Partida Rol por web

Undine miraba con preocupación por la ventana de la pequeña habitación, temerosa de que en cualquier momento viera a alguien acercarse hasta ahí con intención de entrar y con el deseo de ver regresar a Crow. 

Tras haber entrado en la zona de residencia del servicio durante la noche anterior, la marcha había sido continua y sin pausa, tanto durante su descenso a través de las alcantarillas cómo el breve recorrido que habían hecho a través de los suburbios durante a Undine no le había dado tiempo ni a memorizar por dónde habían ido, aunque tampoco era esa la mayor de sus preocupaciones. Al final, para cuando Crow le había llevado hasta allí, ambos estaban agotados y habían decidido que lo mejor era dormir y hablar la mañana siguiente. Crow le había asegurado que el lugar era seguro, que le pertenecía (A pesar de que no había dado detalles de cómo) y cómo sólo él sabía de que aquel era uno de sus escondites. Había suministros para semanas y un sitio para dormir. Aunque no era un sitio muy cómodo, era mejor que la perspectiva de dormir en la calle. 

Para cuando la mañana había llegado, Crow la había despertado, diciéndole que iba a salir a hacer una gestiones. Undine estaba tan dormida a esas horas de que apenas le había dado tiempo de preguntar de que se trataba o de pedirle a Crow que no se fuera, pero antes de marcharse Crow le había asegurado que a su regreso le respondería a Undine las preguntas que tuviera de una vez por todas. 

En una mesita, al lado de la cama dónde había dormido, estaba el micrófono de Angus. El mecanismo que parecía más complejo del mismo era un módulo conectado al micrófono que quedaba en la nuca una vez que te lo ponías. Undine no se había parado aún a investigarlo y tampoco tenía demasiadas herramientas para hacerlo... Además, se estaba limitando todo lo que podía el uso de su dispositivo: La batería era limitada y no era cómo si fuera a encontrar cerca de ahí una fuente de alimentación compatible. La poca electricidad que había en esa habitación eran enchufes desactualizados y una luz colgada del techo. La habitación conectaba también con un sencillo baño, pero el simple hecho de entrar en él asustaba a Undine. Y no había cocina alguna, por lo que estaba claro que iba a echar mucho de menos la comida caliente. 

Undine estaba tan absorta en sus pensamientos, que la pilla totalmente desprevenida cuando abren la puerta su lado. Por suerte, era Crow, cargado con una bolsa de tela bastante cargada. 

- Hola de nuevo, Alaris. - Dice algo animado. Levanta la bolsa. - He traído un par de cosas para ti, espero que sea suficiente por el momento. - Pone la bolsa sobre la mesa y empieza a sacar cosas. 

Primero varias piezas de ropa sencilla y algo desgastada, pero parecía que iba a irle mejor que lo que llevaba ahora puesto. 

- Espero que te vayan bien, no había demasiado entre lo que elegir. - Comenta Crow.

Tras eso, saca varios productos básicos de limpieza, algunas herramientas y un par de libros de literatura. Y finalmente busca algo en el bolsillo de su chaqueta y saca un pequeño frasco con pastillas.

- Y este es el principal motivo por el que he tardado. Es muy raro encontrar medicinas en los suburbios... No es la misma que te tomas tú, pero creo que debería darte un resultado parecido. 

Le extiende el frasco directamente a Undine.   

Desde que había despertado, tras ser consciente de donde estaba, en su mente solo pasaba el mismo pensamiento.
​Como saliese de allí iba a terminar en una casa de subastas.

Aunque después de todo lo ocurrido esa noche tenía bastante seguro que Fellgiery movería cielo y tierra para recuperar "su voz". Así que si alguien la compraba sería él... Terminaría en el punto de inicio.

​Y pese a la preocupación y precariedad de su situación, estando en un lugar horrible, en una casa sin siquiera cocina, sin electricidad decente, conexión en la red, y un baño que sabía, sin siquiera entrar, que no tendría bañera. Lo que le preocupaba más era saber que su mundo se había quedado sin música. Sin sus medicinas su voz le duraría una semana. Y dudaba que encontrase instrumentos en los suburbios...

​También la preocupaba Margeryth, ahora mismo era su motivación de seguir, no era capaz de derrumbarse, no podía derrumbarse. Tenía que sacarla de las manos de Fellgiery. No pararía. Aunque no tuviese voz.

​Pese a esos pensamientos, se encontraba que el terror la había dejado paralizada sin atreverse a salir de la cama. Como si salir de allí indicase que aquello no era una pesadilla. Miraba por la ventana de aquella pobre habitación, atenta a cualquier ruido, a cualquier movimiento, para salir corriendo.

​Cuando la puerta se abre se asusta, moviéndose al fin en esa cama y pegando su espalda contra la pared. Por suerte era Crow y se relaja.

​Pero no dice nada. Solo le miraba aún sin creerse que estuviese allí, después de tantos años haciendo lo imposible para evitar que la llevasen allí, al final había ido ella "voluntariamente". Su objetivo de esa pequeña casita con jardín había quedado ya tan lejos que ni siquiera podía visualizar una vida normal en Cele.

​Fellgiery la perseguiría...

​Crow iba sacando los objetos mientras ella le observaba. No es hasta que ve la medicina que sus ojos se iluminan y se humedecen levemente.

​Coge el frasco suavemente de entre las manos de Crow y lo aprieta contra su corazón, encogiéndose. - ​Gracias. - ​Dice tras todo ese tiempo de silencio, con la voz cargada de agradecimiento mientras le mira y sonríe con dulzura, aunque se la veía muy frágil en ese momento, casi que parecía que fuese a llorar.

-​ Supongo... que no hay agua caliente, ¿No? - ​Pregunta con esa pequeña y frágil sonrisa.

Crow pone una mueca. 

- Intentaré encontrar algo para calentarla, pero de momento vamos a tener que conformarnos con lo que sale de las cañerías... Que por tu bien te recomiendo que no bebas. 

A pesar de lo relajado que podría resultar un baño caliente la perspectiva de usar agua fría no era la peor de todas. Al fin y al cabo, una de las primeras cosas que había notado Undine al entrar en los suburbios era el cambio de temperatura. Estaba tan acostumbrada al ambiente ideal de Cele, que el cambio al calor seco del desierto casi la había dejado sin respiración. Aunque por lo menos ella tenía la ventaja de que ya había sentido cambios de temperatura así en el pasado... Para aquellos que hubieran vivido siempre en Cele podría resultar mortal. 

Crow se acerca a uno de los armarios con provisiones y saca una botella de licor. 

- No voy a retrasar esto más de la cuenta. - Dice mientras que suspira y se sienta al lado de Undine. - Creo que va siendo hora de que responda a tus preguntas... Si vamos a construir algo aquí prefiero que sea a partir de ahora desde la confianza. Así que dispara. - Se acomoda. - Soy todo tuyo. 

Entonces... si era mejor no beber el agua... ¿Cómo se iba a hidratar en ese lugar? ¿Con qué se tenía que tragar la medicina?

Lo del agua caliente lo había preguntado para poder hacerse pequeñas infusiones para su garganta.

Miraba un poco a su alrededor con la medicina en sus manos buscando algo con qué tragársela cuando Crow se sienta a su lado y se ofrece a responder todas sus preguntas. No lo esperaba.

Por supuesto tenía mil preguntas. También tenía mil cosas que reprocharle. Quería saber por qué toda esa auséncia, por qué le había puesto ese maldito intermediario cuando creía que estaban más unidos. ¿Era para evitarla?... Ni siquiera había respondido a su petición de ir a verla... el mensaje que le dejó a su madre...  

Mirándola a los ojos Crow podía notar ya todo el reproche que le iba a echar encima, el sermón. Undine empezaba a abrir la boca mientras en su rostro mostraba esa expresión de reproche y dolor por haberse alejado sin decir nada. 

Pero no dice nada. Cierra la boca antes de llegar a pronunciar un solo sonido y su expresión se relaja. Soltando una pequeña exhalación mientras se encogía levemente, resignada y dejando todo aquello atrás. Dada su situación eso era lo que menos le importaba ahora mismo. Aunque le doliese lo que había sucedido, y no supiese muchos motivos. Ahora había preguntas más importantes.

Mira al suelo unos segundos y luego vuelve la mirada a Crow.

- ¿Por qué me estás ayudando...? Te traicioné, y... He fallado la tercera prueba... - Se encoge levemente y le mira preocupada.

Crow niega con la cabeza con resignación, aunque sonríe. Destapa la botella y le da un trago directamente, entonces se la ofrece a Undine. Aceptara o rechazara la botella Undine, Crow prosigue. 

- No me traicionaste, Alaris. Nunca lo hiciste... Sólo hacías lo que tenías que hacer. - Se encoge de hombros. - Y puedes olvidarte de eso de las tres pruebas... Nunca fue idea mía en primer lugar. 

Undine mira la botella y da un trago muy pequeño, solo para bajar con ello la medicina.

- ¿Y de quién fué? - Pregunta extrañada. - Siempre pensé que trabajabas solo, hasta que apareció el Administrador.

- Uno no consigue los contactos e información que tenía yo a mi alcance trabajando sólo. - Asegura Crow. - Se podría decir que somos una organización, aunque trabajamos de forma bastante... Distribuida. Cómo tú, hay muchas otras personas que consiguen los datos por nosotros. - Pequeña pausa. - Yo en realidad... Sólo soy... O mejor dicho, era la "cara" de esta organización. - Frunce el ceño, molesto. Se podía notar rabia en el brillo de sus ojos. Le da otro trago a la botella y se mantiene mirando a la pared, pensativo. - Dime, cuando fuiste a ver a mi madre, ¿Que máscara te mostró? ¿Era la frágil y senil ancianita, la generosa y inocente ama de casa... La preocupada madre de un hijo descarriado, quizás?

Undine le mira sorprendida.

- ¿Ella es el cerebro? - Pregunta entre asombrada y algo preocupada. Pero viendo el estado de Crow intenta tranquilizarse un poco y con una mano sujeta suavemente la botella entre las manos de Crow, temerosa de que siguiese bebiendo por esa rabia interior. - ¿Te metí en problemas?... por llevar la nota. - Pregunta con voz suave para intentar rebajar el estado de su acompañante. - ¿Por qué ese... “era”?

- Por el mismo motivo por el que estamos escondidos aquí y no en uno de mis escondites de Cele. - Dice Crow con seriedad. - Porque Fellgiery no es el único de nuestros problemas. - Niega con la cabeza. - Mi madre... Amelia... Nunca aprobó que contrara tus servicios... Decía que me distraía de mis "responsabilidades". Pero yo nunca quise este puesto, cuando mi padre murió no me dejaron más opción que ponerme al cargo. La presión... Fue descomunal y tú música... Era lo único que conseguía atenuarla. - Sonríe, entristecido. - Cuando descubrí que estabas robando datos de mi dispositivo, fue cómo una victoria para Amelia, una demostración de que había actuado de forma despreocupada. Ella planeaba extorsionarte para que trabajaras con nosotros, yo conseguí rebajar el "castigo" a las tres pruebas... Y la promesa de que podría contártelo todo cuando todo terminara. - Vuelve a fruncir el ceño. - Pero tendría que haber supuesto que poco se iba a preocupar Amelia de tu seguridad... Poco le importaba si terminabas tus misiones viva o no, para ella la prioridad era quitarte de en medio. Después de nuestro último encuentro, incluso me prohibió ponerme en contacto contigo y me obligó a grabar ese estúpido mensaje... - Le da otro trago a la botella, a pesar de que Undine la sujetara, ahora más largo. Tras eso suelta aire. - Sabía que la misión de anoche era especialmente peligrosa, Fellgiery estaba tramando algo grande. Cuando se cortó la comunicación... Me escapé. - Se encoge de hombros. - Amelia ahora es capaz de estar colaborando con Fellgiery para encontrarnos. Estaba planeando una alianza con él igualmente... Y si ese es el caso, ni siquiera los suburbios son del todo seguros para nosotros. La influencia de nuestra organización también llega hasta aquí... Aunque preferiría que no conocieras los detalles de este lado de la misma. 

- Vaya... Bueno... Comprendo lo que se siente al tener una madre  más interesada en su propio beneficio que en la felicidad de su hijo... - Sonnríe con cierta tristeza.

Eso lo explicaba todo.

Y también anulaba la poca seguridad que le quedaba de sentirse mínimamente segura en los suburbios. Solo se alegraba de haber obviado los detalles de cómo contactar con Butch cuando le contó lo sucedido a Margeryth. Quizás podrían recurrir a él como ayuda. 

- Gracias. - Dice con una tenue sonrisa, aunque muy dulce. - Por intentar darme un mal menor. 

Aunque si su información la conocía alguien así... Todo había terminado para ella de todos modos. Habiendo alguien que pudiese extorsionarla de ese modo en Cele, ya no había modo que pudiese seguir su sueño allí. Solo le quedaba salvar a Margeryth. Aunque su reputación en Cele también peligraba si Amelia iba a delatarla.

Aún así le preocupaba que Crow bebiese demasiado. Con la mano con la que intentaba sujetar la botella pasa a ponerla encima de la mano de Crow. - No bebas más. - Le pide con voz suave mientras le mira a los ojos. 

- Si estamos tan en peligro como dices, no creo que pueda defenderte si nos encuentran aquí y estas dormido. - Sonríe lastimera, era evidente el miedo en sus ojos. Y que estar a su lado le daba seguridad.

- Entonces... ¿Cual es el plan ahora? ¿Te... vas a quedar conmigo? - Pregunta con esa mirada frágil en sus ojos azules. También podía ser que fuese a dejarla en algún sitio más seguro para volver a Cele buscando el perdón de su madre.

- No pienso volver. - Asegura Crow. - Y no deberíamos estar en peligro aquí, al menos temporalmente. Mi madre piensa que controlaba todos mis movimientos, pero aproveché cualquier oportunidad de libertad para cubrirme las espaldas para una situación cómo esta. Cómo conseguir este lugar sin que lo supiera. - Pone una mueca. - Pero cómo digo, será temporal... En los suburbios, cualquiera dará el chivatazo de lo que ve si con ello puede comer durante un día más. Sólo podemos confiar el uno en el otro, pero... Aún así, se que solos no sobreviviremos. Tendré que buscar una forma de forjar una alianza con alguien poderoso aquí abajo... Alguien que no se plantee ponerse de lado de Fellgiery o Corgos en ningún caso y que, además, no tenga aún nada en mi contra. - Suspira. - Sin duda, será complicado...

Crow había mencionado "Corgos" de pasada, a pesar de que no había mencionado en ningún momento ese nombre antes. Sin embargo, Undine lo había escuchado con anterioridad. [*]

- ​Podríamos buscar a Butch. - ​Dice tras pensar un poco.

-​ O contactar con el detective. Parecía buen hombre. Confió en mi lo suficiente como para revelarme su rostro. Es posible que podamos confiar en él también.

- Preferiría... Descartar a Butch, por el momento. - Dice Crow, incómodo con el tema, a pesar de que Undine no terminaba de entender el porqué. - Y a pesar de que no tengo nada en contra del hombre al que llamas "detective"... Hay mucho que no sabes sobre él, Alaris. Realmente trabaja para una organización conocida cómo el "Gremio", un grupo de asesinos y saqueadores que hace trabajos para las altas esferas. - Niega con la cabeza. - Su situación es delicada, si le dieran la orden de capturarte, él tendría que hacerlo. 

Undine pone una pequeña mueca.

- No estoy tan segura de que lo hiciese. - Responde. - En la segunda misión, cuando le encontré, su objetivo era capturar a Butch, y le tenía. Incluso lo apartó del grupo para hablar con él y lograr que confiase en nosotros, podría haber cumplido su misión allí mismo pero no lo hizo. - Dice con voz suave. - Creo que porque sabía que si lo hacía yo estaría en peligro. - Le mira a los ojos. - Es posible que ese no fuese el motivo real por el que no le atacó, pero su misión era esa y en vez de capturarle siguió ayudándome y me llevó a casa. Mostrándome su rostro y dándome un micro y un modo de avisarle para venir a ayudarme si alguna vez me ponía en peligro. - Cuenta con claro afecto en su voz.

Crow asiente. 

- Soy consciente de lo sucedido, y creeme, estoy agradecido con que te ayudase. - Frunce el ceño. - Pero eso no cambia lo que te he dicho. La orden de captura para Butch era una misión pública, cualquier miembro del Gremio podía llevarla a cabo, por lo que no tenían la obligación de terminarla con éxito. Para otra clase de misiones, no tienen ese tipo de opciones. 

Undine se encoge un poco.

- ¿Entonces cuales son nuestras opciones?... - No es que hubiese demasiadas para ir descartando los posibles. Por no decir que no tenían ninguna. - ¿Hay algún motivo por el que descartes a Butch? ¿Te has encontrado con él en algún momento?

La mira de Crow se ensordece. 

- Nunca me lo he encontrado personalmente, pero... - De nuevo, parecía incómodo con el tema. - Aunque él no es consciente de esto, hace años contraté a un asesino llamado Orange para tenderle una trampa mortal a uno de sus superiores. Él también estaba allí y sobrevivió con un brazo menos, de ahí que lleve una prótesis de metal, su jefe no tuvo tanta suerte. Por supuesto, ya puedes imaginar que no fue totalmente decisión mía hacer un movimiento cómo este, pero yo lo apoyé sin rechistar. - Pone una mueca. - Asumí que cómo líder de una organización cómo Corgos, a veces eran normales este tipo de sacrificios. - Mira fijamente a Undine. - Si Butch supiera de esto, desconozco de que sería capaz. Quizás me viera obligado a terminar lo que en su día ya comencé. 

Undine le escuchaba entre preocupada y confusa por toda esa información. ¿Corgos? Lo había mencionado antes pero...

- ¿Como lider de los Corgos?... ¿Eres... Eras...? - Corrige entre sorprendida y temerosa. - ¿El rostro de la asociación criminal Corgos?

Crow asiente de forma solemne.

- La "organización" que he estado mencionando... Aquellos que ahora podrían estar detrás de nosotros también... Es Corgos. - Parece que quiere añadir algo más pero se queda en silencio, a la espera de una reacción por parte de Undine.