Partida Rol por web

Era todo sumamente confuso. La tía aquella subía sin venir a cuento. Padilla salió a la carrera para acercarse al francotirador y ver quiénes eran esos niñatos.

Marqués tenía la misma cara de estupefacción que Padilla puesto que la tía, además de pasar de su advertencia/consejo, subía por la cuesta a paso veloz sin tener en cuenta los peligros, por lo cual se puso al nivel de su compi y también subió la cuesta, hasta llegar a donde estaban los dos hombres que se habían cargado al francotirador.

Cuando ascendieron a lo alto de la colina vieron a tres chavales. Uno moreno y regordete que limpiaba una katana en un pañuelo, en posición con una rodilla en tierra. Luego estaba la chica que llevaba otra katana de esas con la más pequeñita en el mismo sitio. Y luego un tío, moro, que llevaba una pistola en el bolsillo y ahora había cogido el arma del francotirador. Coño, espera... si es Alex, es el de la shawarmería Silan de Pedro Antonio. Habían ido cientos de veces allí a comerse los kebabs de medio metro que ponía aquel cabrón.

Definitivamente aquellas eran personas normales y corrientes.

El moro se giró al verlos subir la cuesta y por eso le vieron la cara. Sonreía como cuando les ponía un completo con patatas.

-Oh, amigos polisias. Siñor Padilla, mucho gusto volver verle. Nosotros aquí cubriendo ustedes de gente mala. Mira cadáver, ésto ser raro.

Efectivamente era un tirador de los goes al que conocían, Fernando. Un hijo de puta frío como el acero. Ahora muerto con un tiro en el melonar. Era el que se cargó el helicóptero y el que casi los mata a ellos.

-Mmmm. Ver movimientos en antenas. Estar llegando gente más mismos uniformes.

-Coño, el Alex. Hoy te he echao de menoh a la hora de cenar... pero a vé ¿qué cojoneh hacéis vosotroh aquí y quiéneh sois? Y tú -le dijo al chaguarmero- tate quieto con eso. Suelta el arma ya mihmo.

Marqués se queda mirando al trío de frikis con un gesto confuso, parpadeando varias veces como queriendo asegurarse de que no lo habían drogado o estaba teniendo una alucinación o algo por el estilo - Gordo friki... Morenaza de tetas... Alex... ¡¿Alex?! - Marqués pareció caer en cuenta de Alex el shawarmero, al que miró con cierta incredulidad - Pues al final va a ser que todos los moros son terroristas y saben manejar armas... - Parpadeo un par de veces más y se dirigió a Alex - Alex... ¿Qué cojoneh hacéih aquí? Y deja de jugah con eso que eh peligroso... - Su voz salió en un tono incrédulo mayor al que pensaba.

Miró a los policias como si mirara al demonio, esa noche había aprendido que los uniformados mejor a tres metros y con un palo. Cuando Alex los reconoció se quedó algo descolocada, no obstante cuando el chawarmero dijo lo del movimiento tomó los prismáticos del finado y miró ¡La Hostia! como se veía con una cosa de esas -¿Donde dices exactamente que los habeis visto?-

Se picó por aquellas palabras. Policías y España. Como siempre, se creían los únicos con derecho a dar cuatro tortas. Incluso en medio de un puto apocalipsis.

-Pues somos los que han estado haciendo vuestro trabajo mientras a vosotros os mandaban gilipolleces. Estábamos en Pedro Antonio y hemos recopilado algunas pruebas sobre Preston y la sustancia. Y aparte de luchar por nuestra vida, cuando vimos a ésta gente escapar por el Zaidín nos dió por perseguirles. Motivo por el cual tus compañeros se unieron a la persecución. ¿Te suena el túnel del Serrallo y un Audi? El audi no estaba en medio del túnel por nada.

Señaló al francotirador muerto en el suelo.

-Y ahora soy el tío que te ha salvado el puto ojete de éste otro, que decía ser tu compañero. ¿Necesitas más datos o vamos a seguir con las típicas gilipolleces de polis que se sacan la chorra delante de las personas normales?

Sonrió cuando le dijo de soltar el arma.

-No preocupa amigo. Yo estuve servisio militar ejérsito turco. Mejor tirador mi compañía. Si, yo era. Vosotro podéis avanzar y yo cubro desde aquí. Y luego decimo haber estado disparando compañero vuestro, ¿Si?

Marqués miró al gordo friki con una ceja enarcada y el ceño fruncido, el tono que había utilizado no le gustaba para nada y en la situación en la que se encontraban agradeció tener el suficiente autocontrol para no meterle un hostiazo con la culata de la escopeta, él era un puto madero y nadie le hablaba así. En vez de decir nada decidió, una vez la tetona terminase con ellos, tomar los prismáticos con visión nocturna e intentar ver a los demás miembros del GOES que se estaban acercando por las antenas. Cuando termina con los prismáticos mira a Alex, una vez más con un gesto confuso - Tú... - Suspira con resignación - Vale, pero loh treh oh quedáih aquí... No quiero civileh en peligro mientrah ehtamo en tó'ste folló... - Le lanzó una mirada al gordo friki una vez más, pero se mantuvo callado.

Lupita no podìa dormir, estaba ansiosa, mejor habrìa sido ir a su residencia y darse una buena ducha. Ademàs, querìa comer algo decente y beber. Demasiadas cosas, ademàs, la Chantal estaba como màs ansiosa que ella o a saber què era lo que realmente estaba la tipa de los hashtags pero no importaba, el punto era que ella la veìa mal y no sabìa què hacer pero pronto se dio cuenta que tampoco era responsable, mirò a su alrededor y vio a todo el mundo descansar plàcidamente como si no hubiera sucedido nada y espero que Chantal hiciera lo mismo. La mexicana miró alrededor de ellos, estaban en un buen sitio, quizá la francesa pudiera dormir un poco y el rubio también.

Se sentó entre ellos y jugueteó con unas pulserillas que tenía en la mano izquierda de muchos colores, como si estuviera contando las cuentas. Una lagrimilla se resbaló por su mejilla e intentó disimularlo rápidamente secándose y mirando hacia otro lado porque claro, en Jalisco nadie se raja y ella no iba a ser la primera. Recargó su cabeza en el hombro de Björn y suspiró, lo tenían difícil y ella no podría dormir ahí, quería salir corriendo de allí.

Tremenda la hostia que tenía el friki. No le pegaba con la culata en la boca y le dejaba ahí ehnoclao porque... a saber. Menuda mierda de día, todo al revés. Un anormal de ese calibre es la puntillica que le faltaba para sacar toda la mala hostia que llevaba días acomodando. Y que arda todo, porque total...

-Chuleríah lah justa. Eso lo primero. Baja la boca o te la bajo yo, con y sin katana. Hablo muy en serio. Mucho. Que llevo un día muy mierda para aguantar sobraos -negó con la cabeza lamiéndose el labio con cara de contenerse-. A ver, lo de los Preston. Si to eso es verdá, si de verdá sois tan chupis, aquí tenéi a los dos único agentes de Graná que se han movío para pararlo. Asín que bajando los humitos. Y punto.

Padilla no parecía precisamente un madero de los de rascarse los huevos y estarse sentado viendo pasar el tráfico. Esas manos estaban acostumbradas a dar hostias hasta quedarse sin nudillos.

-Alex. Estamoh al límite. Si te ves capáz de cubrirnos, tiene mi permiso. Yo corro con la rehponsabilidad.
 

Menos mal que era de noche porque la cara de Chi era un poema, como imaginaba debía ser la de Pelayo, que, conociendolo como le conocía, sabía que estaba al borde de la ebullición. Suerte tenían esos dos pavos de tener aun la cabeza pegada a los hombros.
La distraían con el duelo de pollas y no se concentraba para ver bien con los prismáticos, al final cabreada emitió un chasquido de fastidio. A pique estuvo de soltar ella también una machada, que gilipollas que es la policía leche! y como le tocaba el coño su incompetencia y brabuconadas. Así de harta estaba que empezaba a pensar en esos términos tan ordinarios.
Se giró, resopló y puso una mano sobre el hombro de su novio. Ambos se miraron y el entendió perfectamente l oque ella quería decirle. Estiró el brazo para darles los prismáticos a los dos maderos. Hubo un breve silencio.

-Muy bien, tomad-

"Ea, iros a la mierda ya, estoy deseando ver como os petan el culo señores gorilas reyes de la colina"

Marqués vió muy bien lo que estaba pasando. Los geos llegaban y no solo no disparaban contra los mercenarios, si no que los ayudaban. Tenían una furgoneta previamente montada a los pies de una torre, y parecía que iban a deshacerse de las pruebas incrimonatorias.

Los geos se desplegaron formando un perímetro. Iban a disparar a todo lo que se moviera. Y de repente, un pitido de radio bien audible y harto molesto. Se querían despedir mandando la señal de la locura a toda la puta ciudad.

Habló mientras miraba Marqués miraba por los prismáticos hacia las antenas.

-Noh habéis hecho un favor. Pero ya. Hoy he visto a 25000 civiles armaos como vosotros masacrando a 500 policías. Y he visto a policías matando policías y matando civiles. Asín que éh normal que aquí tol mundo esté sospechando de tol mundo. Asín que tranquilos, porque por mucho que nos odiéih, aquí éhte y yo seguimo siendo la ley. La única ley que váis a encontrar esta noche y el único apoyo. Y yo hoy tengo sed de sangre y ganas de juerga. Menos humoh y tol mundo tranquilo. ¿O no?

Entonces sonó aquél pitido.

-¡La hostia!

Apuntó al que miraba más o menos en su dirección y la amenaza más inmediata.

-Cuando tu desir yo comensar fiesta.

Marqués mira por los prismáticos toda la colina y las antenas, apretando la mandíbula al ver a los putos GOES ayudar a los malditos mercenarios - Mu bien, ehta eh la situació... Los putoh de goeh han llega'o y ehtan ayudando a loh mercenarioh... Tienen una furgo en el pie de una de lah torreh, parece que quieren deshacerse de lah pruebah... Ehtan haciendo un puto perímetro probablemente pa' cosé a tiro a tó lo que s'acerque - Escucha el pitido salir de su radio y casi se la arranca de un tirón, cagándose en todos los muertos de los goes y mercenarios - Vamoh a teneh que acercarnoh por un cohta'o dehpacito y con buena letra y ver que podemoh'asé... Son cinco de loh goeh... El jefazo y cuatro panolih mah... De loh de prehton hay treh, doh que loh vimoh en el botellódromo... El tal wilfredo y la chavala que tenía el poco'e papeleh y otro tío mah...

-Mu bien, Marquéh. Alex, cúbrenoh. Vosotroh: sinceramente, haced lo que os salga de la puta pollah ya que tanto sabéi. Y el mérito os lo podéih quedar y enmarcarlo. No estoy aquí pa sacarme brillo.

Se lanzó a correr medio agachado buscando refugio para hacer paradas. No tenía ninguna gana de acabar la noche hecho un colador y confiaba que el fuego de cobertura del turco le diera la oportunidad de acercarse.

Joder que pesaos los putos maderos, si no se sacaban la chorra y te la restregaban por la cara no se quedaban tranquilos, entonces el pitido los dejó sordos, se llevó las manos a los oídos -Os sugiero que si llevais explosivos los useis para reventar las antenas o no habrá Dios que arregle esto!!!!!- mucho musculito pero fijo que no sabían de la misa la media.

Por un momento pensó en poner a prueba su iaido. Y cortarle la garganta de un solo tajo. Total, matas a un poli y de ahí palante es cuesta abajo. Aquella noche todo parecía gratis. Pero Chi le puso la mano encima y él asintió. El típico poli español chulo y con cerebro pequeño. Nada nuevo bajo el sol. Pero oye, si querían enfrentarse ellos a los goes, todos suyos. Él ya había tomado muchos riesgos aquella noche. Casi demasiados.

-No hay problema. Comprendo que estéis cabreados. Hasta yo lo estoy. Nos quedamos por aquí y hablamos de lo que sabemos cuando queráis.

Parpadeó y añadió algo más.

-Eso si, no hemos estado aquí. Ni llevábamos armas. ¿No os parece? Todo el mérito para vosotros.

En España era mejor no ser un héroe y, por lo tanto, no tener enemigos que supieran a por quién deberían ir.