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Aquelarre: La muerte invisible

Escena de juego

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06/02/2018, 13:12
Director

Nájera, verano de 1351.

Aprovechando que es día de mercado, Zelipe, Locadio y tú estáis reponiendo parte de vuestro equipo (comida, agua y poco más), para proseguir su camino en dirección a Villavelayo. Conocías a Locadio de hace unos meses, un tipo interesado en textos en latín y griego, un estudioso vaya. Decía haber ido a la universidad monacal de Ripoll y después en la de Lérida, y que su familia nada quería saber de él, puesto que "de las letras no se saca ni la verdad ni los cuartos". Se gana la vida traduciendo textos y escribiendo documentos a quien necesite.

Por otro lado conocías a Zelipe de hacía algo menos tiempo: una vez estuvísteis Locadio y tú cruzando un bosque (tú buscabas algo que cazar para cenar aquel día) y os topásteis con un tipo que huía tras de un jabalí que lo perseguía. Conseguiste cazar al animal haciendo gala de tu oficio y el tipo te lo agradeció yendo contigo ayudándote durante un tiempo (en realidad le habías salvado la vida). En el primer pueblo que entraste, semanas atrás, supiste de su oficio: el latrocinio. No obstante no te importó.

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06/02/2018, 13:30
Zelipe

Hay mucha gente en este lugar -rió Zelipe-, es un sitio muy grande... -la cara era de felicidad, tal vez pudiera perpetrar algún robo que otro-.

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06/02/2018, 13:30
Locadio de Milanó

¿Tienes ya todo lo que necesitas, Koldo? -te preguntó el goliardo-.

Notas de juego

Comenzamos.

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06/02/2018, 14:46
Koldo de Lezama

Koldo compró más vino que comida y agua, pues era menester que en los afortunados bosques donde pasó parte de su vida, se había acostumbrado a ser un borracho, y a visitar las aldeas para tomar del preciado licor al que se había acostumbrado su cuerpo, y que sin él la vida se le hacía triste y monótona. 

- Hori da zuzena, así es. - Miró con desinterés a Zelipe, - badakizu gorde duzula, ya sabes que te he salvado pero no pienso dar más por ti. Le dijo el vasco que no le hacía gracia que se dedicara a esos menesteres, cuando la madre tierra daba todo lo necesario para subsistir, menos el vino que ya Koldo lo compraba de las pieles vendidas.

El borracho de Koldo se quedó mirando el mercado a ver si veía a ladrones que se aprovecharan de los confiados aldeanos, pero no vio ni un asomó de lo que quería descubrir.

- Tiradas (1)

Notas de juego

Ya Master^^

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06/02/2018, 15:04
Hombre

Uhm... Felipe musitó algo, algo que bien sabías que era reproche interno. Él era ladrón, lo había sido siempre y seguramente moriría así. No por nada en especial, sino porque era lo que mejor se le daba.

De repente, mientras mirábais los últimos puestos antes de continuar, un tipo de mirada extraviada y cabellera larga, como la de un loco, se plantó frente a vosotros. Sacó entonces sacando una extraña piedra negra (curiosa, cuanto menos, a primera vista) de entre sus rasgadas vestiduras, y sin mediar palabra, os la ofreció, acercándola a vosotros.

¡Señores, mirad! ¡Os la vendo! ¡Os la vendo! -no hacía falta ser un lince para saber que no era un vendedor, y que, además, el tipo era presa de una terrible excitación nerviosa. La gente pasaba en derredor, en pleno mercado. Locadio lo miró girando la cara, con la boca abierta (intentando descubrir sus intenciones con su gran razonamiento), y Locadio se mordía los labios, pues sabía que esa clase de tipos eran sus víctimas principales (sin embargo, se detuvo). Además, aquel hombre estaba continuamente está mirando con inquietud a su espalda. Una y otra vez, nerviosísimo, dando la impresión como de que oyera como si algo o alguien se le fuera acercando.

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06/02/2018, 15:11
Koldo de Lezama

Koldo lo primero que hace cuando se le acerca el hombre con cierto nerviosismo exhibiendo una piedra oscura es mirarle a la cara, pero la cara de Koldo es de pocos amigos, y sin más el vasco saca su puño para impactar en el omne que había surgido de la nada, y ofrecerle un objeto que de lo más seguro es que fuese robado. - ¡lapurren semea!, masculló mientras su puño salía hacia su interlocutor con la intención de impactar. 

- Tiradas (5)

Notas de juego

* Hijo de ladrones.

- Atacar por sorpresa a un enemigo. + 25% al ataque.

- Si se aplica el modificador por cogerle por sorpresa lo hago master.

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06/02/2018, 23:44
Director

¡¡¡PAFFF!!! Un soberano puñetazo golpeó en el rostro de aquel tipejo. La fuerza del cazador fluyendo a través de su brazo hizo que el puño fuera suficiente como hacerle caer al desgraciado hacia atrás. Su cuerpo se tambaleó, la piedra cayó a vuestros pies (salió volando unos centímetros de sus manos) y no se desmayó de milagro... Tenía la cara enrojecida, los largos cabellos descolocados sobre su rostro y en breves se le comenzaría a hinchar sin lugar a dudas...

Notas de juego

Le has dado en el pecho, pero bueno, puedo considerar dada la sorpresa (que también a mi me ha causado) que le golpeas en el rostro.

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06/02/2018, 23:44
Locadio de Milanó

¿¡Pero qué...!? -Locadio se percató de lo que ocurría- ¿Qué haces, Koldo? Y entonces te agarró por el brazo, entrelazando el suyo con el tuyo, evitando así que te tal vez ensañaras con él. Por su parte, pese a que no era mal hombre, sabías que Zelipe no era tan trigo limpio como el sabedor de latinajos, y al verte azotar al fulano su rostro cambió con sonrisa (disfrutaba con tamaños espectáculo). Para ya, no montemos jaleo, ¡Koldo!

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06/02/2018, 23:45
Hombre

La joya, negra y opaca, había caído a vuestros pies. El tipo, aún con la mano en el rostro, se quedó mirándola y os señaló con el dedo. Os la doy! ¡Ya no es mía! ¡YA NO ES MÍA! -decía el desgraciado-.

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06/02/2018, 23:46
Zelipe

Fue entonces cuando notaste un codazo junto a tí. Era el ladrón.

Mirad eso, ¡la madre que me parió! -dijo entonces Zelipe-. El ladronzuelo señaló con el dedo al tipo, que en esos momentos comenzó a revolverse sobre sí, en el suelo. Se estaba formando un corro en el mercado ante tal escenita.

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06/02/2018, 23:46
Director

Al poco, los tres y el resto de los viandantes del mercado oíais unos alaridos terribles, junto con los gritos horrorizados de la multitud en derredor. ¡¡¡AAAGHHH!!! El tipo en cuestión estaba siendo devorado en medio de la plaza por algo invisible, como una bestia a la que no podía vérsele la piel, al parecer invunerable e inmaterial. Veíais cómo sobre brazos y cuello y manos la carne se le hundía al fulano, como si una dentadura invisible lo estuviera devorando. La sangre de las heridas brotaba (y parecía hacerlo sola, sin más); ¡aquella visión os aterró!

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07/02/2018, 14:52
Koldo de Lezama

El impacto del puño de Koldo dio en el lugar que quería en la cara del desgraciado y lo dejó aturdido, el objeto que llevaba cayó cerca de ellos. Su compañero Locadio le agarró por el brazo derecho para que no siguiera golpeándole, aunque Koldo no iba a seguir si el desgraciado no se enzarzaba en una pelea con él, le quería transmitir el mensaje de que él no era un negociante de contrabando. 

El cazador se puso erguido mientras los sudores y los nervios se fueron calmando en parte por el apoyo de su compañero, y el abandono de aquel hombre a responderle con los puños, el cual otra vez quería que se quedaran con tal objeto ahora sin pedir nada a cambio. - ¡Atrás!, le dijo a sus compañeros poniéndole un rostro cargado de ira como señal de que si alguno se atrevía a cogerlo sufriría las consecuencias. 

Lo que sucedió después no tenía nombre, algo estaba destrozando a aquel hombre que era invisible para ellos, un acto de brujería o algo así, ¡vamos rápido!, le dijo a sus compañeros, para después alejarse del lugar para que aquella cosa no fuera detrás de él ni de sus compañeros.

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07/02/2018, 22:23
Director

El desgraciado fue finalmente devorado en medio de la plaza, bajo la atenta mirada del corrillo de personas que estaban por allí. Nadie supo entender lo que ocurría*. Había muerto como mordido por una bestia invisible. Entonces te alejaste, y tus dos compañeros torcieron el gesto, pues últimamente tus arrebatos de locura y peleas habían aumentado (ya habíais huido de dos poblaciones para evitar males mayores con las autoridades).

Previendo que ésta fuera otra más en la lista, comenzaste a alejarte. Las gentes comenzaban a señalaros, érais el centro de atención. Os habían visto pegar a ese tipo. Casi saliendo del recinto del mercado, una de las plazas de Nájera, se os encararon tres tipos. Vestían con lanzas en su mano, y cuchillos en su ciento. También tenían armaduras de cuero en brazos y piernas y pecho: eran alguaciles que se encargaban del ejercicio de la paz en la ciudad.

Notas de juego

Tira 1d10 y será lo que ganes en IRR (y pierdas en RAC)

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07/02/2018, 22:25
Alguaciles

¿Qué está pasando aquí? -unos metros atrás había quedado el corro de la multitud observando el ahora cadáver del fulano dentellado-. Dicen que vosotros habéis golpeado a ese hombre, el que yace allí -el tipo estaba tendido, muerto-. ¿Es eso cierto?

En esos momentos, antes de contestar, te diste cuenta de que, sin saber muy bien cómo (vaya, sin saber absolutamente cómo) notaste un peso bajo tu cuello. Llevabas una cadena de oro fino que rodeaba a éste, y colgaba de ella una esmeralda engarzada. Tenía la misma forma que la piedra opaca, aunque algo más pequeña y verde. Te quedaste anonadado.

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08/02/2018, 10:23
Koldo de Lezama

- Saludos soldados, le di un puñetazo por intentar venderme un objeto robado, creo que era robado por su nerviosismo ya que miraba todo el rato hacia atrás, y era un ópalo oscuro no muy común. Por lo demás lo que le ha pasado a ese hombre no tengo ningún tipo de explicación algo le atacó pero era algo que no podíamos ver. 

Después de la contestación miré el colgar que me había aparecido por arte de magia, sin más que decir a los guardias me persigne, pues todo lo que estaba pasando no alcanzaba un entendimiento lógico. Y parecía que un hechizo o brujería nos habían echado por aparecer objetos de la nada y ver cómo salían criaturas invisibles para atacar a hombres extraños.

Miré a mis camaradas para que también contestaran afirmando mi argumento, pues era hora de que también dijeran la verdad sobre lo que había sucedido. 

- Tiradas (1)
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08/02/2018, 13:36
Locadio de Milanó

Así es, ese hombre quería vendernos una piedra o algo así. Tal vez huyera de vuacedes, pues se le veía nervioso... -añadió el goliardo-. Eso sí, no dijo nada el ladrón Zelipe, pues no era ánimo suyo el de ser chivato y tampoco quería vérselas (ni cruzar palabra) con todo ejercicio o persona de la autoridad (de donde fuera...).

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08/02/2018, 13:37
Alguaciles

Voy a ver.. ¡aguardad aquí! -dijo uno de ellos a sus compañeros-. Que no se muevan.

Minutos después el tipo volvió. Allí, en el medio del mercado había hecho dispersar a la multitud, y había mandado a dos mozos a llevarse el cadáver y no causar más escándalo.

Uhm... la gente así lo afirma, -dijo el alguacil-. Dice la verdad. Después de la pelea algo le ha mordido, ahí están las marcas. Es increíble. Ese hombre era Adalberto de Oasma, un forajido y saqueador de tumbas. ¡Maldito desgraciado! Hacía ya un tiempo que se le quería hechar el guante. Pues ea, una cosa menos... ¡vámonos!

Entonces los alguaciles se marcharon, sin cargos ni nada parecido contra vosotros.

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08/02/2018, 13:38
Zelipe

¿Podemos irnos ya? Creo que he visto suficiente... -dijo Zelipe levantando las cejas y apretando el cinto de su morral. Luego te miró algo extrañado-. ¿Qué es eso? -añadió al instante al mirarte la cadena-; no... no sabía que gastaras esas bonitas cadenas... y joyas como esa -se refería a la piedra verde como esmeralda, engarzada a la cadena-.

Notas de juego

Por cierto, modifica tu RAC/IRR con el resultado de la tirada.

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08/02/2018, 15:58
Koldo de Lezama

El bueno de Locadio había hablado después de él afirmando su respuesta, en cambio Zelipe se mantuvo callado cosa que guardaría en su interior el vasco. Los minutos pasaron de manera interminable estando algo nervioso por si lo culpaban de algo que no había hecho. Una sonrisa algo nerviosa salió hacia su compañero el Goliardo, en cambio una faz dura mostró con Zelipe que se había mantenido callado como buen zorro.

Vio al guardia venir e intentó mostrarse sereno y tranquilo, no había hecho nada, aunque lo sucedido sacudía todo su interior ya que nunca había visto algo así en su vida. - Buen día tengáis señores, dijo a modo de despedida mientras se mantenía en su sitio hasta ver que perdía a los soldados de vista.

El ladrón le interrumpió haciéndole ver que se había dado cuenta del nuevo objeto que portaba. - ¡Calla!, ya he visto lo bueno que eres respaldando a tus compañeros, te debería haber dejado que ese jabalí te corneara y entonces más agradecido hubieras estado. 

Después miró al Goliardo, - gracias Locadio no esperaba menos de ti, y puso su mano derecha en el hombro como señal de favoritismo. - He de deciros que este objeto se me acaba de aparecer ahora, igual que aquello que mató a ese ladrón de tumbas. Algo raro está sucediendo aquí, si vos, Locadio, conoce algún omne en esta aldea que pueda decirnos a qué se deben estos augurios, sucesos, y amuletos hágamelo saber para así ir a visitarlo. Quiero saber qué está sucediendo, y porqué se me ha aparecido esta cadena. 

Miró otra vez al ladrón con gesto severo, pues Koldo era un omne bruto que no se andaba con chanzas cuando peligraba su cuello.

Notas de juego

Puesto^^.

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08/02/2018, 23:19
Zelipe

¿Sabéis lo que os digo? Me voy de vuestro lado, Koldo -dijo entonces Zelipe molesto con tu actitud-. Él no te reprochaba tus vicisitudes con el vino, y aún así tu actitud y palabras para él, según pensaba el ladrón, no eran las adecuadas. Los dos sabemos que ese pago está saldado, y que he compartido el dinero que he sacado con mis "botines" para comer y alojarnos... ¿Qué querías que hiciera? Hasta aquí llega nuestra empresa, ¡adiós!

El ladrón de ojos azules estaba realmente molesto. Se dió la vuelta entonces, echando una última mirada a Locadio. Que os vaya bien, y hasta más ver... -y aquello fue lo último que dijo, pues el tipo se giró del todo y avanzó entre la gente, saliendo de la localida de Nájera-.