Partida Rol por web

La noche se acercaba y Margeryth y Undine esperaban pacientemente en el exterior de la mansión Korth mientras que su equipo técnico estaba cargando en el coche el material que se iban a llevar hasta la mansión Fellgiery. Entre los miembros del equipo estaba el guardaespaldas que Margeryth le había prometido que iba a garantizar su seguridad. Estaba informado de las intenciones de Undine durante la celebración, aunque pensaba que era Margeryth quien había dado la orden al respecto. Al parecer Margeryth confiaba bastante en él, pues ya lo había utilizado en otras ocasiones para protegerla durante sus transacciones comerciales con la información recopilada por Undine. Lo llamaban Jax y era bastante serio o eficiente en lo que se refería al trabajo. A pesar de esta fachada, los que lo conocían más aseguraban que solía soltarse más en privado, aunque eso no era algo que parecía que fuera a presenciar Undine durante ese día. 

- ¿Quieres que repasemos el plan una vez más? - Dice Margeryth sin perder de vista a los hombres que cargaban el vehículo. 

Undine estaba nerviosa.

Esperaba que todo saliese bien, y poderse olvidar ya de las interacciones con Fellgiery.

- Pues, primero probaremos de acceder a la red de la mansión a través del los aparatos técnicos para el espectáculo. Como excusa para acoplar bien los dispositivos.- Cuenta.

-Si eso no surte efecto, después del espectáculo y durante la fiesta, intentaré acceder a través de alguno de los robots de servicio... y si no así funciona... Tendría que ir a la sala de control de la mansión.- Dice con cierta preocupación. 

Ya había hablado de esto con el administrador. Él quizás tendría alguna información que le fuese útil sobre el sistema de seguridad de la mansión y qué sería más eficaz.

Por si acaso llevaba siempre encima el dispositivo de Karoi, aunque no creía que lo necesitase teniendo un guardaespaldas.

Margeryth asiente ante el resumen de Undine. 

- Si, en el peor de los casos, y en el peor de los casos yo misma me encargaré de distraer a Angus o encontrar una escusa si te encuentran dónde no deben. Está misión va a salir bien, pienso asegurarme de ello. - Mira a Jax. - Recuerda que Jax estará esta vez bajo tus órdenes, aprovechalo, es un hombre valioso. 

Aquel último comentario hace sentir a Undine una mezcla de diversión y incomodidad. Era bien sabido que Margeryth había tenido amantes, al menos mientras que había estado con Arthur, y se rumoreaba que Jax había sido uno de ellos. El rumor se había quedado en rumor, pero sin duda explicaba la confianza que le tenía a ese hombre.

En cuanto al Administrador, le había informado de que a parte de los mayordomos, Fellgiery usaba a sus PABOTs también cómo guardias de seguridad con mecanismos de defensa, por lo que no debía confiarse ante ninguno de ellos por muy inocente que fuera su apariencia. También le informa que el punto de acceso más eficiente a la red sería sin duda el despacho de Fellgiery, que se usaba cómo sala de control, pero que iba a ser arriesgado colarse ahí dentro sin generar antes una distracción.   

Undine mira a Margeryth con una leve sonrisa, arqueando levemente una ceja a modo pícaro.

Tenía buen gusto, eso estaba claro. Arthur también era un hombre atractivo.

Finalmente asiente. - Iremos con cuidado y intentaremos ser lo más eficientes posible. - Dice con una sonrisa, mirando a Jax.

No tenía demasiado más que añadir, no quería pensar demasiado en ello. Algo le decía que aquello saldría mal...

Tras esto, el equipo ya había terminado y todos se ponen en marcha. Para cuando llegan los terrenos mansión estaba ya en plena celebración. Los invitados paseaban por los extraños jardines de Fellgiery mientras que el banquete y el escenario en el que iba actuar Undine estaba situado en un gran invernadero de cristal. La estructura era de las cosas más bellas que había en los alrededores de la mansión, sin demasiada competencia, y era ahora aún más apreciable de noche pues varios de los cristales eran coloridos y las luces del exterior hacían que el interior pareciera un lugar mágico. Había música y bailarinas PABOT por todos lados, y sirvientes vestidos de nuevo con los trajes más extrafalarios. Pero los trajes de los sirvientes no eran nada comparados con los de algunos de los invitados, que parecían los participantes de un concurso en los que los ganadores eran quienes llevaban los vestidos más incómodos e ineficientes. Entre los invitados también se paseaban animales exóticos, incluso algunos que parecían especialmente peligrosos pero estaban amaestrados y sujetados por correas. En resumen, aquella celebración gritaba excentricidad y dejaba claro que Fellgiery tenía dinero de sobra para invertir en lo que quisiera. 

Por tal de evitar que los invitados molestaran demasiado a Undine, pues había algunos que tenían muchas ganas de conocerla, el vehículo se acerca a la mansión por una entrada trasera. Allí, los sirvientes los acompañan al interior de la mansión, dónde no entraban los invitados. De la misma forma que les había recibido el día de la cena les recibe de nuevo Angus Fellgiery, aunque esta vez con un traje formal pero de un rojo chillón. 

- Bievenidas seáis de nuevo a mi pequeño paraíso. - Dice Angus saludando formalmente con la cabeza. Y por muy descarado que resultase centra la atención en Undine sin ningún disimulo, ignorando con ello a Margeryth. - Había pedido una estrella, pero no esperaba algo tan literal. - Por su tono, parecía un cumplido, aunque costara verlo. 

Undine intentaba mantener su expresión serena y no dejarse asombrar por la belleza de lo que aquella mansión ofrecía. Ese invernadero de cristales coloridos era uno de los escenarios más preciosos que había visto nunca. Por suerte ver esos PABOTS músicos y bailarines le devuelve a la realidad del lugar donde estaba.

Al ser recibidas por Fellgiery, Undine hace una delicada reverencia. - Gracias. No merezco tales halagos. - Dice con amabilidad y una sonrisa serena, mostrando la nobleza y delicadeza que esa noche requeria. - Espero poder estar a la altura de esta noche.

- Estoy seguro de que lo estarás. - Dice Fellgiery. Entonces chasquea los dedos y uno de sus mayordomonos se planta firme a su lado en menos de lo que Undine le había dado tiempo a pestañar. - Por favor, acompaña a Undine y a su equipo a su camerino. 

El mayordomo asiente y hace un gesto con la mano invitando a Undine a que la acompañara. Tras esto, Fellgiery se gira hacía Margeryth. 

- Lady Korth, ¿Le gustaría acompañarme? Hay algo que me gustaría discutir con usted. 

Margeryth no parecía convencida con aquello pero asiente. Tras despedirse de Undine ambas se marchan en direcciones contrarias. A pesar de que Jax sigue a Undine, mira con cierta inquietud a Margeryth mientras se aleja, seguramente no estaría acostumbrado a dejarla sola y proteger a otra persona.  

Tras atravesar un largo pasillo que daba al lado de la mansión que conectaba con el invernadero, el mayordomo les lleva hasta una puerta y la abre para que entren. El interior tenía todas las comodidades típicas de un camerino. 

- Se les avisará cuando la actuación este a punto de comenzar. - Anuncia el hombre. - Pueden descansar aquí o ensayar en la sala contigua. - Les indica una puerta en el interior del camerino. - También pueden pedir lo que necesiten. - Les indica un pequeño panel situado en una de las paredes de la sala. 

Tras esto se despide cerrando la puerta tras de sí mientras que el equipo coloca el poco equipo que habían traído en la sala. 

Antes de que a Undine le diera tiempo a hacer nada, se sorprende al ver a Jax acercarse a ella. 

- Disculpe, Undine. - Dice con amabilidad. - Creo que tiene algo en el pelo... - Se acerca rídiculamente cerca de ella, y mientras que hace cómo si le sacara algo del pelo le susurra. - Hay cámaras en la habitación, tenga cuidado con la que haga o diga. Quizás convenga librarse de ellas antes de intentar nada. 

Se separa de Undine, asiente y se pone a ayudar al resto del equipo. 

Undine se había quedado preocupada cuando la separan de Margeryth. Intercambiando una mirada algo temerosa con Jax mientras iban de camino.

Al llegar escucha sus palabras, no iba a hacer nada con los demás allí. Pero valora lo que había alrededor para ver cuales serían sus mejores opciones.

Podía acceder desde un bot de servicio, como en la fiesta. O podría mirar si desde el camerino había algo que permitiese conectectarse y acceder a un punto central. Quizás desde las camaras o si la puerta tenía un código de seguridad. 

También podría investigar si Fellgiery tenía un bot personal, quizas este bot tenía un aceso a esos datos. Aunque hackear un pabot, y más el PABOT personal de Fellgiery, sería extremadamente complicado, y peligroso. Pero quizás podía hacer algo que no implicase tener que hakear el PABOT, sino vincularse al propio acceso de este, simular su código de acceso a los datos de la mansión.

Pero primero tenía que descubrir si existía ese PABOT. Por ahora miraría qué podía hacer desde el camerino.

No desvincularía cámaras hasta que hiciese algo.

- Quiero ir a pasear. - Le dice a Jax. - Necesito andar para quitarme los nervios. - Y quizás así podía ver como estaba la situación en esa parte de la mansión y dónde podría conectarse.

Durante un instante, Jax mira a Undine algo extrañado, pero rápidamente asiente con firmeza. 

- Déjame acompañarla. - Mira a sus "compañeros". - No hay mucho que pueda hacer aquí igualmente. 

Tras esto, Undine sale de la habitación seguida por Jax a una distancia respetuosa. Por el rabillo del ojo Undine puede ver cómo Jax analizaba su entorno cómo si de un PABOT se tratase, buscando cualquier cosa que llamara su atención, siempre alerta. 

Una vez fuera, Undine mira a su alrededor. El mayordomo se había ido y el pasillo estaba desierto, sin embargo, el hombre trajeado no tarda en volver a su encuentro.

- Señorita Undine, ¿Necesita algo? - Dice respetuosamente. 

- No. - Responde con su amable sonrisa.

- Antes de una actuación así de importante suelo ponerme nerviosa. Más si no hay ensayo previo, así que me ayuda pasear y caminar un poco. Me relaja. - Explica serena.

- ¿No lo tengo permitido? - Pregunta preocupada. - No quisiera ser irrespetuosa. Si me dice una zona por donde no pueda ir iré a otra, sin problema.

- Oh, no no no. - Dice el mayordomo rápidamente. - Es libre de ir a dónde necesite, señorita Undine, es usted una invitada. Aunque Lord Fellgiery ha recomendado que no se acerque aún a los jardines. Ya sabe, para mantener la expectación entre los invitados... P-pero si quiere puedo llamar a un guía que le haga un tour por la mansión. Estoy seguro de que hay maravillas en las que no se fijo la primera vez que vino. 

- Es muy amable. Pero si tuviese un guia mi mente no podría relajarse con tantas historias fascinantes. - Rechaza su ofrecimiento con amabilidad. - Para relajarme necesito simplemente andar en soledad, sumida en mis pensamientos. Así es como viene la inspiración para poder dar a los invitados el mejor espectáculo.

- Pero muchas gracias por ofrecerme un guia, me reservo esa visita guiada para la siguiente ocasión en que sea invitada. - Dice con su dulce sonrisa.

- Oh. - Reacciona el sirviente algo decepcionado y nerviosa. - E-está bien. Siéntase cómo en su casa, señorita Undine. Si necesita algo siéntase libre de abordar a cualquiera de los mayordomos, están aquí para servir. 

Asiente a modo de despedida respetuosa y se marcha por dónde ha venido. Ahora Undine tenía libertad de ir a dónde quisiera. La planta baja de la mansión, por lo que había visto, parecía más un museo que otra cosa, dejando de lado el comedor. Dónde no había estado era en la planta de arriba, claro que corría el riesgo de que le llamaran la atención si intentaba subir. 

Undine iba paseando, fingiendo observar las obras aunque en realidad miraba la vigilancia del lugar, los lugares donde se aposentaban los sirvientes o mayordomos. Las cámaras. Puntos donde quizás sería más sencillo conectarse.

Pero no tarda demasiado en cambiar de idea y volver a su camerino, ya había decidido lo próximo que haría. Sentada en un sillón de espalda tocando a la pared va mirando en su dispositivo un modo de hakear las cámaras de seguridad. A través de ellas no solo podría sacar un mapa de la mansión sinó que podría ver todo lo que sucedía en cada rincón. Si eran camaras con micro podría incluso escuchar.

Efectivamente Undine no tenía mucho que hacer mientras que las cámaras siguieran funcionando de forma normal, pues al menos las zonas por las que se había permitido pasear estaban totalmente vigiladas. Había mayordomos de arriba para abajo la mayor parte del tiempo, sobretodo en la ruta de la zona del servicio a los jardines con platos de comida y otras comodidades, sin duda iban a acabar agotados aquella noche. También había PABOTs, pero estos se mantenían quietos a la espera de instrucciones o en lugares elevados cómo si estuvieran en exposición. 

De nuevo en su camerino, Undine baraja sus posibilidades. Si seguía el consejo de Jax, primero iba a tener que encargarse de las cámaras del camerino. El puerto de acceso más evidente el panel que le había indicado el mayordomo para hacer peticiones.