Partida Rol por web

Como siempre pasa en éste tipo de cosas, noticias oficiales eran pocas y malas. Los diarios casi silencio absoluto. A ver que periodista valiente iba a ponerse a echar fotos en la calle, claro. Pero las redes sociales ardían, sobre todo Twitter. La gente había subidos fotos con el móvil o grabado videos caseros que ya rulaban por youtube y tenían cientos de miles de visitas de todo el mundo.

Los gritos, obviamente, le jiñaron vivo. Buscó cosas con las que armarse, y encontró varios cuchillos de esos que tenían el mango y la hoja hechos con la misma pieza de acero. Cuchillos buenos que les compró la mama para cocinar, con pinta de estar afilados que te cagas. Y el megacuchillo de despiece que podía servir como machete.

Ruidos en la escalera. Un vecino bajaba a tirar la basura, pero él no sabía de que se trataba. El muy gilipollas se topó de bruces con un grupo de exaltados, y sin empanarse, le mataron conforme se volvía a meter en el rellano. Una horda de gente comenzó a entrar en el bloque e intentaba echar abajo las puertas del entresuelo.

Acojone puro y vivo. Patri se levantó corriendo y fue a verle, con los ojos como platos. Tocaba ser el hombre de la casa por una vez.

Ya iba teniendo un hambre de cojones. Mantener ese cuerpo requería seis comidas al día, con mucha proteína. A esas alturas de la noche ya se habría dado una pausa para un par de chaguarmas con mucho picante, para coger fuerzas para seguir la rutina en el botellódromo. Además que siempre le pasaba lo mismo: fornicar le daba gusa. Pero como todo se había ido al carajo, se quedó sin cena y por poco también se quedó sin testículos. El estómago rugía.

Se apoyó contra la pared mientras esperaba, escuchando flipao la conversación. Había lo normal: acusaciones de incompetencia de un lao a otro, lo de todos los días. Gente lavándose las manos y tal. Nada nuevo.

...pero... no sé... hay algo raro, no?...

Se llevó la mano al entrecejo.

...qué éh lo que no cuadra aquí?...

Marqués sigue a la inspectora con ambas manos en el cinturón en su tradicional pose chulesca de siempre, un acto casi inconsciente para el madero. No era la primera vez que pasaba por ese lugar así que el radical cambio y posterior amalgamiento entre lo nuevo y lo viejo realmente no le parecía algo extraño, por el contrario, le gustaba ese estilo.

El puto Montañés hacía honor a su nombre, puesto que parecía una jodida montaña... O por lo menos que venía de una. Inevitablemente escuchó los gritos que provenían de la oficina, no podía evitarlo puesto que no estaban intentando ser silenciosos precisamente - Claro, a protegeh a loh cerdoh inútileh del gobierno y a la gente de a pie que se loh follen... Típico - Al igual que Padilla, Marqués se apoyó en la pared a la espera de que terminase la discusión, aunque buscó por la sala un filtro de agua, estaba jodidamente deshidratado.

Siguió a la policía morena, cesando levemente el llanto para escucharla. Cuando les pidió el pasaporte o el DNI cundió el pánico en ella. ¿Iba a ir al final a la cárcel? ¿Se habría escapado Brittany a chivarse? ¡Maldita highlander levantafaldas! Buscó desesperada con la mirada a su caballero de pitufa armadura, pero había desaparecido. ¿Había sido todo una mentíra? ¿Estaría confabulado con la mexicana para robarle su canal de youtube y sus suscriptores? El apocalipsis se había iniciado, sí, pero uno personal en la mente de la gabacha.

Con mano temblorosa buscó su carnet. -Tennez, madame, ma pièce d'idéntité...- lo dejó sobre la mesa, parecía que no había más escapatoria.

No había que ser una lumbrera que te cagas para atar cabos. La frase había sido meridiana:

-¡Nos prometieron que no habría heridos entre los agentes del órden, y ahora tenemos una catástrofe en potencia!

Nos prometieron.

Nos prometieron...

¿Prometer, quien, cómo? Eso dejaba claro que la catástrofe era algo que ellos tenían claro que iba a pasar. Pero no de esa manera. Habían mediado promesas.

¿Con quien?

-Ahora no hay manera de contactar con el concejal.

Tate, el concejal de cultura. El que decía que odiaba la fiesta. Su firma en todos lados en los papeles de los de Preston. Las furgos llenas de hachas para que las cogieran los chavales. Los de Preston escapando.

No, no había que hablar con el jefe. Si querían hacer justicia, había que coger a los de Preston y comenzar a meterles hostias hasta que cantaran por soleares. En España no había más justicia que la que uno se procura. Ellos mejor que nadie, sabían que si no estabas 100% en sintonía con el poder, te podían ir dando bien por el hojaldre si esperabas que el juez fallara a tu favor.

...aroooo.. eso va a ser... tó cuadra...

Se acercó a Marqués y le susurró.

-Fran... tenemo que hablá... en privao. YA. -subiendo las cejas.

Los malos habían circulado en dirección a la autovía, y ahora se encaminaban al Túnel del Serrallo. Los coches iban a toda velocidad, de hecho superando con creces la velocidad de la vía.

Una moto de policía se incorporaba en la otra dirección y les vió. Entonces se saltó la mediana dando la vuelta para unirse a la persecución. A la persecución de ambos coches, claro. Los malos les empujaban hacia la pared del túnel, y el taxi, que no era un coche demasiado potente, comenzaba a ceder. Se acercaban a la pared, tanto que el retrovisor izquierdo se fue a la mierda.

La sirena de la moto de policía sonó por el túnel, y los del otro coche, que eran tres, les miraban. Uno que estaba en el asiento de atrás se asomó cargando una pistola. Dispuesto a pegarles un tiro.

Marqués enarca un ceja pero asiente y se despega de la pared, buscando con la mirada un sitio lo suficentemente alejado o quizás una oficina que esté abierta y vacía.

Era obvio que tenían que esperar un buen rato, así que se excusaron con que iban a por agua, dejando allí a la inspectora. Y se metieron en una de esas pequeñas salas de esparcimiento que tenían máquinas autoventa, una nevera para guardar mierdas y una cafetera que la mitad de las veces no funcionaba por que tenía el filtro jodido.

Marqués se quedó mirando la máquina de autoventa durante un segundo, hacía mucho que no comía algo y ya le estaba empezando a joder también. Mira a Padilla de reojo mientras revisa el refri y la máquina también - Bueno ¿Qué va a seh? Té visto serio a veceh pero ehto eh nuevo.

Padilla asomó la cabeza por el pasillo un segundo, intentando asegurarse de que no les oiría. Nadie les prestaba atención. Padilla susurraba.

-Tío... ¿has escuchao? Piensa: han dicho que leh habrían prometío que no habría heridoh entre la policía. ¿Tas enterao de eso? ¿Prometer? ¿Qué pasa? ¿Sabían lo que iba a pasá? Y el concejá que ha desaparecío. El concejal de cultura, el que firmó loh papele que tenían loh de la Preston. La Preston, loh cabrone que han armao con hachah a loh energúmeno salvaje. Loh que tú vihte huyendo del botellódromo.

Se le quedó mirando esperando que asimilara la información.

-Fran... tío... ESTO ÉH UN COMPLÓ.

La policía vió sus pasaportes y entendió que la mayoría eran extranjeros. Pero al menos la mexicana hablaría español, aunque fuera con expresiones raras. Imaginó que era ERASMUS, y a los erasmus les exigen un título de idioma en inglés nivel B2, como el que ella tenía.

-Please accept our apoligies for any misunderstood in this circumstance. You are both free to phone your own embassies and ask for help. The spanish governement through this police corp offers you a free ride to your house or lodging in Spain. And now, please, tell me. What happened in the Hipercor Square? What did you saw?

Lupita sacó rápidamente del pequeño bolso donde llevaba dinero, su orgulloso y verde -horrible color- pasaporte y se lo extendió a la policía mientras veía a los otros dos hacer lo mismo. Sintió un poco de odio porque ella no tenia un dni pero era lo que tocaba por ser pata rajada.

Miraba en derredor esperando que no llegase un horda de adolescentes sangrientos queriendo comérselos. Estaba nerviosa y por mas que estuvieran allí eso no significaba para ella que todo estaría bien.

Sería peligroso que se fueran de ahí en ese momento, la residencia estaba cerca pero visto lo visto era una zona peligrosa y por otro lado, la casa de Björn estaba lejos y no era seguro que por allá no sucediera nada. Miró a ambos aprensivamente y respiró. Profundo, iban a necesitar ayuda.

-Al parecer los muchachos bebieron algo y eso los hizo desear sexo primero, de todos contra todos y luego, empezaron a querer matar a todos los que no estábamos como ellos pero... Yo no estaba ahí sino en el estacionamiento. Shantal sabe mas...

Y eso suponía la mexicana. ¿Por qué rayos le hablaba en ingles a ella si hablaban el mismo idioma? Poli rara.

Fran, que ya tenía un vasito de esos desechables lleno de agua en la mano lo deja caer por la impresión y se queda mirando a Padilla durante un segundo. Todo calzaba, la Preston, el concejal, Padilla se lo había hecho entender de manera muy rápida. Marqués se lleva una mano a la cabeza con preocupación y asombro y le responde en susurros también - Me cawendieh Padilla... Si lo que diceh es cierto, que probablemente lo sea, entonceh... ¿Qué mierda ehtaban intentando? ¿Y por qué? ¿Qué sentido tendría desatar semerendo caoh por to'l lugah? Y nosotroh no ehtamo en posición de haceh ná... Lo mejoh que podemo'asé eh largarnoh de aquí cagando lecheh...

En otra situación la presencia policial la habría tranquilizado, pero sospechaba que al ignorante agente le quedaba medio telediario.
Al empezar la persecución se abrochó el cinturon pero cuando vio el destello de la pistola hizo saltar el cierre y tiró de Pelayo para sí y parapetarse ambos en el hueco del asiento -¡CUIDADO! VAN A DISPARAR!-

Las máquinas autoventa eran buenas conocidas. Las marcas eran buenas, por que los polis eran unos zampabollos y les gustaba comer bien. Había sandwiches y empanadas gallegas de la marca Tentebien, refrescos de la marca coca cola, zumos pascual y en la fila de arriba del todo, alguna chocolatina estilo Twix o Kit Kat y minibolsas de patatas Lay's Artesanas.

El turco veía el pilar, y como se acercaban a él. Entonces hizo algo arriesgado. Usó el freno de mano y el coche se detuvo en seco en pocos metros. Menos mal que llevaban el cinturón, si no hubieran salido volando. El coche de escolta de los malos chocó de canto contra el pilar y salió del control de su conductor, dando varias vueltas sobre si mismo, pero en el mismo plano, sin volcar.

El policía pegó una frenada para evitar comérselo, y el turco, que no tenía ganas de dar explicaciones, quitó el freno de mano y recuperó el control del taxi, acelerando tras esquivar el coche siniestrado, en persecución de la furgoneta.

¿A la embajada? ¿Llamar a la embajada? Rompió de nuevo a llorar por su teléfono perdido, empezó a darle hipo y trato de sorberse los mocos todo a la vez. Un espectáculo de descoordinación.

-We were partying... And suddenly my friend (or I though so) jump to rape me, she was crazy... I told her that I'm straight, I don't like women... I think she misunderstood- hacía pequeñas pausas para acompasar su respiración, consiguiendo de paso dar más drama a la historia. Aquello se le daba bien, desde hacía una año también hacía vlogs por petición popoular. -So... She came and she pulled my hair... The fuck up scottish girl torned my hair away!- le enseño la calva. -The policemen were so nice taking care of me. They took me to the ambulance for being healed, because I was bleeding. And after all... It's like everyone were gone nuts! We were in the middle of an orgy! Oh my god! Can you imagine it? No, you can't... And, well, after all this sex thing, everyone started to be more and more agressive... Et voilà! We ran away!