Partida Rol por web

Aquelarre et confidentis

* Aleixo Saraiva, cristiano del Reino de Portugal, Bufón, hijo de un marino

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28/04/2014, 00:32
Aquelarre

Introducción

Principios de Siglo XV. Ciertos asuntos te han llevado a viajar cerca de la frontera con el reino de Granada; tierra peligrosa donde las haya, pues en ella moros y cristianos luchan continuamente por adelantar sus fronteras y hacerse con las fortalezas que custodian los siervos del rey nazarí y del monarca castellano. Además, te han contado que este lugar es especialmente propicio para el pillaje, por lo que te alegras cuando, al caer la noche, divisas a lo lejos un caserío dominado por una imponente forteleza que se erige en la ladera de la sierra.

Al llegar al pueblo compruebas que sus gentes, a pesar de vivir casi en constante peligro, son amigables y hospitalarias con los forasteros que comparten su fe; no te cuesta demasiado convencer a una familia de campesinos para que te alojen en su establo junto a los bueyes y te ofrezcan algo de comida (aunque en realidad quien les convence es tu tintineante bolsa, pues vive Dios que no hay mejor argumento ni más universal que el del vil metal).

La familia se compone de un matrimonio y cuatro críos pequeños. El padre, de nombre Tobías, se acerca al establo y te avisa de que su mujer pronto servirá la comida. Entras en la humilde casita hecha de adobe, que solamente cuenta con una habitación. En un rincón hay un gran jergón de paja donde presumiblemente duerme toda la familia, y apoyada en la pared hay una plancha de madera, la cual, llegado el momento, es transportada por la mujer y dispuesta sobre unos caballetes, haciendo las veces de mesa. Es entonces cuando notas en sus rostros una sombra de miedo y preocupación.

Durante la cena, que consiste en unas insípidas gachas, Tobías te informa de que te encuentras en el señorío de Zuheros. Su Señor es el conde Don Pedro, de la casa de Aguilar, que obtuvo hace poco la fortaleza gracias a una merced del rey. Según te cuenta el campesino, los vecinos no vieron con buenos ojos la llegada de don Pedro, pues nadie desea convertirse en vasallo de ningún señor cuando antes ha tenido gozo de no sufrir ese tipo de ataduras.

Y no es que antes estuvieran mucho mejor, pues el concejo de Córdoba, propietario de la villa, les agobiaba con sus cuantiosas rentas, destinadas a costear una guerra interminable contra Granada que ya duraba más de un siglo, sin que ello sirviera para asegurar su bienestar, pues no pocas veces habían sido víctimas los zuherenses de las terribles cabalgadas de los nazaríes. Pero basta con que la figura de autoridad se concrete en una persona palpable para que todas las quejas afluyan en un mismo cauce y puedan concentrarse al unísono en un único culpable.

Notas de juego

Durante este post podrás incluir la historia de tu personaje, indicar cómo y por qué has llegado hasta allí y narrar tus impresiones.

¡Has sido la quinta en terminar la ficha! ¡Enhorabuena y espero que te guste el sistema!

Como ya dije soy novato, así que espero que sepas comprender mis dudas y mis desconocimientos.

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29/04/2014, 11:38
Aleixo Saraiva

A Aleixo Saraiva le gustaba viajar. El trabajo en la mar nunca había sido lo suyo, pero siempre envidió a su padre por poder pasar varios meses de puerto en puerto portugués o castellano. Incluso una vez los mandaron a África a por esclavos y sedas. ¡Y el olor que traía o senhor Saraiva cada vez que volvía! El paraíso en la tierra: Un aroma mezcla de agua salada, madera, especias y perfumes exóticos. O quizás Aleixo lo ensalzaba un poco. Nadie normal pensaría que un marino oliera bien tras tanto tiempo en un barco.

Claro que las circunstancias de este viaje no habían sido las que él habría deseado. La señora de Alves, una dama de alta cuna de Lisboa, había muerto en circunstancias extrañas y se sospechaba que el veneno había sido la causa de su temprana marcha. Obviamente no iban a acusar a sus amigos nobles, que la odiaban y envidiaban como nadie. ¡No! Lo fácil era culpar al inocente bufón, ao bobo da corte, que tantas noches había deleitado a la familia de Alves. Suerte tuvo Aleixo de tener chivatos en cada calle de la ciudad y en cada estrato de la sociedad. En cuanto le informaron de que iban a arrestarlo, huyó de Lisboa sin perder mucho tiempo. Nadie lo echaría en falta. Sus padres vivían en Cascais y no le quedaba más familia.

Tras unas semanas de camino, escondiéndose, llegó al Reino de Castilla. Respiró tranquilo, nadie lo perseguía en esas tierras. No obstante, pensó que lo sensato sería alejarse lo máximo posible del amor de su vida: A sua amada... Portugal, a quien el bufón consideraba mulher, igual que un marino a su embarcación, pues era temperamental, bella, grandiosa y fértil cual hembra perfecta.

Llegó meses después a un pueblo en la frontera con el Reino de Granada. Mucho se había aproximado a los moros y a las guerras. Pero, ¡qué demonios! Ahí no lo buscaban por asesinato. Y era posible que los nobles caballeros y capitanes que combatían en dichas batallas necesitaran de la distracción que Aleixo podía proporcionarles. No fue un caballero quien lo recibió, sino un buen hombre llamado Tobías, que accedió a prestarle cobijo y alimento a cambio de un módico precio. La casa no estaba tan mal. No era como la de sus señores, pero en peores sitios había dormido. Y era mucho mejor que la intemperie, donde cualquier vulgar ladronzuelo podría desvalijarlo en un santiamén.

Aleixo era buen mentiroso, así que supo poner buena cara cuando empezó a comer esas gachas secas y sin condimento. Raro era que esas cuatro criaturas hubieran sobrevivido a base de semejante ponzoña –Senhor, cuénteme. ¿Cómo se chama este pueblo en el que me alojo? –preguntó con marcado acento portugués. A lo que Tobías respondió, no solo con el nombre del lugar, sino con un resumen de la situación del mismo.

-Não me diga... Don Pedro da casa de Aguilar –dijo, fingiendo indignación por las circunstancias pero, internamente, pensando que a alguien tan poderoso y con dinero quizás le interesaran sus servicios-. O compreendo. ¡Qué desafortunada situación! Mas al mal tiempo, buena cara, senhor. ¿No dicen eso vós, los castellanos?

-¡Oh, os Nasridas! –exclamó, dando un golpe suave en la mesa-. Esos moros infiéis siempre molestando a los pacíficos civiles cristianos. Pero perderán sus territorios, créame, bon homem –le aseguró, guiñándole un ojo y con media sonrisa en la cara-. No podemos tomarnos en serio a gente que viste con colores tan chillones. ¿Los ha visto você? Solo yo debería preocuparme –Aleixo hablaba con mucha gesticulación-.  ¡Podrían quitarme el trabajo si os meus senhores se fijaran un poco en ellos! ¿Bufones? ¡Sí! ¿Soldados? Que Dios se apiade de ellos... Que no lo hará –Concluyó llevándose el vaso de vino a la boca.

Notas de juego

Yo también soy novata, así que tendré las mismas o más dudas que tú :)

Si hay algo que haga mal, me lo dices, que no sé si lo estoy haciendo bien.

Este post es tan largo porque en él introduzco la historia de cómo llegó ahí y esas cosas. Pero los siguientes no creo que sean así; intentaré no darte mucho trabajo.

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05/05/2014, 03:28
Aquelarre

El odio entre señor y los vasallos fue creciendo; don Pedro castigaba a los campesinos con el pago de fuertes impuestos y la imposición de nuevas responsabilidades, y muchas veces éstos se resistían a cumplir sus obligaciones. Pero fue hace un par de semanas cuando la cosa se complicó. El hijo de don Pedro fue asesinado misteriosamente, y desde entonces cualquiera queja por parte de sus vasallos se castigaba con torturas y encierros en las mazmorras de su castillo. Algunas familias incluso han optado por huir debido al temor, a la vista de lo que está sucediendo.

Terminada la cena, te marchas al establo y reflexionas sobre lo que te ha contado Tobías. Tal vez sea una buena oportunidad para ganarte el favor de una persona poderosa e influyente como don Pedro, o de probar suerte e intentar encontrar trabajo ahora que se acercan tiempos difíciles y empiezan a faltar manos.

Decidas lo que decidas al día siguiente decidirás presentarte ante el castillo de don Pedro y presentarte a él.

Notas de juego

¡El post me ha encantado, de los mejores! Así que dame todo el trabajo que quieras:)

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13/05/2014, 13:57
Aleixo Saraiva

Antes de irse a dormir, Aleixo pensó bien en todo lo que el buen Tobías le había contado. Tumbado encima de una paca, intentaba modelar el mejor plan de acercamiento al señor de las tierras. El bufón estaba más que decidido a presentarse ante Don Pedro, pero no podía evitar pensar en las circunstancias con las que se encontraría. Outro asesinato misterioso... Estoy rodeado de ellos. Al menos aquí não podem culparme, acabo de chegar.

No le preocupaban demasiado las historias sobre las torturas; él, al fin y al cabo, estaba fuera de toda sospecha y no pensaba presentar ninguna queja. ¿Qué daño podía hacerle Don Pedro? Quizás pecaba de optimista, pero esa era su filosofía. No habría llegado tan lejos sin su dosis diaria de buenos pensamientos y esperanza. Lo que realmente le preocupaba era meterse en esos follones, aunque fuera indirectamente.

Durmió las horas justas y, en cuanto salió el sol, se puso en pie. Se quitó una a una todas las pajas que se le habían quedado enganchadas a sus rizos. También se echó una gran cantidad de agua en su abundante cabellera para intentar peinársela un poco. Ya se le secaría por el camino. Eligió sus mejores ropas de trabajo que, para una familia de alta cuna y adinerada, serían las peores ropas, pues estaban algo raídas. Sin ser ostentosas, le daban un aspecto medio formal. La otra opción era llevar miles de colores, pero no quería aparecer así ante un hombre que acababa de perder a su hijo. No obstante, no podía tampoco ponerse sus ropas de diario, pues quería que su oficio quedara claro. Así que acabó con camisa blanca, pantalones negros con bordados y dibujos geométricos blancos, y sin sombrero.

Media hora después, estaba ante la puerta del castillo de Don Pedro. Tras contarles a los guardas el motivo de su visita, lo escoltaron a la sala principal, donde se encontraba la ilustre persona que tanto caos había causado en el pequeño pueblo granadino.

-Aleixo Saraiva, do Reino de Portugal, saluda ao senhor Don Pedro da casa de Aguilar –Hizo una perfecta reverencia ante el hombre-. Vengo para presentaros mis mais sinceras condolencias. Acabo de chegar a este pueblo y me informaron de vuestra situación. ¡Qué gente tan desalmada! –Completaba sus palabras, como era costumbre, con mucha gesticulación-. No solo no os aceptan a você, sino que atacan miserablemente a vuestra familia –Hizo hincapié en el "miserablemente", que pronunció con rabia y vergüenza ajena.

Le miró a los ojos y se puso sobre una rodilla-. Si precisáis de mis servicios, senhor, estoy a vuestra entera disposición –Se levantó. Ahora llegaba el turno de falsa modestia y vulnerabilidad-. Bien es cierto que eu... bom, que no soy ducho en la batalla, ni tengo formación militar, senhor, y sé que es lo que más necesitaréis agora. Mas tengo otras cualidades que quizás puedan seros útiles. En mi país, trabajaba como bufón para las mejores familias de Lisboa. Esa es mi especialidad –Con una última reverencia, le pasó el turno de palabra al dueño de esas tierras.

Notas de juego

Edita máster: ¡Eh! ¡Para el carro y no te pases! Que aún tienen que pasar ciertas cosas antes de llegar hasta allí.

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19/05/2014, 03:38
Aquelarre

(1) - Capítulo I

Te despiertas temprano a la mañana siguiente, desalojando el establo antes de que comience la jornada laboral. Asciendes por la pendiente que conduce a la fortaleza mientras la contemplas extasiada. Excavada en la roca, dispone de varias torres rectangulares y una central aún más grande que las otras.

El portón de entrada se mantiene abierto, puesto que los campesinos acuden temprano al castillo para cocer el pan en los hornos del señor. Un escalofrío te recorre el cuerpo al ver varias horcas cerca de la puerta, una de ellas ocupada por un cuerpo en descomposición que oscila levemente mecido por el viento.

Un soldado, armado con una lanza y protegido con un peto de cuero, se mantiene erguido a duras penas a un lado de la puerta. No obstante, su cara de aburrimiento se despabila al ver en ti un rostro desconocido. Se yergue cuando le preguntas por su señor.

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19/05/2014, 03:39
Francisco, el Soldado

- Estará en la torre del homenaje, como siempre. Te contesta. ¿Para qué quieres verle?

Le dices que deseas ponerte a su servicio. El soldado frunce el ceño y te examina de arriba abajo, pero tras un instante de profundo escrutinio, te franquea el paso.

- Ve a la torre del homenaje y avisa al capitán. Añade.

Notas de juego

Opciones a tomar en cuenta en este momento, debes rolearlo y en tu post dejar claro una de las tres:

a) Le haces caso. (35)
b) Prefieres seguir hablando (58)
c) Quieres dar antes un paseo por el patio de armas. (76)

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22/05/2014, 12:15
Aleixo Saraiva

El soldado gruñón que estaba a las órdenes de Don Pedro le contestó con pocas palabras. ¿Ahora tenía que hablar con el capitán? Estos castellanos pierden demasiado el tempo. Com o fácil que sería que me llevara direitamente a su senhor. Echó una mirada de reojo a la zona donde estaban todas las horcas. Mejor sería no quejarse.

Iba a aceptar y caminar hasta donde le había indicado, pero pensó entonces en lo bien que le vendría saber algo más del señor de esas tierras. ¿Y quién mejor que un soldado aburrido para preguntar? Además sería muy beneficioso para él hacerse amigo (o intentarlo) de un hombre al servicio de Don Pedro, sobre todo si iba bien armado. Así que se quedó para seguir hablando un rato más.

-Desculpe. Me han comentado por el pueblo que o senhor Don Pedro ha perdido ao suo filho recientemente –Bajó la cabeza, negando, como si no pudiera creerse la maldad que había en el mundo-. ¿Cómo está la situación por aquí desde entonces? Será un luto constante, me imagino. Le pregunto porque no quisiera ser descortés y molestarle con mis peticiones de trabalho sin antes darle el pésame, por supuesto.

Se llevó las manos al pecho, con gesto afligido, mientras esperaba la respuesta del soldado.

Notas de juego

¿Está bien así? O sea, solo tengo que decir así la opción que elijo, ¿no? No hacer nada más.

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26/05/2014, 00:19
Francisco, el Soldado

Antes de atravesar la puerta, le pides al soldado un consejo. Asoma a su rostro una mueca de desconfianza, lo que no te resulta extraño teniendo en cuenta la creciente tensión que se respira estos días, al menos según te había contado Tobías.

- Tú mismo lo comprobarás cuando hables con Don Pedro -Termina diciendo con una sonrisa maliciosa y dejando claro que no tenía ninguna intención de dártelo.

Notas de juego

Siempre en notas de juego hay que dejar indicada la opción que tomas.

A pesar de que la partida es muy estilo "elige tu propia aventura" a veces es muy lineal y aunque tú hables o preguntes algo, no siempre verás tus respuestas contestadas en mis post... no quiero improvisar nada más allá del módulo. Al menos no en esta partida que es de iniciación.


a) ¿Quieres intentar convencer al soldado de que él mismo te explique cuál es la situación? Si es así lanza una tirada de Elocuencia. Éxito (23) Fallo (40)
b) Si por el contrario te olvidas del soldado y te adentras en la fortaleza, puedes hacer dos cosas:
ba) Ir a la torre del homenaje y preguntar por el capitán de la guardia. (35)
bb) Darte antes un paseo por el patio de armas. (76)

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02/06/2014, 14:43
Aleixo Saraiva

A Aleixo no le sorprendió la cara de desconfianza del soldado, pero sí las pocas ganas de conversar. Si él se encontrara tan aburrido como mostraba la cara de ese hombre, habría aprovechado para hablar con cualquiera que se acercara. Era cierto que, por ser un extranjero desconocido que llegaba haciendo preguntas, lo normal era mostrarse reticente al principio. Pero, por su experiencia, al final todos hablaban. Todos. Así que lo intentó una última vez.

-Oh, mi buen amigo, ambos sabemos que Don Pedro no irá contando su situación a cualquier extraño que pase por su casa, ¿não es verdad? –Una mueca de complicidad apareció en su rostro-. Entiendo perfectamente que no quiera divulgar secretos, pero não é isso o que le pido. Solo intento informarme un poco antes de hablar con él -Dio dos pasos hacia él, con intención de mostrarse más cercano-. Soy un pobre extranjero que acaba de chegar y não tenho idea de qué ocurre por aquí más que lo que me cuentan los aldeanos. Pero estoy seguro de que você sabrá mucho más que cualquiera deles. Al fin y al cabo, su trabalho, tan cercano a la persona mais importante de estas tierras, le proporcionará una visión más acertada, sin duda.

Durante las últimas palabras, lo miró fingiendo admiración y envidia por su afortunada posición.

- Tiradas (1)

Motivo: Elocuencia

Tirada: 1d100

Dificultad: 80-

Resultado: 35 (Exito)

Notas de juego

a) ¿Quieres intentar convencer al soldado de que él mismo te explique cuál es la situación? Si es así lanza una tirada de Elocuencia. Éxito (23)

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08/06/2014, 21:23
Francisco, el Soldado

Intentas demostrarle tu buena fe, diciéndole que tienes entendido que existen problemas por aquí y que te gustaría ayudar. El soldado por fin se relaja y consiente en hablarte.

Sí. Confirma. Las cosas no van bien. Hace tiempo el castillo de Zuheros era propiedad del Concejo de Córdoba, pero el rey se lo donó a la casa Aguilar. La gente del lugar no se lo tomó nada bien. Cuando llegó el señor don Pedro aumentó el impuesto por usar los hornos del castillo y sus molinos, y encargó nuevas tareas a los campesinos: abastecer el castillo de víveres y leña, hacer reparaciones en las murallas, trabajar sus tierras... No es que las cosas fueran muy diferentes cuando el castillo pertenecía al Concejo, pero ahora, además de las horas de más que deben dedicar al señor, se han encontrado con que ni siquiera pueden quejarse, pues él es el único juez en sus dominios. En cambio, yo no me puedo quejar, antes el Concejo me pagaba un sueldo de alguacil, ahora he pasado a ser soldado del nuevo señor. El problema es que esos estúpidos campesinos asesinaron al hijo de don Pedro y ahora se va a liar la gorda. Día y noche nos manda vigilarlos y arrestar a todo aquél que muestre el más mínimo indicio de insurrección. Y ya has visto el resultado. Añade señalando al ahorcado a unos metros de vosotros.

Agradeces la información al soldado y te dispones a entrar en el castillo.

Notas de juego

a) Puedes dirigirte a la torre del homenaje y avisar al capitán. (35)
b) Puedes darte un paseo por el patio de armas (76)

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12/06/2014, 18:52
Aleixo Saraiva

Aleixo mantenía por fuera un semblante preocupado y mostrando empatía; pero por dentro sentía pura satisfacción. Sabía que, con las palabras adecuadas, uno puede hacer hablar a cualquiera. En verdad era un relato espantoso y la situación no podía ser peor, pero era posible que pudiera beneficiarse del poco apoyo que Don Pedro tenía en ese momento. Atendió a toda la información que el hombre le proporcionó. Interesante... Tobías le había contado parte de esa historia, pero no toda. Este homem está convirtiendo a todo el pueblo en escravos. Realmente Don Pedro parecía un cabrón sanguinario. Pero eso ahora no le importaba; normalmente eran los campesinos los que se llevaban la peor parte en estos casos.

Finalmente, dirigó la vista hacia donde el soldado señalaba. Sí, ya se había fijado en el "aviso" cuando llegó. Y no tenía intención de acercarse más. Además, no podía perder más tiempo. Era hora de avanzar un paso en su camino hasta el dueño de esas tierras.

Bom, ha sido un prazer hablar con você. Muchas gracias por la información, soldado. Tomaré ahora su conselho e iré a hablar con el capitán. Que tenga un bom dia -Y, sin más preámbulos, se dirigió hacia la torre del homenaje.

Notas de juego

a) Puedes dirigirte a la torre del homenaje y avisar al capitán. (35)

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15/06/2014, 15:50
Aquelarre

Estás frente a una gran torre rectangular de tres plantas, cuya puerta es custodiada por un soldado con indumentaria idéntica a la del de la puerta de entrada al castillo. Le pides que avise a su capitán. Éste llama a voces a un soldado que se encuentra en el interior de la torre y le transmite tu petición.

Al poco, aparece en el umbral un hombre alto y fuerte, moreno, calvo y de barba rala, que viste gambesón reforzado y capa de color rojo oscuro. A diferencia de los demás soldados, no lleva casco, pero sí una espada al cinto.

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15/06/2014, 15:51
Capitán

- ¿Quién eres y qué deseas? Te pregunta con una voz grave y potente, típica de un militar.

Te presentas y le informas de tu intención de ponerte al servicio del señor del castillo.

Notas de juego

En este post aclara si eres noble o no o si eres alguna de estas cosas: alguacil, amogávar, bandido, pardo o pirata.

Evidentemente nadie dice que sea obligatorio que digas la verdad...

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20/06/2014, 19:28
Aleixo Saraiva

No tuvo que caminar demasiado hasta la torre del homenaje. Aleixo, además, fue a paso ligero, pues había descubierto que no era tan fácil presentarse ante el señor de las tierras y tenía prisa por acabar con todos los pasos intermedios hasta llegar a él. Ni que fuera o Rei... ¡Pelo amor de Deus! Este homme está bem protegido. Veamos a ver con qué me encuentro yo agora.

Ni siquiera habló primero con el capitán. Antes tuvo que indicarle a otro soldado sus intenciones y, al cabo de unos minutos, salió de la torre el susodicho. No sabía si tenía habilidades intelectuales y estratégicas para el título que ostentaba, pero desde luego su aspecto imponía. Y su potente voz sobresaltó a Aleixo, aunque solo durante medio segundo.

- Aleixo Saraiva, meu capitán –Le hizo un gesto breve, educado: Agachó la cabeza, a modo de saludo, con una ligera genuflexión. El rostro serio del hombre no le inspiró demasiada confianza-. Eu sou... –Entonces pensó que, evidentemente, no tenía por qué contarle todo a él. Era Don Pedro quien tenía ese privilegio. Y no es que Aleixo tuviera nada que ocultar, pero sabía por experiencia que esos militares, sobre todo los altos cargos, nunca se tomaban en serio su profesión y se burlaban de él constantemente. Ya se enteraría de cuál era su trabajo más adelante, en caso de que consiguiera su objetivo; ahora no quería entretenerse y, si le decía la verdad, el capitán podría dedicarse a hacerle miles de preguntas y humillarle antes de conducirle hasta el señor... Si es que al final lo hacía.

Así que, aunque no le mintió, sí que omitió parte de la información-: Eu sou un ciudadano portugués que acaba de chegar a este Reino. Me gustaría hablar con o senhor destas tierras, Don Pedro de Aguilar. Sé que estará ocupado y con pouco tempo para atender a las visitas, sobre todo si, como eu, no son de la nobleza. Sou un simple villano. Pero he venido para ofrecerle os meus servicios, así que espero que o senhor me reciba gustosamente y escuche mis palabras.

Notas de juego

- Aclaro que no soy noble, pero no le digo mi profesión.

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23/06/2014, 03:30
Capitán

Bien - Exclama el capitán - Esto es cosa de Gonzalo. Acompáñame.

Sigues al capitán hacia el interior de la torre. El lugar está oscuro debido a que carece de ventantas, aunque tus ojos se acostumbran fácilmente a la falta de iluminación. Te encuentras en un salón rectangular cuyas paredes están cubiertas de bonitos tapices.

Al fondo hay una gran silla ricamente ornamentada que hace las veces de trono, donde se sienta un hombre de pelo entrecano pero de regio porte y vestido con ropas de calidad, que apoya su codo en el brazo de la silla y te observa como si fueras un insecto insignificante. A su lado, de pie, se encuenetra un individuo de edad similar, de escasa barba y largo bigote, también ricamente ataviado, pero no tanto como el otro. A ambos lados de la sala hay sendas mesas de madera con un candelabro como único adorno.

- Este hombre solicita ponerse a vuestro servicio, señor - dice el capitán, cuyo tono enérgico ha pasado de ser de sumo respeto y deferencia, y te deja solo ante ellos.

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23/06/2014, 03:34
Gonzalo

- Acércate - Dice el hombre del bigote. Éste debe de ser el hombre al que el capitán se refirió como Gonzalo. Seguramente se trata del mayordomo del castillo.

Obedeces al instante y te acercas a una distancia prudencial. El conde se limita a escuchar, apoyado en su silla, como si no tuviera el más mínimo interés en ti.

- Dinos - Inquiere Gonzalo - ¿Qué sabes hacer?

Notas de juego

a) Artesano
b) Bufón, cómico o juglar
c) Cazador y llevas arco
d) Barbero-cirujano, curandero o médico.
e) Distinta de las anteriores.

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01/07/2014, 20:10
Aleixo Saraiva

Aleixo se ajustó la camisa y se irguió orgulloso cuando el capitán le condujo hacia el interior de la torre. Aliviado por no tener que seguir conversando con un militar y contento por dejar por fin de dar vueltas por todas partes, se adentró en la estancia. Necesitó unos segundos hasta acostumbrarse a las penumbras. Tanto dinero y tan poucos recursos... ¿Não podía tener más velas em uma sala con tan poucas janelas?

Una vez comenzó a distinguir formas y colores, observó asombrado los tapices que colgaban de las paredes. Hermosas figuras geométricas y lazos rodeaban escenas de batallas, escenas costumbristas y blasones de importantes familias. Aleixo no era un experto en arte, pero sin duda eran un regalo para sus ojos legos.

Posó su mirada en el hombre sentado en la silla. Ese debía de ser Don Pedro. Parecía aburrido, cansado y con pocas ganas de recibir al bufón. Poco le importaba a Aleixo los ánimos de ese individuo. Ya se encargaría él de mejorarlos si conseguía ese puesto en su castillo. Y eso era lo único que le importaba. No obstante, no sería con él con quien hablara; ya había mencionado el capitán que quien se encargaba de eso era un tal Gonzalo. Será o homme do bigode, ¿não? Su suposición se vio confirmada cuando se dirigió a él.

Se acercó unos pasos, tal y como le había ordenado, pero manteniendo las distancias. Su pregunta era sencilla y directa, algo que molestaba a Aleixo, pues él estaba acostumbrado a hablar sin parar y le gustaba dar miles de rodeos a todo. Pero estaba claro que ese no era el momento-. Aleixo Saraiva, del Reino de Portugal –Intentó relajar su acento y disminuir al mínimo los términos portugueses que se le escapaban de vez en cuando, para dar impresión de poder adaptarse a cualquier situación. Hablaba serenamente y pensando cada una de las palabras que pronunciaba-. Soy un bufón, mi señor. Serví a familias de alta cuna de Lisboa durante años, hasta que decidí mudarme aquí. Ahora busco trabajo entre hombres nobles e importantes, a los que pueda complacer con mis servicios.

Deseó contarle más y darle el pésame por la muerte de su hijo. Pero tenía la impresión de que no procedía. No solo por la sequedad de la pregunta, sino porque ni siquiera el propio Don Pedro se había dignado a hablarle sin un intermediario. Y alguien que no parecía tener interés en él no querría escuchar más palabras de las necesarias.

Notas de juego

b) Bufón, cómico o juglar

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07/07/2014, 04:05
Gonzalo

No me digas. Se burla Gonzalo. Demuéstranoslo. Entretennos un rato.

Don Pedro se acomoda en su asiento, algo más animado ante la expectativa de un espectáculo.

Notas de juego

Puedes hacer varias cosas para entretener a tan insignes espectadores:

a) Si eres juglar o cómico, puedes cantar alguna canción o romance. Para ello deberás hacer una tirada de Cantar..
b) Si eres juglar y dispones de un instrumento, puedes interpretar una alegre melodía  con una tirada de Música.
c) Si eres bufón y dispones de tres cuchillos o tres antorchas (encendidas) puedes realizar malabares. Para ello haz una tirada de Escamotear.
d) También puedes dar volteretas por toda la sala, tanto si eres bufón como juglar. Para ello debes hacer una tirada de Saltar (dividida entre dos la dificultad)

Éxito (49)
Fracaso (98)

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17/07/2014, 20:17
Aleixo Saraiva

Aleixo obvió la burla de Gonzalo y le hizo una reverencia, dando a entender que aceptaba su petición. Vio cómo por fin Don Pedro parecía interesado en él. Ese era el momento de hacerse notar. Se alejó varios pasos, pues iba a realizar uno de los números más complicados que conocía. A él se le daba mejor contar historias burlescas, sin nada de música que distrajera a su audiencia, pero pensaba que si quería impresionar al señor de las tierras, debía hacer algo más espectacular.

Siempre venía preparado con sus cuchillos. Cierto era que Aleixo los usaba sobre todo para cortar telas, pero de vez en cuando practicaba malabares con ellos. Se alejó unos pasos de los nobles, no sería bonito empezar clavándole uno al sirviente, en caso de que se le fueran las manos.

Mostró sus cuchillos al público y sonrió-. Mi señor don Pedro, este número es de los más famosos y más complicados que mi gente realiza. Y con él quiero deleitarles a usted -lo señaló con la mano derecha-, y a su corte -señaló a Gonzalo con la mano izquierda. Acto seguido, tras una segunda reverencia, sacó sus cuchillos y comenzó la función. Uno tras otros, iba cogiendo los mangos de esos afilados objetos y lanzándolos de vuelta al aire. Se atrevió incluso con un par de movimientos más atrevidos, uno de ellos por detrás de la espalda.

Alguien experto sabría que la muestra de Aleixo no era la mejor del mundo. Algunos compañeros suyos habrían usado más de tres cuchillos y otros no habrían dudado en lanzarlos más lejos o moverse al mismo tiempo. Pero le había salido bien y eso era lo que importaba.

Tras unos minutos de función, Aleixo guardó sus utensilios y, con una reverencia final, cedió la palabra a Gonzalo y a Don Pedro.

- Tiradas (1)

Motivo: Escamotear

Tirada: 1d100

Dificultad: 75-

Resultado: 64 (Exito)

Notas de juego

Éxito (49)

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25/07/2014, 05:27
Gonzalo

Tanto Gonzalo como don Pedro han quedado impresionados con tu actuación. Don Pedro susurra unas palabras inaudibles al oído de su mayordomo.

Bravo. Te felicita. Mi señor don Pedro ha disfrutado mucho y quierte que actúes para él la semana que viene en un banquete que tendrá lugar en el castillo. Hasta que llegue el momento actuarás para él cada noche. Mientras tanto, puedes dormir con los criados.

Te retiras agradecido, pletórico por tu impecable actuación.

Notas de juego

Narra tus impresiones y después seguimos en (71)