gallardia,non sera la última vez. 

Parecia partidario sir Jaradam de poner su vida al servicio de su honor y  su espada.¿ que opinaria sir Cadwallon?

Faceremos  el combate presto. Dedicad el dia de hoy en poneros en paz con Dios et mañana al medio dia en la plaza, donde os cruzasteis armas el otro dia, volvereis a facerlo, con Dios et el pueblo de Vagon como testigos.

Facerlo a muerte o rendición, et que sea rendición, pues no queremos muerte en ambos. Esperemos que éste desafio non traiga penas et si alegrias al condado.

No parece que sir Elad estuviese por la labor de añadir nada más, ni que hacerlo cambiar de opinión fuese tarea facil. La cosa parecia estar clara, al menos para sir Elad, y parece que para sir Jaradam tambien.¿ lo estaria para sir Cadwallon?

Si Elad y Sir Jaradan se habían vuelto locos. Como Sir Cadwallon aceptase el desafío por honor y no se dejase perder, estaríamos perdidos. ¿Como van a expulsar al Campeón del Condado? Esto es una locura. Pero prefiero no hablar ahora y esperar a quedarnos a solas. Esto ha ido demasiado lejos.

Sir Cadwallon escuchó atentamente las palabras de Sir Elad, y la apostilla de Sir Jaradam. ¿Luchar por ser el campeón del condado? Sin duda estos señores no habían calibrado bien las consecuencias de sus actos; ¿y si por designio divino vencía? ¿debía quedarse en el Condado de Salisbury como su campeón y abandonar su misión en Cornualles...? Manteniendo una cara neutra, decidió actuar con la prudencia que no estaban mostrando sus mayores...  - Mis señores, mañana estaré en la plaza del pueblo para luchar contra Sir Jaradam. No porque me crea merecedor de ser el Campeón del Condado, sino por dar cumplida satisfacción a mi oponente. Como Sir Elad dice, será preferible que el combate sea a rendición. - No dijo más, y se quedó en pie, esperando la contestación de los caballeros.

Escucho las palabras de todos, con una mueca en la cara. Mierda, si Cadwallon gana al traste la misión, y si pierde igual termina tan herido que al traste con él. Y ha aceptado... buf.

¿Qué estará pasando ahora por la mente de sir Loren? ¿Y de sir Cadwallon, ya puestos? Desde luego, esto ha ido mal no, lo siguiente. Joder...

Fablais con sentido et con honor. Mereceis seguis siendo llamado caballero. Sea como he dixo, et mañana Dios dira.

- Sea

Os regresais del bosque, cada grupo por su camino, unos al pueblo, otros al castillo, se supone.

Al dia siguiente tras una tensa espera para sir Cadwallon, llegó el momento de volver a cruzar espadas. Solo Sir Cadwallon de Catterick debia hacer frente al desafio, cosa que dejaba muy tranquilo a los otros dos caballeros.

El populacho se habia concentrado en gran numero en la plaza. Posiblemente habia hoy más campesinos deseosos de ver sangrar y/o morir a un par de nobles, que en la cita precedente. Tampoco se veian hoy a altos cargos del condado. Querian seguir dadno imagen de distanciamento, y eso que el titulo de campeón del condado estaba en juego.

Las maneras del desafio estaban claras desde la previa, muerte y/o  rendición, y de ahi saldria o bien un nuevo campeón del condado, o se reafirmaria el anterior, con el honor restaurado.

La plaza estaba llena de lugareños, ansiosos de ver de nuevo un combate. Cadwallon no se hacía muchas ilusiones sobre sus posibilidades, pero desde luego ni iba a rehuir la lucha. Se volvió hacia sus compañeros. - Amigos, trataré de sobrevivir a este combate, pero si no lo hiciera, seguid adelante con nuestro proyectado viaje. Será duro, pero creo que asegurará vuestro bienestar futuro. Ahora, parto al combate.

Dicho lo cual, embrazó su escudo y se puso el casco, y sostuvo la espada que su escudero le ofreció. Había que luchar.

Suerte amigo digo, dando un manotazo en el hombro a sir Cadwallon. El señor que está arriba sabe que tus intenciones son honorables, y sabe que la lucha es justa. Ahora, todo depende de su voluntad.

Mientras le veo partir, un sentimiento de tristeza me asalta. No es agradable ver a un amigo partir para defender su honor en un combate que puede resultar en muerte o heridas graves. Miro al populacho, y les comprendo aunque no les apoyo. Ese deseo de ver como sus defensores se matan entre ellos... no es católico, eso seguro.

Observo el combate, con nerviosismo.

Con la plaza a reventar de plebeyos ansiosos y ociosos, dio comienzo la pendencia. Los padrinos y escuderos de ambas partes( en la nuestra sir Loren y sir  Flain), ya remataron la escenografia protocolaria de un evento tal. Asi que tras el saludo gentil y elegante entre los contendientes, procedieron a abrirse las hostilidades en modo y forma de espadazos.

En el primer asalto, fue más habil el campeón actual sir Jaradam, pues burló la defensa alta de sir Cadwallon, y castigó con un espadazo la parte abdominal de su rival.

22-10-6= 6 puntos de daño para sir Cadwallon