Partida Rol por web

Aquelarre et confidentis

* Salomao Ali-Caro, mudéjar del Reino de Portugal, Comerciante, hijo de un Escriba

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24/06/2014, 05:03
Aquelarre

Introducción

Principios de Siglo XV. Ciertos asuntos te han llevado a viajar cerca de la frontera con el reino de Granada; tierra peligrosa donde las haya, pues en ella moros y cristianos luchan continuamente por adelantar sus fronteras y hacerse con las fortalezas que custodian los siervos del rey nazarí y del monarca castellano. Además, te han contado que este lugar es especialmente propicio para el pillaje, por lo que te alegras cuando, al caer la noche, divisas a lo lejos un caserío dominado por una imponente forteleza que se erige en la ladera de la sierra.

Al llegar al pueblo compruebas que sus gentes, a pesar de vivir casi en constante peligro, son amigables y hospitalarias con los forasteros que comparten su fe; no te cuesta demasiado convencer a una familia de campesinos para que te alojen en su establo junto a los bueyes y te ofrezcan algo de comida (aunque en realidad quien les convence es tu tintineante bolsa, pues vive Dios que no hay mejor argumento ni más universal que el del vil metal).

La familia se compone de un matrimonio y cuatro críos pequeños. El padre, de nombre Tobías, se acerca al establo y te avisa de que su mujer pronto servirá la comida. Entras en la humilde casita hecha de adobe, que solamente cuenta con una habitación. En un rincón hay un gran jergón de paja donde presumiblemente duerme toda la familia, y apoyada en la pared hay una plancha de madera, la cual, llegado el momento, es transportada por la mujer y dispuesta sobre unos caballetes, haciendo las veces de mesa. Es entonces cuando notas en sus rostros una sombra de miedo y preocupación.

Durante la cena, que consiste en unas insípidas gachas, Tobías te informa de que te encuentras en el señorío de Zuheros. Su Señor es el conde Don Pedro, de la casa de Aguilar, que obtuvo hace poco la fortaleza gracias a una merced del rey. Según te cuenta el campesino, los vecinos no vieron con buenos ojos la llegada de don Pedro, pues nadie desea convertirse en vasallo de ningún señor cuando antes ha tenido gozo de no sufrir ese tipo de ataduras.

Y no es que antes estuvieran mucho mejor, pues el concejo de Córdoba, propietario de la villa, les agobiaba con sus cuantiosas rentas, destinadas a costear una guerra interminable contra Granada que ya duraba más de un siglo, sin que ello sirviera para asegurar su bienestar, pues no pocas veces habían sido víctimas los zuherenses de las terribles cabalgadas de los nazaríes. Pero basta con que la figura de autoridad se concrete en una persona palpable para que todas las quejas afluyan en un mismo cauce y puedan concentrarse al unísono en un único culpable.

Notas de juego

Durante este post podrás incluir la historia de tu personaje, indicar cómo y por qué has llegado hasta allí y narrar tus impresiones.

¡Espero que te guste el sistema!

Como ya dije soy novato, así que espero que sepas comprender mis dudas y mis desconocimientos.

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25/06/2014, 23:12
Salomao Ali-Caro

El polvo del viaje le daba un aspecto más desaliñado que de costumbre, cuando llegó al pueblo su miedo habitual hacia el rechazo inundó la mente del mudejar, él era cristiano nuevo, pero lo era porque en verdad había abrazado la fe por creencia, sin embargo ser portugues y mudejar en los reinos de España provocaba reticencias a muchas buenas gentes y lo cierto es que no podía culparlos. Quizás debería haber permanecido en su ciudad natal... pero su madre era impura, él estaba impuro y lo peor de todo... estaba perseguido por demonios, lo que lo condujo a desatender su aspecto y su higiene, su olor debía ser lo suficientemente desagradable para conseguir espantar a los entes que condujeron a su madre a la ruina.

Cuando se plantó delante de la humilde morada de aquellois hombres de Dios, tuvo que convencerlos con su dinero, pero aquello era algo que ya tenía previsto y no los culpó, él hubiera echo lo mismo... durante la cena le comentaron la situación que vivían en aquella tierra, vivir en una zona de frontera tenía aquellos inconvenientes y dada la hospitalidad que le habían brindado, Salomao quiso ayudarles... pero lo cierto es que no sabía como, aún así se interesó de manera educada por más aspectos de la situación que estaban viviendo.

- En verdad que tiempos aciagos nos ha tocado por ventura vivir... pero hay que confiar en el Altísimo, más ¿Cómo es que no han pensado instalarse en otras tierras menos hostiles?- indagó Salomao tratando de ofrecer una solución en vista a la hospitalidad profesada.
 

Notas de juego

El sistema me parece estupendo y más después de lo que me ha costado hacer la ficha XP

No sé si esto te vale, no se me ocurre nada más de momento... ahora mismo el objetivo de mi pj es instalarse en un lugar medianamente seguro para ejercer su profesión y alejarse de sus propios demonios lo máximo posible...

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07/07/2014, 04:28
Aquelarre

El odio entre señor y los vasallos fue creciendo; don Pedro castigaba a los campesinos con el pago de fuertes impuestos y la imposición de nuevas responsabilidades, y muchas veces éstos se resistían a cumplir sus obligaciones. Pero fue hace un par de semanas cuando la cosa se complicó. El hijo de don Pedro fue asesinado misteriosamente, y desde entonces cualquiera queja por parte de sus vasallos se castigaba con torturas y encierros en las mazmorras de su castillo. Algunas familias incluso han optado por huir debido al temor, a la vista de lo que está sucediendo.

Terminada la cena, te marchas al establo y reflexionas sobre lo que te ha contado Tobías. Tal vez sea una buena oportunidad para ganarte el favor de una persona poderosa e influyente como don Pedro, o de probar suerte e intentar encontrar trabajo ahora que se acercan tiempos difíciles y empiezan a faltar manos.

Decidas lo que decidas al día siguiente decidirás presentarte ante el castillo de don Pedro y presentarte a él.

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13/07/2014, 16:20
Salomao Ali-Caro

Antes de que Salomón llegará a aquellas tierras él ya sabía que iba a encontrarse una situación complicada, pero fuera donde fuera no lo tendría más sencillo, tal era su condición y su sino. De manera que ahora debía decidir con cual de las opciones de las que disponía quedarse una vez se presentará al señor de aquestas tierras.

El dinero era siempre bien recibido en la corte de cualquier noble y según la situación en que se encontraba Don Pedro, cualquier nuevo aliado le sería más que conveniente, sin embargo él no era un señor, vivía de lo que podía y aunque su situación no era precaria y poseía los contactos necesarios para desempeñar su profesión, no estaba completamente seguro de que aquel nnoble tuviera interés en un mudéjar portugués como Salomón. De manera que decidió que se presentaría con la intención de hacer saber a Don Pedro de su presencia y contar con su beneplácito para ganarse la vida de manera honrada en su señorío.

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14/07/2014, 01:49
Aquelarre

(1) - Capítulo I

Te despiertas temprano a la mañana siguiente, desalojando el establo antes de que comience la jornada laboral. Asciendes por la pendiente que conduce a la fortaleza mientras la contemplas extasiada. Excavada en la roca, dispone de varias torres rectangulares y una central aún más grande que las otras.

El portón de entrada se mantiene abierto, puesto que los campesinos acuden temprano al castillo para cocer el pan en los hornos del señor. Un escalofrío te recorre el cuerpo al ver varias horcas cerca de la puerta, una de ellas ocupada por un cuerpo en descomposición que oscila levemente mecido por el viento.

Un soldado, armado con una lanza y protegido con un peto de cuero, se mantiene erguido a duras penas a un lado de la puerta. No obstante, su cara de aburrimiento se despabila al ver en ti un rostro desconocido. Se yergue cuando le preguntas por su señor.

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14/07/2014, 01:50
Francisco, el Soldado

- Estará en la torre del homenaje, como siempre. Te contesta. ¿Para qué quieres verle?

Le dices que deseas ponerte a su servicio. El soldado frunce el ceño y te examina de arriba abajo, pero tras un instante de profundo escrutinio, te franquea el paso.

- Ve a la torre del homenaje y avisa al capitán. Añade.

Notas de juego

Opciones a tomar en cuenta en este momento, debes rolearlo y en tu post dejar claro una de las tres:

a) Le haces caso. (35)
b) Prefieres seguir hablando (58)
c) Quieres dar antes un paseo por el patio de armas. (76)

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19/07/2014, 13:16
Salomao Ali-Caro

A Salomao le hubiera gustado echarle un vistazo a aquel castillo o incluso hablar con el guardia que parecía tener pinta de aburrido y quien sabe lo mismo hasta le vendría bien como futuro cliente... sin embargo prefería pasar desapercibido, las noticias volaban más aún cuando podían ser llevadas por el viento hacia los oidos del demonio que lo perseguía con tanto ahinco. No había viajado tanto, tatuado por completo su cuerpo, descuidado su higiene... perdido tanto por caminos polvorientos y peligrosos, para ponérselo tan fácil a ese ser de los infiernos.

De manera que tras asentir y dar las gracias al soldado por la información se fue en busca del capitán.

Notas de juego

Opción 35 ^^

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25/07/2014, 05:20
Aquelarre

Estás frente a una gran torre rectangular de tres plantas, cuya puerta es custodiada por un soldado con indumentaria idéntica a la del de la puerta de entrada al castillo. Le pides que avise a su capitán. Éste llama a voces a un soldado que se encuentra en el interior de la torre y le transmite tu petición.

Al poco, aparece en el umbral un hombre alto y fuerte, moreno, calvo y de barba rala, que viste gambesón reforzado y capa de color rojo oscuro. A diferencia de los demás soldados, no lleva casco, pero sí una espada al cinto.

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25/07/2014, 05:21
Capitán

- ¿Quién eres y qué deseas? Te pregunta con una voz grave y potente, típica de un militar.

Te presentas y le informas de tu intención de ponerte al servicio del señor del castillo.

Notas de juego

En este post aclara si eres noble o no o si eres alguna de estas cosas: alguacil, amogávar, bandido, pardo o pirata.

Evidentemente nadie dice que sea obligatorio que digas la verdad...

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31/07/2014, 15:59
Salomao Ali-Caro

Salomao saludo al capitán con respeto, él a pesar de su pasado había sido educado de manera correcta y debido a su oficio sabía como debía dirigirse de manera correcta a un superior o en este caso a un militar. Al comerciante sólo le vastó una rápida mirada al capitán para saber que se encontraba ante una persona respetable y que lo mejor dada su situación, y sus intenciones, que no eran otras que vivir de manera honorable y sin problemas en la villa, decidió que lo mejor sería decir la verdad.

-Mi nombre es Salomao y he venido para presentarme ante el señor de esta población. Soy un humilde comerciante y mi deseo es conseguir que Don Pedro tenga a bien, que me pueda establecer en sus dominios para desempeñar mi profesión de manera honrada

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07/08/2014, 01:29
Capitán

Bien - Exclama el capitán - Esto es cosa de Gonzalo. Acompáñame.

Sigues al capitán hacia el interior de la torre. El lugar está oscuro debido a que carece de ventantas, aunque tus ojos se acostumbran fácilmente a la falta de iluminación. Te encuentras en un salón rectangular cuyas paredes están cubiertas de bonitos tapices.

Al fondo hay una gran silla ricamente ornamentada que hace las veces de trono, donde se sienta un hombre de pelo entrecano pero de regio porte y vestido con ropas de calidad, que apoya su codo en el brazo de la silla y te observa como si fueras un insecto insignificante. A su lado, de pie, se encuenetra un individuo de edad similar, de escasa barba y largo bigote, también ricamente ataviado, pero no tanto como el otro. A ambos lados de la sala hay sendas mesas de madera con un candelabro como único adorno.

- Este hombre solicita ponerse a vuestro servicio, señor - dice el capitán, cuyo tono enérgico ha pasado de ser de sumo respeto y deferencia, y te deja sola ante ellos.

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07/08/2014, 01:30
Gonzalo

- Acércate - Dice el hombre del bigote. Éste debe de ser el hombre al que el capitán se refirió como Gonzalo. Seguramente se trata del mayordomo del castillo.

Obedeces al instante y te acercas a una distancia prudencial. El conde se limita a escuchar, apoyado en su silla, como si no tuviera el más mínimo interés en ti.

- Dinos - Inquiere Gonzalo - ¿Qué sabes hacer?

Notas de juego

a) Artesano (16)
b) Bufón, cómico o juglar (122)
c) Cazador y llevas arco (65)
d) Barbero-cirujano, curandero o médico. (129)
e) Distinta de las anteriores. (92)

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07/08/2014, 16:36
Salomao Ali-Caro

A Salomón no le pasó desapercibido el cambio de tono del capitán ni la forma de mirar de aquellos nobles. No le hizo falta ser ningún lince para caer en la cuenta de que se encontraba en terreno hostil, tal vez hubiera sido más sencillo establecerse sin más... pero eso le podría haber acarreado problemas y prefería no correr ninguno.

- Buenos días vuestras mercedes... Yo se hacer varias cosas, se tratar el cuero y la madera, la artesanía es mi oficio.

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15/09/2014, 04:09
Gonzalo

No nos vendría mal un artesano. Dice Gonzalo. Bien, dirigirás las reparaciones que se lleven a cabo en el castillo, pero antes, para asegurarnos de que eres bueno en tu trabajo, tendrás que ofrecernos una prueba de tu valía. En los establos hay algunas ruedas rotas. Si las arreglas de manera satisfactoria, pasarás la prueba.

Francisco, llama al soldado que hay junto a la entrada, acompáñale al almacén para que coja todas las herramientas que necesite.

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15/09/2014, 04:10
Aquelarre

Acto seguido, el soldado te conduce hasta un edificio donde se guardan multitud de utensilios. En un rincón de la habitación hay algunos de carpintero. Bajo la atenta mirada del soldado, tomas aquéllos que juzgas necesarios para desempeñar tu tarea, y seguidamente eres conducido al establo.

El soldado ordena al mozo que allí se encuentra que saque fuera las ruedas estropeadas. Éste cumple la orden en un santiamén. De las tres ruedas, una no tiene arreglo, pero las otras dos aún tienen posibilidades. Te pones manos a la obra enseguida.

Notas de juego

Haz una tirada de Artesanía.

Lanza 1d100 y debes sacar menos que el número que te hayas dado en la habilidad. Si eres carpintero, añádele a la dificultad un 25.

Éxito (33)
Fracaso (22)

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20/09/2014, 12:08
Salomao Ali-Caro

Salomao recordó lo que su madre le dijo una vez, que era mejor ir por la verdad por delante. No le gustaba tener que darle la razón, detestaba el oficio de su progenitora, llevaba toda su vida huyendo de un demonio y estaba convencido de que si cometía malas acciones sería más fácil que este lo encontrara, a pesar de todas las protecciones que se había inflingido en su cuerpo era incapaz de huir de los pecados, entre ellos el de mentir y como castigo divino, ahora tendría que asumir las consecuencias de su mentira delante de aquel señor.

Desde el mismo momento en que le propusieron arreglar la rueda fue consciente de que no será capaz de arreglarla, peor al menos lo intentó... después ya vería como saldría de aquello, si es que salía, quizás no debería de haber ido jamás a aquel sitio o mejor aún instalarse sin rendir cuentas...

- Tiradas (2)

Motivo: Artesanía

Tirada: 1d100

Resultado: 48(+17)=65

Motivo: Artesanía

Tirada: 1d100

Dificultad: 17-

Resultado: 48 (Fracaso)

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22/09/2014, 04:04
Gonzalo

A pesar de poner todo tu empeño en ello, al sentirte observado tus nervios te traicionan. No has conseguido reparar ninguna de las ruedas. El soldado llama a Gonzalo, que acude en persona.

¿Y dices que eres artesano? Pregunta en tono sarcástico. Azotadlo y echadlo de aquí. Le ordena al soldado.

Éste te apunta inmediatamente con la lanza, clavándote ligeramente su punta para que eches a andar. Sería un suicidio ofrecer resistencia dentro de un castillo rodeado de soldados; no te queda otra que soportar el castigo.

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22/09/2014, 04:08
Aquelarre

Los soldados te llevan a una zona del castillo, apartada de los edificios, te atan las manos a un poste de madera y te rasgan la camisa, dejando al descubierto tu espalda. Al poco acude el capitán que te recibió antes, que designa a uno de los soldados para que te azote.

El soldado se coloca a tus espaldas, preparado para golpearte con una vara, pero no lo hace inmediatamente. Transcurre un buen rato durante el cual se corre la voz y acude mucha gente a presenciar el castigo, tanto criados del castillo como campesinos. Y parece que, por desgracia, te han elegido a ti, un desconocido forastero, para descargar las tensiones acumuladas.

Todos te insultan y te hacen burlas, y para tu horror ves que han venido preparados para bombardearte con nabos y huevos podridos. Una vez que hay suficiente público, el capitán da la orden para que comience el castigo. El primer golpe es el más doloroso; sientes como la vara rasga tu carne y la abre dejando brotar la sangre.

Como ese siguen otros veinte, acompañados de gritos y las chanzas de los espectadores, y entonces el capitán alza la mano indicando al soldado que se detenga. Ambos se retiran para dejar paso a la lluvia de nabos, huevos, piedras y demás objetos que castigan tu espalda con crueldad. Una vez terminada la provisión de proyectiles, la gente se cansa de gritarte y se va retirando.

Pasa un buen rato antes de que uno de los soldados te desata, te lleva a rastras fuera del castillo y te arroja al camino, sucio, ensangrentado y dolorido.

- Tiradas (1)

Motivo: Daño

Tirada: 2d6

Resultado: 3

Notas de juego

Lanzo 2d6. Se aplica el resultado al tronco. Si esto reduce a 0 puntos de vida estás muerto.
Si sobrevives seguimos en (7)

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25/09/2014, 20:38
Salomao Ali-Caro

Cuando Salomao recibió la primera tanda de latigazos todos sus músculos se tensaron siendo presa de un indescriptible dolor, dolor que persistió hasta que su verdugo se cansó, sentía como su piel era desgarrada bañada por su propia sangre. No entendía como había ido a parar allí, si hubiera dicho la verdad... pero un morisco como él era peor visto en un reino cristiano... o tal vez no... ya poco importaba, con cada latigazo que recibía se le iba escapando la fuerza, hasta tal punto que ya no sentía, ni siquiera era capaz de sostenerse. La lluvia de verduras no hicieron más que aporrearlo mezclándose con su sangre, pero incapaz de sentir más dolor.

Entonces fue conducido hacia fuera y arrojado a un charco de lodo, Salomao quedó boca abajo hundido en el barro, con la espalda desgarrada y una acuciante debilidad en todo su ser que le impedía reunir la fuerza suficiente para levantarse, aún así debía intentarlo... los demonios... los demonios podían venir a por él... y aquello sería mucho peor que el severo castigo que acababa de recibir. De manera que arrastrándose como pudo trató de avanzar, apretando los dientes y aferrándose al hálito de vida que le quedaba, si perdía la consciencia no volvería a despertar... o podría acabar en un lugar mucho peor.
 

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29/09/2014, 03:53
Aquelarre

Cuando a duras penas consigues levantarte del suelo y ponerte en pie, descubres que tu bolsa de dinero ha desaparecido. Ta le deben de haber robado los soldados mientras forcejeabas con ellos. Dándola por perdida, pues ni siquiera te atreves a mirar atrás, te encaminas hacia el pueblo.

Allí te encuentras con Tobías, que al enterarse de lo sucedido te ayuda a caminar hasta su casa y le ordena a su mujer que te cure las heridas.

- Tiradas (3)

Motivo: Curación natural (1d3)

Tirada: 1d3

Resultado: 2

Motivo: Medicina

Tirada: 1d100

Dificultad: 25-

Resultado: 99 (Fracaso)

Motivo: Fracaso en Medicina

Tirada: 1d4

Resultado: 2

Notas de juego

Procedo a hacer una tirada de Curación natural.

Como tienes una resistencia de 10, la tirada de curación natural es de 1d3:

Tenías 3 puntos de daño. Ahora te sumas 2.

Ahora hago una tirada de Medicina por la mujer de Tobías, que tiene sólo un 25%.

Como ha fracasado se tira 1d4  y se resta a los puntos de vida. 2

Total de curación 0.

Puntos de daño para apuntarse en total: 3.