Partida Rol por web

- Intentar ver si estaba bien y poder hablar con ella sin la presencia del carnicero.- Sonríe algo lastimera ya que dudaba que pudiese hacer tal cosa.- Y sin que me descubriesen los guardias... Y sin morir...- A cada cosa que añadía dudaba más de que fuese posible.- Lo ideal sería poder llevarla junto a su padre.- Mira la pantalla.

- ¿Trabajas junto a los soldados o vas aparte?

- A parte. Los soldados son un inconveniente importante. ¿Qué crees que harán los soldados cuando encuentren a tu amiga? Si la van a rescatar no parece que te tengas que preocupar ¿No?

- Ya... El problema es que no se si la van a rescatar...- Dice con cierta inseguridad.- Sonará extraño.. Pero creo que el carnicero... podría no ser lo que todos creemos que es... No lo se... Por eso he de hablar con ella.- Vuelve a mirar a la pantalla con la preocupación creciente.

- ¿Esperarás a que los mate? ... - Pregunta algo entristecida mirando a los soldados. - Dudo que ellos sean rival para Butch...

Me siento en la silla de la sala de control. - Si me ven será a mi a quién disparen. Si pudiera hacer que los soldados abandoran el edificio y me dejaran enfrentarme directamente con el carnicero todo sería más limpio. Pero hace mucho tiempo que me di cuenta que los engranajes de esta ciudad es mejor evitarlos lo maximo posible. De lo que contrario puedes ser triturado por ellos. -

- Bueno...- Mira la mesa de controles.- Podríamos enviar un mensaje por los altavoces del edificio para informar del avistamiento del carnicero en una zona exterior. Así se irían los guardias ¿no? - Propone.- Así podríamos acercarnos y ver que ocurre realmente, si esta el carnicero en esa sala y es... malo.. luchas con él. 

- Este escuadrón no pertenece a este edificio. Casi seguro que reciben sus ordenes de a traves de auriculares. - Me quedo un momento en silencio. - Quizás podamos usar eso a nuestro favor.

- Elena. ¿Crees que podrias hackear la señal y alejarlos de esa sala? - 

Butch se posiciona para actuar, tensando la camiseta.

Marcellette acaba chocándose contra una esquina, y una vez ahí sostiene el libro en alto, como si fuera a lanzarlo de un momento a otro.

Marcellette se decide. Si podía dar al menos una ventaja mínima a sus acompañantes, lo haría. En cuanto alguien abriera la puerta, Marcellette lanzaría el libro hacia quien fuera que estuviera ahí. ¡Eso daría tiempo a Butch y Julia para reaccionar ante los malos!

Evidentemente ambos se estaban tomando el tema con mucha tranquilidad, pues antes de que a nadie le diera tiempo de hacer nada pueden ver en la pantalla cómo el soldado termina por derrumbar la puerta. Su compañero, al mismo tiempo, se estaba comunicando por radio, seguramente con sus compañeros de los otros pisos. 

El soldado que había derrumbado la puerta entra en el interior de la habitación, arma en mano, haciendo que ambos lo pierdan de vista. Paralelamente, parecía que la pareja de soldados de la tercera planta estaba atendiendo al comunicado del otro soldaod y daban la vuelta para ir hacía las escaleras. 

- Creo que es un poco tarde para eso. - Comenta Elena, decepcionada. - Pero no se si podría igualmente, necesitaría que conectaras el transmisor a una de sus radios. Seguramente las mismas no están conectadas directamente a la Red. 

La puerta termina por ceder definitivamente, con todos ya posicionados en lugares desde los que no se les veía directamente. Y poco después de ceder pueden escuchar cómo uno de los soldados pide refuerzos por la radio y cómo otro entra con su arma en mano, mirando a su alrededor. Para su desgracia, la primera a la que localiza es a Marcellette, a la que apunta directamente. 

- ¡Tu! ¿Q-que haces aquí? ¡Identifícate! 

Al encararse a Marcellette, el hombre queda de espaldas a Butch. 

Me giro a Undine. - Poco podemos hacer. La única forma de acceder a su sistema de comunicación es conseguir una de sus radios. - Me encojo de hombros. - Ahora es el carnicero quien espero que salga de su escondite.

Undine parecía bastante sorprendida de ver la calma con la que se lo estaba tomando.- ¿Como puedes estar tan tranquilo?  La chica podría verse entre los dos fuegos.  Agghh..- Se acerca a la mesa de controles y vuelve a enchufar su dispositivo mientras empieza a teclear en él. Estaba de cara a Karoi asi que este no veía qué estaba haciendo.

Debia encontrar algún modo. Quizás desde la mesa de controles podía interceptar la señal. Ya no le interesaba mandar ningún mensaje, solo escuchar lo que decían. Como último recurso podría usar el transmisor que había colocado en la mesa, quizás desde él podía ampliar la señal.

Tambien intenta de nuevo pasar el sistema de vigiláncia a su dispositivo y ver si podía mover alguna de las camaras para ver mejor lo que estaba sucediendo.

- Elena. ¿Estás capturando los comandos que está tecleando Undine?

Butch pasa la camiseta por encima del soldado, agarrándolo por el cuello y trayendolo hacia sí mismo.

Sin querer dialogar apreta la camiseta con todas sus fuerzas, como intentando romperle el cuello.

Undine comienza a juguetear con la ventana de comandas, desesperada por encontrar todas las herramientas que pudiera ofrecerle ese sistema. Encuentra los controles de los altavoces y de las cámaras de seguridad. Podía modificar el angulo de las cámaras a voluntad, aunque era bastante limitado y no ofrecía información sobre el interior de la habitación. También podía activar los micrófonos que venían integrados en dichas cámaras para poder escuchar la situación a parte de verla, aunque esta era una de las funciones normales del aparato. Y cómo cosa original podía mandar mensajes a altavoces específicos y no a todos a la vez, de hecho no le costaría demasiado escribir un programa para distorsionar el sonido a enviar. 

Me encojo de hombros ante el comentario de Undine.