Partida Rol por web

Undine asiente y se acerca a la puerta.

- Nos despedimos aqui. - Se para y mira al grupo. - Espero que todo os salga bien a partir de ahora y que logréis arreglar esta mancha de maldad que corroe Cele. - Dice con sinceridad y una pequeña sonrisa, intentando darles animo, aunque se notaba su preocupación y su temor.

- Desde mi posición intentaré informaros y ayudaros todo lo que pueda si descubro algo más. Asi que, por favor, no mencionéis mi implicación en esto bajo ningún concepto. Si me detienen no podré hacer nada por vosotros. - Les pide con amabilidad. 

- Podéis comunicaros conmigo mediante el club de fans, si lo necesitáis. Camuflando información en una carta escrita. - Añade y finalmente mira a Marcellette.

- Si quieres que le de alguna nota a tu padre debes darmela ahora, o decirme qué quieres que le diga.

Marcellette da un pequeño bote de emoción al saber que podría enviar una carta a su padre, e inmediatamente se pone a escribir en algo que parecía una servilleta: lo que más tenía a mano. Con eso de que todo fuera informatizado no había papel de forma estándar en las casas de la gente.

Una vez termina de escribirla, la dobla y se la da a Undine. Una vez Undine la coge, Marcellette se inclina ante ella y dice:

- Señorita Undine, ha sido un placer. Espero poder sus espectáculos de nuevo, y poder charlar con usted en una situación más pro-prop... propicia.

Pero tras terminar sus palabras no se levanta de nuevo.

Marcellette escribe apresuradamente. No podía explicarle todo lo que estaba viviendo, pero al menos podría darle ánimos y decirle que no se preocupara. Había barajado la posibilidad de mentirle y decirle que estaba de excursión o algo así durante unos segundos, pero lo descartó muy rápido. Al final escribe:

 Hola papá. Espero que no te hayas preocupado demasiado por mí. Estoy bien. No me han hecho daño y estoy en un lugar seguro. Hay un hombre Júlia gente que me protege y evita que me pase nada. Aún no puedo volver a casa, pero espero poder hacerlo pronto. Un beso de tu princesita.

Undine recoge su pequeña nota y sonríe con amabilidad.

-​ Yo también lo espero. - ​Acto seguido le pone una mano en el hombro para indicarle que se levante.

- Buena suerte. - ​Les dice mirando a todos cuando llega a Butch para su mirada y le mira a los ojos.

-​ Por favor, si descubrís algo que pueda ayudar a mi amigo, hacedmelo saber. - ​Pide preocupada por el tema. Se notaba que era realmente importante para ella.

​- Adiós. - Tras eso les hace una pequeña y elegante reverencia a los tres y sale por la puerta junto a su guardaespaldas.

Antes de salir añado. - Esperadme en esta localización. No os recomiendo que salgais, puesto que las patrullas de la ciudad estarán en alerta. Volveré pronto para ayudaros a ir a los suburbios, si en 24 horas no he vuelto. Abandonad la posición.

- Buena suerte.

Butch no añade nada más a la despedida.

Un típico vehículo de transporte conducido por un PABOT no tarda en llegar a la entrada, aunque para entonces Butch, Marcellette y Julia ya se habían escondido por precaución. Una vez que Karoi y Udine se suben el coche no tarda en marcharse. 

Ya dentro del vehículo, la situación era silenciosa. No iban a tardar demasiado en llegar a la mansión de los Korth, si había algo más que quisiera comentarle Undine al hombre del casco, este era el momento. 

Una vez en marcha, Elena informa a Karoi de que iba a conectarle el auricular de su oído derecho al micrófono que había dejado en el vehículo del garaje, para que pudiera escuchar lo que dijera el otro grupo a tiempo real. 

Y así, Butch, Marcellette y Julia vuelven a quedarse a solas, en el garaje, con la única compañía del vehículo que los había traído hasta aquí. Antes de que nadie tenga tiempo de intervenir, Julia se adelanta. 

- Entonces... - Comienza diciendo, y mira a Butch. - ¿Deberíamos realmente esperar su regreso? ¿Crees que podemos fiarnos de él? 

Una vez en el coche Undine había vuelto a ponerse sus gafas de sol y empieza a quitarse todo el uniforme, quedando con el delicado vestido que llevaba debajo y volviendo a ser la mujer elegante que Karoi había encontrado en aquella sala de vigilancia.

- Perdona que haya actuado egoistamente pidiéndote que acercases un coche... - Dice con culpabilidad. - Quería preguntarte pero me daba miedo salir del papel y que dejasen de confiar. - Le mira y tras unos segundos suspira levemente.

- Tu... ¿Sabías algo de todo eso? De lo de las desapariciones y la muerte de la fiesta... - Pregunta insegura y un poco asustada.

- No sabía nada. Mi misión no estaba relacionada con la muerte de nadie.  - Me encojo de hombros. - Están en graves problemas. ¿Estás segura que vas a estar a salvo cuando vuelvas a tu vida normal?

Undine se encoge un poco y niega con la cabeza.

- No.. No estoy segura de nada. Pero he de intentarlo. - Se queda unos segundos en silencio. - Si veo que mi vida en Cele peligra seguramente volveré a Naldur, empezaré de cero de nuevo... - Le mira y sonrie lastimera.

- Tu.. ¿Qué vas a hacer con tu misión con el carnicero? ¿Vas a dejar que se vaya? Tenías que capturarle, ¿No?

- ¿Tienes una via de escape? De lo contrario podría echarte una mano. El camino a Naidur desde Cele tiene muchos peligros.

- Por otro lado. - Me relajo un poco en el asiento del coche. - No perseguiré al carnicero, quizás otra persona lo va a intentar capturar pero no seré yo. Considera que estamos en paz por el incidente del otro día.

Al escucharlo Undine se encoge asustada. Era evidente que no tenía ningún plan para nada. Pero con la última frase le mira entre sorprendida y confusa.

- Ya os habíais visto antes? Por eso le has enseñado tu cara?- Pregunta curiosa.

- El creía que nos habíamos visto antes, se ha llevado una decepción cuando me ha visto. Pero no creo que me haya visto antes. No estoy seguro que confíen en mi pero imagino que no tienen otra opción. Mientras les ayude, no parece que al carnicero le importe mucho mi pasado.

Mientras hablaba Undine seguía mirándole aún más confusa.

- Entonces si no os habíais encontrado antes... ¿Por qué dices que ahora estáis en paz por otro accidente? 

- Oh. No. Me refiero a que tu y yo estamos en paz. Me entrometí en tu actuación y tu ahora en mi misión.

Río un poco, se nota que llevaba acumulada bastante tensión.
 

- Hmm, puedo intentar comprobarlo. Julia, ha llegado el momento.

Marcellette carraspea, y luego dice en voz clara:

- Interfaz.

- Ah, si. - Sonríe lastimera.

- Aunque no se cuan caro me va a salir haberle disparado al capitán para que no te atacase por la espalda... - Dice un poco temerosa de las consecuencias que podía tener todo aquello.

- Pero si, gracias por haberme sacado de allí y no haber cumplido tu misión tal cual te la habían ordenado. - Sonríe más dulcemente, aunque parecía bastante agotada, era evidente que una mujer como ella no estaba acostumbrada a esas situaciones de acción. - Te daría un beso de agradecimiento pero llevas el casco. - Se ríe dulcemente.