Partida Rol por web

Lid Lara suelta recobrando la respiración con dificultad y con su garganta bastante roja y con rozaduras del cuello de su ropa, se veia que estaba debil por la falta de aire ya que sus piernas tambaleaban y con algo de sangre salpicada por la cara

Sakuraki Takuya en el suelo sangrando por el cuello

Osaki Hanako con las tijeras en mano, sangre en dicha mano y un poco que le salpicó en la cara.

El resto... en shock de apenas unos segundos por lo que acababa de suceder...

¿Qué es lo mejor para hacer ahora?

Sogoru un poco ajeno a todo lo que acababa de pasar, pues pensaba que tenia una idea definitiva, repasaba su móvil sin a ver conseguido absolutamente nada. Y ahora había otra persona muerta y ha nadie parecía importarle otra cosa que no fuera matarse entre ellos.

-¡Joder mierda! En esta nada... ni en esta.. ni en esta... ¡JODER! -¿Es que nada sirve para poder verlo? -Se dejo caer de cuelo al suelo un tanto derrotado.

Lid se dejó caer poco a poco sin abrir los ojos, podía deducir por las salpicaduras recibidas lo que había pasado, no le importaba lo que pensaran de ella y esa manía de decir que buscaba atraer la atención como si ella hubiera dicho tal cosa, de hecho si había dicho lo opuesto, que no le gustaba demasiado que le miraran.

Tuvo que contener sus ganas de atacar a cierto tipo que se atrevía a juzgarla cuando sus actos eran peores para ella, pues las palabras, eran el auténtico mal que les acompañaba, ¿que disfrutaba el dolor? "Tsk".

No pudo evitar susurrar, cogiendo aire con dificultad hablándose más a si misma que a otros - el dolor no se disfruta, solo está ahí para avisarte de que puedes morir... - para alguien que quisiera morir obviamente podía resultar liberador, pero era molesto cuando "solo estaba ahí".

De algún modo respirar era más agradable que el dolor anterior, que la asfixia, pero Lara no podía sonreír en esa ocasión. No podía descansar por fin, la vida, existir era agotador, pero para ella el suicidio no era una opción... - muerte, admito que hubiera sido aburrido acabar así, pero porque en vez de llevarme de una vez me muestras tu puerta y no la abres, porque me das la miel y luego a sus abejas...

Sentada, respirando con dificultad, molesta de algún modo por tener que seguir jugando ese juego macabro, y quizás, solo tal vez, suplicando que el tal sakuraki fuera el sobrante.

Ika estaba insegura, pero prefería actuar antes de que todos enloquecieran a matarse entre sí. Ser la primera.

Temía que sus amigos la vieran mal, pero lo hacía por ellos. Ika quería que estuvieran bien y si Aki había visto que la chica muerta era de cabello castaño, ella solo buscaba eliminar sus únicas dos opciones: y quién mejor que aquella que le había intentado matar.

Se acercaría a ella para clavarle el cuchillo por la espalda, esperando alcanzar un punto vital y que la muerte fuera lo más rápida posible. Quería darle aquello que Fukita ni siquiera pensó darle a ella, piedad.

Vio sorprendida la acción de la chica de las tijeras y corrió hacia Lara para comprobar cómo estaba.Sí,había sonreído a la muerte pero ahora también aspiraba el aire para llenar sus pulmones sin buscar la muerte.Eso le decía a ella mucho más que toda la sarta de tonterías que se habían dicho sobre Lara

-"¿Te encuentras bien?"-preguntó mientras se agachaba junto a la chica y la abrazaba

¿Qué cojones acababa de pasar? ¿En serio Hanako había matado al rubio? No pensaba que en realidad fuese a hacerlo... A ver entendía el porqué lo había hecho, yo misma si no me hubiese quedado en shock al ver como el rubio casi asesinaba a sangre fría a Lid habría intentado ayudarla, pero nosé si habría llegado a tanto, aunque después de lo de hacía unas horas, ¿quién podía saberlo?

Intento calmarme sin mucho éxito y me acerco a Hanako antes de que los demás empiecen a acosarla por lo que acaba de hacer, viendo de reojo que Akane se ocupaba de Lid por suerte.

- ¿Estás bien? Entiendo porqué lo has hecho y no dejaré que nadie te haga daño, trae - cojo las tijeras que aún tiene en la mano, las cierro y vuelvo a colocarlas en su falda, después le doy un abrazo intentando reconfortarla tal y como ella había hecho conmigo no hacía mucho.

-Por otra parte no entendía a mis compañeros. Al parecer estaba bien que la niña loca, matara al profesor, pero Sakurai merecía la muerte por intentar matar a una asesina. A esas alturas, tenia claro que todos eran puros hipócritas. -Era lo que se me pasara por la mente, mientras miraba a través de la cámara de mi teléfono a cada uno de ellos. Esperando descubrir al molesto fantasma que nos había empujado a la desesperación.

En cuestión de segundos, la luz se apagó. El susto de este hecho os dió un sobresalto a todos, sin embargo la oscuridad no era plena. La tenue luz que aún daban algunas luces de otros pisos y del propio patio, daba una leve tiniebla para ver siluetas entre vosotros, al igual que la luz del movil de Sogoru.

Pero en instantes de un segundo, una silueta corrió hacia otra silueta. Un cuchillazo y un grito de chica resonaron entre vosotros. También una riela de sangre cayendo al suelo... y la falta de aire de un alma que dejaba de respirar...

No reconociais quien era debido a que la luz estaba apagada... pero una chica había muerto...

En los últimos instantes de tu vida, cuando notaste el acero del cuchillo clavarse en tu pecho... pudiste ver esos ojos distintos el uno del otro, mostrando fiereza, locura y piedad al mismo tiempo...

Fukita Hanako, ahora tu alma es mía. Lo siento
 

Siento miedo al escuchar una voz de mujer y rezo por que no sea...

Extiendo mi mano para tomar la mano de quien tenga a mi izquierda, esperando tomar su mano, mientras con la mano derecha saco el móvil para ponerlo en modo linterna. Necesitamos luz, esto es indiscutible.

Lid solo levantó la cara mirando que había pasado, de esta no le iban a culpar a ella, no se movió para mostrar luego que donde estaba sentada no había sangre debajo. Y buscó con su mirada al o la asesina, o alguien que no estuviera donde antes.

Su mirada tal vez más preparada para ver en la oscuridad, puesto que llevaba un rato con los ojos terrados y estaría más acostumbrada, observó. Tenía curiosidad.