Partida Rol por web

Hijaputa cómo gritaba. Ni con alguien con el fémur roto saliéndose fuera se había gritado tanto dentro de esa ambulancia. Casi parecía que estaban dentro de una campana dando las uvas de fin de año.

Ella decía cosas que ni puta idea, vamos. Igual se podía estar cagando en su puta madre que él nunca lo sabría, pero le daba igual, le sonaba muy calentorro y meloso con ese acento... La nena le ponía el cipote tan duro que valdría de noray para petroleros. Al final ella se derritió del todo entre chillidos, se corrió temblorosa toa abierta de patas y agarrada a los barrotes de la camilla... casi parecía que la tía estaba pariendo a la inversa. Colorada como un tomate, sudorosa, temblorosa, jadeante, y con la boca medio abierta y los ojos llenos de lujuria.

...como si no se hubiera corrío nunca... esto sí que éh una tía...

Verla derrengada y contenta, toda cedida y con esa miradita le provocó un impulso final. Le dio unos buenos golpes de pelvis un par de minutos más, embistiéndola que parecía que la ambulancia se iba a volcar, y luego se quedó quieto, pegó unos empujones de martillo hidráulico y se corrió gruñendo como un animal. Casi desfallece del gustazo. Ese condón iba a salir de ahí tan lleno que valdría para una guerra de globos de agua.

Estaba exhausta, de no poder moverse, toda despeinada y diría que afónica de tanto grito. Le escocía un cojón el coño ahora que habían parado, la sensación de que se lo habían rascado con un nanas volvió. Él había tardado algo más en correrse que ella, pero estaba tan en el nirvana con aquella felicidad que solo te podían proporcionar las hormonas, que ni se enteró el rato que estuvo dándole que te pego con fuerza.

Se sentó en la camilla y quedó fascinada con la cantidad de semen que había soltado su recién estrenado novio. Ella seguía chorreando, como si la fuga en el casco de un submarino se tratara, aunque sus ansías estaban calmadas. Bueno más o menos, ver la porra del policía medio erecta tras acabar se le tornó apetitosa, y él había hecho lo mismo por ella. Ahora que eran novios se vio en la obligación de quitarle el preservativo y ponerse a cuatro patas de cara a él para devorarle todo el nardo. Supuso que aquello no debía diferir mucho de un polo, así que se lo metió en la boca y degustó aquel manjar con mucho movimiento de lengua y limpiando todo rastro de corrida del mismo. Así era como sabía un hombre de verdad y le gustaba, por lo que cuando paró de limpiar aquello se relamió mirando con una sonrisa a Manu. -C'est pas terrible...- bromeo.

¡Lavín compae! Se le habían quedado los huevos más secos que una esponja puesta al sol cuatro días. Todavía jadeando sacó la polla tumefacta con todo el gustirrinín en la punta y notando un pulso latiendo en el pubococcígeo que era pa cagarse.

-Qué polvazo, joder. Ereh una diosa.

Pensó que la cosa había pasado pero de pronto va la gabacha y se pone en plan peli porno. Le sacó el condón con movimientos de mano como si ordeñara una ubre. ¡Plop! Había nata para un litro de flan. Y de pronto, venga, a comerle la polla con una generosidad y alegría que era para ponerle la banda de Miss Simpatía. Le dieron unas cosquillitas de tres pares de cojones, que casi trempa de nuevo, y se la dejó de foto, brillante y reluciente como trofeo para vitrina. Sin embargo, y aunque por su cara parecía otra cosa, va y le dice que "sabe terrible". Otra cosa no, pero eso es sinceridad. Un poco chof que te digan eso la verdad. Joder, que el Padilla se duchaba cada día. No le daba tiempo de acumular yogur.

...a lo mejó éh el sabó del láte del condón... pero qué mal rollo, no?...

-Bueno... yo... a vé, estoy contento y agradecío, eso no lo dude. Y la chupas de puta madre. Pero no te lo he pedido, si no te gusta no tiene que hacerlo, no? No te procupe que no si tú no quiere no tiene que comerme la polla.
 

No pudo sino reírse con su reacción. Ya sabía que tenían un problema de comunicación, que esperaba que con el tiempo solventaran. Aíns... Qué bonito era tener novio. Seguro que sus seguidores se lo perdonaban cuando les contara que había estado ocupada conociendo al hombre de su vida, aquello daría para varios especiales, más aún si Manu quería salir en los vídeos.

-Non, tu n'a pas compris...- rió más de buen humor y trató de buscar las palabras adecuadas en español. -No está mal... Je voulais dire ça.

El humor español estaba muy alejado del humor francés, estaban aún a años luz de saber qué quería decirle, animalico. Se levantó de la camilla y buscó su ropa para ir vistiéndose. Volvió un poco a la realidad, dándose cuenta que tenía una calva en la cabeza que dolía como mil demonios y que su iphone se había ido a la puta mierda de manos de la highlander.

Sus gestos y tono le parecieron corregir el comentario del "sabor terrible". Quizá fuera una confusión, que es difícil entenderse con alguien que no habla en cristiano. Pero, joder, qué bien se habían entendido de la otra manera. Como la tuerca y su tornillo. Qué pena no estar en casa y tenerla ahí en la cama el resto del día. La miró mientras se vestía, saboreando las vistas. No había mucho sitio para moverse y la dejó hacer.

¿Qué coño estaba pasando? Se había llevado al bolsillo a pavas a cascoporro, pero pocas veces tan rápido y con tanta facilidad como con ésta. No es que ella fuera facilona, no parecía un zorrón, eso estaba claro. Es como que salió tan natural y fluido (muy fluido) que era imposible negarse. Y con otras tías, sobre todo las que quieren librarse de una multa, tampoco le daban tantas ganas de dejarla contenta. Que sí, pero que pasas un poco más y vas algo más a lo tuyo. La francesa le había dado fuerte, joder. La volvería a empotrar ahí mismo sin dudarlo. A otras, después de vaciar el depósito, les diría hasta luego y punto.

Eso le recordó la locura que estaba pasando afuera. Lo había olvidao todo por completo. ¿Sería él víctima de un envenenamiento o algo así? ¿Qué coño estaba pasando? Intentaba comprenderlo mientras se vestía. ¿Qué locura era esa que había tirado por la borda sus "principios" y su curro por echarle un polvo a una guiri? ¿La deseaba de verdad o estaba pasando otra cosa?

La sujetó por la cintura desde atrás, bien pegadito.

-No sé lo questá pasando afuera, pero lo de aquí endentro... ufff. No perdamo el contacto ¿vale moncherí?

...¿pero qué coño toy diciendo?...

-Lo de afuera éh una locura. No sé qué pasa. Ten cuidao cuando salgamo, sí? ... no sé, a lo mejó podemo buscar tu aifon. Ta la gente tan entretenía follando que a lo mejor no han tenío tiempo ni de robártelo.

Estaba buscando una gasa de esas para limpiarse, porque el chorreo había cesado por el momento pero ahí había rastros aún. Se la pasó y vio que estaba algo rosita, suponía que del semi desfloramiento. Tiró aquello a la papelera y se recolocó las bragas antes de ponerse el vestido. Los tacones ni se los había quitado, como buena señorita del porno. Suspiró contenta de alegría con el descubrimiento e iba a salir de la ambulancia cuando se quedó de patata con lo tierno que era su novio. La abrazó y le dijo cosas bonitas o algo así, porque ella entendió la mitad.

-C'est ma chèrie... Mon c'est por les hommes... Es ma chèrie- le corrigió pletórica, pues su novio se estaba esforzando por aprender su idioma ya de buenas a primeras. ¡Qué bonito es el amor! ¡Ella se esforzaría más con el español para entenderle!

Luego pareció cambiar y recomponerse, porque claro era un agente de la ley y debía parecer duro y esas cosas. Porque ser duro ya lo había sido en muchos sentidos y que pasara más veces. -Te sigo...- dijo cuando Manu le advertía de lo que pasaba fuera. Que volviendo a la realidad qué cosa más rara lo de la orgía, ella se había dejado llevar por el subidón hormonal del momento, el alcohol y su descubrimiento de su sexualidad con todo aquel twerking con la sueca. -Mon portable... C'est pas grave... No es ggrave, no quiegro entgragr entrge la gente- no fuera a ser que la fueran a violar, que ella era una chica decente.

Acabó de vestirse y se abrochó el cinturón de Batman ese que va lleno de cachivaches. A la camisa le faltaba un botón a media altura, que a saber cuándo habría saltado. Qué remedio. No se iba a poner a buscarlo entonces, y menos para no poder coserlo. Se resigno. Ese polvo merecía perder dos quintales de botones de oro.

Qué bien se sale a la calle recién follao, que vas como liviano y ligero, con la polla que no sabe si quedarse morcillona blanda o morcillona semiprieta y parece que te baila en los calzoncillos, sueltecita. Tomó aire y abrió la puerta de la ambulancia así como si no hubiera pasado nada. Intentando disimular lo indisimulable, porque cualquiera que les hubiera visto entrar tenía muy claro lo que pasaba. Y cualquier que los viera salir así de pronto de una ambulancia que chirriaba de ejes tampoco tendría dudas.

Ayudó a bajar a la princesa y se puso las gafas de sol. Miró alrededor a ver si se enteraba de una mierda.

...¿Marquéh? A vé onde anda...

No sería la primera vez, ni la vigésima, que esos dos se habían entretenido en el cumplimiento del deber para satisfacer las necesidades de las pobres víctimas del sistema.

Marqués se bajó de la cabina del conductor de la ambulancia. La rubia se quedó dentro todavía. Parecía que le dió igual. Los ATS se habían largado, excepto los de la Cruz Roja. ¿Razón? Pues la vieron delante, en el botellódromo.

La fiesta estaba degenerando. Ahora los chavales volvían a vestirse, como reaccionando al auge follador. Pero no para volver a la normalidad, no.

Comenzaron a gritar, a saltar, a encaramarse a las farolas y hacer el gilipollas. Comenzaron a llover botellas de licor por doquier como proyectiles, a volcar los contenedores y tratar de meterles fuego. Era un éxtasis, una euforia desenfrenada y destructiva. El botellódromo rugía como un león y amenazaba con reventarles los tímpanos. El sonido era como un rugido que acojonaba.

Ésto si. Ésto si que era algo familiar para la policía. Ahora si que sabían como reaccionar. La radio comenzó a vomitar órdenes.

-A todas las unidades en el dispositivo de la fiesta de la primavera. Equípense con material antidisturbios y sigan las órdenes de sus superiores para disolver a los violentos.

El dueño del local intervino con las explicación a sus preguntas según lo que él había entendido.

-Hemos mirado los barriles en éste mismo bar. Tienen un código de serie tallado en la parte baja, donde figuran los nombres de esas dos entidades, BioMed y el USAMRIID ese. De ahí la deducción de éste chaval.

Respiró hondo, intentando considerar todos los hechos.

-Habría que guardar uno de esos barriles para tener pruebas del asunto. Para que lo analicen. Y las canciones, claro.

Hubo gritos de sorpresa dentro del pub y se asomaron. La gente se agolpaba en el ventanal que daba a la calle o salía a mirar. Los chavales del Playmóbil estaban comenzando a destruir el pub en una orgía de gritos, saltos de alegría y piezas del mobiliario que volaban. De otros pubs salían jaurías de personas que destruían contenedores, farolas y coches. Que se subían a los techos de los coches y gritaban gilipolleces, como si estuvieran en un éxtasis destructor.

Aquello no tenía ni pies ni cabeza. Le daba vueltas a todo, pensando que mi vida se había convertido en una película americana, de estas de ciencia ficción, sexo, complots…Y ahí estaba, no dando crédito todavía.

De pronto los gritos, y todo el caos. Y yo estaba flipando…TODOS LOCOS.

- !Me cago en la puta! !Eshh el apocalipshishh! - me entra el canguele, me veía entrando en ese estado en cualquier momento. !Dios!

Fue ponerse las gafas y volvérselas a quitar para creerse lo que estaba viendo.

-¿Pero qué cojoneh...?

Un disturbio. De los gordos. Ahora sí que estaba en su salsa. Vio que Marqués había estado algo entretenido también, pero al lao de ellos.

-Hay que poné a salvo a las civile. No nos arriesguemo a ir caminando, hay un millón de cafreh ahí. Cojamo la ambulancia y tiremos pal carro a por el equipo -dijo sacando la porra. La de partir bocas, no la otra. Vamos, la de dar caña. Es decir, la del uniforme, joder-. Ssshantál, moncherí, tranquila. No se separes de mi, tamo?

Abrió los ojos como platos al ver lo que se estaba desatando fuera. La escena dantesca la acojonó de sobremanera, al final era cierto que los españoles eran demasiado brutos. O que eso de "fiesta" comprendía variantes que Chantal desconocía al completo, más visto lo visto. La orgía le había parecido extraña, pero estaba agradecida porque la había empujado a los brazos de su salvador... Pero aquello... ¿Pero las fallas no eran en Valencia? ¿O acaso sería la semana santa esa que caía en pascua donde todos se vestían como seguidores del ku kux klan? No tenía ni idea, pero volvió a agarrarse del brazo de su novio, completamente asustada.

-Oui, oui...- alcanzó a articular agarrada como una lapa al policía, que era el orden y la ley y seguro que sabría que hacer. Al fin y al cabo Manu era el hombre y caballero de brillante armadura, la sacaría de aquel pitoste.

 Marqués salió de la parte delantera de la ambulancia y se colocó a la altura de Padilla y Chantal para admirar el desastre que se había formado en el botellódromo. Su reacción fué la misma que la de su compi, colocarse las gafas y volvérselas a quitar - Madre de Dioh. Ya te decía yo que se ehtaba armando una gorda, Padilla. - Observó de nuevo la la escena durante un segundo y luego fijó la vista en padilla - Sí, lo mejoh será que tomemos la ambulancia y nos acerquemos ar coche... Pero la sueca está ahí y creo que ella estaba bajo los efectos de la droga... - Se lleva una mano al cabello y empieza a caminar a la cabina de la ambulancia para ver como estaba la sueca ahí dentro.

-Ehto eh de loco, Fran -dijo negando con la cabeza-. ¿Qué le pasa a la sueca? ¿Ta mordío el cipote  sin permiso?

Se acercó a la cabina con la muchacha agarrada del brazo que parecía una mascota. Le acarició la mejilla en plan "tranquila" y luego pulsó la radio del hombro.

-Aquí Z-24. ¿Me pueden decir qué coño ta pasando aquí? ¿Cuál éh la situación? ¿A qué viene to este cipote?

Marqués niega - Ná, pero tó'stos locos s'an drogao y creo que la sueca s'a metío lo mismo... Aunque antes m'a dicho algo de un suero... Lo mejoh será que me ponga a eso mientrah noh llevah a la patrulla... Pero no tengo ni puta idea ¿Creeh que Shantá sepa? - Pregunta mientras observa para dentro de la cabina.